El lenguaje es un arma para influir o convencer a alguien de algo, ejercer efectos sobre otro; de acuerdo donde se desarrolle la interactividad, la autoridad y los efectos serán reconocidos. Pero el lenguaje establece normas a las que debemos ajustarnos si queremos comunicarnos. Teniendo en cuenta estas dos perspectivas que direccionan nuestras relaciones comunicacionales, poder y reglas, es fundamental estudiar los elementos que sirven para la comunicación escrita para desenvolverse con mayor eficacia en la profesión elegida. Leer y escribir, son instancias que producen la adquisición, transmisión, comprensión y producción de la palabra escrita. Es conveniente abordar primero el proceso de producción y luego el de comprensión. La escritura es compleja porque pone en juego actividades mentales que permiten reconocer y dominar el código (las reglas de ortografía, de puntuación, sintácticas, estructura del texto, registro del lenguaje). Cuando construimos un texto, recurrimos a nuestros conocimientos y experiencias previas. La escritura lleva tiempo, dedicación y paciencia.
TEXTO BASE 2 – Aprendizajes espontáneos y comprometidos
Aprendizaje espontáneo: Según Daniel Cassany (obra “Describir el escribir”), el aprendiz realiza un aprendizaje espontáneo al leer los textos de otros sin preocuparse por cómo están construidos. Sólo importa lo que el texto dice y no cómo lo dice.
Aprendizaje comprometido: leer como escritor y escribir para el lector: cuando se reflexiona, la lectura se encaminará a observar el manejo del lenguaje y de las estructuras de esos escritos. Se realiza un aprendizaje comprometido con el texto y con el autor ya que al leer reescribimos el texto. Esta lectura de escritor nos lleva a reflexionar sobre los textos de otros y a aprender de ellos. Esta es la manera correcta y conveniente como debemos leer si queremos mejorar nuestra forma de escribir.
Aprendiendo a escribir para un lector: prosa de escritor y prosa de lector: Cassany expone conclusiones de Linda Flower sobre categorías de “prosa de escritor “y “prosa de lector”. Explica que cuando escribimos para nosotros y queremos expresar nuestras ideas usando palabras que sólo nosotros entendemos, usamos prosa de escritor. Y cuando escribimos para que alguien nos entienda, usamos prosa de lector.
TEXTO BASE 3 – La escritura como proceso cognitivo y comunicativo
El lugar, el tema, el que escucha, el contexto de la comunicación, condicionan nuestro discurso ante diferentes audiencias y circunstancias. En el caso de la escritura ocurre lo mismo. La perspectiva de la escritura se refiere al conocimiento de los sujetos acerca de la forma más eficaz de comunicarse, a través de diferentes formatos textuales y diferentes lenguajes, según la situación. Pero cuando escribimos podemos hacer algo más: reflexionar sobre nuestras propias capacidades lingüísticas y comunicativas. Tratamos de realizar una mirada reflexiva que nos permita mejorar la capacidad de construir significados. A este aspecto se llama cognición y la actividad de reflexionar sobre la cognición se llama metacognición o actividad metacognitiva. Las perspectivas cognitiva y comunicativa de la escritura facilitan el análisis, la inferencia, la solución de problemas, la adaptación a los cambios que nos acercarán a dar sentido al mundo. Marro y Dellamea, plantean esto como construcción de una acción compleja donde se integran “conocimientos sobre comunicación (entendida como circulación social de los discursos en un ámbito cultural) y cognición (en tanto representación mental de los contenidos y estructuras de los mensajes).” Las autoras diferencian los términos escritura y redacción para lo cual definen:
TEXTO BASE 4 - El modelo de Hayes y Flower
Este modelo describe operaciones intelectuales que realiza un autor para escribir un texto. Ambos realizaron experiencias y determinaron la existencia de diversos procesos y subprocesos mentales básicos, que se organizan jerárquicamente. Estos procesos son usados cuando el escritor los necesita durante el proceso de composición.
Como vemos, este modelo establece tres grandes procesos: 1) El entorno de la tarea o la situación de comunicación. 2) La memoria a largo plazo del escritor. 3) El proceso de escritura.
1.- El entorno de la tarea: Este proceso, donde los elementos son externos al escritor, está determinado por el problema retórico y el texto mismo. En el siguiente cuadro sintetizamos este proceso del modelo:
2.- La memoria a largo plazo del escritor: contiene datos de saberes y experiencias. Una palabra o una idea sirven para rescatar la información, refundirla y elaborarla según las características de la situación de comunicación en que se encuentre, la adecua a las necesidades del nuevo texto, a la intención por la que escribe y a la audiencia para quien se construye el texto.
3.- El proceso de escritura: Se divide en tres procesos: planificar, trasladar y revisar.
a. Planificar: Representación mental de las informaciones que tendrá el texto. Puede ser una palabra clave que represente una cadena completa de ideas o una imagen visual. La planificación tiene tres subprocesos: generar ideas, organizar ideas y fijar metas.
· Generar ideas: Se produce en la búsqueda de información de la memoria a largo plazo. A veces se da sólo con ideas sueltas.
· Organizar ideas: Se separan las ideas principales de las secundarias y se define en qué orden aparecerán.
· Fijar metas: A veces se genera y desarrollan con otras ideas; otras veces se determinan primero; en otros casos están fijados convencionalmente, por ejemplo, si tengo que escribir una noticia, el objetivo de redactar para informar ya está establecido de manera convencional.
b. Trasladar: Transforma las representaciones sueltas en una secuencia lineal.c. Revisar: Se revisa todo, tanto las ideas y frases redactadas cuanto los planes y los objetivos. Se valora lo realizado, se comprueba que responda a lo pensado.
d. Monitoreo: Controlar las actuaciones de todos los procesos y subprocesos durante la composición. Los criterios dependen de los objetivos y hábitos del escritor y de su estilo.
TEXTO BASE 5 – Importancia de la etapa de planificación en la escritura.
La pre-escritura es mental, intelectual, y se desarrolla en un lapso de tiempo real y concreto: puede ocupar minutos, horas o períodos más largos según la complejidad y los estilos de cada escritor. Además se construyen apuntes, notas, enlaces de ideas, mapas conceptuales, sinopsis y otras técnicas que son apropiadas para organizar el mundo de las ideas. En la pre-escritura se toman las decisiones sobre el rumbo que tomará el tema y sobre la adecuación al medio y a la audiencia.
Acopio, generación y organización de ideas: En nuestro punto de partida definimos una hipotética situación de comunicación: preparamos el escrito para publicar en una sección de diario, suplemento o revista semanal dedicada a reflexiones de no expertos sobre enfoques de la vida cotidiana. Se trata de abordar un tema, describirlo, expresar ideas, opinar sobre él, con la base de conocimientos que nos da el sentido común, entendido este concepto como un tipo de saber compartido por personas de una misma comunidad o cultura. Podemos buscarle un título a esa hipotética sección, y podemos trazar rasgos generales que caractericen a la audiencia que va a leer tal sección. Estas decisiones iniciales ya implican planes concretos sobre medio, audiencia y tipo de texto.
a) lista de ideas: procedemos a formular ideas tal como van apareciendo en la mente, no importa el orden, sólo las anotamos como van apareciendo.
b) el racimo asociativo: técnica de acopio pero que está favoreciendo la generación de ideas nuevas por cuanto, al trabajar con asociaciones, el escritor produce relaciones entre diversas ideas; éstas asociaciones suelen funcionar como generadoras de otras ideas nuevas. Esto se construye de la siguiente manera: en el centro de una hoja de tamaño grande se escribe el tema del racimo; a su alrededor se apuntan las primeras ideas que se van ocurriendo. Luego se agrega una segunda ronda de ideas agregando más a las de la estructura original de modo que cada idea se asocia con una nueva.
Veamos algunos ejemplos de cómo procedemos en la asociación de ideas.
Analogía: este tipo de asociación permite generar, a partir de una determinada idea o información, otra idea parecida en algún aspecto. Produce un efecto de ampliación del discurso.
Contrario: se contrapone a una idea otra que se considera su opuesta. Produce el efecto de crear comparaciones.
Causa: relaciona una idea ya dicha con otra nueva que constituye su premisa lógica, es decir, que la explica.
Consecuencia: se pone en relación una idea inicial que presenta la situación y funciona como causa con otra idea que le sigue que expresa los resultados o efectos de lo dicho inicialmente.
Precedencia: relaciona una idea del tema que se está tratando con otra sobre el mismo tema que remite a acontecimientos o situaciones que sucedieron anteriormente.
Generalización: permite generar, a partir de informaciones específicas, una conclusión que las presenta de un modo general. Funciona como una conclusión.
c) Mapa de ideas: Ahora tenemos que organizar las ideas antes de pasar a la escritura del texto. En principio, organizar ideas desordenadas implica “reunir y subdividir las ideas en grupos, de tal modo que cada grupo de ideas corresponda a una parte unitaria de nuestro escrito. Cada grupo debe estar reorganizado y subdividido en subgrupos: por ese procedimiento se construye un mapa de ideas, una estructura en la que los elementos están presentados en orden jerárquico”. (SERAFINI, 1996)
TEXTO BASE 6 - Los borradores, testigos de la recursividad del proceso de escritura
Para entender la importancia de los borradores, la recursividad es la dinámica del proceso de escribir. ¿Cómo procede un escritor que, en plena tarea de composición del texto, tiene un párrafo escrito, lo relee, decide “darlo vuelta”, cambia la jerarquización de las ideas, amplía una que antes había considerado secundaria? Probablemente, se pondría a organizar ideas, mientras fija metas y ya se le estarían ocurriendo nuevas palabras. Estas tareas son un retorno a algún punto del proceso, desde donde se volverá a transitar total o parcialmente el curso. Esta dinámica del pensamiento del escritor crea y desarrolla una red de objetivos: a medida que los reformula y los regenera, van creciendo paralelamente a la gestación del texto. Los borradores son las evidencias de que nuestro pensamiento se transforma y crece mientras elaboramos el texto. TEXTO BASE 7 – Noción de audiencia.
La audiencia es el conjunto de personas que constituyen los lectores, oyentes de radio y televidentes de los distintos medios de comunicación o de sus distintos programas o artículos. La característica central de este concepto es su naturaleza dual: un medio abastece a públicos que de antemano esperan algo de él, y a su vez crean su propia audiencia, por lo tanto las audiencias son tanto la causa como la respuesta a la oferta de mensajes.
Multiaudiencia: Una misma persona puede atender a distintos medios de comunicación y en este sentido, asumir comportamientos propios de diferentes audiencias. Podemos constituirnos en audiencias diferentes para satisfacer intereses, necesidades y deseos distintos en determinados momentos del día.
Los escritores utilizan variables para segmentar la audiencia en grupos que comparten los mismos intereses. La edad y clase social son los factores básicos que influyen en el tamaño y la composición de las audiencias, porque ambos determinan la disponibilidad de tiempo libre y de dinero para utilizar los medios de comunicación. Otros factores: sexo, de localización geográfica y el nivel educativo.
TEXTO BASE 8 - Concepto de estrategia.
Para definir a la escritura y la lectura como procesos estratégicos, tenemos que preguntarnos qué es y cómo se define estrategia. Para esto, podemos activar conocimientos que actualice información sobre algún aspecto relacionado con el término. Las estrategias se generan en la esfera del pensamiento, donde se prefiguran como ideas y se realizan en la esfera del lenguaje, que las acaba de construir como ideas. En relación con la comprensión y producción de discursos, los usuarios desarrollan procesos estratégicos cuyo fin es la comunicación en la interacción. Aquí, la memoria es fundamental porque dispone de los medios y recursos necesarios para tomar decisiones para conseguir el objetivo: dispone de información sobre cómo decir y escribir palabras, el significado de las palabras, mecanismos para formar oraciones, etc. Estos medios y recursos de la memoria son mecanismos que operan y cooperan en el momento en que un usuario intenta comprender o producir un mensaje. Sin embargo, la estrategia elige y decide qué reglas aplicar en cada situación de comunicación. En la redacción, el autor logrará manejarse estratégicamente si puede mantener bajo la esfera de sus decisiones aquellos mecanismos necesarios para producir un discurso coherente, comprensible, adecuado al medio y a la audiencia. Entonces, en la estrategia, también nos referimos a eventos conscientes e intencionales, que hay que mantener bajo control.
TEXTO BASE 9 – Estrategias de producción
A partir de que descubrieron que leer y escribir son procesos complejos que involucran conocimientos lingüísticos acerca del código escrito y procesos mentales que involucran la memoria a corto y largo plazo, el conocimiento de los contextos de recepción y producción de un discurso y la relación de ese discurso con conocimientos y creencias previas, se comenzó a analizar estos procesos como estratégicos. Son estrategias de producción las reglas cognitivas y comunicativas que pone en juego el usuario de la lengua para comunicarse; ellas relacionan el saber lingüístico en un texto específico con conocimientos previos acerca del mundo y de la determinada situación comunicativa a la que pertenece el texto.
TEXTO BASE 10 - Estrategias interactivas y pragmáticas.
Ya han visto que hay distintas estrategias de producción de los discursos: interactivas y pragmáticas; de producción semántica; y para establecer la coherencia local de un pasaje. A estas estrategias podemos reconocerlas fácilmente apelando a la división tradicional del estudio de los signos, es decir:
1. Pragmática: estudia la relación entre el signo y el sujeto que lo utiliza.
2. Semántica: estudia la relación que se establece entre el signo y el objeto designado.
3. Sintáctica: estudia las relaciones de los signos entre sí y la relación de los signos unos con otros.
El primer grupo de estrategias, las interactivas y pragmáticas son las que tienden a lograr el uso del lenguaje apropiado para la situación determinada en que se encuentra el usuario. El eje central alrededor del cual se desarrollan estas estrategias está constituido por el uso de los actos de habla.
¿Qué son los actos de habla? Cuando las acciones fruto de una decisión intencional se producen por medio del lenguaje, se denominan Actos de Habla. Según van Dijk: "Los actos de habla son acciones porque producimos una emisión oral o escrita con una intención. Los destinatarios o lectores saben que no nos pronunciamos en contra de nuestra voluntad; de allí que debemos controlar no sólo lo que decimos sino también la intención con que lo decimos".
¿Cómo se producen los actos de habla? Se producen a través de enunciados que expresan las acciones y las intenciones de quienes los realizan. Por Ej.: “¿Vamos al cine?” Es una pregunta, pero también una invitación, es decir, el acto de habla que se expresa en esta pregunta es: invitar. Pero también podríamos decir: “Con este frío no da para caminar, está lindo para ir al cine”. Con tal emisión estamos sugiriendo la invitación. Si el receptor del mensaje acepta, realiza otro acto de habla: aceptar. Más allá de la forma lingüística que le de a su respuesta, el acto de habla será siempre el mismo: aceptar o no la invitación.
La interpretación de la mayoría de los enunciados y proposiciones depende de la situación comunicativa. Ej.: ante la orden de realizar determinado trabajo práctico o tarea de lectura en clase, este acto de habla, no tendrá el mismo efecto si la indicación la realiza el docente o un alumno del grupo. Es decir, no será el mismo acto de habla, sino probablemente, solo un acto de tipo descriptivo. Debemos distinguir entre enunciados descriptivos y realizativos. Solo en estos últimos estamos realizando efectivamente la acción fruto de nuestra intención.
Ante una aseveración como "Perdóname, no quise hacerlo", el oyente tiene la libertad de creernos o no. Para que el acto de habla dé resultado, el oyente también tiene que realizar una acción, en este caso, "perdonar".
El filósofo Austin considera que todo acto de habla contiene en sí mismo tres actos:
-el acto locutivo: el acto de decir algo, producir determinados sonidos;
-el acto ilocutivo: la fuerza al decir algo, esa fuerza se manifiesta por medio de verbos;
-el acto perlocutivo: el efecto que se pretende alcanzar por medio del decir algo.
Los actos de habla devienen del aspecto pragmático e interactivo del lenguaje porque tienen una finalidad social. El uso que hagamos de los signos del lenguaje estará en función de los fines que queramos obtener. ¿Cuáles son algunos de esos fines? Podrían ser, entre muchos otros:
1. Convencer, mediante la demostración, los hechos, las razones.
2. Persuadir, por medio de razonamientos verosímiles.
3. Informar, con datos, hechos, situaciones reales.
4. Exhortar, usando actos de habla de carácter imperativo, para así provocar determinadas conductas.
5. Denunciar, mediante evidencias, datos, reclamos.
Estos actos de habla que originan nuestro discurso y que se constituyen en su principal eje, se denominan Macroactos. Este acto de habla general, está compuesto por una secuencia de otros pequeños actos o microactos de habla, que estructuran nuestro discurso, dándole sentido y soporte a nuestro acto de habla principal.
El acto global solo surte el efecto que buscamos, cuando: utilizamos las palabras adecuadas, es decir, si nuestra intención es persuadir a una persona, no lograremos mucho insultándola. Los actos deben adecuarse a las personas y a las circunstancias. Y el desarrollo de nuestros argumentos, es decir, hacer coincidir la secuencia de actos de habla con el principal.
Austin clasifica los actos de habla en verbos de:
1. judicación, acto de producir un veredicto. Aquí es esencial que se emita un juicio acerca de algo, por ejemplo: juzgar, condenar, ordenar, considerar.
2. ejercicio, actos que expresan potestades, posibilidades, acuerdos, derechos, etc. Por ejemplo: acordar, reclamar, perdonar, advertir, exigir, rogar, rechazar, entre otros.
3. compromiso, actos que tienen como objeto prometer o comprometer. Por ejemplo: prometer, comprometer, garantizar, adherir, defender, apoyar, oponerse, etc.
4. comportamiento, actos comportativos. Estos actos incluyen actitudes y comportamientos sociales. Por Ej.: pedir disculpas, agradecer, congratular, defender, etc.
5. exposición, actos que ponen de manifiesto el modo cómo nuestras expresiones “encajan” en un argumento o conversación, es decir, cómo estamos usando las palabras. Por ejemplo: afirmar, negar, enunciar, observar, informar, avisar, replicar, aceptar, concordar, ejemplificar, interpretar, etc.
TEXTO BASE 11 – Estrategias de producción semántica.
Las estrategias de producción semántica resuelven en forma global la asignación del tema que llenará de contenido el plan de producción.
Macroestructuras: reconocer el significado global de todo el texto, al mismo tiempo que vamos percibiendo los significados de las unidades menores o locales, es decir de cada palabra.
Definimos macroestructura como la representación del contenido global de un discurso. Superestructuras: formato global de los textos y orientan las estrategias de ordenamiento de la información. Son estructuras esquemáticas convencionales conocidas por autores y lectores que intervienen en la formación de coherencia global. Son esquemas típicos (cuentos, poesías, una noticia, un aviso publicitario, etc.).
Las estrategias de producción semántica operan en el nivel global asignando el tema (Macroestructura) y el formato (Superestructura). Estas estrategias controlan la producción de la coherencia local que veremos a continuación.
TEXTO BASE 12 – Estrategias para establecer la coherencia local.
Coherencia local: relacionadas con las decisiones que toman los autores para resolver el problema de ordenar, distribuir y conectar el sentido de la información de modo que ésta resulte coherente para los lectores.
¿Porqué se llama coherencia local?: para distinguirla de la coherencia global y porque estas estrategias se activan en niveles diferentes. La coherencia local asigna los significados del texto en el nivel de la estructura de las oraciones individuales y relaciona la coherencia y cohesión de unas oraciones con otras.
Como opera en el nivel oracional, se la denomina también coherencia lineal y microestructura. Si recuperamos los conceptos que estudiamos en el punto anterior podemos establecer una comparación entre coherencia global (macroestructural y superestructural) y coherencia local (microestructural) y así podemos evaluar qué tienen en común, en qué se diferencian y cómo se complementan.
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