TEXTO BASE 1 – La lectura como proceso cognitivo y comunicativo.
La lectura es un proceso cognitivo y comunicativo, que dinamiza interacciones entre autor, lector y texto y pone en juego actividades intelectuales, afectividad, operaciones de la memoria y tareas del pensamiento. El objetivo de la lectura es alcanzar la comprensión. El lector que comprende, lo hace a partir de los significados ofrece el texto y lo reescribe con el autor. La lectura es una experiencia social que contempla tanto al lector y al texto como al contexto: en consecuencia, el significado puede definirse como un producto variable de esa interacción.
El mundo del lector. Para encarar el estudio del proceso de lectura separaremos dos aspectos: lo que el lector es y sabe en el momento de la lectura (sus motivaciones, intereses, actitudes y valoraciones); y lo que el lector hace cuando lee (pensamientos que se llevan a cabo durante la lectura y que constituirán las estrategias de lectura). El primer aspecto está relacionado con los conocimientos previos. En el caso de lectores con poca experiencia, la ausencia de conocimientos previos imposibilita la apropiación de textos. También influye la situación comunicativa del lector: condiciones físicas y socioculturales de la situación de lectura, y sus propósitos, atención e intereses.
Esquemas. Los conocimientos previos se organizan en nuestra memoria con estructuras estables que se denominan esquemas. Los esquemas se constituyen en de la persona e incluyen componentes que siempre están presentes en nuestra percepción de objetos, situaciones y acontecimientos. Los esquemas intervienen en la comprensión ya que se puede comprender algo nuevo si se lo puede vincular con algo ya conocido.
Cuando no se comprende. Según estudios, cuando un texto no se comprende, no se llega a construir los niveles de significado que dan sentido a las ideas. No se construye la macroestructura del texto, tampoco se logra la organización temática ni se emplea una superestructura. Evidencias del modo de operar de lectores con dificultades de comprensión:
1. Usuarios que no comprenden porque presentan dificultad para operar con conocimientos previos. O personas que creen que la lectura está basada en el texto y no en un proceso constructivo que lleva a cabo el lector.
2. Lectores que aplican estrategias de comprensión lineales, en lugar de estrategias de comprensión globales.
3. Personas que no identifican su problema de comprensión y por ende no toman conciencia de sus dificultades.
TEXTO BASE 2 – Estrategias y tareas de la comprensión lectora.
Aquí nos centraremos en los esfuerzos que hace el lector para comprender, en la importancia de que los textos estén bien preparados para obtener la interpretación deseada por el autor y en el conjunto de obstáculos que afectan el proceso de lectura. La lectura pone en juego una interacción entre el escritor y un lector que interpreta, critica, compara. Primero, el lector decodifica los signos del sistema de escritura; luego, construye los significados globales del texto. El lector apela a la experiencia personal y los saberes previos que deben relacionarse con la nueva información. Pero en las estrategias lectoras también interviene el reconocimiento de la estructura del texto, la identificación de sus ideas principales, etc.
TAREA DE LOS LECTORES:
Parafrasear: reconocer que las mismas cuestiones pueden ser formuladas de diferentes modos en diferentes lugares del texto. (Por ejemplo: “El presidente viajará” y “El primer mandatario dejará el país”).
Asociar: reconocer cuándo algo está fuera de lugar en un texto o se aleja del tema tratado. Si una oración no es apropiada a un párrafo, el lector debe distinguir la ausencia de conexiones temáticas con el resto del discurso.
Ideas principales y detalles: seleccionar qué es lo más importante en un texto, la idea principal.
Comparación: examinar la relación entre ideas contenidas en distintos párrafos.
Lenguaje figurativo y literal: reconocer diferencias entre el uso de figuras retóricas (la tenista en una verdadera gacela) frente a emisiones literales (la tenista es veloz).
Ambigüedad: reconocer que una misma oración puede contener más de un significado y luego interpretarla en el contexto de la lectura.
Relaciones causales: buscar las cadenas de causas y consecuencias entre los hechos presentados en un texto, qué los produjo y qué consecuencias tienen.
Secuencias: organizar lo que sucedió primero y lo que sucedió después en el texto. Incluye también la respuesta a preguntas sobre cómo, cuándo y qué pasó.
Relaciones anafóricas: reconocer que existen en un texto equivalencias entre un término presentado primero en un discurso (antecedente) y sustitutos del mismo presentado más adelante. Por ejemplo: “La guerra dejó más de 70.000 muertos en el país. Las consecuencias del conflicto armado serán debatidas en
TEXTO BASE 3 – La comprensión y estructura de los textos.
Aproximación a los formatos globales de los textos como factores de comprensión.
La estructura de los textos es importante para alcanzar una mejor comprensión, ya que los lectores esperan determinada organización de la información según los diferentes tipos de textos.
Otros caminos para la comprensión. Las motivaciones, expectativas, intereses y atención, son importantes en la interpretación y restringen o amplían nuestras estrategias de comprensión. Con estas actitudes del lector al leer, se relacionan los conceptos de estados afectivos, cognitivos y metacognitivos, que constituyen otros factores que afectan la comprensión. Los estados afectivos se relacionan con los gustos, valores y creencias del lector. Los estados afectivos también determinan las diferentes expectativas del lector sobre el texto. Los estados cognitivos están constituidos por posibilidades y habilidades intelectuales y se vinculan con los planes que el lector realiza para obtener una representación textual, elaborar significados e internalizar el conocimiento. Los estados metacognitivos son estrategias que el lector realiza para revisar su procesamiento de la información. Cuando volvemos a leer un párrafo o nos hacemos preguntas, estamos realizando tareas metacognitivas.
TEXTO BASE 4 – Complementación entre los procesos de lectura.
Cuando el lector desarrolla capacidad para seleccionar las ideas más importantes de un texto, está en camino de poder despejar el tema y está construyendo la macroestructura semántica. En el plano de la escritura, esta estrategia tiene una importancia decisiva, por cuanto dirige la producción de significados y controla la coherencia global del texto. Las superestructuras intervienen como ayudas de la comprensión durante la lectura ya que presentan la información organizada de una manera que puede ser reconocida como típica. Los estudios lingüísticos de gramática del texto, la psicolingüística y las teorías cognitivas que nos proveen de marco teórico también nos apuntan otras aristas de estos procesos. En primer lugar, los factores intervienen en la adquisición y el aprendizaje de estas habilidades. El deseo, las ganas, el entusiasmo, la curiosidad, la pasión, generan en el escritor aprendiz unos focos de motivación que desarrollarán actitudes positivas para el aprendizaje. Es cierto que aparecen también estados emocionales negativos, como inseguridad, angustia, enojo. Para que el aprendizaje de la escritura se convierta en un proceso viable, la suma de los factores emocionales positivos tiene que ser mayor que la suma de factores negativos. En segundo lugar, los factores racionales hacen posible el aprendizaje como una actividad conciente, controlada y organizada -o sea, estratégica- de modo que el individuo desarrolla capacidades cognitivas tales como observar, aplicar reglas, hacer planes, reconocer y salvar errores, asumir la responsabilidad de los actos de habla que realiza. Afectividad y racionalidad se combinan en los conceptos de aprendizaje comprometido y desarrollo de la actitud de leer como un escritor, que, a nuestro modo de entender, constituyen la esencia de la práctica de este taller. Que la complementación de los procesos de escritura y lectura efectivamente se realice en cada persona depende decisivamente de estos factores que, en definitiva, forman el mundo personal de cada escritor. Lo primero es querer. Lo que sigue es hacer, con conciencia de los esfuerzos y los trabajos que ponemos en dichos procesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario