By Fran Marquardt
Cultura y subjetividad.
Unidad 1.
El surgimiento de las ciencias sociales- Verón, Eliseo (1)
Las “Ciencias Naturales” nacieron en el Renacimiento, un proceso rápido, colectivo y acumulativo.
Las “Ciencias Sociales” o “Ciencias de la Cultura”, tuvieron un tiempo histórico breve, y su aparición efectiva dentro de los últimos cien años.
Surgimiento de un nuevo campo de hechos, que comienza a ser estudiado científicamente, depende del desarrollo de la sociedad.
En el siglo XIX, cuando la Revolución Industrial está consolidada, se produce un doble movimiento: el proletariado en expansión se expresa en la ideología socialista (con el análisis científico de Marx, que tendrá una influencia decisiva sobre las demás ciencias sociales, durante el siglo XX). Culminación del desarrollo de los conocimientos humanos, así nacen nuevas ramas de las ciencias del hombre y de la sociedad.
Estas ciencias aparecen como el conocimiento de la vida social del Hombre. Por oposición a la ideología Marxista que afirmaba la necesidad transformadora de la sociedad. La ideología Marxista exigía sustituir la religión y la filosofía por un análisis científico, mientras que la ideología positivista de la burguesía buscaba reemplazarlas por la práctica de la ciencia a cargo de las elites académicas en formación.
La Revolución Industrial llevó al primer plano del interés al estudio científico de la naturaleza y la vida social.
Este movimiento tuvo su desarrollo empírico (positivo) y racional.
Un enemigo de la ciencia: El sentido común. Son creencias ideológicas, difundido por toda la sociedad, tienen la evidencia absoluta e indiscutible. Producido por grupos intelectuales.
“La lucha contra las ciertos prejuicios del sentido común y contra algunas concepciones de la metafísica irracionalista configuraría una segunda ruptura, necesaria para la constitución de una ciencia de los social”.
El nacimiento
Siglo XX: Nacen la antropología, la sociología y la lingüística moderna.
La antropología nace por la expansión del colonialismo.
El iluminismo del siglo XVIII había descripto, a través de Rousseau la imagen del salvaje dotado del ejercicio espontáneo de la razón natural y el buen sentido.
El primitivo es un hombre sumido en irracionalidad mágica e incapaz de razonamiento lógico: es distinto del hombre “blanco, occidental y adulto”.
El capitalismo industrial se encuentra en la cúspide del progreso humano, se apoyo en las ideas evolucionistas.
El origen de las especies en 1859 (Spencer): La sociología estudiara la adaptación del hombre en su medio ambiente.
“Comunidad”, totalidad orgánica, está basada en las relaciones de confraternidad y parentesco, y predomina en ella el derecho familia. La fuente básica de riqueza es la Tierra.
“Sociedad”, colectividad asentada en la razón y el contrato. Es la sociedad capitalista.
Freud muestra como mecanismos psicológicos e “irracionales” se alojan en el inconsciente de los miembros de la sociedad industrial.
Lo “personal” era importante para el funcionamiento de las facultades sensoriales del hombre. Se realizaron experimentos sobre el “tiempo de reacción”.
Conducta, inconsciente, racionalidad: la complejidad de la acción humana.
Freud: Los síntomas histéricos estaban vinculados con hecho de la vida pasada de los pacientes, hechos que seguían obrando en el presente sin que los sujetos los advirtieran. Comenzaba a sospechar el importante papel de la sexualidad en las experiencias pasadas. El método hipnótico que Freud y Breuer comenzaron a usar para facilitar el recuerdo en los pacientes, eliminaba los síntomas pero aparecían otros. Esto llego a Freud a desarrollar el método de asociación libre, que sus pacientes ejercitaban acostados en un diván. Freud comenzó a comprender la importancia de los sueños para interpretar los conflictos del sujeto y empezó a trabajar con ese material. Aun en las conductas corrientes de la vida diaria, es posible descubrir los efectos de los deseos reprimidos. En los años que siguen Freud elabora su teoría de la sexualidad y de las etapas de la evolución sexual del individuo. La energía básica de la vida psíquica sufre alteraciones y está sometida a represiones a medida que el sujeto se incorpora a la vida social, no es otra que el impulso sexual. Estos dos aspectos (el inconsciente y el papel de la sexualidad, en particular la teoría del complejo de Edipo), fueron los que mayor impacto produjeron en las dos primeras décadas del siglo, esquematizados en el modelo del ello (libido o energía sexual), el superyó (componente que conyuga las normas morales que la sociedad inculca al individuo y que ejerce la represión) y el yo, instancia intermedia de la personalidad, que busca la adaptación a la realidad tratando de equilibrar la dinámica entre impulsos y represión.
Las instituciones son elementos centrales de la sociedad ya que tienen por función satisfacer nuestras necesidades.
Las ciencias sociales han comenzado a advertir la complejidad de la conducta humana, conducta que expresa motivos inconscientes: acción lógica, acción no-lógica. Weber se ocupa de esta complejidad y elabora una tipología de clases de acción, distingue la acción racional, la acción tradicional y la acción efectiva. Estos distintos tipos de acción pueden combinarse de maneras particulares en la sociedad.
Surgimiento del capitalismo: Ciertos hombres comenzaron a actuar de manera racional y definirán con el tiempo las reglas del juego económico que generara el capitalismo.
Freud- Conferencias de introducción al psicoanálisis (2)
El psicoanálisis es una modalidad de tratamiento médico de pacientes neuróticos.
1) ¿Cuáles son las dificultades de instrucción que plantea el Psicoanálisis? ¿En que difiere su enseñanza de la enseñanza de la medicina?
Medicina
Psicoanálisis
Ver. (si un musculo esta contracturado, etc.)
Escuchar (Explorar los síntomas), Por medio de las palabras.
Puede observar un tercero
No puede haber un tercero, es entre en medico, quien escucha y el paciente , quien con palabras describe su estado.
2) ¿Qué criticas le realiza Freud a las Psicologías (experimental y descriptiva) y a la Psiquiatría?
Según Freud son capaces de decirles algo útil a cerca de la relación entre lo corporal y lo anímico o de ponerle al alcance de la mano las claves para la comprensión de una perturbación posible en las funciones anímicas.
3) ¿Cuáles son los postulados centrales del Psicoanálisis que chocan uno contra un psíquico intelectual y otro con un psíquico estético normal?
La primera de esas afirmaciones ingratas del psicoanálisis dice que los procesos anímicos son en sí y por si, inconscientes, y los procesos consientes son apenas actos singulares y partes de la vida anímica total.
Estamos habituados a identificar lo psíquico, lo consiente. A la conciencia la consideramos directamente el carácter definitorio de lo psíquico, y a la psicología, la doctrina de los contenidos de la conciencia.
(Lo anímico es lo consiente)
4) ¿A qué se refiere Freud cuando dice que la cultura se ha creado a expensas de la satisfacción personal?
La cultura fue creada a expensas de la satisfacción personal, y en buena parte es recreada siempre de nuevo en la medida en que los individuos que van ingresando en la comunidad de los hombres repiten, en favor del todo, ese sacrificio de satisfacción personal.
Levi-Strauss- Las tres fuentes de reflexión etnológica (4)
1) ¿Cuál es el objeto de estudio de la etnología?
La etnología tiene por objeto de estudio al hombre y en principio solo se distingue de las demás ciencias humanas por lo acusadamente alejado, en espacio y tiempo, de las normas de vida, pensamiento y actividad humana que trata de describir y analizar.
La etnología aparece como la forma reciente del humanismo.
Las sociedades que de las que se ocupa el etnólogo, difieren de las estudiadas por las humanidades clásicas u orientales, en que en su mayor parte no conocen la escritura.
Fiel a la tradición humanista.
El etnólogo, (observador del campo), se identifica con el grupo cuya manera de vivir comparte.
La originalidad de la etnología reside en el hecho de que siendo una ciencia humana no puede permitir que se le aísle de las ciencias naturales y sociales.
2) ¿Cuál es la influencia más importante que recibe la etnológica? ¿Por qué?
La influencia más importante es el descubrimiento del nuevo mundo. Porque el descubrimiento del mundo forzó el enfrentamiento de dos humanidades, sin duda hermanas, pero no por ello menos extrañas desde el punto de vista de sus normas de vida material y espiritual.
3) ¿Qué suceso provocan la segunda reflexión etnológica? Descríbanlos y justifiquen su importancia.
El segundo impulso que debías experimentar las preocupaciones etnológicas proceda a la reacción política e ideológica que sigue inmediatamente a la Revolución Francesas y a las ruinas dejadas por las conquistas napoleónicas.
En lo que va del siglo XVI al siglo XVIII, el ejemplo suministrado por los pueblos indígenas había alimentado la crítica social de dos modos diversos: la coexistencia de formas sociales profundamente heterogéneas, planteada la cuestión de su reciproca relatividad y permitía poner en duda a cada una de ellas. La mayor simplicidad de las sociedades salvajes y primitivas suministraba un punto de partida concreto para una teoría a cerca del progreso indefinido de la humanidad.
El inicio del siglo XIX sorprende a la sociedad europea tradicional en un estado de profunda desintegración: El orden social del antiguo régimen ha sido definitivamente sacudido y la reciente revolución industrial transforma los marcos de la vida económica. Se ve desorden en todas las partes, se pretende definir el destino del hombre en función de un pasado transfigurado por la nostalgia del orden antiguo.
4) Explique por qué la teoría evolucionista de Darwin es considerada “Unos de los acontecimientos más decisivos de la historia científica del siglo XIX
La teoría de Darwin es uno de los acontecimientos más importantes porque tuvo otra teoría en cuento a la evolución de los humanos, al origen de las especies. Esto provoco una revolución que significo la integración de todas las corrientes de pensamientos anteriores.
Los argonautas del pacifico occidental. Malinowski. (5)
El método en etnografía.
(Se utiliza para recoger material, el cual sus resultados deben presentarse de forma absolutamente limpia y sincera.)
Una fuente etnográfica tiene valor científico incuestionable siempre que podamos hacer una clara distinción entre lo que son los resultados de la observación y las exposiciones e interpretaciones del indígena y, por otra parte, las deducciones del autor basadas en su sentido común y capacidad de penetración psicológica.
El etnógrafo es su propio cronista e historiador; sus fuentes son de fácil accesibilidad pero también resultan sumamente evasivas y complejas, ya que no radican tanto en documentos de tipo estable, materiales, como el comportamiento y los recursos de seres vivientes. En etnografía hay una enorme distancia entre el material bruto de la información y la exposición final y teorizada de los resultados. El etnógrafo tiene que salvar esta distancia a lo largo de los laboriosos años que distan entre el día que puso por primera vez el pie en una playa indígena e hizo la primera tentativa por entrar en contacto con los nativos, y en el momento en que escribe la última versión de sus resultados.
El trabajo de campo.
Malinowsky es quien aporta el método específico de investigación a la antropología. El trabajo de campo es la salida al campo de investigación, el establecimiento en el lugar de los hechos a estudiar, el trabajo de campo implica entrar en contacto con el objeto de estudio y la meta es poder observar e interactuar bien de cerca con éste. Las guías de acceso para lograr esta meta tienen que ver con una serie de reglas de sentido común y principios científicos demostrados:
- el estudioso debe albergar propósitos estrictamente científicos y conocer las normas y criterios de la etnografía moderna.
- debe colocarse en buenas condiciones para su trabajo, los más importante de todo, vivir entre los indígenas, que su vida en el poblado tenga un curso más natural.
- tiene que utilizar cierto número de métodos precisos en orden a recoger, manejar y establecer sus pruebas.
El etnógrafo tiene que tender redes en el lugar adecuado, esperar a ver lo que cae y debe ser un cazador activo, conducir la pieza a la trampa y perseguirla a sus más inaccesibles guaridas. El etnógrafo debe dar un esquema claro y coherente de la estructura social y destacar las leyes y normas que todo fenómeno cultural conlleva. Debe determinarse el esqueleto de la vida tribal, exige la obligación de hacer un estudio completo de los fenómenos. Tiene que dominar la seriedad y el rigor, en toda su integridad y bajo todas sus facetas el foco de interés de la investigación debe ser la cultura tribal. La estructura, la ley y el orden se aúnan en un conjunto coherente.
Métodos activos de investigación.
El etnógrafo no sólo tiene que tender las redes en el lugar adecuado y esperar lo que cae. Debe ser un cazador activo, conducir la pieza a la trampa y perseguirla a sus más accesibles guaridas. Y esto nos conduce a los métodos más activos para la búsqueda de documentación etnográfica: el etnógrafo tiene que inspirarse en los últimos resultados de los estudios científicos, en sus principios y en sus objetivos.
El concepto de animismo ha remplazado al de fetichismo o culto demoniaco. El investigador de campo se orienta a partir de la teoría. Se puede ser pensador teórico e investigador al mismo tiempo, en cuyo caso uno puede buscar en si mismo los estímulos. Pero estas 2 funciones son diferentes y de hecho se ejercen por separado en las investigaciones reales, tanto en el tiempo como en la condiciones de trabajo.
El etnógrafo que se proponga estudiar solo religión, o bien tecnología, u organización social, por separado, delimita, el campo de su investigación de forma artificial, y eso le supondrá una serie de desventajas en el trabajo.
La estructura tribal y la anatomía de su cultura.
El etnógrafo debe construir la anatomía de su cultura y describir la estructura de la sociedad. Toda tradición tribal, toda la estructura de la sociedad esta incrustada en el más escurridizo de los materiales: el ser humano.
El tratamiento científico se diferencia del que solo es el de sentido común, primero, en que el estudioso completara mucho mas el trabajo y extremara la minuciosidad con procedimientos sistemáticos y metodológicos; y segundo, en que la mentalidad científicamente preparada dirigirá la investigación a través de líneas relevantes y hacia objetivos que tengan importancia real. El objeto de la preparación científica es proveer al investigador empírico de una especie de mapa mental que le permitirá orientarse y seguir su camino.
Un etnógrafo que pretende inspirar confianza debe exponer clara y concisamente, en forma tabularizada, cuáles han sido sus observaciones directas y cuales las informaciones indirectas que sostienen su descripción.
En resumen.
La meta del trabajo etnográfico de campo debe alcanzarse a través de 3 vías:
1. La organización de la tribu y la anatomía de su cultura debe recogerse en un esquema preciso y claro. El método de documentación concreta estadística es el medio que permite construir tal esquema.
2. Dentro de este entramado hay que insertar los imponderables de la vida real y el tipo de comportamiento. Estos datos se consiguen gracias a la observación minuciosa y detallada en forma de una especie de diario etnográfico posible a partir de un estrecho contacto con la vida indígena.
3. Una colección de informes, narraciones características, expresiones típicas, datos del folklore y formulas mágicas. Se agrupan en un corpus inscriptionum. Exponente de la mentalidad indígena.
La meta final es llegar a captar el punto de vista del indígena, su posición ante la vida, comprender su visión de su mundo. Tenemos que estudiar al hombre y debemos estudiarlo en lo que más íntimamente le concierne, es decir, en aquello que le une a la vida.
La interpretación de las culturas- Geertz (6)
El impacto del concepto de cultura en el concepto de hombre
El nacimiento de un concepto científico de cultura equivalía a la demolición de la concepción de la naturaleza humana que dominaba durante la ilustración y su reemplazo por una visión complicada. El intento de clasificarla, de reconstruir una explicación de lo que el hombre es, acompaño desde entonces todo pensamiento científico sobre la cultura.
La naturaleza humana es inmutable.
No existe un hombre, a quien la cultura y las costumbres no lo modifiquen.
Es difícil trazar una línea entre lo que es natural, universal y constante en el hombre, y lo que es convencional, local y variable, trazarla seria falsear la situación humana.
El hombre es un compuesto en varios “niveles”, cada uno de los cuales se superpone a los que están debajo y sustenta a los que están arriba.
Para analizar al hombre debe sacar capa por capa. Si se quitan las formas de la cultura encuentra las regularidades funcionales y estructurales de la organizaciones social, si se quitan estas, encuentra los factores psicológicos subyacentes (las necesidades básicas), si se quitan estas, encuentra los fundamentos biológicos (anatómicos, fisiológicos, neurológicos).
Lo que el hombre realmente era en el nivel cultural: se pondría naturalmente de manifiesto y nos diría con su propio derecho lo que realmente era el hombre. El hombre era puro razonador cuando se lo despojaba de sus costumbres culturales.
La vida cultural del hombre está dividida en dos:
Independientemente de los movimientos internos
Emanación de esos movimientos mismos.
Falsos universales: El matrimonio, el comercio, etc. Lo contrario al el hecho de que en todas partes la gente se acople y genere hijos, el hecho de que tenga cierto sentido de lo mío y de lo tuyo y se proteja de una u otra manera de la lluvia y del sol, que no son hechos falsos.
“La moral es un principio universal, como la belleza y algún criterio de verdad”
El nivel social para persistir necesita que sus miembros se reproduzcan y que produzcan bienes y servicios, como la familia y el comercio. En el plano psicológico se recurre a las instituciones educativas. En el plano biológico al metabolismo y la salud. En el plano cultural, hábitos alimenticios y procedimientos de cura.
El hombre en todas partes tiene alguna clase de religión. Cualquier cosa una persona este inclinado a hacer, es digno de respeto de otros.
Lo importante en la ciencia es que se puedan revelar los permanentes procesos naturales que están en la base de dichos fenómenos.
Lo que necesitamos es buscar relaciones sistemáticas entre dicho fenómenos. Y para hacerlo, debemos reemplazar la concepción “estratigráfica” de las relaciones que guardan entre si los varios aspectos de la existencia humana por una concepción sintética, una concepción en la cual factores biológicos, psicológicos, sociológicos y culturales puedan trataste como variables dentro de sistemas unitarios de análisis.
Se trata de integra diferentes tipos de teorías y concepciones de manera tal que uno pueda formular proposiciones significativas que abarque conclusiones ahora confinadas en campos de estudio separados.
Para llegar así a una imagen más exacta del hombre, dos ideas: 1. La cultura se comprende mejor no como complejos de esquemas concretos de conducta (costumbres, tradiciones, conjuntos de hábitos), como ha ocurrido en general hasta ahora, si no como una serie de mecanismos de control (planes, reglas), que gobiernan la conducta. 2. el hombre es precisamente el animal que mas depende de esos mecanismos de control estratégicos, que están fuera de su piel, de esos programas culturales para ordenar su conducta.
El pensar consiste en poner significación a la experiencia.
Lo que esta innato en el hombre son sus facultades de respuesta. Si el hombre no estaría dirigido por estructurales culturales, la conducta del hombre seria ingobernable, sería un caos de actos sin finalidad y estallidos de emociones.
El surgimiento del homo sapiens: 1. Superposición interactiva. 2. El mayor cambio biológico se produjo en el sistema nervioso, en especial el cerebro. 3. El hombre es un animal incompleto, pero tiene la capacidad de aprender.
El hombre llego a ser capaz de transmitir conocimientos, creencias, leyes, reglas morales, costumbres, etc., mediante el aprendizaje, luego de eso, todo lo demás quedo en manos de la cultura.
Homo: compleja y ordenada secuencia de cambios
Evolución del homo sapiens: Pre-sapiens (hace 4 millones de años) con la aparición de los australopitecos y culmino con el surgimiento del sapiens mismo (hace doscientos mil años).
“sin cultura no hay hombres”
Vivimos en una “brecha de información”. Entre lo que nuestro cuerpo nos dice y lo que tenemos que saber para funcionar hay un vacío que debemos llenar nosotros mismo, y lo llenamos con información (o desinformación) suministrada de la cultura.
Nuestra capacidad de hablar es innata, nuestra capacidad de hablar ingles por ejemplo, es cultural.
Antropología estructural. Levi- Strauss. (7)
¿Qué objeto tiene el canto que acompaña a la cura shamánica de los indios cuna? ¿Qué describe el relato?
El objeto del canto es ayudar en un parto difícil. Es de un empleo relativamente excepcional, porque las mujeres indígenas de la América Central y del Sur dan a luz más fácilmente que las de las sociedades occidentales. La intervención del shamán es, pues, rara y se produce en caso de dificultades, a requerimiento de la partera. El canto se inicia con una descripción de la confusión de esta última, describe su visita al shamán, la partida de éste hacia la choza de la parturienta, su llegada, sus preparativos, consistentes en fumigaciones de granos dé cacao quemados, invocaciones y la confección de imágenes sagradas o nuchu. Estás imágenes, esculpidas en materiales prescritos que les otorgan eficacia, representan los espíritus shamán convierte en sus asistentes y cuyo grupo encabeza conduciéndolos hasta la mansión de Muu, la potencia responsable de la formación del feto.
¿Qué es un shamán (nele)?
Los médicos indígenas se dividen en nele, inatuledi y absogedi (estas últimas funciones se refieren a un conocimiento de los cantos y remedios, adquirido por el estudio y verificado en los exámenes). El talento del nele es considerado innato y consiste en una clarividencia que descubre inmediatamente la causa de la enfermedad, es decir, el lugar cuyas fuerzas vitales, especiales o generales, han sido secuestradas por los malos espíritus. Porque el nele (Shamán) puede movilizar a estos malos espíritus y hacerlos sus protectores o sus asistentes. Se trata, entonces, de un shamán, aun cuando su intervención en el parto no ofrezca todos los caracteres que acompañan habitualmente a esta función. Y los nuchu, espíritus protectores que ante el llamado del shamán acuden a encarnarse en las estatuillas que éste ha esculpido, reciben de él, junto con la invisibilidad y la clarividencia, los niga, «vitalidad», «resistencia» que los convierte en nelegan (plural de nele), es decir, «para el servicio de los hombres», «seres a imagen de los hombres», pero dotados de poderes excepcionales.
¿En qué consiste el tipo de una shamánistica?
Las curas shamanísticas corresponde a tres tipos, que por otra parte no se excluyen mutuamente: o bien el órgano o el miembro enfermo es sometido a una manipulación física o a una succión, que tiene por objeto extraer la causa de la enfermedad, generalmente una espina, un cristal, una pluma, que se hace aparecer en el momento oportuno (América tropical, Australia, Alaska); o bien, como entre los araucanos, la cura se concentra en un combate simulado, librado primero en la choza y luego a cielo abierto, contra los espíritus perjudiciales; o bien —como por ejemplo entre los navajos—-, el oficiante pronuncia encantamientos y prescribe operaciones (colocación del enfermo sobre distintas partes de una pintura trazada sobre el suelo con arenas y pólenes coloreados), que no tienen relación directa perceptible con la perturbación especial que se trata de curar.
¿Qué busca la técnica del relato?
La técnica del relato busca, pues, restituir una experiencia real; el mito se limita a sustituir a los protagonistas. Estos penetran en el orificio natural, y puede imaginarse que, tras toda esta preparación psicológica, la enferma los siente efectivamente penetrar. No sólo ésta los siente; ellos «despejan» —para sí mismos, sin duda, y para encontrar el camino que buscan, pero también para ella, para hacerle «clara» y accesible al pensamiento consciente la sede de sensaciones inefables y dolorosas— el camino que se disponen a recorrer.
Los nelegan colocan una buena visión en la enferma, los nelegan abren ojos luminosos en la enferma...
Y esta «visión iluminante», para parafrasear una fórmula del texto, les permite detallar un itinerario complicado, verdadera anatomía mítica que corresponde menos a la estructura real de los órganos genitales que a una suerte de geografía afectiva, que identifica cada punto de resistencia y cada dolor.
¿Qué proporciona el Shamán a la enfermedad para producir la cura desbloqueo fisiológico?
La cura consistiría, pues, en volver pensable una situación dada al comienzo en términos afectivos, y hacer aceptables para el espíritu los dolores que el cuerpo se rehúsa a tolerar. Que la mitología del shamán no corresponde a una realidad objetiva carece de importancia: la enferma cree en esa realidad, y es miembro de una sociedad que también cree en ella. Los espíritus protectores y los espíritus malignos, los monstruos sobrenaturales y los animales mágicos forman parte de un sistema coherente que funda la concepción indígena del universo. La enferma los acepta o, mejor, ella jamás los ha puesto en duda. Lo que no acepta son dolores incoherentes y arbitrarios que, ellos sí, constituyen un elemento extraño a su sistema, pero que gracias al mito el shamán va a colocar de nuevo en un conjunto donde todo tiene sustentación.
Pero la enferma, al comprender, hace algo más que resignarse: se cura. Y sin embargo nada semejante se produce en nuestros enfermos, cuando se les ha explicado la causa de sus desórdenes invocando secreciones, microbios o virus. La relación entre microbio y enfermedad es exterior al espíritu del paciente, es de causa a efecto, mientras que la relación entre monstruo y enfermedad es interior a su espíritu, consciente o inconsciente: es una relación de símbolo a cosa simbolizada o, para emplear el vocabulario de los lingüistas, de significante ha significado. El shamán proporciona a la enferma un lenguaje en el cual se pueden expresar inmediatamente estados infortunados e informulables de otro modo. Y es el paso a esta expresión verbal (que permite, al mismo tiempo, vivir bajo una forma ordenada e inteligible una experiencia actual que, sin ello, sería anárquica e inefable) lo que provoca el desbloqueo del proceso fisiológico, es decir la reorganización, en un sentido favorable, de la secuencia cuyo desarrollo sufre la enferma.
¿Cuáles son las semejanzas y diferencias que establece el autor entre la cura shamánica y la cura psicoanalítica?
La cura shamanística parece ser un equivalente exacto de la cura psicoanalítica, pero con una inversión de todos los términos. Ambas buscan provocar una experiencia, y ambas lo consiguen reconstruyendo un mito que el enfermo debe vivir o revivir. Pero, en un caso, se trata de un mito individual que el enfermo elabora con ayuda de elementos extraídos de su pasado; en el otro, de un mito social, que en el enfermo recibe del exterior y que no corresponde a un estado personal antiguo. Para preparar la abreacción, que se convierte entonces en una «adreacción», el psicoanalista escucha, mientras que el shamán habla. Mejor aún: cuando las transferencias se organizan, el enfermo hace hablar al psicoanalista atribuyéndole supuestos sentimientos e intenciones; por el contrario, en el encantamiento, el shamán habla por su enferma. La interroga y pone en su boca réplicas correspondientes a la interpretación de su estado con la cual ella debe compenetrarse.
La cura shamanística y la cura psicoanalítica se tornarían rigurosamente semejantes; se trataría en cada caso de inducir una transformación orgánica, consistente, en esencia, en una reorganización estructural, haciendo que el enfermo viva intensamente un mito —ya recibido, ya producido— y cuya estructura sería, en el plano del psiquismo inconsciente, análoga a aquella cuya formación se quiere obtener en el nivel del cuerpo. La eficacia simbólica consistiría precisamente en esta «propiedad in- ductora» que poseerían, unas con respecto a otras, ciertas estructuras formalmente homologas capaces de constituirse, con materiales diferentes en diferentes niveles del ser vivo: procesos orgánicos, psiquismo inconsciente, pensamiento reflexivo.
Una dificultad del psicoanálisis. Freud. (8)
Una dificultad afectiva: algo por el cual el psicoanálisis se enajena los sentimientos del receptor disuadiéndolo de prestarle interés o creencia.
Teoría de la libido: El psicoanálisis se ocupa de esclarecer y eliminar las perturbaciones llamadas neuróticas. Para resolver este problema se debía hallar un punto de abordaje, y se resolvió buscarlo en la vida pulsional del alma. Por eso unos supuestos sobre la vida pulsional del ser humano se convirtieron en la base de nuestra concepción de las neurosis.
La concepción popular divide entre hambre y amor como subrogantes de las pulsiones: de las que pujan por conservar al individuo y de las que aspiran a su reproducción.
Adhiriendo a esa sugerente separación, distinguimos en el psicoanálisis entre las pulsiones de autoconservación o yoicas y las pulsiones sexuales, y llamamos libido a la fuerza con las que la pulsión sexual emerge en la vida anímica, por analogía con la que son el hambre, la voluntad de poder, etc. Respecto de las pulsiones yoicas.
Para entender la neurosis, las pulsiones sexuales son las de mayor valor; las neurosis constituyen por así decir las enfermedades específicas de la pulsión sexual. Llegamos a saber que la cantidad de la libido y de la posibilidad de satisfacerla y descargarla mediante esas satisfacción depende que un ser humano contraiga o no una neurosis; contrae la enfermedad es comandada por la manera en que el individuo a transitado la vía de desarrollo de la función sexual, por las fijaciones que su libido ha experimentado en el curso de su desarrollo.
1) ¿Que es la libido para el psicoanálisis?
Llamamos libido a la “apetencia sexual” a la fuerza con que la pulsión sexual emerge en la vida anímica, por analogía por lo que son el hambre, la voluntad de poder, etc. respecto de las pulsiones yoicas. Lo importante es que podamos ir y volver de ella.
Pulsión: La sexualidad humana no tiene un objeto dado de antemano, no hay nada instintivo.
Instinto (animales): Esquema de comportamiento heredado de un animal que no varía uno u otro.
Sexo: diferencia sexual anatómica, no es genético.
Pulsión yoica: voluntad del poder, El yo también es objeto de la libido
Narcisismo: El yo es el objeto de amor que recae en la libido. No nos permite relacionarnos con los otros.
2) ¿Qué es el narcisismo?
Se llama narcisismo al estado en que el yo retiene junto a si a la libido.
3) ¿Cuáles son, según Freud, las tres heridas narcisistas que ha recibido el amor propio de la humanidad de parte de la investigación científica?
Tres heridas:
A) La cosmológica: Decían que el sol giraba alrededor de la tierra y que la tierra era el centro del universo.
B) La biológica: El niño no siente diferencia alguna entre su propio ser y el del animal, no le asombra que los animales piensen y hablen en los cuentos. Solo de adulto de enajena del animal hasta el punto de insultar a los seres humanas con el nombre de un animal
C) La psicológica: El hombre se siento soberano en su propia alma. Examina sus propias mociones y acciones. La conciencia se desarrolla dentro de la fabrica anímica. Esa alma es una jerarquía de instancias superiores y subordinadas, una maraña de impulsos que esfuerzan su ejecución independientemente unos de otros, de acuerdo con la multiplicidad de pulsiones y de vínculos con el mundo exterior, entre los cuales muchos son opuestos e inconciliables entre sí.
Lecciones de introducción al psicoanálisis- Oscar Masotta (9)
El psicoanálisis tiene que ver con la manera en que vamos descubriendo el inconsciente.
Los pacientes tenían experiencias de las que no guardaban conciencia. La hipnosis mostraba la existencia de cosas que no estaban en la conciencia y que tenían efectos sobre el comportamiento y la vida despierta de los sujetos.
En la relación con el hipnotizador, le paciente podía productor y suprimir síntomas, la idea de la existencia de dos niveles del psiquismo, la idea de la histeria tenía que ver con cosas sexuales.
Histeria viene de “útero”, por eso pensaban que solo las mujeres eran histéricas, pero es también enfermedad de hombres. La histeria depende de acontecimientos encerrados por el pasado.
La sexualidad no tiene nada que ver con el Saber de todos los días. El psicoanálisis es no-Sexología.
Cuando se reprime es porque no se quiere sabes nada de algo que exige ser reconocido, y es que no hay saber unido al sexo.
Freud entiende por “objeto” a la persona de la tendencia, a la persona a la que se dirige la exigencia sexual. La sexualidad existe desde que nacemos.
La sexualidad en la vida adulta, el sujeto buscara un objeto y la realización de un acto, el acto sexual.
A los 5 años, el niño ya tiene determinada su estructura sexual.
La relación que une al sujeto a sus objetos sexuales no es tan fuerte, el objeto es lo que más puede variar, lo que el sujeto mas puede cambiar.
Pulsión: la labilidad de eso que la liga al objeto. No hay una relación de determinación de la pulsión a su objeto. La pulsión no tiene objeto dado, natural.
Lo que el sujeto reprime, es que tratándose de cosas sexuales, tiene que arreglárselas solo. Ni la pulsión le facilita la determinación del objeto, ni hay saber del objeto que la pulsión podría determinar.
La sexualidad del adulto tiene que ver con ciertas maneras que tiene el niño de referirte a sus primeros objetos. Etapas: una manera oral (cuyo modelos corporal es la relación del sujeto con el seno materno), una manera anal (la relación narcisista del sujeto infantil con sus propios excrementos), etapa genital (la que sigue el periodo de latencia y en la que la estructura del sujeto quedo acogida en los moldes de la masculinidad o la feminidad) etc.
La noción de “frustración” conduce a la idea de que el objeto de la privación es real y oscurece por lo mismo el postulado freudiano de que la exigencia pulsional no tiene objeto, que no lo tiene determinado, que al menos no los tiene de entrada. La teoría del desarrollo de la libido pudo conducir al desvío de un cierto empirismo, a una concepción deificada del objeto.
La necesidad (biológica) y la demanda (cuyo fundamento es la demanda de amor). Es necesario además introducir el deseo.
Lo patógeno residía en algo ocurrido en el pasado, que ese pasado tenía que ver con la sexualidad infantil (Complejo de Edipo), Freud insiste en la idea de trauma: una seducción del niño por un adulto ha sido el acontecimiento real que ha originado la neurosis. A partir de tal teoría intenta distinguir la neurosis obsesiva- de la histeria.
Freud ha descubierto que los pacientes mentían, que las escenas sexuales relatadas sobre la primera infancia no habían en verdad ocurrido. Eran fantasía, esas escenas sexuales no ocurrieron en realidad, pero sin embargo aparecen en el relato del paciente, no indico sino que las escenas han sido fantaseadas.
Protofantasia: Estructura fantasmatica refería a una escena de seducción del niño por un adulto.
Protofantasia de escena primaria: la visión (no interesa en principio real o no) del coito parental. Psicoanaliticamente hablando: algo perturba al sujeto infantil, un motivo profundo de disgusto y miedo. Freud otorga estatuto a la protofancia de castración.
El temor a la retaliación paterna si se cumpliera el deseo de acostarse con la madre (protofantasia de castración), la idea de separar a la pareja de los padres, unión insoportable que merma la importancia del sujeto para su madre (protofantasia de escena originaria), la idea de una relación con un adulto (protofantasia de seducción que apunta en verdad a los padres como objetos sexuales)
Complejo de Edipo: La ligación amorosa del niño con el padre del sexo opuesto y la hostilidad contra el padre del mismo sexo. Pero dejando de lado que Freud hablara también de un Edipo invertido, homosexual, y también la bisexualidad (la presión simultanea de la heterosexualidad)
El Falo no es el pene, es la “premisa universal del pene”. La creencia de que todo el mundo tiene pene. Pero solo es un órgano genital masculino.
La castración es la consecuencia inmediata del falo. El sujeto infantil ha partido de que sola hay pene, que únicamente existe el genital masculino, y cuando con el tiempo descubre que hay dos sexos, que anatómicamente hay seres que carecen de pene, surge entonces el complejo de castración. El varón se siente “amenazado” en su genial. El lo tiene, pero podría perderlo. La mujer anhela tener, lo “envida”. Envida de castración y amenaza de castración: nombran el caso de la mujer y el varón en el interior de esa estructura.
El complejo de castración es la envidia del pene, en la mujer.
Lins Ribeiro, G- Descotidianizar, extrañamiento y conciencia practica. Un ensayo sobre perspectiva antropológica. (10)
1) ¿Cómo ve el autor la ecuación individuo- sociedad?
Individuo-sociedad donde las partes se constituyen mutuamente.
Ninguna persona existe a no ser socialmente.
2) ¿Qué elementos configuran esa relación?
La relación individuo-sociedad esta mediatizada no solamente por trayectorias especificas de desarrollo de personalidades, que califican individuos como agentes competentes, sino también por coyunturas históricas concretas, que crean los limites y posibilidades de resolución de impases cotidianos o estructurales, tanto respecto de la manutención de un determinado orden cuando de su cambio gradual radical.
3) ¿Extrañamiento de la realidad, que es y donde se lo ubica?
El extrañamiento de la realidad es un de los puntos que fundamente la perspectiva del antropólogo. Tratase de un elemento cualitativo que diferenciaría en el trabajo etnográfico, y a partir de este en la construcción de objeto- la mirada del antropólogo. Al no participar como nativo en las prácticas sociales de las poblaciones que estudia, el antropólogo existencialmente experimenta el extrañamiento una unidad contradictoria por ser al mismo tiempo aproximación y distanciamiento.
4) ¿Cómo seria entonces el abordaje de la perspectiva antropológica?
La perspectiva antropológica se basaría en una tensión existente entre el antropólogo como miembro, aunque especial, de un sistema social y cognitivo, intentando transformar el exótico en familiar.
5) ¿Explique la formula nosotros-ellos?
Nosotros significa el antropólogo y todo lo que le es familia como miembro de una sociedad, y ellos son los actores sociales que estudia lo exótico. Al estudiar su propia sociedad el antropólogo busca realizar la operación inversa, convertir lo familia en exótico, por principio y por racionalización metodológica, una posición de extrañamiento.
6) ¿Conciencia practica- fetiche de la mercancía, a que refieren ambas?
Conciencia practica y fetiche de la mercancía apuntan a la existencia de dimensiones de la realidad social que escapan a la percepción discursiva de los individuos, pero que, no obstante, son fundamentales para la relación social.
Conciencia práctica implica que los agentes sociales se ubican en su cotidianidad, en contextos en donde distintas fuentes de información dejan de ser monitoreadas activamente por el cuerpo, ya que sus existencias entran en el desarrollo de las acciones de los actores como supuesto, como dados. Es fuente básica de la reproducción de la vida social.
Unidad 2.
Freud- Notas sobre el concepto inconsciente en Psicoanálisis 11
1) ¿Qué diferencias existen entre una representación consiente y otra inconsciente en sentido descriptivo?
Consiente: a la representación que está presente en nuestra conciencia y en la que nosotros nos percatamos.
Inconsciente: Es de la que nosotros no nos percatamos, a pesar de lo cual estamos dispuestos a admitir su existencia sobre la base de otros indicios y pruebas.
2) ¿Cómo pueden clasificarse las representaciones no consientes o latentes desde el punto de vista dinámico?
Preconscientes: Llegan a la conciencia de forma latente.
Inconscientes: No llegan a la conciencia por que son reprimidas.
3) ¿Por qué los pensamientos inconscientes (en sentido propio o restringido) son excluidos de la conciencia?
Por el estimulo para actuar es la orden del médico. No fue acogida en la conciencia la idea de la acción; permaneció inconsciente y por eso fue al mismo tiempo eficiente e inconsciente.
4) ¿Con que argumentos rebate Freud la crítica de que el Psicoanálisis traslada a la psicología normal conclusiones que provienen del estudio de fenómenos patológicos como por ejemplo, la afirmación de la existencia de procesos psíquicos inconscientes?
Oscila entre dos diversos complejos psíquicos que alternativamente devienen consientes e inconscientes. Ciertas perturbaciones de función que les suceden con muchísima frecuencia a los sanos, por ejemplo, lapsus linguae, errores de memoria y de lenguaje,, olvido de nombres.
5) ¿Cuál es el tercer sentido (Tópico o sistemático) que Freud de la al termino inconsciente?
Hemos hallado un preconsciente eficiente, que sin duda pasa a la conciencia, y un inconsciente eficiente, que permanece inconsciente y parece estar cortado de la conciencia.
Psicopatológica de la vida cotidiana- Freud (12)
El olvido de nombres propios
No solos se produce un olvido, sino un recuerdo falso. En el empeño por recuperar un nombre así, que a uno se le va de la memoria, acuden a la conciencia otros “nombres sustitutivos”, y esto, aunque discernidos enseguida como incorrectos, una y otra vez tornan a imponerse con gran tenacidad. El proceso destina a reproducir el nombre que se busca se ha desplazado, llevando de tal suerte hasta un sustituto incorrecto. Pues bien, mi premisa es que tal desplazamiento no es dejado al libre albedrío psíquico, sino que obedece a unas vías calculables y ajustadas a la ley.
Lo que olvido queda reprimido.
Las condiciones que los psicólogos suponen para la reproducción y el olvido, pesquisables, en ciertas relaciones y predisposiciones, no son contradichas por el esclarecimiento que antecede. Simplemente, para ciertos casos, agregamos un motivo a todos los factores admitidos de tiempo atrás, capaces de producir un olvido, y por otra parte aclaramos el mecanismo del recordar fallido. Ellas creen la posibilidad de que el elemento reprimido se apodere por vía asociativa del nombre buscado y lo arrastre consigo a la represión.
Olvido de palabras extranjeras
Para analizar la palabra sustituta, Freud le dijo que haga una asociación libre (no es tan libre), hay una sobre determinación en la producción de sentido en el lenguaje.
El texo 13 es el mismo q el 7.
Una introducción a Lacan (14)
El sujeto
La teoría de conocimiento parte de la presuposición del sujeto y el objeto, en tanto no construidos, sino dados.
El conocimiento aparece definido por una relación de hecho entre el objeto y el sujeto. El sujeto quiere conocer, el objeto quiere ser conocido. El sujeto solo es sujeto para el objeto y el objeto solo es objeto para el sujeto. Y esto es así por que la relación sujeto-objeto preexiste, no aparece construida sino descripta.
El plante desde el sujeto es salir de si e ir en busca del objeto, el objeto es arrastrado hacia el sujeto.
Lo que queda en el sujeto es lo que se llama la representación.
El problema fundamental en la teoría del conocimiento es la cuestión de verdad.
La representación es lo que hay del objeto en el sujeto, El lo que el sujeto puede representarse del objeto. La coincidencia entre la representación y el objeto es la verdad, luego la verdad aparece definida como adecuación representación- objeto, el objeto mismo no puede ser reputado como verdadero o falso.
La verdad es un buen encuentro entre el sujeto y el objeto mediado por una representación.
Una vez alcanzado el fin el objeto no se conserva hasta tanto no resurja la necesidad. El instinto produce en el organismo una representación imaginaria, queremos decir una imagen del objeto. Lo que se advierte es que para el animal no se plantea la cuestión de la verdad, es decir, no finge.
En las perversiones se pueden plantear desviaciones respecto del objeto y el fin considerándolas normales.
La representación mediaba entre el sujeto y el objeto: si el acento cae sobre el objeto se despliega una teoría realista, si cae sobre el sujeto la teoría es nominalista. La posición realista consiste en la identificación de la representación con el referente, de manera tal que el signo queda conceptualizado como el nombre de la cosa.
El nominalismo acentúa la representación con relación al sujeto. El acto de representar significa constituir un significado para el sujeto de manera tal que el signo se transforme en opaco respecto a la cosa. Ahora aparece una reflexión sobre la estructura de los signos, cosa que en el realismo no existía. El nominalismo considera a la representación como dependiente del sujeto e independiente de la cosa.
El signo
Saussure define lengua como una parte del lenguaje, la parte social exterior al individuo que solo existe gracias a una convención. Llama habla al acto individual, a lo que la gente dice, de hecho precede de la lengua.
Signo: concepción entre el concepto y la imagen acústica. Significado y significante. Un signo no coincide necesariamente con una palabra. El signo tiene una relación negativa y diferencial con los otros signos.
El significante y la letra, el algoritmo.
El lenguaje representaba, según los realistas, o no representaba, según los nominalistas, los objetos.
Saussure hablaba de significación en términos de relaciones positiva entre significado y significante y relación negativa entre signos. Lacan hablara de significancia en términos de articulación entre significantes que producirán efectos de significado.
Hablar es producir equívocos, cadenas significantes que implican necesariamente el malentendido.
El sujeto y el significante. Grafo 1
Estos grafos intentan ubicar en su nivelación la estructura mas ampliamente practica de los datos de nuestra experiencia.
Primer grafo: Introduce “la relación del sujeto con el significante reducida a lo observable del hecho lingüístico”.
El otro
El otro es alteridad radical. El otro es quien sanciona el mensaje. Es el lugar donde el decir es leído y sancionado como dicho. Es el tesoro del significante y las reglas de su empleo. Implica que el habla esta dirigida a otro, “el inconciente es el discurso del otro”, el verdadero sujeto de la palabra es el inconciente.
Lecciones de introducción al psicoanálisis- Masotta (15)
Los olvidos, los lapsus, los actos fallidos (son cortocircuitos del discurso por donde se filtra el deseo inconciente), no obedecen sino a la necesidad de ocultar un deseo, y será por este desvío del deseo que las fallas de la palabra se relacionan con la sexualidad.
Con las palabras que el sujeto puede decir lo que casualmente no quiere en absoluto decir.
El significante tiene no solo que ver con aquello que el inconsciente es capaz de producir, los síntomas, los actos fallidos, los sueños, etc., sino que aun con la delimitación misma del campo en que se lleva a cabo la practica psicoanalítica.
Significante: la medida en que la palabra puede remitir a mas de una significación.
Palabra: el sonido, lo que llega a la oreja.
El chiste esta hecho con palabras, Freud ve en este deslizamiento del significado el modelo de toda formación que llamamos síntoma.
“El sujeto no sabe lo que dice o no dice lo que quiere decir, o cuneado dice lo que quiere decir no sabe lo que esta diciendo. No sabe que esta diciendo algo que tiene que ver con la verdad en el momento mismo que se equivoca con las palabras, en el momento en que, y sin dejar de decir, no dice lo que quiere”.
Mediante esos fallidos el sujeto puede decir lo que no quiere decir. Se señalan entonces cuatro puntos fundamentales en torno a esos fallidos: 1. que tienen sentido, 2. que tienen que ver con el deseo, 3. que tienen que ver con un movimiento de ocultamiento, 4. que tiene que ver con la manera de aparición del deseo en la palabra. En cuento a los sueños, la formula freudiana es fundamental: los sueños son una realización de deseos.
Cuando el paciente busca la garantía demanda Saber sobre su deseo, intenta estabilizar ciertos lugares de si mismo que la gente llama intimidad y que tienen que ver con el goce y el sexo. En psicoanálisis la garantía es lo que el paciente no podrá no pedir, y en este sentido tal pedido pertenece al campo de la transferencia.
Para que el análisis funcione hay que entender que ocurre en la trasferencia, el criterio de verificación es que la relación analítica funcione, que marche hacia delante, que se abra una historia, que el sujeto en cuestión pueda andar en la dirección de su deseo.
El análisis no le pide al paciente que sea serio en su decir, Sino al revés, que sea errático, que asocie libremente en fin.
El descubrimiento fundamental de Freud consiste en haber denunciado que la enfermedad es goce, goce masoquistico (autocastigo del histérico en el síntoma somático de conversación). Pero en el discurso del poder, en la lógica del poder, este goce del otro queda ocultad. Prohibido y ocultado. Razón por la cual tanta gente ama a los amos. Pero además, el psicoanalista no prohíbe el goce. Pretende dejarle hablar devolverle a la palabra, dejar que se muestre, en la experiencia analítica misma, su origen, su estructura, las condiciones de su formación. Por lo demás el psicoanalista deja al goce sobre la tierra.
En la relación analítica quien emite el mensaje es el Receptor, al que Lacan llama Otro, y que no es Dios. Los mensajes que nosotros emitimos son para la teoría psicoanalítica Mensajes que se emiten en nosotros y que se originaron en Otro lado.
En el psicoanálisis lo que esta en juego es algo que tiene que ver con el deseo inconsciente, algo entonces que tiene que ver con la verdad del sujeto es lo que esta en juego. No lo que el sujeto cree de si, su opinión, sino lo que estructura su opinión.
Lenguaje, subjetividad y cultura (16)
Hegel: El hombre era un animal enfermo
Schopenauer: animal metafórico
Cassier el hombre era un ser simbólico.
Geertz: Todos los humanos somos animales incompletos que nos completamos a través de la cultura. Considera al hombre como un animal inserto en tramas de significaciones que el mismo ha tejido: la cultura.
Kluckhohn: los seres humanos son expresión de la cultura.
Los estudios de la evolución biológica humana se hicieron después de la cultura, el cuerpo y el cerebro se creo un sistema de retroalimentación positiva en la cual cada parte fue modelando el progreso de la otra (Concepción sintética).
Un sujeto se constituye como tal en relación a la historia que es elaborada solo por medio del lenguaje.
La oralidad y la escritura
La modalidad oral es natural, la escrita es un invento del hombre que se aprende.
El lenguaje y el sujeto para el psicoanálisis
La enfermedad mental comenzaba a ser despejada desde la palabra.
El tratamiento psicoanalítico no soporta terceros oyentes, estas comunicaciones tocan lo mas intimo de su vida anímica, todo lo que el como persona socialmente autónoma tiene que oculta a los otros y todo lo que como personalidad unitaria no quiere confesarse a si mismo.
El lenguaje recorta, nombre lo Real, no lo hace transparente, siempre lo dirá a medias. Lo Real como tal es inapreciable ya que constituye el dominio de lo que persiste fuera de la simbolización del sujeto. Al no existir ninguna medida común entre lo dicho y lo vivido siempre nos faltaran palabras para nombrar lo que nos pasa.
“El olvido esta lleno de memoria”, la verdad reprimida puede volverse a encontrar.
El lenguaje y a cultura global actuales
Propone pensar al lenguaje como una de las manifestaciones de Eros (pulsión de vida), ya que patentiza nuestra capacidad para invertir la libido en palabras, las que a su ver nos relacionan con los otros y con nosotros mismo. El fin de Eros es la ligazón, la unión.
Se contrapone a Tanatos (pulsión de muerte) que tiende a la disolución de los lazos y se manifiesta como una fuerza agresiva o destructiva que puede recaer sobre las relaciones con los demás o sobre el propio sujeto.
El lenguaje representa al Eros y el Eros el logro del encuentro en la comunicación verbal y el sustento racional mas profundo de la vida.
El chiste: la más social de las formaciones del inconsciente (17)
Principales características del chiste como formación del inconciente:
Se trata de una formación de compromiso donde el deseo se realiza transaccionalmente teniendo en cuenta el principio de placer y el de la realidad.
“Provoca alteraciones tales en el juego de las fuerza psíquicas que el retorno de lo reprimido, que de otro modo produciría displacer y puede una vez resultar placentero… en el chiste la represión es levantada”.
“El chiste es un juicio que juega”.
Libertad equivale a chiste.
El chiste es un juego de ideas.
“La brevedad es el cuerpo y el alma del chiste”.
“Obtiene sentido en el sinsentido” (disparate).
Es un producto discursivo.
Implica un juego de palabras (polisemia).
Si no hay risa no hay chiste.
El chiste se produce por desborde del código.
La condición necesaria para que haga chiste está en el montaje del mismo.
El sueño es el cumplimiento de un deseo reprimido. El síntoma es el cumplimiento del deseo del pensamiento represor. Un síntoma se genera allí donde el pensamiento reprimido y el represor puede conjugarse en el cumplimiento de un deseo.
El chiste es la más social de las operaciones anímicas que tienen por meta una ganancia de placer., constituye un proceso totalmente asocial.
Freud ubica al chiste del dalo de lo lúdico, como una actividad anima placentera, total mente distanciada del síntoma, en donde el deseo se satinase solo a costa de pagar por ello un algo precio: inhibiciones, constricciones, alienaciones y otras diferentes alteraciones del yo.
El efecto chistoso reside en la técnica basada en el montaje de su expresión verbal. Técnica del significante en la que Freud despeja una estructura análoga a los mecanismos inconcientes de condensación y desplazamiento. Su efecto se desdibuja al ser traducido.
Condensación: La formación sustitutiva consiste en producir una palabra mixta, que no estaba antes en el código, y que produce un efecto de sentido nuevo, o efecto de metáfora. Dos tipos:
* Condensación con formación de una palabra mixta (troncomovil)
* Condensación con modificación leve: El sustituto de lo sofocado es un pequeño cambio en la expresión (hago uso pero no abusai).
Desplazamiento: son el alto grado independiente de la expresión literal. No dependen de las palabras sino del desvío de una ilación de pensamiento, el acento psíquico se desliza a un tema diverso del comenzado.
“La chanza sirve al exclusivo propósito de producir placer. El chiste persigue además otro propósito, promover l pensado por medio de una magnificación y asegurarlo contra la critica.
Todo chiste es una forma de entredicho, un modo disfrazado o indirecto de decir lo que no se puede o no conviene decir con todas las letras”.
Chisten inocentes: La ganancia de placer esta dada por el aligeramiento de la critica intelectual que no libera del esfuerzo psíquico que implica seguir con un hijo de pensamiento, usar las palabras en serio.
Chistes tendenciosos: Además del aligeramiento de la crítica intelectual se produce un plus de placer por el levantamiento de la represión y la cancelación de inhibiciones.
* Obscenos: abarca toda la gama de “Chistes verdes”. Lo asexual deja de ser indecente cuando se reviste con la condición formal de chistes y emerge valiéndose de alusiones.
* Agresivos: denigrar a nuestros enemigos.
* Críticos o cínicos: recaen sobre instituciones, personas encumbradas o representaciones de las mismas, estatutos de la moral o del religión, visiones de la vida que gozan de prestigio tal que solo puede vetarse con el chiste.
* Escépticos: son aquellos que atacan la certeza misma del conocimiento.
CHISTE
CÓMICO
HUMOR
No pone en juego la mirada.
Pone en juego la mirada, se descubren personas, se personifican (imitación, disfraz, etcétera)
Implica tres personas: la que cuenta el chiste, el que lo escucha y de quien se habla.
Implica una estructura dual, tiene que haber una persona que descubre lo cómico y otra en quien sea descubierto.
El proceso humorístico se completa en una sola persona.
Las fuentes de placer residen en el inconciente.
Las fuentes de placer residen en el preconciente.
Es un gasto de inhibición ahorrado.
Es un gasto de representación ahorrado.
Surge de un gasto de sentimiento ahorrado (enojo, dolor, etcétera).
Se hace.
Se descubre.
El chiste y su relación con el inconsciente – Freud (18)
El disparate se convierte en chiste, en ese sinsentido chistoso se esconde un sentido, y que este sentido dentro de lo sin sentido convierte al sinsentido en chiste.
Los chistes disparatados consiste en algo tonto, disparatado, cuyo sentido en la ilustración, la figuración, de algunas cosas totas y disparatadas.
En contra sentido muy a menudo se usa en la técnica del chiste sin el fin de servir para la figuración de otro sinsentido. Esto nos provoca sorpresa, desconcierto.
Dentro de los chiste se encuentra la falacia, una lógica fachada. Por medio de un doble sentido se establece una doble conexión que de hecho no es sostenible.
La misma omisión de hechos u oraciones es el núcleo de otro sofisma que ha sido muy festejado pero de cuya legitimidad para llamarse chiste cabe dudar.
La realidad a favor de la posibilidad.
A este grupo de falacias sofistas le sigue otro, en que la falacia puede denominarse automática.
Las historias pueden ser relatadas de tal forma que siendo cómicas contienen el mismo derecho que las llamadas chistosas. El descubrimiento del automático psíquico pertenece a la técnica de lo cómico, lo mismo que todo desenmascaramiento, toda traición que uno se haga a sí mismo.
Se puede decir que son más finos que eficaces y trabajan con recursos menos llamativos, deberemos reforzar acumulativamente la impresión que producen.
Se singulariza por la aceptación múltiple del mismo material.
Vínculos recíprocos entre representaciones y definiciones mutuas o por referencia a un tercer término común. Unificación es análogo a la condensación por compresión en las mismas palabras.
La prontitud consiste, en efecto, en que la defensa responda a la agresión: en dar vuelta el filo, en pagar con la misma moneda; por tanto, en la producción de una unidad inesperada entre ataque y contraataque.
La unificación dispone además de otro medio, sobremanera interesante: la ilación con la conjunción “y”. ella significa un nexo; no la comprendemos de otro modo.
Figuración por lo contrario, sirve al trabajo del chiste en diversos desempeños.
No es muy grande la distancia a un pequeño grupo que podría denominarse “chiste de sobre puja”. En ellos, el “si”, que sería lo adecuado en la reducción, es sustituido por un “no”, que empero según su contenido tiene el mismo valor que un “si”, reforzado, además, y lo mismo para el caso inverso. La contradicción remplaza a una corroboración con sobrepuja.
La figuración por contrarios es un recurso muy frecuente, y de muy poderoso efecto, de la técnica del chiste. Pero hay algo que no podemos ignorar, y es que esa técnica es propia del chiste.
Oralidad y escritura- 19 (es muy complementario)
UNIDAD 3
Los orígenes del pensamiento griego- Vernant (20)
Existen tres rasgos característicos del origen del pensamiento racional en Occidente:
1: se constituye una esfera de pensamiento exterior y extraña a la religión. Ignoran las potencias divinas, los cultos, las prácticas rituales establecidas y las narraciones sagradas.
2: Surgió la idea de un orden cósmico que ya no descansaba sobre el poder de un dios soberano, sino sobre una ley inmanente al universo, que impone a todos los elementos que constituyes la naturaleza, un orden igualitarios de tal manera que ninguno puede ejercer sobre los otro s su domino. Este pensamiento tiene un carácter profundamente geométrico, proyecta el mundo físico en un marco espacial, ya no se define por sus cualidades religiosas, sino que está hecho de relaciones reciprocas, simétricas, reversibles.
3: carácter profano y positivo, noción de un orden de la naturaleza concebido de manera abstracta y fundada sobre relaciones de estricta igualdad, visión geométrica de un universo situado en un espacio homogéneo y simétrico, están estrechamente relacionados.
El destino del pensamiento griego se ha jugado entre dos términos: el mito y la razón.
Los griegos no habían inventado la Razón, como categoría única y universal, sino una razón, aquella de la que el lenguaje es el instrumento y que permite actuar sobre los hombres, no transformas la naturaleza, una razón política en el sentido en que Aristóteles define el hombre como animal político.
El mito es una suerte de realidad mental inscrita en la naturaleza humana y que se encontraría en todas partes y siempre.
Dos razones, en el caso griego, no incitan a la prudencia y nos recomiendan distinguir en el pensamiento mítico formas y niveles diversos.
Mythos es como el rumor.
Mythos, pensamiento como fabula, en oposición al logos, pensado como razonamiento valido y fundado.
Amor, democracia, filosofía, los griegos lo inventaron todo
Se comenzó a razonar sobre como es el mundo, con Tales y Mileto en el siglo VI A.c., por medio de cuentos.
Surge la polis, orden jerárquico que en la cima tiene un soberano. Lo dominan porque ellos están en relación con lo divino, sus decisiones son casi religiosas.
Todos los ciudadanos son iguales, por turnos, ocupan las magistraturas civiles o las funciones judiciales. El poder es público.
Todas las decisiones se tomaban por un debate, y razonando.
Decían que la Tierra no caía por que estaba en el centro del cosmos, y por estar en el centro tienen poder.
Los griegos no tenían una razón experimental, sino una de tipo retórica. La razón era la que tenía como fin dominar al mundo, pero pensaban que era imposible dominarlo.
Las únicas medidas exactas que tenían eran por medio de la Astronomía.
El métis: es el espíritu de astucia, de ingeniosidad. Los hombres deben arreglárselas para vivir, muestra la capacidad de salir al paso mediante trucos y picardías, permite a lo más débil vencer a los más fuertes.
Mito y significado – Levi. Strauss. (21)
Cuando el mito se convierte en historia.
Este tema presenta dos problemas para el mitólogo. El primero es un problema teórico porque se examina el material publicados en diferentes zonas del mundo y parece que ese material es de dos especies. A veces los antropólogos recogen mitos que se asemejan a fragmentos y remiendos. Se trata así de historia desconexas, que se siguen unas a otras sin ningún tipo de relación evidente entre ellas. Otras veces, se encuentran historias mitológicas muy coherentes, divididas en capítulos, que se siguen unas a otras en un orden lógico.
El segundo problema, aunque también teórico es de naturaleza más práctica. En el pasado (fines del siglo XIX y principios del XX), el material mitológico era principalmente recogido por los antropólogos, es decir, por personas llegadas desde el exterior. Claro que en muchos casos, estos contaron con la colaboración de nativos.
La oposición entre mitología e historia no se encuentra bien definida. La mitología es estática: encontramos los mismos elementos mitológicos combinados de infinitas maneras, pero en un sistema cerrado, por el contraposición a la historia, que evidentemente, es un sistema abierto.
El carácter abierto de la historia está asegurado por las innumerables maneras de componer y recomponer las células mitológicas o las células explicativas que originariamente eran mitológicas.
A pesar de todo el muro que existe en cierta medida en nuestra mente entre mitología e historia probablemente pueda comenzar a abrirse a través del estudio de historias concebidas ya no en forma separada de la mitología, sino de cómo una continuación de esta.
La mitología griega- Grimal 22
Mitología griega: conjunto de relatos maravillosos y de leyendas de toda índole cuyos textos y monumentos representados nos muestran que circularon en los países de lengua griega, entre los siglos IX u VIII.
Todos los pueblos, en un momento de su evolución, se han procurado leyendas, es decir, relatos fantásticos a los que han dado crédito por un tiempo. La mayoría de la veces las leyendas pertenecen al dominio de la religión porque hacen intervenir fuerzas o seres considerados superiores a los humanos. Las leyendas se presentan como un sistema, más o menos coherente, de explicación del mundo.
El mito se opone al logos como la fantasía a la razón, como la palabra que narra a la que demuestra. Logos y Mythos son las dos mitades del lenguaje, dos funciones igualmente fundamentales de la vida del espíritu. El logos, siendo un razonamiento, intenta convencer, produce en el oyente la necesidad de emitir un juicio. El logos es verdadero si es adecuando y conforme a la lógica, es falso si encubre cualquier astucia secreta (un sofisma). El mito no tiene otro fin que si mismo. El mito atrae la parte irracional del pensamiento humano. Para el griego el mito no conoce fronteras. Se insinúa en todas partes. Gracias al mito lo sagrado ha dejado de ser terrible; toda una región del alma se ha abierto a reflexión; gracias a la poesía ha podido convertirse en sabiduría.
Mitos y mitología
Los mitos crecen al azar.
El mito no es una realidad independiente sino que evoluciona con las condiciones históricas y étnicas y conserva nuestras imprevistas de situaciones que de otro modo quedaran en el olvido.
La leyenda es siempre una deformación de la historia. Los mitólogos modernos son mas sensibles a la variante poco frecuente y reveladora de sus predecesores más lejanos. Desconfían de los mitos que se han vuelto demasiado perfectos: su coherencia denuncia las modificaciones y el trabajo secundario de que han sido objeto.
Todos los mitos que nos ofrece no tienen el mismo alcance ni la misma forma. Unos son relatos concernientes a la formación del mundo y al nacimiento de los dioses. Para ellos, y convendría reservar el termino mito, es su sentido más estricto. Los designamos aquí con el nombre de mitos teogónicos. Estos pueden degradarse en ciclo o en novela, la leyenda etiológica se integra en uno o en otra con extrema facilidad. Una misma leyenda puede tomar el carácter de una novela o el de una revelación mística. Esta plasticidad del mito es inherente a su naturaleza.
El mito cosmogónico puede degradarse en ciclo o en novela; la leyenda etiológica se integra en uno o en otra con extrema facilidad. Una misma leyenda puede, según la fantasía o las exigencias espirituales de cada uno, tomar el carácter de una novela o el de una revelación mística.
Mito y Razón- Gadamer (23)
Ilustración: Fe en el progreso de la cultura bajo el dominio de la razón humana.
El mito está concebido en este contexto como el concepto opuesto a la explicación racional del mundo. La imagen científica del mundo se comprende a sí misma como la disolución de la imagen mítica del mundo.
El mito se convierte en portador de una verdad propia, inalcanzable para la explicación racional del mundo.
El mito tiene en relación con la verdad, el valor de ser la voz de un tiempo originario más sabio.
Mito designa acta notarial. El mito es lo dicho, la leyenda, pero de modo que lo dicho en esa leyenda no admite ninguna otra posibilidad de ser experimentado que justo la del recibir lo dicho. La palabra griega entra en una oposición conceptual con el logos, que piensa la esencia de las cosas y de ese pensar obtiene un saber de las cosas constatable en todo momento.
EL mito está expuesto a la crítica y a la transformación. La religión griega no es la religión de la doctrina correcta.
La crítica del mito hecha a través del cristianismo en el pensamiento moderno llevo a considerar la imagen mítica del mundo como concepto contrario a la imagen científica del mundo. Cualquier reconocimiento de poderes indisponibles que limitan y dominan nuestra conciencia es considerado como mitología.
Razón, un concepto moderno, refiera tanto a una facultad del hombre como a una disposición de las cosas.
Los griegos llamaron nous a la sabiduría suprema en que lo verdadero esta patente, se hace patente en el pensamiento humano la disposición del ser con arreglo al logos. Nous=razón, ella es la facultad de las ideas.
En la lógica tradicional la razón es la facultad de deducir, la capacidad de adquirir conocimientos a partir de conceptos puros sin el auxilio de experiencia nueva.
Racional: significa más bien el hallazgo de los medios adecuados a fines dados, sin que la racionalidad misma de estos fines este comprobada.
El paso del mito al logos, el desencantamiento de la realidad, seria la dirección única de la historia solo si la razón desencantada fuese dueña de sí misma y se realizara en una absoluta posesión de sí. Pero lo que vemos es la dependencia efectiva de la razón del poder económico, social, estatal. La idea de una razón absoluta es una ilusión.
Lo que la razón conoce como verdadero debe ser siempre verdadero.
La razón no está presente ni disponible cada vez que quiere ser consciente de sí misma.
Mito y logos
El problema del mito es la situación del pensamiento ilustrado
Mythos quieres decir discurso, en el uso lingüístico es poco fiable o que fuese mentira o pura invención, pero mucho menos que fuese algo que ver con lo divino.
Logos: reunir, contar, remite al ámbito racional de los números y de las relaciones entre números.
Ciencia es el saber que descansa en la fundamentación y la prueba.
Conferencia 26. La teoría de la libido y el narcisismo. Freud (24)
Hay que establecer una separación entre pulsiones yoicas y pulsiones sexuales ya que no recorren el mismo camino de desarrollo ni entran en idéntico vínculo con la realidad. Las pulsiones sexuales se enlazan con el estado afectivo de la angustia mucho más que las yoicas. Pulsiones sexuales y pulsiones yoicas: implícitas en la existencia de la vida sexual como práctica particular del individuo.
Lo importante a saber en en qué medida las pulsiones sexuales en sus exteriorizaciones se comportan diversamente de las yoicas y la importancia de los efectos resultantes de esas diferencias. AMBAS SON DESIGNACIONES DE FUENTES ENERGETICAS DEL INDIVIDUO. Lo correcto es reservar el nombre de líbido para las pulsiones de la vida sexual. La sexualidad es la única función del organismo vivo que rebasa al individuo y procura su enlace con la especie. Se requieren procesos metabólicos diferentes de todos los otros para conservar una parte dela vida individual como disposición para la descendencia. Las pulsiones sexuales entran en pugna con las de autoconservación. Dicho en términos biológicos: Una posición del yo, en cuánto al individuo autónomo, entra en conflicto con la otra, en cuánto miembro de una serie de generaciones. A esto se llega sólo en el ser humano, y por eso la neurosis es su privilegio frente a los animales. En el hombre su capacidad para la neurosis no es sino el reverso de sus otras dotes. A las investiduras energéticas que el yo dirigía a los objetos de sus aspiraciones sexuales las llamamos "LIBIDO"; a todas las otras que son enviadas por las pulsiones de autoconservación, las llamamos "INTERES". El carácter principal de la DEMTENTIA PRAECOX consiste en que en ella falta la investidura libidinal de los objetos. ¿Qué ocurre con la líbido de los dementes extrañada de los objetos? Es revertida al yo, y esta reversión reflexiva es la fuente del delirio de grandeza de esta dementia praecox. Esto es comparable con la sobrestimación sexual del objeto que se da en la vida amorosa normal, así establecemos una conexión entre una afección psicótica y la vida amorosa normal. La líbido que hayamos adherida a los objetos, y que es expresión del afán de ganar una satisfacción por su intermedio, puede abandonar al objeto y en su lugar ocuparla yo. A esta colocación de la líbido sobre el yo lo llamamos NARCICISMO: el individuo adulto ve sobre el cuerpo propio lo que los normales vemos sobre el cuerpo ajeno. Muchas de las pulsiones sexuales se satisfacen al comienzo en el cuerpo propio, de manera AUTOEROTICA y esta capacidad para el autoerotismo es la base que permite el retraso de la sexualidad en el principio de de educarse en el principio de realidad. EL AUTOEROTISMO ES LA PRACTICA SEXUAL DEL ESTADIO NARCICISTA DE COLOCACION DE LALIBIDO. En condiciones normales la líbido yoica se traspone sin impedimentos al líbido de objeto, y esta puede recogerse de nuevo en el interior del yo. Lo que se exterioriza en el sueño, en calidad de actividad anímica nocturna está al servicio de un deseo de dormir y es gobernado por motivos egoístas, el dormir es un estado en el cual todas las investiduras de objeto, las libidinosas así como las egoístas, son resignadas y retiradas al interior del yo. En el durmiente se ha establecido el estado originario de la distribución libidinal, el narcicismo pleno, en el cual líbido e interés yoico moran todavía unidos e inseparables en el interior del yo que se contenta a sí mismo.
¿Cómo distinguir el narcicismo del egoísmo? El narcicismo es el complemento libidinoso del egoísmo. Egoísmo es tener en cuenta la utilidad para el individuo, narcicismo es tomar en cuenta también su satisfacción libidinal. El egoísmo es lo obvio, lo constante, el narcicismo es el elemento variable.
No podemos explicarnos el génesis del sueño si no incluimos los siguiente: lo inconciente reprimido adquirió cierta independencia respecto del yo, de suerte que no se allana al deseo de dormir y retiene sus investiduras aunque todas las investiduras de objeto dependientes del yo se hayan recogido en beneficio del dormir.
El distingo entre la líbido de interés, o sea, entre pulsiones sexuales yde autoconservación, nos fué impuesto por la intelección del conflicto del cual nacen las neurosis de transferencia. El recogimiento de la líbido de objeto en el interior del yo no es directamente patógeno, se lo emprende cada vez que se va a dormir, para volver a deshacerlo aldespertar. La líbido convertida en narcicista no puede hallar el camino de regreso hacia los objetos, y es este obstáculo el que pasa a ser patógeno. Esto se aproxima a la represión y se concibe como si correspondiente.
Histerio, Dementia praecox, Neurosis de transferencia, Neurosis narcicistas... tienen numerosos rasgos comúnes ya que se trata del mismo campo de fenómenos, para esclarecer todas estas, será necesrio recurrir al aporte analítico de la neurosis de transferencia.
En la dementia praecox parece como si la líbido, en su empeño por regresar a los objetos, o representaciones de estos, atrapara algo de ellos.
La psicología del yo no ha de basarse en los datos que nos brinde la percepción de nosotros mismos, sino, como en el caso de la líbido, en el análisis de las perturbaciones y desorganizaciones del yo. En la neurosis narcicista la resistencia es insuperable.
Paranoia = insania crónica sistemática. Estrecho parentesco con la dementia praecox. Reunir paranoia y dementia praecox bajo la denominación común de PARAFRENIA. Lasformas de la paranoia son: delirio de grandeza, delirio de persecución, delirio de amor, delirio de celos, etc.
La elexión homosexual del objeto está más cerca del narcicismo que la heterosexual. La elección de objeto, el desarrollo libidinal que se efectúa tras el estadio narcicista, puede producirse según dos tipos: el tipo NARCICISTA, en el que el yo propio es reemplazado por otro que se le parece en todo lo posible, o el tipo deAPUNTALAMIENT, en el que las personas han adquirido valor por haber satisfecho las otras necesidades de la vida son escogidas como objetos también por la líbido. La primera se manifiesta en la homosexualidad.
Melancolía = autorreproches con que los melancólicos se martirizan, estos reproches están dirigidos a otra persona, el objeto sexual, a quién han perdido o se han desvalorizado por culpa de ella. El melancólico ha retirado su líbido de objeto por un proceso que llamamos IDENTIFICACION NARCICISTA, ha erigido el objeto en el interior de su propio yo; por así decir, lo ha proyectado sobre el yo. El yo propio es tratado entonces como lo sería el objeto resignado, y sufre todas las agresiones y manifestaciones de venganza que estaban reservadas a aquel. = INCLINACION AL SUICIDIO. En el caso de la melancolía sale a la luz de manera muy marcada un rasgo de la vida afectiva que solemos designar AMBIVALENCIA.
En el interior del yo existe una instancia que observa, critica y compara, y se contrapone a la otra parte del yo. En el interior de suyo, reinado de una instancia que mide su yo actual y cada una de sus actividades con un YO IDEAL, que él mismo se ha creado en el curso de su desarrollo. A la instancia de observación de sí la conocemos como el censor yoico, la conciencia moral; es la misma que por las noches ejerce la censura sobre los sueños, y de la que parten todas las represiones de las mociones de deseo no permitidas. Esto proviene de las influencias de los padres, los educadores y el medio social, de la identificación con alguna de estas personas modelo.
Considera muy probable que las pulsiones yoicas sean arrastradas secundariamente por las incitaciones patógenas de la líbido, y forzadas a una perturbación de su funcionamiento.
Tótem y tabú. Freud (25)
El totemismo es un sistema que entro ciertos pueblos primitivos de Australia, América y África hace las veces de una religión y proporciona la base de la organización social. Mclennan recabó para los fenómenos del totemismo, considerado hasta entonces como unas meras curiosidades, el interés más universal al formular la conjetura de que un gran número de costumbres y de usos en diferentes sociedades, así antiguas como modernas, deberían comprenderse como relictos de una época totemista
Un tótem es un objeto hacia el cual el salvaje da pruebas de un supersticioso respeto porque cree que entre su propia persona y todas las cosas de esa especie existe un particularísimo vínculo. La conexión entre hombre y su tótem es reciproca; el tótem protege al hombre y este da muestras de respeto al tótem de diversas maneras.
El tótem se diferencia del fetiche en que nunca es, como este, una cosa singular, sino siempre un genero, por lo común una especie animal o vegetal, rara una clase de cosas inanimadas y mas raramente todavía una de objetos artificiales.
Es posible distinguir tres variedades de tótem:
Los tótem del linaje, compartidos por un linaje entero y que se transmiten por herencia de una generación a la siguiente.
Los tótemes de los sexos, a los que pertenecen todos los varones o todas las mujeres de la tribu, con exclusión de otro sexo.
Los tótem individuales, propios de una sola persona y que ella no trasfiere a sus descendientes.
El tótem del linaje es objeto de la veneración de un grupo de hombres y mujeres que toman su nombre, se consideran descendientes de un antepasado común y de una misma sangre, y están conectados recíprocamente por deberes comunes y por la creencia en su tótem.
El totemismo es tanto un sistema religioso como uno social. En su aspecto religioso consiste en los vínculos recíproco respeto y protección entre un hombre y su tótem, en su aspecto social, en las obligaciones de los miembros del clan unos hacia otros, y respecto de otros linajes.
El animal totémico es considerado el antepasado del grupo respectivo. Tótem es el nombre de un grupo y de un linaje de descendencia, además este nombre posee un significado mitológico.
El más importante aspecto social consiste en que las articulaciones de la tribu se conectan determinadas normas establecidas por la costumbres para el comercio reciproco entre los grupos. Y entre esas normas las que rigen el intercambio matrimonial. Así, aquella articulación de la tribu se entrama con un importante fenómeno que emerge por primera vez en la época totemista: la exogamia.
El origen del totemismo se puede observar en tres teorías: nominalistas, sociológica y psicológica.
Nominalista: los totemes habrían surgido de emblemas heráldicos mediante los cuales los individuos, las familias y los linajes querían distinguirse unos de otros. Un tótem es: un emblema clásico, un nombre de clan, el nombre del antepasado del clan y en nombre del objeto venerado por el clan. El totemismo habría nacido del malentendido de la veneración de los antepasados. Para los primitivos los nombres no son algo indiferente ni convencional, como nos parece a nosotros, sino algo esencial y lleno de significado.
Sociológica: el tótem es en representante visible de la religión social de estos pueblos. Corporiza a la comunidad que es el genuino objeto de veneración. Los primitivos formaban una asociación mágica para la producción y el consumo. Cada clan totémico había asumido la tarea de velar por la abundancia de ciertos recursos alimenticios.
Psicológica: el tótem era considerado el lugar seguro para resguardar el alma, por lo que no solo protegía a la especie que portaba su alma sino q además le era prohibido alimentarse de ella.
El origen de la exogamia y su vínculo con el totemismo.
Hay dos visiones: una se aferra a la apariencia originaria de que la exogamia seria una pieza esencial del sistema totemista, y otra pone en entredicho ese nexo y cree en una conjunción casual de esos dos rasgos en unas culturas antiquísimas. La exogamia como una consecuencia necesaria de las instituciones básicas del totemismo. El tótem es de la misma sangre que el hombre, y por ello la interdicción de la sangre prohíbe el comercio sexual con una mujer perteneciente al mismo tótem.
Con respecto a las relaciones cronológicas la mayoría de los autores sostienen que el totemismo seria la institución más antigua y la exogamia se le sumó más tarde.
La exogamia como una institución destinada a prevenir el incesto. La prohibición del incesto es por fuerza más antigua que la cría de animales domésticos, donde el hombre pudo hacer experiencias en cuanto al efecto del apareamiento consanguíneo sobre las cualidades de la raza.
2 tabúes del totemismo: con los cuales comenzó la etnicidad de los hombres, no son psicológicamente del mismo valor. Solo uno, el respeto del animal totémico, descansa por entero en motivos de sentimientos; es que el padre había sido eliminado y en la realidad ello no tenía remedio. Pero el otro, la prohibición del incesto, tenía también un poderoso fundamento práctico. La necesidad sexual provoca desavenencias entre ellos. Si los hermanos se habían unido para avasallar al padre, ellos eran rivales entre sí respecto de las mujeres.
SIGMUND FREUD. VOLUMEN 16. CONFERENCIA 20: "LA VIDA SEXUAL DE LOS SERES HUMANOS" (26)
Si se convierte a la función de reproducción en el núcleo de la sexualidad, se corres el riesgo de excluir toda una serie de cosas que no apuntan a la reproducción y, no obstante, son sexuales.
Perversos: Han borrado la diferencia de sexos. Sólo los de su mismo sexo pueden excitar sus deseos sexuales; los otros, sobre todo sus partes sexuales, no constituyen para ellos objeto sexual alguno, y en casos extremos, les provocan repugnancia. A estas personas las llamamos HOMOSEXUALES o INVERTIDOS. Se presentan como un tercer sexo al igual que los otros dos. Estos perversos hacen con su objeto sexual más o menos lo mismo que los normales hacen con el suyo. Pero hay una larga seria de anormales cuyas prácticas sexuales se apartan cada vez más de lo que un hombre dotado de razón considera apetecible.
CASOS SEXUALES DIFERENTES A LO CONCEBIDO COMO NORMAL: Dos grupos: aquellos a quienes se les ha "mudado" el objeto sexual y aquellos a quienes principalmente se les alteró la meta sexual. Al primer grupo, que renunciaron a la unión de los dos genitales y en el acto sexual los sustituyen, con un compañero, por otra parte o región del cuerpo. Después siguen otros para los que cuentan los genitales, más no a causa de sus funciones sexuales, sino de otras de participación por razones anatómicas y motivos de proximidad. Vienen después los que no se interesan por ninguna parte del cuerpo, pues una pieza de indumentaria llena todos su deseos: un zapato, una ropa interior, son los FETICHISTAS. Segundo grupo: Han establecido como meta de los deseos sexuales lo que normalmente es sólo una acción preliminar y preparatoria. Son los que anhelan mirar y palpar a la otra persona. También están los SADICOS cuya meta en infringir dolores y martirizar a su objeto, y su complemento, los MASOQUISTAS, cuyo placer es soportar humillaciones y martirios. Cada uno de estos grupos existe de dos maneras: junto a unos que buscan su satisfacción sexual en la realidad, existen otros que se contentan con imaginarse esa satisfacción; a estos no les hace falta ningún objeto real, sino que pueden sustituirlo por la fantasía. EN LA PRACTICA SEXUAL LAS EXTRAVAGANCIAS CUMPLEN EN SU VIDA UN IDENTICO PAPEL QUE LA SATISFACCION SEXUAL NORMAL EN LA NUESTRA. Todas estas perversiones son SIGNOS DE DEGENERACION, tales aberraciones ocurrieron desde siempre y en ocasiones fueron tolerados y alcanzaron vigencia general.
Los síntomas neuróticos son satisfacciones sexuales sustitutivas, esto solo se certifica si bajo "satisfacción sexual" incluimos las necesidades sexuales de los llamados perversos. En ningún neurótico faltan mociones homosexuales y buen número de síntomas expresan esta inversión latente. Los que se autodenominan homosexuales no son si no los invertidos conscientes y manifiestos, cuyo número es menor al de los homosexuales latentes. La neurosis histérica puede hacer sus síntomas en todos los sistemas de órgano y así perturbar todas las funciones. Las mociones llamadas perversas quieren sustituirlos genitales por otros órganos, genitales sustitutivos: órganos del cuerpo que ha de reconocérseles una significación sexual (erógena). Son cumplimientos de mociones sexuales perversas, con relación a las cuales otros órganos han atraído sobre si el significado de las partes genitales. No se debe atribuir las mociones sexuales perversas en la conciencia de los individuos sino en el inconsciente del mismo. En la neurosis obsesiva los síntomas sirven para defenderse contra esos deseos o expresan la lucha entre la satisfacción y la defensa. La satisfacción sabe imponerse en la conducta de los enfermos, se vuelve sobre la persona propia. Una parte grande de las acciones obsesivas se remonta a la masturbación, acción única y monótona que, como se sabe acompaña a las más diversas formas del fantasear sexual. Una persona puede enfermar de neurosis por frustración de la satisfacción sexual normal. Son frustradas por circunstancias determinadas, por instituciones u otros motivos no relacionados a estos. Si el estorbo de una satisfacción sexual normal o su privación en la vida real hace salir a luz las inclinaciones perversas en personas que nunca las habían exhibido, es preciso suponer que era algo que contrarrestaba esas perversiones o tienen que haber preexistido en ellas en forma latente. La investigación psicoanalítica, en efecto, se vio precisada a tomar en consideración también la vida sexual del niño, y ello debido a que en el análisis de los síntomas (de adultos), los recuerdos y ocurrencias por regla general reconducían a los primeros años de la infancia. TODAS LAS INCLINACIONES PERVERSAS ARRAIGAN EN LA INFANCIA. La sexualidad perversa no es otra cosa que la sexualidad infantil aumentada y descompuesta en sus mociones singulares. Período de la pubertad: lo que despierta en este período es la función de reproducción, que se sirve para sus fines de un material corporal y anímico preexistente. Es un error confundir sexualidad con reproducción. Con el afloramiento pleno de la pulsión sexual toca a su fin también la docilidad a la educación. La sociedad humana como no posee los medios de vida suficientes para mantener a sus miembros sin que trabajen, tiene que restringir su número y desviar sus energías de la práctica sexual para volcarlos al trabajo. Se prohibieron y se desalentaron en el niño todas las prácticas sexuales; se estableció como meta ideal conformar asexuada la vida del niño, y en el curso de los tiempos, se consiguió por fin que se la tuviera por asexual; la ciencia proclamó después esto como su doctrina. El niño es juzgado puro e inocente, a las exteriorizaciones sexuales de los mismos se las pone bajo el título de "malas costumbres de los niños".
Lívido = Hambre: La lívido está destinada a nombrar la fuerza en la cual se exterioriza la pulsión, en este caso la pulsión sexual, en el caso del hambre, la pulsión de nutrición.
Las primeras mociones de sexualidad aparecen en el lactante apuntaladas en otras funciones importantes para la vida. Su principal interés está dirigido a la recepción de alimento; cuándo se adormece expresa una satisfacción lo cual se repetirá más tarde tras la vivencia del orgasmo sexual. El lactante quiere repetir la acción de recepción de alimento sin pedir que se le vuelva a dar éste; por tanto no está bajo la impulsión del hambre. "Chupetea" y con ésta nueva acción también se adormece esto muestra que ella le ha dado satisfacción. El lactante ejecuta acciones cuyo único propósito es la ganancia de placer. Primero vivencia ese placer a través de la obtención de alimento, pero pronto aprende a separarlo de esa condición. Solo a la excitación de la zona de la boca y los labios podemos referir esa ganancia de placer, llamamos ZONAS EROGENAS a estas partes del cuerpo y designamos como SEXUAL al placer alcanzado mediante el CHUPETEO. Este proceso conserva una enorme importancia psíquica durante toda la existencia. El mamar del pecho materno pasa a ser el punto de partida de toda la vida sexual. Incluye el pecho materno como primer objeto de la pulsión sexual. Primero el pecho es resignado por el lactante en la actividad del chupeteo, y sustituido por una parte del cuerpo propio. Por esa vía se independiza del mundo exterior en cuanto a la ganancia de placer, y además le suma la excitación de una segunda zona del cuerpo. La sexualidad infantil aparece apuntalándose en la satisfacción de las grandes necesidades orgánicas y se comporta de manera AUTOEROTICA: busca y encuentra sus objetos en el cuerpo propio. El lactante también tiene sensaciones de placer cuando vacía su vejiga y sus intestinos, en este punto el mundo exterior se le presenta por primera vez como un poder inhibidor, hostil a sus aspiraciones de placer, y así comienza las luchas internas y externas que librará después: no debe eliminar sus excrementos cuando él quiere si no cuándo otras personas lo determinan, es indecente y está destinado a mantenerse en secreto. En este momento, por primera vez, debe intercambiar placer por dignidad social. No siente asco frente a su caca, la aprecia como una parte de su cuerpo y la usa como un primer "regalo" para distinguir a personas a quién aprecia particularmente. AQUI SE PRESENTARON LOS HECHOS DE LA SEXUALIDAD INFANTIL EN CONEXION CON LOS HECHOS DE LAS PERVERSIONES SEXUALES. Si el niño tiene una vida sexual, no puede ser sino de índole perversa. EL CARACTER COMUN DE TODAS LAS PERVERSIONES ES QUE HAN ABANDONADO LA META DE LA REPRODUCCION. Llamamos perversa a una práctica sexual cuando se ha renunciado a dicha meta y se persigue la ganancia de placer como meta autónoma.
La investigación sexual de los niños es importante para la sintomatología de la neurosis. La investigación empieza antes del tercer año de vida. No arranca de la diferencia de sexos, que nada significa para el niño, atribuye a ambos idénticos genitales, los masculinos. Si después el varón descubre la vagina en otra niña sentirá temor ante la posibilidad que se le ha abierto, cae bajo el complejo de castración. De la niña sabemos que a causa de la falta de pene se considera perjudicada y envidia al varón, desarrolla el deseo de ser hombre. En la infancia el clítoris de la niña desempeña en papel del pene, es el portador de una particular estabilidad, el lugar donde se alcanza la satisfacción autoerótica.
El interés sexual del niño se dirige primero a saber de dónde viene los bebés, primero suponen que nacen cuando se ha comido algo en particular, y no saben que sólo las mujeres pueden tenerlos. Más tarde observa que el hombre tiene que desempeñar algún papel en la venida de los niños, pero no puede descifrar cuál. Si es testigo de un coito, creerá que es un acto de violencia. A una edad más avanzada sospecha que el órgano masculino tiene una participación en la generación de los niños. Desde el principio creen que el nacimiento de un niño es una función de los intestinos, después atribuirán este papel al ombligo o a la región del pecho entre las mamas. De a poco se va aproximando al conocimiento de los hechos sexuales o los pasa por alto hasta que en la pubertad recibe alguna información.
Las estructuras elementales del parentesco. Leví-Straus (27)
El problema del incesto.
La prohibición del incesto es de carácter sagrado. Esta regla que es social es al mismo tiempo pre-social en dos sentidos: en primer lugar por su universalidad, luego por el tipo de relaciones a las que impone su norma. El instinto sexual, por ser el mismo natural, no constituye el paso de la naturaleza a la cultura, ya que eso sería inconcebible, pero explica una de las razones por las cuales el terreno de la vida sexual, con preferencia a cualquier otro, es donde puede o debe operarse, forzosamente, el tránsito entre los dos órdenes. Contiene tres rasgos principales: el primer tipo de explicación intenta mantener el doble carácter de la prohibición, disociándola en dos fases distintas: el origen de la prohibición del incesto es natural y social sobre un fenómeno natural. La prohibición del incesto sería una medida de protección destinada a proteger a la especie de los resultados nefastos de los matrimonios consanguíneos.
Un segundo tipo de explicación tiende a eliminar uno de los términos de la antinomia entre los caracteres, natural y social, de la institución. Para muchos sociólogos y psicólogos la prohibición del incesto no es más que la proyección sobre el plano social de sentimientos o tendencias para cuya explicación solo es necesario considerar la naturaleza del hombre. Puede observarse un buen numero de variaciones importantes entre los defensores de esta posición; algunos hacen derivar el horror al incesto, postulado en el origen de la prohibición, de la naturaleza fisiológica del hombre; otros más bien de sus tendencias psíquicas. La repugnancia frente al incesto se explica por la influencia negativa de las costumbres cotidianas sobre la excitabilidad erótica. La explicación de tercer tipo: la prohibición del incesto, considerada como institución social. En muchas sociedades las reglas de exogamia prohíbe el matrimonio entre categorías sociales que incluyen parientes próximos pero, junto con ellos, incluyen un número considerable de individuos entre los que no es posible establecer relación alguna de consanguinidad o de colateralita en todo caso, solo relaciones muy lejanas. No pertenece al etnógrafo sino al biólogo y al psicólogo explicar porque el hombre experimenta tan profundamente el horror hacia el incesto. El observador de una sociedad se contenta con el hecho de que el temor del incesto limita el numero de las uniones bilógicamente posibles. Tal vez sea imposible explicar una costumbre universal y encontrar su origen; todo lo que podemos hacer es establecer un sistema de correlaciones con hechos de otro tipo. Es verdad que la prohibición del incesto tiene que ver con la naturaleza, pero no es menos cierto que, como regla, constituye un fenómeno social y que proviene del universo de las reglas, y a consecuencia atañe a la sociología cuyo objeto es el estudio de la cultura.
(28) A CIEN AÑOS DE TRES ENSAYOS DE TEORIAS SEXUALES
El sufrimiento humano que solemos ver como enfermedad sigue intacto incluso en aquellos aspectos en que la libertad sexual debería haber protegido mejor.
Los actos sexuales a menudo solo permiten descargar una mínima medida de las aspiraciones sexuales insatisfechas, cuyas satisfacciones sustitutivas nosotros combatimos bajo la forma de síntomas neuróticos.
La sexualidad se va construyendo desde la infancia, la sexualidad es una experiencia social e histórica, plasmada en la aleatoria subjetividad, por cierto inseparable de lo corporal de cada quien.
El cuerpo de la historia no es el cuerpo de la anatomía sino el de la cultura. El cuerpo siempre es en la especie humana un fenómeno de cultura.
La distancia entre lo normal y lo patológico en materia sexual se borra muy fácilmente.
La neurosis es el negativo de la perversión. La sexualidad humana es perversa en el sentido de que es parcial. Lo positivo y lo negativo remiten a una dimensión puramente descriptiva de actos positivos en el sentido de lo que se evidencia en las practicas manifiestas o negativo, lo que no se realiza en todo caso, se encuentra en una fantasmàtica inconsciente que si permite hacerlo a través del síntoma.
Las multitudes pierden el yo en el ideal del yo de su líder.
La fuente y el objeto son elementos teóricos que han permitido arrancar de cualquier concepción sexual.
Componentes perversos: distintos modos de obtención del placer localizados en objetos y fuentes de aparición muy temprana en la vida infantil, van a construir su centro inconsciente y encontraremos en ellos la clave de la neurosis y no en la mayor o menos satisfacción genital. La moral sexual es o pretende mostrarse libre, motivo por el cual la neurosis no se esconde tras la restricción de los placeres sino por lo contrario en su forma obscena y supuestamente desprejuiciada de hacerse notar. Nuestras histéricas de hoy cogen o dicen hacerlo en general más que las no histéricas. su sexualidad ostensiva , que el conductismo serológico orienta con rigor académico hacia un vademécum de practicas de toda índole, esconde todos los conflictos inconscientes que involucran la sexualidad parcial. Ese síntoma es el de la compulsión a tener sexo.
En nuestra época todo es una mercancía. Ni la homosexualidad ni la heterosexualidad son enfermedades, peor tampoco ninguna es garantía de salud. Muchas personas esconden tras la “libertad” y tras “el derecho a las diferencias” sus conflictos mas profundos. La diversidad de los placeres sexuales se transforma muchas veces en una coartada para no encarar los verdaderos conflictos con la sexualidad estructural parcial infantil que los seres humanos arrastramos y manifestamos en infinidades de situaciones no necesariamente sexuales de nuestra vida emocional seamos homo, hetero, bi o trisexual.
La sexualidad no es todo, peor en todo hay sexualidad.
La dimencion sexual del yo y luego la del superyó , obligan a pensar el conflicto psíquico no entre una fuerza sexual y una no sexual para plantearla entre sexualidades en lucha. La cuestión del narcisismo es un aspecto como mecanismos cuyas propias raíces pulsionales es necesario ir develando e interpretando en el curso del análisis para vencerlos.
Lo que hoy nosotros llamamos neosexualidades terminan siendo fuentes de identificación histérica que muchas veces orientan a los sujetos a practicas con las que no tienen una relación profunda.
La fantasía es una construcción inédita sostenida en experiencias acontecidas que pueden sufrir múltiples transformaciones.
Roland Barthes (29)
El mito, hoy
El mito es un habla
No se trata de cualquier habla: el lenguaje necesita condiciones particulares para convertirse en mito. El mito constituye un sistema de comunicación, un mensaje. Esto indica que el mito no podría ser un objeto, un concepto o una idea; se trata de un modo de significación, de una forma.
El mito no se define por el objeto de su mensaje sino por la forma en que se lo profiere: sus límites son formales, no sustanciales. Todo puede ser un mito, porque el universo es infinitamente sugestivo.
Se pueden concebir mitos muy antiguos, pero no hay mitos eternos. La mitología sólo puede tener fundamento histórico, pues el mito es un habla elegida por la historia: no surge de la “naturaleza” de las cosas.
Este habla es un mensaje y, por lo tanto, no necesariamente debe ser oral; todo puede servir de soporte para el habla mítica. El mito no puede definirse ni por su objeto ni por su materia, puesto que cualquier materia puede ser dotada arbitrariamente de significación. La palabra mítica está constituida por una materia ya trabajada pensando en una comunicación apropiada. Por eso, todos los materiales del mito presuponen una conciencia significante que puede razonar sobre ellos independientemente de su materia. Claro que esta materia no es indiferente: la imagen deviene escritura a partir del momento en que es significativa.
Por lo tanto entenderemos por lenguaje, discurso, habla, etc. toda unidad o toda síntesis significativa, sea verbal o visual. Hasta los objetos podrían transformarse en habla, siempre que signifiquen algo.
Esto no significa que debamos tratar al habla mítica como si fuera la lengua: en realidad, el mito pertenece a una ciencia general que incluye a la lingüística: la semiología.
El mito como sistema semiológico
La semiología no está todavía constituida, sin embargo, desde el propio Saussure y a veces independientemente de él, una buena parte de la investigación contemporánea vuelve reiteradamente al problema de la significación.
Y postular una significación, es recurrir a la semiología. Todas estas investigaciones, tienen contenidos diferentes, pero tienen, también, una característica común: todas son ciencias de valores.
La semiología estudia las significaciones independientemente de su contenido, es una ciencia de las formas. No se puede hablar de estructuras en términos de formas y a la inversa. El estudio específico de las formas con contradice en absoluto los principios necesarios de la totalidad y de la historia.
El peligro reside en considerar las formas como objetos ambiguos, semiformas y semisustancias, en dotar a la forma de una sustancia de forma.
La semiología, postula una relación entre dos términos, un significante y un significado. Esta relación se apoya en objetos de orden diferente; por eso decimos que no se trata de una igualdad sino de una equivalencia. En cualquier sistema semiológico no nos encontramos con dos, sino con tres términos diferentes. Lo que se capta no es un término por separado, uno y luego el otro, sino la correlación que los une: tenemos entonces el significante, el significado y el signo, que constituye el total asociativo de los primeros dos términos.
El significante es hueco, el signo es macizo, es un sentido. Entre el significante, el significado y el signo existen, implicaciones funcionales tan estrechas que el análisis puede parecer inútil; sin embargo en seguida veremos que esta distinción tiene una importancia capital para el estudio del mito como esquema semiológico.
Estos tres términos son puramente formales y se les puede adjudicar contenidos diferentes (Saussure: significado: concepto - significante: imagen acústica – signo: relación de concepto e imagen.)
La semiología sólo puede tener unidades a nivel de las formas y no de los contenidos; su campo es limitado, se asienta sobre un lenguaje, realiza una sola operación: la lectura o desciframiento.
En el mito reencontramos el significante, el significado y el signo. Pero el mito se edifica a partir de una cadena semiológica que existe previamente; es un sistema semiológico segundo.
Las materias del habla mítica, por diferentes que sean en un principio y desde el momento en que son captadas por el mito, se reducen a una pura función significante.
Existen en el mito dos sistemas semiológicos de los cuales uno está desencajado respecto al otro: un sistema lingüístico, la lengua (LENGUAJE OBJETO) y el mito mismo (METALENGUAJE) porque es una segunda lengua en la cual se habla de la primera. Al reflexionar sobre un metalenguaje, el semiólogo ya no tiene que preguntarse sobre la composición del lenguaje objeto, ya no necesita tener en cuenta el detalle del esquema lingüístico: tendrá que conocer sólo el término total o signo global y únicamente en la medida en que este término se preste al mito. Por esta razón, el semiólogo está autorizado a tratar de la misma manera la escritura y la imagen; lo que retiene de ellas es que ambas son signos, llegan al umbral del mito dotadas de la misma función significante, una y otra constituyen un lenguaje objeto.
El significante en el mito puede ser considerado desde dos puntos de vista: como término final del sistema lingüístico o como término inicial del sistema mítico.
Como término final del primer sistema, designamos al significante como SENTIDO. En el plano del mito lo llamaremos FORMA. Respecto del significado le dejaremos el nombre de CONCEPTO. El tercer término es la correlación de los dos primeros: en el sistema de la lengua es el signo. Pero no podemos retomar esta palabra sin que se produzca ambigüedad; llamaremos al tercer término el mito, significación.
La forma y el concepto
El significante del mito se presenta en forma ambigua, es a la vez, sentido y forma, lleno de un lado, vacío del otro. Como sentido, el significante postula de inmediato una lectura, se lo capta con los ojos, tiene realidad sensorial, tiene riqueza.
Como suma de signos lingüísticos, el sentido del mito tiene un valor propio, forma parte de una historia. En el sentido ya está construida una significación que podría muy bien bastarse a sí misma, si el mito no la capturara y no la constituyera súbitamente en una forma vacía. El sentido ya está completo, postula un saber, un pasado.
Al devenir forma, el sentido aleja su contingencia, se vacía, se empobrece, la historia se evapora, no queda más que la letra.
Lecciones de introducción al psicoanálisis. Masotta. (30)
Un saber medico, el que se amplia, es obvio, a los objetos de su campo, mientras que en psicoanálisis es el lugar mismo del saber de lo que se trata. Cuerpo erógeno: cuerpo que puede gozar ignorando que goza o que puede lograr el goce como certidumbre sin dejar de ignorar la génesis y la estructura de esa certidumbre y de ese goce. El cuerpo erógeno se origino en el contacto con el cuerpo de la madre.
Hablar de complejo de Edipo en la teoría psicoanalítica significa entonces referirse a las relaciones más tempranas del niño con el objeto primordial, la madre, al valor “sexophoro” de los primero ciudadanos maternales.
La teoría del desarrollo de la libido, la teoría de las etapas (oral, anal, etc.) es la historia de la sexualización del cuerpo en un mal lugar. Si el cuerpo se erogeniza es porque extrae en primer término su sexualidad de su contacto con el cuerpo de la madre: lo hace entonces en un mal lugar, ya que casualmente ahí en las primeras infancias aprende los duros y los claros esbozos de lo que esa sexualidad le estará prohibida.
La prohibición del incesto, constitutiva de toda sociedad humana es causa estructurante del cuerpo erógeno, de un conflicto de base que se construye sobre el filo de una trasgresión, la que define ese tipo especial de aprendizaje por donde el cuerpo se inviste de sexualidad. Freud dirá que la neurosis es la cosa mejor repartida del mundo. La castración simbólica es la función positiva del corte. La libido en el sujeto masculino debe atravesar una compuerta que repentinamente puede no abrirse. El hombre debe darse sus objetos sexuales sobre el modelo del objeto primordial, la madre, pero para eso debe poder transgredir lo que encuentre del modelo en la mujer. Hay hombres en que se ve claro hasta qué punto eligen a la mujer sobre el modelo de la madre, pero la clínica descubre que cuando han debido abordarla sexualmente se han visto físicamente paralizados. En esta perspectiva el complejo de Edipo no es más que esa encrucijada, una especie de nudo donde la prohibición de la erogenización y el sexo algo así como la repetición de la transgresión realizada ya en el punto de partida.
Desde el punto de vista del campo de la practica psicoanalítica, el chiste es el modelo mismo de la palabra en la función del análisis. Decir que en el sueño el deseo se realiza es decir que en el sueño el deseo se articula. Articulación significa elaboración. Que el deseo se elabora en el sueño significa que en el proceso onírico se ha introducido el tiempo. Pero no el tiempo tal vez muy breve del soñar, sino el tiempo supuesto por el trabajo del sueño.
Con respecto al saber, Masotta, el saber medico sustenta y detenta conocimiento sobre el cuerpo anatómico y orgánico. En el discurso psicoanalítico cambia el objeto, y al mismo tiempo se pone en tela de juicio la relación del saber a ese objeto. El objeto del psicoanálisis es un sujeto apresado en su cuerpo erógeno.
El postulado ético donde se funda la ética en psicoanálisis es una innovación al buen decir. Significa zafar las palabras del peso de la conciencia: es lo que llama libre asociación. El psicoanálisis se aplica sobre la estructura del sujeto, es decir, sobre el lugar que el saber ocupa en esa estructura y no opera en cambio sobre el contenido inconsciente de las representaciones.
VI.
Podríamos definir al Edipo como lugar donde se historializa, en la temprana infancia, una función precisa: la necesidad de un “corte” en la relación entre madre e hijo. Si el complejo de Edipo remite entonces al hecho de que la prohibición del incesto está inserta en la erogenización del cuerpo, es porque el sujeto se ve de entrada referido a los polos donde la relación se constituye: el padre, la madre. La función madre determina la historia del cuerpo erógeno. Mientras que la función padre tendrá que ver con el efecto del corte, con la pérdida obligatoria del objeto primordial y sus secuelas. Lo que asegura la prohibición del incesto es el padre muerto. Los distintos tótem dentro del grupo social cumplen la función de resguardar el incesto, en la medida que el tótem codifica los matrimonios prohibidos y los matrimonios permitidos. Las sociedades llamadas primitivas rigen mediante el totemismo el orden del parentesco, el sistema de parentesco. Si es cierto que la prohibición del incesto es una ley absolutamente universal, el totemismo es un fenómeno etnográfico que no lo es en absoluto, y cuya definición, por lo demás, tampoco es clara. El totemismo es dudoso.
El problema freudiano pertenece al orden del discurso, y no al orden de los datos.
Lacan, divide al Edipo en tres tiempos:
1º tiempo: es el del amorío del amor de la madre y el hijo, amor atravesado por la contradicción que carcome la erogenización del cuerpo hijo: amorío en el mal lugar donde lo inmediato de la relación de dos cuerpos esta transida por la prohibición.
2º tiempo: emerge aquí el padre como figura capaz de llevar a cabo la función del corte. Es el momento que Lacan llama del “padre terrible”; doble prohibición: a la madre, “no integraras tu producto”; al hijo: “no te acostaras con tu madre”.
3º tiempo: reaparece el padre pero bajo forma de padre permisivo, condición de acceso a la mujer bajo el modelo de la madre prohibida. El padre se ofrece como polo de las identificaciones sexuales del hijo, y simultáneamente, de sus ideales sociales.
Amor, democracia, filosofía, los griegos lo inventaron todo (31)
Se comenzó a razonar sobre como es el mundo, con Tales y Mileto en el siglo VI A.c., por medio de cuentos.
Surge la polis, orden jerárquico que en la cima tiene un soberano. Lo dominan por que ellos están en relación con lo divino, sus decisiones son casi religiosas.
Todos los ciudadanos son iguales, por turnos, ocupan las magistraturas civiles o las funciones judiciales. El poder es público.
Todas las decisiones se tomaban por un debate, y razonando.
Decían que la Tierra no caía por que estaba en el centro del cosmos, y por estar en el centro tienen poder.
Los griegos no tenían una razón experimental, sino una de tipo retórica. La razón era la que tenía como fin dominar al mundo, pero pensaban que era imposible dominarlo.
Las únicas medidas exactas que tenían eran por medio de la Astronomía.
El métis: es el espíritu de astucia, de ingeniosidad. Los hombres deben arreglárselas para vivir, muestra la capacidad de salir al paso mediante trucos y picardías, permite a lo más débil vencer a los más fuertes.
Antropología estructural.-Levi-Strauss. (32)
La estructura de los mitos.
Desde hace unos 20 años la antropología parece haberse alejado progresivamente del estudio de los hechos religiosos. Aficionados han aprovechado la oportunidad para invadir el dominio de la etnología religiosa. Los fundadores de la etnología religiosa, Tylor, Frazer y Durkheim, prestaron constante atención a los problemas psicológicos. De todos los capítulos de la etnología religiosa, la mitología es aquel que sufre todo con esta situación. Cualquiera sea el modo en que se consideran los mitos, parecen todos reducirse a un juego gratuito o a una forma grosera de especulación filosófica.
Algunos pretenden que cada sociedad expresa en sus mitos sentimientos fundamentales como el amor, el odio o la venganza, comunes a la humanidad entera. Para otros, los mitos constituyen tentativas de explicación de fenómenos difícilmente comprensibles: astronómicos, meteorológicos, etc. Pero las sociedades no se refractarían a las interpretaciones positivas, inclusive cuando adoptan interpretaciones falsas. La mitología será considerada un reflejo de la estructura social y de las relaciones sociales.
En un mito todo puede suceder; parecería que la sucesión de los acontecimientos no está subordinada a ninguna regla de lógica o de continuidad. Todo sujeto puede tener cualquier predicado; toda relación concebible es posible. Los primeros filósofos que se interesaron en el lenguaje. Comprobaban que, en cada lengua, ciertos grupos de sonidos correspondían a determinados sentidos y buscaban desesperadamente comprender que necesidad interna unía esos sentidos y esos sonidos. La empresa era vana, porque los mismos sonidos se encuentran en otras lenguas, pero ligados a sentidos diferentes. La contradicción no fue resuelta hasta el dia en que se percibió que la función significativa de la lengua está ligada a la manera en que los sonidos se encuentran combinados entre sí.
Aproximar el mito al lenguaje no resuelve nada, el mito integra la lengua; por el habla se conoce; pertenece al discurso. El mito esta en el lenguaje y al mismo tiempo mas allá del lenguaje. Al distinguir entre la lengua y el habla, Saussure ha mostrado que el lenguaje ofrecía 2 aspectos complementarios: uno estructural, y el otro estadístico; la lengua pertenece al dominio de un tiempo reversible y el habla al de un tiempo irreversible.
El mito se define, también, por un sistema temporal. Un mito se refiere siempre a acontecimientos pasados.
Una doble estructura, historia y ahistorica, explica que el mito pueda pertenecer simultáneamente al dominio del habla y al de la lengua. Se podría definir mito como ese modo de discurso en el que el valor de la formula traduttore, traditore tiende prácticamente a cero. En este sentido, el lugar que el mito ocupa en la escala de expresión lingüística es el opuesto al de la poesía. La sustancia del mito se encuentra en la historia relatada. El mito es lenguaje.
A la vez estas características traen 2 consecuencias. Una el mito está formado por unidades constitutivas y la otra es que las unidades constitutivas implican la presencia de aquellas que intervienen en la lengua (fonemas, morfemas, semantemas.) (Unidades constitutivas=mitemas) las unidades constitutivas en conjunto, forman para el mito, un haz de relaciones.
El mito es un sistema de dos dimensiones (sist. temporal), a la vez diacrónico y sincrónico con la cual reúne las características de la lengua y del habla.
El mito de Edipo, por ejemplo, se lo puede explicar de forma diacrónica como una partitura orquestal.
Un mito se compone del conjunto de sus variantes, el análisis estructural deberá considerarlas a todas por igual.
En este mito (el de edipo) se pueden diferenciar 4 columnas en esta estructura. La primera columna hace referencia a los parentescos consanguíneos (Cadmon busca a su hermana Europa secuestrada por Zeus; Edipo se casa con Yocasta, su madre; Antigona entierra a Polinices, su hermano) la segunda columna hace referencia a la misma relación pero afectada del signo inverso: relaciones de parentesco desvalorizadas (los espartanos se exterminan mutuamente; Edipo mata a su padre Layo; Etiocle mata a su hermano Polineces) la tercera columna se refiere a mostruos y su destrucciones, (Cadrino mata al dragón; Edipo inmola a la Esfinge) y la cuarta columna corresponde a los nombres propios que en contexto evoca a una dificultad para caminar (Labasco, padre de layo=cojo; Layo, padre de Edipo= torcido; Edipo= pie hinchado.) con este método el mito se organiza de tal manera que se constituye por si mismo como contexto.
En todos los mitos de los pueblos occidentales, el planteo lógico del problema es el mismo: el punto de partida y el punto de llegada del razonamiento son inequívocos, y la ambigüedad aparece en la etapa intermedia.
El uso frecuente de duplicación de los mitos o literatura oral, cumplen una función propia, que es la de poner en manifiesto la estructura del mito. El crecimiento de este es continuo.
La familia en desorden – Elisabeth Roudinesco (33)
Palabras preliminares
Jamás fue el sexo tan estudiado, codificado, medicalizado, expuesto, medido, peritado. Nuestra época presenta hoy a una forma inédita de pornografía que podemos calificar de puritana, visto que presenta una clasificación fría, minuciosa y casi botánica de las diferentes exhibiciones del sexo: en la literatura, la pintura, el arte cinematográfico.
Nuestra época genera un trastorno profundo, unos de cuyos reveladores sería, el deseo homosexual, convertido en deseo de normatividad, en el momento mismo en que los poderes del sexo parecen estar más extendidos que nunca en el corazón de una economía liberal que tiende cada vez más a reducir al hombre a una mercancía.
Historia:
Fundada durante siglos en la soberanía divina del padre, la familia occidental se vio, n el siglo XVIII, ante el desafío de la irrupción de lo femenino. Se transformó, entonces, con la aparición de la burguesía, en una célula biológica que otorgaba un lugar central a la maternidad. El nuevo orden familiar logró poner freno a la amenaza que representaba esa irrupción de lo femenino, a costa del cuestionamiento del antiguo poder patriarcal. A partir de la declinación de éste, cuyo testigo principal teórico fue Freud al revisitar la historia de Edipo y Hamlet, se puso en marcha un proceso de emancipación que permite a las mujeres afirmar su diferencia, a los niños ser consideradoscomo sujetos y a los “invertidos”, normalizarse. Ese movimiento generó una angustia y un desorden especifico, ligados al terror por la abolición de la diferencia de los sexos y al final del camino, la perspectiva de una disolución de la familia.
Dios padre
Lévi Strauss: la vida familiar está presente en prácticamente todas las sociedades humanas, incluso en aquellas cuyas costumbres sexuales y educativas están muy distantes de las nuestras. A la familia apoyada en la unión más o menos duradera y socialmente aprobada de un hombre, una mujer y sus hijos, es un fenómeno universal, presente en todos los tipos de sociedades. La familia supone una alianza (el matrimonio).
La irrupción de lo femenino
El padre deja de ser el vehículo exclusivo de la transmisión psíquica y carnal y comparte ese papel con la madre. Una frase de Auguste Comte: “Los hijos son en todos los aspectos, e incluso físicamente, mucho más hijos de la madre que del padre”.
Lewis Henry Morgan definía el patriarcado como un sistema jurídico político en el cual la autoridad y los derechos sobre los bienes y las personas obedecían a una regla de filiación patrilineal. A ese sistema se le oponía el matriarcado, la regla de filiación matrilineal decidía esa misma autoridad con referencia a lazos genealógicos que pasaban por las mujeres. Es preciso atribuirles una función de sexualización del lazo social, permitían pensar la historia de la familia dentro de la categoría, no solo de la diferencia sexual (masculino contra lo femenino y a la inversa) sino también de la contradicion entre dos formas de dominación económica y psíquica: paternocentrismo de un lado y maternocentrismo del otro.
El orden familiar económico burgués se apoya en tres fundamentos: la autoridad del marido, la subordinación de las mujeres y la dependencia de los niños. La mujer debe ser ante todo una madre, al fin de que el cuerpo social esté en condiciones de resistir la tiranía de un goce femenino no susceptible, se cree, de borrar la diferencia de los sexos.
Reivestido de su poder, el padre será entonces un padre igualitario, sometido a la ley y respetuoso de los nuevos derechos adquiridos en virtud de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. El matrimonio, se convierte en un contrato libremente consentido entre un hombre y una mujer. Basado en el amor, sólo dura lo que dura éste. Ese cambio supone el derecho al divorcio, instaurado en 1792.
Todo niño, tiene derecho a una familia, un padre, una madre. Se constatará los principios de la paternidad adoptiva.
Hegel propuso la nueva relación instaurada entre el individuo, la sociedad y el Estado. La familia se convierte, junto con las corporaciones, en una de las estructuras básicas de la sociedad. Descansa sobre la institución del matrimonio monógamo que une, por consentimiento mutuo, a un hombre y a una mujer, quienes dan preferencia a la inclinación espiritual sobre la pasión sexual. El marido se enfrenta al mundo externo, mientras que en el seno de su hogar su esposa, convertida en madre, goza de una auténtica libertad. Si el padre es designado como el jefe de una familia asimilada a una persona “moral” y solo su muerte permite a los herederos, a su turno, tener acceso a ese status. Los hijos repiten el destino de los padres y las hijas, el de las madres. Si el padre claudicaba, si cometía faltas o injusticias, debía recibir una sanción. De tal modo, la sustitución del poder de dios padre por el pater familias allanó el camino a una dialéctica de la emancipación, cuyas primeras beneficiarias serian las mujeres y los niños tras ellas. Su status le impone restricciones y si no lo respeta, es susceptible de caer en la indignidad y perder su derecho a ser padre.
Engels ve en el advenimiento del patriarcado la gran derrota del sexo femenino y la invención de la lucha de clases, en la familia burguesa, la mujer se convierte en el proletario del hombre.
Le Play divide a la familia en tres tipos: la familia patriarcal, en la cual los descendientes permanecen hasta su muerte bajo la dependencia del padre; la familia troncal, en la que sólo uno de los hijos hereda y permanece bajo el mismo techo que los padres y la familia restringida, reducida a la pareja y a los hijos. A cada estructura corresponde una etapa de la evolución hacia el mundo moderno, que conduce a la disolución de la familia. En los primero tiempos, las mujeres estaban expuestas a la violencia de los hombres y los hijos no conocían a sus padres. La segunda etapa, la de la ginecocracia, las mujeres fundan la familia, inventan la agricultura condenan al matricidio y alientan a la educación del cuerpo. El padre se encarga de separar al hijo de la madre, a fin de asegurarle su independencia.
Freud considera la civilización como “la totalidad de las obras y organizaciones cuya institución nos aleja del estado animal de nuestros ancestros y que sirven a dos fines: la protección del hombre contra la naturaleza y la regulación de los hombres entre si. Si bien la familia es para él una de las grandes colectividades humanas de la civilización, sólo puede distanciarse del estado animal si afirma la primacía de la razón sobre el efecto y la de la ley del padre sobre la naturaleza.
¿Quién mató al padre?
Freud pudo revalorizar de ese modo las antiguas dinastías heroicas a fin de proyectarlas en la psique de un sujeto culpable de sus deseos. El complejo de Edipo era “fundamento de la sociedad en la medida en que aseguraba una elección de amor normal”. Las estructuras de parentesco propias de la familia de los Labdácidas, condenaban a las mujeres a no encontrar jamás su lugar como no fuera bajo el signo de la locura, el asesinato y la mancha. De ese infortunio se derivaba un trastorno generacional que se repetía incesantemente hasta la extinción de la raza (genos).
Complejo de Edipo:
En psicoanálisis, el complejo de Edipo, a veces también denominado conflicto edípico, se refiere al agregado complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores.1 Se trata de un concepto central de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, expuesto por primera vez dentro de los marcos de su primera tópica. En términos generales, Freud define el complejo de Edipo2 como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio).
El complejo de Edipo es la «representación inconsciente a través de la que se expresa el deseo sexual o amoroso del niño».3 Freud describe dos constelaciones distintas en las que se puede presentar el conflicto edípico:
Complejo de Edipo positivo: odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y atracción sexual hacia el progenitor del sexo opuesto.
Complejo de Edipo negativo: amor hacia el progenitor del mismo sexo, así como rivalidad y rechazo hacia el progenitor del sexo opuesto.1
La teoría de Freud distingue en el desarrollo psicosexual de los niños tres etapas principales: la oral, la anal y la fálica. El período de manifestación del complejo de Edipo coincide con la llamada fase fálica (pregenital) del desarrollo de la libido, es decir aproximadamente entre los 3 y los 6 años de edad y se acaba con la entrada en el período de latencia. De acuerdo con la teoría freudiana, el complejo se revive en la pubertad y esta reaparición declinaría a su vez con la elección de objeto, que abre paso a la sexualidad adulta.
Tiresias se había atrevido a afirmar que la mujer sentía en el coito nueve veces más placer que el hombre.
En la interpretación de los sueños, Freud asociaba la historia de Edipo y de Hamlet.
Zeus instaura el reinado de los Olímpicos y separa el mundo divino del mundo moral. De allí surgirá la tragedia de los hombres, enfrentados no sólo a los dioses (inmortales) y el destino, sino a sí mismos: a sus pasiones, sus querellas, su muerte.
Zeus es un hijo que castra a su padre para tomar su lugar. De allí deriva, para el psicoanálisis, una concepción de la familia fundada sobre el asesinato del padre y del hijo, la rivalidad de éste con él, el cuestionamiento de la omnipotencia patriarcal y , por último, la necesidad de que las hijas se emancipen sexualmente de la opresión materna.
Freud cuenta la historia del hijo culpable de desear a su madre y querer asesinar a su padre. Edipo será culpable, entonces, no de haber cometido un asesinato sino de ser un sujeto culpable de desear a su madre. Culpable de tener un inconsciente, en la interpretación freudiana Edipo se convierte, por tanto, en un neurótico de fin de siglo, culpable de deseo y responsable de sus fantasmas.
Comienza a desear a la propia madre, en el sentido recién adquirido y a odiar de nuevo al padre como rival que pone un obstáculo a este deseo. Cae, como decimos, bajo la dominación del complejo de Edipo. No perdona a su madre y considera como una infidelidad el hecho de que ésta haya concedido el favor del comercio sexual a su padre y no a él.
Edipo no podía ser culpable de desear a una mujer a quien no conocía, aunque fuera su madre biológica y por lo tanto, el deseo por la madre no podía preceder al asesinato del padre.
“La ignorancia de Edipo no es más que una pintura exacta de la inconsciencia en la cual se hunde, en el adulto, la totalidad de acontecimiento. La sentencia apremiante del oráculo, que debe absolver al héroe, que condena a todos los hijos a sufrir del complejo de Edipo”.
Edipo es del mismo origen para toda la eternidad. Como el inconsciente es temporal, estructural e inmutable, Edipo puede encarnar la tragedia del inconsciente.
Es posible plantear la hipótesis de que Freud reinventó Edipo para responder de manera racionar al terror ante la irrupción de lo femenino y la obsesión por la borradura de la diferencia sexual que habían embargado a la sociedad europea de fines de siglo, cuando se extinguían en Viena el poder y la gloria de las ultimas monarquías imperiales. Con la ayuda del mito reconvertido en complejo, Freud, en efecto restablecía simbólicamente las diferencias necesarias para el mantenimiento de un modelo de familia cuya desaparición de un modelo de familia cuya desaparición en la realidad se temía. En síntesis, atribuía al inconsciente el lugar de soberanía perdida por Dios padre, para hace reinar en él la ley de la diferencia: diferencia entre las generaciones, entre los sexos, entre los padres y los hijos, etc. De tal modo, el tirano de la antigua tragedia del poder, de quien Nietzsche había pensado que había podido ser el héroe dionisíaco de un nuevo humanismo, se transformo, en la pluma de Freud, en un sujeto culpable, aferrado a su neurosis y condenado a no ser ya sino el hijo de su madre y el rival de su padre.
Ahora se sabía que había matado al padre y deseaba a la madre, pero aún se ignoraba que el hijo pudiera sentirse culpable, no el asesinato de aquel, sino del deseo de ese asesinato y del deseo de desear a la madre. Sería Freud, una vez más, quien descubriría ese asunto al asociar el destino de Hamlet al de Edipo.
El malestar en la cultura de Sigmund Freud (34)
En El malestar en la cultura, es una obra de Freud publicada a finales de 1929. El tema principal de la obra será “el irremediable antagonismo entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura”. En esta ocasión Freud evaluará más claramente el papel cumplido en estas restricciones por las influencias interiores y exteriores, sus efectos recíprocos, la hipótesis del superyó, y la indagación y elucidación de la naturaleza del sentimiento de culpa.
Freud muestra al sentimiento de culpa como el problema más importante del desarrollo cultural, y también que el precio del progreso cultural debe pagarse con el déficit de dicha provocado por la elevación del sentimiento de culpa.
El dice que la finalidad de la vida está fijada por el principio de placer. Los hombres en la vida “quieren alcanzar la dicha, conseguir la felicidad y mantenerla”, evitándose dolor y displacer, procurándose placeres intensos (he allí la dicha).
Esta aspiracion tiene dos lados: uno positivo, y uno negativo. Por una parte quiere la ausencia del dolor y de displacer y por otro vivenciar un sentimiento intenso de placer (dicha – sentido literal).
Sin embargo, no está en los planes de la “Creación” el que el hombre sea dichoso: el cuerpo se corrompe y muere, el mundo exterior (en principio, Freud quiere decir el natural) nos abate destructivamente con furia, y, más dolorosamente, el tener que sufrirnos a otros seres humanos
Ya nuestra contitucion limita nuestra posibilidades de dicha, mucho menos dificil es que lleguemos a experimentar desdicha.
Existen tres fuentes de sufrimiento que acechan al ser humano:
El cuerpo propio: que destinado a la ruina y disolución no puede presindir del dolor y la angustia como señales de alarma
El mundo exterior: que puede abatir sus furias sobre nosotros con fuerzas prepotentes, despiadadas, destructoras.
Los vinculos con otros seres humanos: al padecer que viene de esta fuente lo sentimos tal vez mas doloroso que cualquier otro, nos inclinamos a verlo como un suplemento en cierto modo super fluo aunque acaso no sea menos inevitable ni obra de un destino menos fatal que el padecer de otro origen.
“La vida, como nos es impuesta, resulta gravosa: nos trae hartos dolores, desengaños, tareas insolubles. Para soportarla, no podemos prescindir de calmantes”. Calmantes como el trabajo y la ciencia (distracciones que dan valor a la miseria), el arte y otras maneras de fantasear con ilusiones con respecto de la realidad (satisfacciones sustitutivas que reducen la miseria por media de desplazamientos libidinales —en su forma máxima, sublimación, que sólo está al alcance de unos pocos talentosos y dotados), y sustancias embriagadoras del cuerpo (alcohol y otras drogas, que nos insensibilizan ante la miseria de nuestra vida).
Tres tipos de calmantes:
1 Poderosas distracciones, que nos hagan evaluar un poco nuetra miseria
2 Satisfacciones sustitutivas, que las reduzcan
3 Sustancias embriagadoras: influyen sobre nuestro cuerpo, alteran su quimismo (no es sencillo indicar el puesto de la religion entre estas series)
Bien se sabe que con la ayuda de los quitapenas es posible sustraerce en cualquier momento de la presion de la realidad y refugiarse en un mundo propio que ofrece mejores condiciones de sensacion
“El programa que nos impone el principio de placer, el de ser felices, es imposible”, lo que no significa que no deba intentarse la búsqueda de la felicidad.
Freud dice que la sabiduría de la vida aconseja no esperar toda satisfacción de una aspiración única, es decir, no esperar que toda la satisfacción venga de una misma cosa.
Podríamos intoxicarnos con sustancias químicas o podríamos escondernos y aislarnos intentando encontrar sosiego, pero el mejor camino para evitar el displacer parece ser el de hacerse miembro de una comunidad, trabajando “con todos para la dicha de todos” ,para someter la naturaleza a la voluntad humana por medio de la ciencia y la técnica.
Esta solución en la conjunción con otros no implica, sino más bien tiene por posibles e incluso necesarias, las otras soluciones. Así, en lo social podemos encontrar a la religión, ese delirio de masas, con el cual se pretende recrear la realidad efectiva, desprendiéndola de sus rasgos más insoportables, a la par que siguiendo el sentido de los deseos propios. La religión implica una concepción de la vida evidentemente infantil, donde el niño se proclama desvalido y manifiesta una añoranza paternal.
Los sistemas religiosos se sitúan en la cúspide de las ideas que se corresponden a las actividades psíquicas del hombre, por lo tanto, es magistral el uso que hace Freud como ejemplo que guiará su discurso hacia su visión escéptica (en su sentido original de cautelosa) de aquello que tiene a lo religioso como máxima realización (superestructural, dirían los marxistas): la cultura.
“Gran parte de la culpa por nuestra miseria la tiene lo que se llama nuestra cultura. Ya se mencionó que la hiperpotencia de la naturaleza y la fragilidad de nuestro cuerpo no son las únicas fuentes del penar humano. Recordemos nuestras relaciones con los demás, lo social, aquello que Freud da por base de la tesis central de la obra: la insuficiencia de las normas que regulan los vínculos recíprocos entre los hombres en la familia, el Estado y la sociedad.
Sigamos el ejemplo con el que Freud abre. La religión hace daño cuando impone a todos por igual “su camino para conseguir dicha y protegerse del sufrimiento” sin considerar que la constitución pulsional de cada individuo es única para sí y le hace sentir su fallo o fracaso en seguir ese camino propuesto, mediante ese sentimiento de culpa denominado pecado.
Hay “desacuerdo entre el pensar y el obrar de los seres humanos, así como [hay] el acuerdo múltiple de sus mociones de deseo”, mociones sobre las cuales intentaríamos intervenir para liberarnos del sufrimiento que nos causa la imposibilidad de satisfacerlas todas. Su acuerdo (es decir, que se nos vengan todas juntas) es a la vez lo que atenta contra esa intervención y una de las causas de que tengamos tan pocas posibilidades. Es terrible (mas no difícil, pues todos lo sufrimos) imaginarse cómo se complican las cosas cuando se nos impone una manera de pensar y se nos prescribe una manera de obrar, que además de poder estar en desacuerdo entre sí, están en desacuerdo con nuestra natural manera de pensar y nuestro deseado obrar; el “querer ser” del individuo —que se admite que puede ser destructivo para los otros y hasta para uno mismo— vs. el “deber ser” con el que la sociedad nos encultura.
Freud define a la cultura como “la suma de operaciones y normas que distancian nuestra vida de la de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos fines: la protección del ser humano frente a la naturaleza y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres” .
La cuestión está en que la cultura se intentan regular los vínculos sociales, que a falta de ella se verían sometidos “a la arbitrariedad del individuo, vale decir, el de mayor fuerza física los resolvería en el sentido de sus intereses y mociones físicas”.
Se va haciendo claro que Freud parte del supuesto hobbesiano de que el hombre es el lobo del hombre. Hay una pulsión de muerte en el individuo, hetero- y auto-destructiva, manifestada como agresión, y es tarea de la cultura controlar esa agresión... precisamente a través de su contrario, el amor. El amor es una de las bases de la cultura.
Este amor es el amor genital heterosexual, que surge como necesaria consecuencia del "instinto" reproductor de la especie. Dependemos de otro, de un fragmento del mundo exterior, para obtener semejante satisfacción. Pero nos podemos dar cuenta que esa dependencia de algo que nos es externo, que no podemos dominar/conocer totalmente, es riesgoso. El amor genital sexual debe ser sublimado en esa ternura o amor “fraterno” a los prójimos que promulgan religiones como el cristianismo, permitiéndonos estar lo suficientemente desligados de los objetos amorosos como para no dañarnos con su posible pérdida, y además repartir esa energía libidinal entre más individuos, tal como nos conviene hacer para el control de la agresión.
Así, con la cultura se establece un convenio o contrato de muchos frente a las distinciones individuales que puedan resultar en choques. “La convivencia humana sólo se vuelve posible cuando se aglutina una mayoría más fuerte que los individuos aislados, y cohesionada frente a éstos”.
La “sustitución del poder del individuo por el de la comunidad es el paso cultural decisivo. Su esencia consiste en que los miembros de la comunidad se limitan en sus posibilidades de satisfacción, en tanto que el individuo no conocía tal satisfacción”.
Esta limitación, indudablemente, ha de traer malestar individual, tras ese allanamiento de un único camino para todos, que viene a ser esa “justicia” necesaria para el contrato o convenio. El individuo “por obra del desarrollo cultural experimenta limitaciones y la justicia exige que nadie escape a ellas”. Luego, a aquel que se desvíe, se le tendrá por descarriado, se le hará sentir culpable de haber faltado al contrato y... ya se imagina uno para dónde va la cosa cuando todas estar normas llegan a ser tantas, llegan a ser una notable y pesada carga, tan poco clara, tan confusa y tan ambigua, que no falta un momento en el que es imposible no desviarse o no temer constantemente hacerlo. ¿Será el conflicto insalvable o hay un punto de equilibrio entre las demandas individuales y las exigencias culturales? Responder esto es la tarea en torno a la cual gira “buena parte de la brega de la humanidad”.
“La cultura se edifica sobre la renuncia de lo pulsional... Se basa {en alto grado}... en la no satisfacción... de poderosas pulsiones”.
“La cultura amenaza al amor con sensibles limitaciones”. El amor genital hetero-sexual no puede satisfacerse con cualquier objeto. Aunque cambie en formas y límites, hasta ahora se tiene por universal al tabú del incesto, “la mutilación más tajante que ha experimentado la vida amorosa de los seres humanos en el curso de las épocas”. Hasta un desplazamiento a lo extragenital y lo homosexual suele ser tenido por contranatural. Nos queda la sublimación, esa gran creadora de cultura, tanto por el amor “fraterno” como por las realizaciones materiales y espirituales en donde halla su satisfacción para poner la bota sobre la agresión.
El desarrollo cultural es “la lucha por la vida de la especie humana.” “Tiene que enseñarnos la lucha entre Eros y Muerte... el contenido esencial de la vida en general”.
“La cultura yugula el peligroso gusto agresivo del individuo debilitándolo, desarmándolo y guiándolo mediante una instancia situada en su interior, como si fuera una guarnición militar en la ciudad conquistada”. La mayoría fuerte se impone violentamente sobre el individuo y lo limita... ¡utilizando la agresión! que como normas y valores el individuo interioriza, se introyecta en aquello que Freud llamá superyó, vigilando, juzgando y castigando al individuo desviado del camino único que han decidido los demás para su convivencia.
“La renuncia de lo pulsional (impuesta a nosotros desde afuera) crea la conciencia moral, que después reclama más y más renuncias”. Resultado: imposibilidad de satisfacción, déficit de dicha: “¡Qué poderosa debe ser la agresión como obstáculo de la cultura si la defensa contra ella puede volverlo a uno tan desdichado como la agresión misma!”.
“El sentimiento de culpa es la expresión del conflicto de ambivalencia, de la lucha eterna entre el Eros y la pulsión de destrucción o muerte. Y ese conflicto se entabla toda vez que se plantea al ser humano la convivencia”.
“Puesto que la cultura obedece a una impulsión erótica interior, que ordena a los seres humanos unirse en una masa estrechamente atada, sólo puede alcanzarse esta meta por la vía de un esfuerzo siempre creciente del sentimiento de culpa”. La cultura no resultará, pues, un mundillo rosa donde nos desarrollamos desde niño para alcanzar todo nuestro potencial. ¡Si más bien se quiere que no lo alcancemos! ¡Eso sería demasiado peligroso! La lógica es “¡que sufra uno... y cada uno... pero que no sufran todos!”, y hay que notar que esto es evidentemente contradictorio y autodestructivo.
La posición de Freud es ciertamente no la de un optimista que dice que vivimos en el mejor de los mundos posibles, pero tampoco es la de un nihilista ni un pesimista. Lo suyo es un escepticismo, una cautela que lo mantiene a la expectativa de lo que pueda pasar. Él es un médico que sólo puede dar un diagnóstico: señala qué está pasando, y no todo lo que está pasando bueno ni mucho menos bonito.
“Me he empeñado en apartar de mí el prejuicio entusiasta de que nuestra cultura sería lo más precioso que poseemos o pudiéramos adquirir, y que su camino nos conduciría necesariamente a alturas de insospechada perfección. Puedo al menos escuchar sin indignarme al crítico que opina que si uno tiene presentes las metas de la aspiración cultural y los medios que emplea, debería llegar a la conclusión de que no merecen la fatiga que cuestan y su resultado sólo puede ser un estado insoportable para el individuo”.
Freud está diagnosticando de acuerdo a los síntomas y trata de inferir sus causas, pero todavía es muy prematuro para establecer un pronóstico. “Si el desarrollo cultural presenta tan amplia semejanza con el del individuo y trabaja con los mismos medios, ¿no se está justificado en diagnosticar que muchas culturas —o épocas culturales—, y aun posiblemente la humanidad toda, han devenido «neuróticas» bajo el influjo de las aspiraciones culturales?”.
Esto no es profetizar el desastre; al contrario: “Cabe esperar que el otro de los dos «poderes celestiales», el Eros eterno, haga un esfuerzo para afianzarse en la lucha contra su enemigo igualmente inmortal”. ¿Pero quién puede proveerse el desenlace?
Culturas hibridas- Canclini (35)
Contradicciones latinoamericanas ¿Modernismo sin modernización?
Fuimos colonizados por las naciones europeas mas atrasadas, sometidos a la contrarreforma y otros movimientos antimodernos, solo con la independencia pudimos iniciar la actualización de nuestros países. Desde entonces hubo olas de modernización.
A fines del siglo XIX y principios del XX, impulsadas por la oligarquía progresista, la alfabetización y los intelectuales europeizados, entre los años veinte y treinta de este siglo por la expansión del capitalismo, el ascenso democratizador de sectores medios y liberales, el aporte de migrante y la difusión masiva de la escuela, la prensa y la radio, desde los cuarenta, por la industrialización, el crecimiento urbano, el mayor acceso a la educación media y superior, las nuevas industrias culturales.
Pero estos movimientos no pudieron cumplir las operaciones de la modernidad europea.
Como la modernización y democratización abarcan a una pequeña minoría, es imposible formas mercados simbólicos donde puedan crecer campos culturales autónomos. Ser culto en el sentido moderno es ser letrado, en nuestro continente eso era imposible para más de la mitad de la población en 1920.
Los desajustes entre modernismo y modernización son útiles a las clases dominantes para preservar su hegemonía, y a veces no tener que preocuparse por justificarla, para ser simplemente clases dominantes. En la cultura escrita, lo consiguieron limitando la escolarización y el consumo de libros y revistas. En la cultura visual, mediante tres operaciones que hicieron posible a las elites restablecer una y otra vez, ante cada cambio modernizador, su concepción aristocrática.
En Europa, el cubismo y el futurismo corresponden al entusiasmo admirativo de la primera vanguardia ante las transformaciones físicas y mentales provocadas por el primer auge maquinista, el surrealismo es una rebelión contra las alienaciones de la era tecnológica, el movimiento concreto surge junto con la arquitectura funcional y el diseño industrial con intenciones de crear programada e integralmente un nuevo hábitat humano.
Nosotros hemos practicado toas estas tendencias europeas sin haber entrado casi al “reino mecánico” de los futuristas, sin haber llegado a ningún apogeo industrial, sin haber ingresado plenamente en la sociedad de consumo.
Pero hay que revisar, primero, si existen tantas diferencias entre la modernización europea y la nuestra.
Como interpretas una historia hibrida
Perry Anderson, al hablar de America Latina, reitera la tendencia a ver nuestra modernidad como un eco diferido y deficiente de los países centrales. Sostiene que el modernismo literario y artístico europeo tuvo su momento alto en las tres primeras décadas del siglo XX.
Los movimientos modernistas surgen en la Europa continental, no donde ocurren cambios modernizadores estructurales, dice Anderson, sino donde existen coyunturas complejas, “la intersección de diferentes temporalidades históricas”, se presento en Europa “como un campo cultural de fuerza triangulado por tres coordenadas decisivas:
a- La codificación de un academicismo altamente formalizado en las artes visuales y en las otras, institucionalizado por Estados y sociedades en los que dominaban clases aristocráticas o terratenientes, superadas por el desarrollo económico pero que aun daban el tono político y cultural antes de la primera guerra mundial.
b- La emergencia en esas mismas sociedades de tecnologías generadas por la segunda revolución industrial (teléfono, radio, etc.).
c- La proximidad imaginativa de la revolución social, que comenzaba a manifestarse en la revolución rusa y en otros movimientos sociales de Europa occidental.
El modernismo no es la expresión de la modernización socioeconómica sino el modo en que las elites de hacen cargo de la intersección de diferentes temporalidades históricas y tratan de elaborar con ellas un proyecto global.
Los países latinoamericanos son actualmente resultado de la sedimentación, yuxtaposición y entrecruzamiento de tradiciones indígenas del hispanismo y de las acciones políticas, educativas y comunicacionales modernas.
Ser culto, e incluso ser culto moderno, implica no tanto vincularse con un repertorio de objetos y mensajes exclusivamente modernos, sino sabes incorporar el arte y la literatura de vanguardia, avances tecnológicos, a matrices tradicionales de privilegio social y distinción simbólica.
Importar, traducir, construir lo propio
La colonización produjo tres sectores sociales: el latifundista, el esclavo y el “hombre libre”. Entre los dos primero, la relación era clara. Pero la multitud de los terceros, ni propietarios ni proletariados, dependía materialmente del favor de un poderoso. Se produce un amplio sector de hombres libres, además, el favor se prolonga en otras áreas de la vida social e involucra a los otros dos grupos en la administración y la política, el comercio y la industria.
Para ser culto ya no es indispensable imitar, como en el siglo XIX, los comportamientos europeos y rechazar “acomplejadamente nuestras características propias”, lo moderno se conjuga con el interés por conocer. Los modernistas bebieron en fuentes dobles y enfrentadas, la información internacional, “un nativismo que se evidenciaría en la inspiración y búsqueda de nuestras raíces”.
El modernismo cultural, en vez de ser desnacionalizado, ha dado el impulso y el repertorio de símbolos para la construcción de la identidad nacional.
Un estado más rico y estable que el promedio del continente sigue teniendo recursos para construir museos culturales, dar becas y subsidios a intelectuales, escritores y artistas.
Mientras en Europa los renovadores elegían denominaciones que indicaban su ruptura con la historia del arte, en America Latina prefieren llamas con palabras que sugieren respuestas a factores externos al arte, modernismo, nuevomundismo, indigenismo.
Las frustraciones no se deben a un destino fatal del arte, ni al desajuste con la modernización socioeconómica.
Expansión del consumo y voluntarismo cultural
Desde los años treinta comienza a organizarse en los países latinoamericanos un sistema más autónomo de producción cultural. Argentina, Brasil y Chile, constituyen un mercado cultural con dinámica propia. En todos estos países, migrantes con experiencias en el área y productores nacionales emergentes van generando una industria de la cultura con redes de comercialización en los centros urbanos. Junto con la ampliación de los circuitos culturales que produce la alfabetización creciente, escritores, empresario y partidos políticos estimulan una importante producción nacional.
Entre los años cincuenta y setenta al menos cinco clases de hechos indican cambios estructurales:
a- El despegue de un desarrollo económico más sostenido y diversificado, que tiene su base en el crecimiento de industrias con tecnología avanzada, en el aumento de importaciones industriales y de empleo de asalariados.
b- La consolidación y expansión del crecimiento urbano iniciado en la década de los cuarenta.
c- La ampliación de mercados de bienes culturales, en parte por las mayores concentraciones urbanas, pero sobre todo por el rápido incremento de la matricula escolar en todos los niveles: el analfabetismo se reduce al 10 o 15 por ciento en la mayoría de los países, la población universitaria sube en la región de 250000 estudiantes en 1950 a 5380000 al finalizar la década de los setenta.
d- La introducción de nuevas tecnologías comunicaciones, especialmente la televisión, que contribuyen a las masificaciones e internacionalizaron de las relaciones culturales y apoyan la vertiginosa venta de los productos “modernos”, ahora fabricados en America Latina: autos, aparatos electrodomésticos, etc.
e- El avance de movimientos políticos radicales, que confían en que la modernización para incluir cambios profundos en las relaciones sociales y una distribución mas justa de los bienes básicos.
La articulación de estos cinco procesos no fue fácil, hoy resulta evidente que transformación las relaciones entre modernismo cultural y modernización social, la autonomía y dependencias de las prácticas simbólicas. Se crearon carreras de ciencias sociales.
Las empresas industriales, y a los nuevos movimientos sociales, convirtieron en núcleo del sentido común culto la versión estructural-funcionalista de la oposición entre tradiciones y modernidad.
Beneficio de las relaciones urbanas. La política desarrollista impulso este giro ideológico y científico.
Crecimiento de la educación superior y del mercado artístico y literario.
Se crean los primero museos de arte moderno y múltiples galerías.
Las causas culturales del fracaso de este nuevo intento de articular el modernismo con la modernización.
La sobreestimación de los movimientos transformadores sin considerar la lógica de desarrollo de los campos culturales.
La nueva mirada sobre la comunicación de la cultura que se construye dos tendencias básicas de la lógica social: la especialización y estratificación de las producciones culturales, la reorganización de las relaciones entre lo público y lo privado.
Se crea el Instituto Nacional de Bellas Artes, dedicado a la cultura “erudita”, y se fundan el Museo Nacional de Artes E industrias Populares y el Instituto Nacional Indigenista.
Lo culto paso a ser un área cultivada por fracciones de la burguesía y de los sectores medios, mientras la mayor parte de las clases altas y medias, y la casi totalidad de las clases populares.
El estado cuida el patrimonio, las empresas lo modernizan
Los procedimientos de distinción sibolica pasan a operar de otro modo. Mediante una doble separacion: entre lo tradicional administrado por el Estado y lo moderno auspiciado por empresas privadas, la división entre lo culto moderno o experimental para elites promovido por un tipo de empresas y lo masivo organizado por otro tipo de empresas. La tendencia general es que a la modernización de la cultura para elites y para masas va quedando en manos de la iniciativa privada.
El patrimonio tradicional sigue siendo toda responsabilidad de los Estados, la promoción de la cultura moderna es cada vez más tarea de empresas y organismos privados. De esta diferencia derivan dos estilos de acción cultural. En tanto los gobiernos entienden su política en términos de protección y preservación del patrimonio histórico, las iniciativas innovadoras quedan en manos de la sociedad civil, especialmente de quienes disponen de poder económico para financiar arriesgando. Unos y otros buscan en el arte dos tipos de rédito simbólico: los Estados, legitimidad y consenso al aparecer como representantes de la historia nacional: las empresas, obtener lucro y construir a través de la cultura de punta, renovadora, una imagen “no interesada” de su expansión económica.
La competencia cultural de la iniciativa privada con el Estado se concentra en un gran complejo empresarial: Televisiva. Esta empresa maneja cuatro canales de televisión nacional con multiples repetidoras en Mexico y los Estados Unidos, productora y distribuidoras de video, editoriales, radios, museos en los que se exhibe arte culto y popular.
En la década de los sesenta, la creciente importancia de los galeristas y marchands llevo a hablar en la Argentina de “un arte de difusores” para aludir a la intervención de estos agentes en el proceso social en que se constituyen los significados estéticos. Las fundaciones recientes abarcan mucho mas, no actuando solo en la circulación de las obras, sino que reformulan las relaciones entre artistas, intermediarios y publico. Para conseguirlo, subordinan a una o pocas figuras poderosas las interacciones y los conflictos entre los agentes que ocupan diversas posiciones en el campo cultural.
La innovación estetica se convierte en un juego dentro del marcado simbolico internacional, donde se diluyen, tanto como en las artes mas dependientes de las tecnologias avanzadas y “universales”, los perfiles nacionales que fueron preocupación de algunas vanguardias hasta mediados de este siglo.
Ser artista o escrito, producir obras significativas en medio de esta reorganización de la sociedad global y de los mercados simbólicos, comunicarse con públicos amplios, se ha vuelto mucho mas complicado.
Lo popular y lo culto, mediados por una reorganización industrial, mercantil y espectacular de los procesos simbólicos, requieren nuevas estrategias.
Como sociedad y como cultura: el modernismo simbólico y la modernización socioeconómica no están ya tan divorciados.
La “socialización” o democratización de la cultura ha sido lograda por las industrias culturales, más que por la buena voluntad cultural o política de los productores. Sigue habiendo desigualdad en la apropiación de los bienes simbólicos y en el acceso a la innovación cultural, pero esa desigualdad ya no tiene la forma simple y polar que creíamos encontrarle cuando dividimos cada país en dominantes y dominados.
El psicoanálisis en el malestar en la cultura – Daniel Gerber (36)
Modernidad, civilización tecno-científica y lazo social.
El grupo humano y la sociabilidad
Freud enumera las causas del sufrimiento de los seres humanos y señala que el padecer que proviene de “los vínculos con otros seres humanos es el más doloroso de todos”. El lazo social aparece como la razón principal de la ausencia de satisfacción plena y contiene también un elemento que atenta contra su propia existencia. Las relaciones entre semejantes son siempre agresivas e inestables. Para Freud, entre los seres humanos no hay ni puede haber armonía plena, rige “el narcisismo de la pequeña diferencia” a consecuencia del cual “ningún ser humano soporta una aproximación demasiado intima de los otros”. De ahí que lo único que puede permitir la constitución del grupo es la existencia de un conductor que se sitúa fuera de éste para ordenar y pacificar desde un punto exterior esas relaciones. El conductor es condición básica para que el grupo y la sociedad se constituyan, “el conductor puede ser sustituido por una idea, algo abstracto”. Eso es lo que Freud llama conductor, cuya influencia sugestiva se explica por el hecho de que ocupa el lugar ideal del yo de los miembros del grupo, es así equivalente de lo que Lacan va a denominar significante amo.
La psicología de masas muestra el poder ordenador y apaciguador del significante amo y de aquel o aquello que lo encarna. Poder ordenador y apaciguador en la medida en que el enamoramiento es un factor indispensable para la conformación del grupo humano: constituyen la esencia del alma de las masas. Recibimos la impresión de que lo hace porque siente la necesidad de estar de acuerdo con ellos y de no oponérseles; quizás, entonces, “por amor de ellos”.
El grupo se organiza a partir del enamoramiento, que depende a su vez de las llamadas “pulsiones de meta inhibida” : “pulsiones de amor que, sin actuar por eso de manera menos enérgica, están desviadas de sus metas originarias”. Amor de un conjunto de sujetos hacia un mismo objeto: el conductor, soporte del significante amo.
El significante amo que aglutina es entonces el significante amor, juego de palabras que es posible realizar porque no hay amor que no esté condicionado a la existencia del significante.
La tesis central de psicología de masas… es que el significante amo, bajo la forma del ideal del yo, es condición para el agrupamiento entre los hombres.
El significante-amo tiene un poder apaciguador indispensable para la cultura; opera como un rasgo de identificación, es el término que todos comparten. Mientras más significativa sea esta comunidad, tanto más exitosa podrá ser la identificación parcial y así corresponder al comienzo de una nueva ligazón.
La pulsión, el inconsciente y el significante amo
En Tómen y tabú Freud señala que el grupo social se funda en un saber rechazado, el saber del asesinato del padre. Un crimen del cual todos son culpables y están obligados a pagar por esa culpa, pesa con el sentimiento de culpa del precio que el pertenecer a la humanidad impone a cada uno. Saber del crimen, saber que no se quiere saber: se trata del saber inconciente, de aquello que el Otro no debe saber para que la ilusión de que nada le falta se sostenga. Rechazo constitutivo del inconciente al que Freud denomina represión primordial. El amor que sostiene el lazo grupal es también complicidad: complicidad de los miembros del grupo para realizar el crimen y para nada querer saber de haberlo cometido. No existe grupo social que no se apoyen el la servidumbre a una padre muerto que debe vivir eternamente. El inconciente es saber que no se debe saber, saber de la falla, la grieta, el hueco en el sitio del goce; saber del encuentro imposible de la pulsión con su objeto. La pulsión solo bordea un objeto destinado a perderse, no sabe ni puede saber acerca del objeto “adecuado”. No hay objeto “conveniente” porque el goce es inconveniencia, perturbación, trastorno; no hay relación sexual susceptible de ser objeto de una escritura formalizada. No existe relación sexual en la especie humana y por esto, a falta de ella, hay “condiciones de amor”. Surgen exigencias singulares, exigencias de detalles en el objeto sexual, detalles que pueden orientar un deseo que en sí mismo es deseo de nada, deseo de deseo. El sujeto del inconciente se constituye entonces sin saber, por el rechazo de un saber cuya afirmación lo aniquilaría ya que sería afirmación del goce donde debe preservarse la insatisfacción para que el deseo persista. La pulsión carece del saber que el instinto tiene, carece de él porque lo rechaza, nada quiere saber tal saber. Falta de un saber instintivo que lo guie, la ausencia de orientación que lo hace completamente dependiente de lo que ocurre en el Otro. El sujeto no sabe lo que quiere; no lo sabe porque para saberlo debería poseer la certeza de lo que el Otro quiere de él y esto es imposible por la falta en este último del significante que lo haría un universo completo. Todo sujeto es siempre sujeto a identificarse con algún significante del Otro. Identificación con el conductor o con el significante amo en los términos de Lacan, se trata siempre de un efecto de la ausencia de identidad que exige un significante del Otro con el cual cubrir este vacío. Toda sociedad procura cumplir su función ofreciéndole a los sujetos modelos de identificación más o menos atractivos, imponiéndoles modalidades de relación que puedan sustituir con mayor o menor dicha a la ausencia de relación sexual. Toda sociedad establece imperativos – trabajar, producir, procrear, educarse y educar – que tienen como finalidad evitar la angustia que se despierta con el surgimiento de las preguntas más agudas sobre el ser y el deseo. El camino que las conduce a la producción del significante amo como el elemento que puede asegurar la cohesión, la armonía, la paz de los sujetos consigo mismo y entre ellos..PSICOLOGIA DE MASAS.. Es el texto freudiano en donde el significante amo tiene, en el grupo humano, el papel de garante de la cohesión y la paz social.
El malestar, el goce y el superyó
El lazo entre pulsión de muerte y superyó hará surgir la compulsión de repetición, el masoquismo primordial y la reacción terapéutica negativa. Es el significante mismo quien no deja de producir ese excedente monstruoso, irracional, “inhumano” que habita en el corazón mismo de la existencia humana y al Freud denomina pulsión de muerte. La existencia de la pulsión de muerte muestra que hay una satisfacción allí donde hay ruptura del equilibrio y la estabilidad: en el rebasamiento de los límites impuestos por el principio de placer, principio de equilibrio u homeostasis. Satisfacción antagónica, el dolor.
Superyó es residuo de lo simbólico, nombre de una paradoja inherente al funcionamiento del orden y las órdenes. El superyó no es la causa de la renuncia a las satisfacciones pulsiones, tarea que corresponde más bien al ideal del yo, sino efecto de esa renuncia. En el comienzo de la vida no hay superyó sino dependencia externa, dependencia del amor del Otro. La renuncia a la satisfacción de las pulsiones se hace en este momento para no perder ese amor de Otro que está en el lugar del ideal. Después de consumada renuncia al goce “primario” que de hecho instituye al superyó, después rechazado el goce resulta mayor. En la formación del superyó interviene la dimensión real del goce, el superyó se constituye por identificación: introyección del Otro que determina la existencia de un lugar simbólico desde donde el sujeto será vigilado, evaluado, juzgado. El sentimiento de culpabilidad es inevitable porque nada se le puede ocultar al superyó, ni siquiera los pensamientos. La consecuencia de su instauración es la culpa universal, presente desde el momento en que existe otro introyectado que lo sabe y de este modo, hace al sujeto siempre culpable. Nada podría procurar un goce mayor que sostener la creencia de que Otro completo existe. El goce pulsional resignado se hace goce mayor que sostener la creencia de que Otro completo existe. El goce pulsional resignado se hace al goce del superyó en tanto es sacrificio del sujeto en nombre de un mandato supremo. El sujeto goza donde menos lo imagina: en el lugar del mandato el superyoico. El superyó se apropia del goce resignado, sacrificado y exige constantemente nuevas cuotas de sacrificio, ofrendas con las que el sujeto alimenta la gula insaciable de esa instancia; más se renuncia a la satisfacción pulsional y más se fortalece el superyó porque en mayor medida el sujeto se siente culpable y dispuesto a la expiación y el sacrificio. En una primera instancia y para asegurarse del amor del Otro, hay una renuncia a gozar, el goce no quedará enteramente subsumido al poder del significante; resurgirá convertido en goce de renunciar.
Meta cultural, violencia y sacrificio
La cultura tiene una meta: asociar a los sujetos en unidades cada vez más amplias fortaleciendo los lazos que los ligan. Eros agrupa, reúne a los sujetos por medio de lazos amorosos. Contrapuesta a Eros, la pulsión de muerte provoca la ruptura de los lazos que unifican. La oposición entre Eros y pulsión de muerte provoca la disgregación, la ruptura de los lazos que unifican. La imposible armonía que caracteriza al orden social es producto de la existencia del excedente de goce y se materializa en la violencia que enfrenta al sujeto consigo mismo y a unos con otros. El significante amo bajo cualquiera de sus formas también manda al sacrificio de goce.
Kant: gozar más allá de toda consideración por el bienestar, propio o del otro, revela la verdadera esencia de la conciencia moral que convoca a amar al prójimo como a uno mismo: no es el amor que la ausenta sino el goce de la pulsión lo que Freud llama la crueldad sádica del superyó. La cultura que se presenta como una promesa de felicidad, lleva en sí misma el germen de su destrucción. Lo que está en el horizonte de la cultura es su autodestrucción y las seis décadas transcurridas desde la aparición de El malestar en la cultura parecen confirmar día a día la tesis de Freud. La autodestrucción está en el horizonte de la cultura que se funda en ella, sus pilares básicos, no son sino la trasmutación.
Mundo contemporáneo, subjetividad y psicoanálisis
La ciencia moderna tiene como condición el rechazo de la existencia de goce: no quiere saber nada, hay una falla en todo saber en tanto no hay saber posible hacerca del goce. El discurso científico re-produce así el rechazo del goce que es propio de la estructura del orden simbólico. La particularidad de cada sujeto. Si lo que caracteriza al sujeto deseante en su singularidad es la división provocada por un sometimiento nunca completo al sistema significante, la ciencia elimina se su cuerpo esa verdad que es la del deseo para saturar la grieta subjetiva que éste abre. Eliminación radical del lo Otro para imponer el dominio de lo mismo como dimensión universal, la ciencia homogeiniza el mundo, disuelve las familias amplias, las colectividades, tiende a borrar las particularidades y las diferencias. El sujeto debe volverse enteramente culpable, previsible, situación que no puede conducir más que a la anulación de la subjetividad. La ciencia pretende elaborar un saber sin falla, como la no puede sr eliminada será preciso adjudicar a algún Otro, la responsabilidad de esa falta. El ideal del mundo moderno exige que lo simbólico forme un todo, la posibilidad de destrucción absoluta. La alteridad radical del goce, lo Otro pavoroso que es el ser mismo del sujeto, tenia cierto lugar en la estructura del poder. El amo era a la vez sostén del orden simbólico y soporte de lo Otro de lo simbólico. A este Otro marcado por la diferencia se le adjudica ser causante de todo el mal que se identifica con la alteridad inasimilable del sujeto; él es la encarnación de un goce que, inaccesible, es causa del deseo del que nada se quiere saber pues cuestiona la presunta unidad del sujeto y el mundo. Es posible afirmar que allí donde hay queja se obtiene goce y que de lo que se trata es de reconocer en ese goce la verdad del sujeto y del lazo social. La verdad no se deja apresar en ninguna estructura de saber, ni siquiera el de la ciencia y el síntoma es indisociable de la cultura de modo que la desaparición de uno implica el mismo destino para la otra. El psicoanálisis es un producto de la modernidad y que su existencia seria impensable sin la de la ciencia porque sus tesis fundamentales afirman que un sueño, un acto fallido o una producción de palabras no son fenómenos puramente azarosos sino que obedecen a una ley. El psicoanálisis sostiene que frente a la queja no hay respuesta que pueda hacerla desaparecer; sólo es posible que ella se reformule bajo la forma del grito, palabra, la creación. Por esto, la apuesta del psicoanalista confrontado a la queja no es la misma que la del científico. Este último se impone “curar” y entiende esto como extraer, eliminar, sustituir lo que “no marcha” o “no responde”. La ciencia ha generalizado de extraer y desechar todo aquello y todos aquellos que son considerados causa del malestar, es decir, de la falta de dominio sobre el goce. El psicoanalista, por el contrario, no pretende extraer nada porque sostiene que la extracción se dio en el comienzo. Algo fue extraído de entrada: el goce. Goce excluido del orden simbólico que constituye la causa de que este universo carezca de un funcionamiento “ideal”. Goce que a pesar de todo, estará siempre ahí. El psicoanálisis considera que la humanidad no tiene nada de qué curarse, tiene más bien que reconocer su ser incurable.
El psicoanálisis y la razón moderna
El psicoanálisis es heredero de la razón de la razón moderna, su práctica clínica y su teoría muestran los límites del ejercicio de la razón. La práctica del psicoanálisis se desarrolla a partir del síntoma que para Lacan es “lo que no anda”, que “el mundo sea in-mundo”, es decir, lo no adaptado al mundo del lenguaje y la cultura, el psicoanálisis mismo constituye un síntoma de la civilización, cuerpo extraño que revela su verdad reprimida. Descartes nunca dejó de reconocer en Dios la garantía última, dio lugar al pensamiento moderno al plantear el conocimiento como producto de la razón argumentativa. La modernidad se funda en el ideal iluminista que busca extender los límites de la razón por medio del desarrollo de la ciencia. La autoridad rigurosa fue sustituida por el razonamiento. El proyecto de la Ilustración pretenderá hacer a los sujetos iguales en cuanto a sus derechos y obligaciones. Igualdad ante la ley, somos igualmente poseedores de esa facultad llamada razón. Esta posición será reforzada más adelante por la ética kantina que sostiene desde la razón práctica hasta cada quien tiene que actuar según la ley moral cuyo alcance posee carácter universal. A ésta ley cada individuo tiene que sacrificar sus apetencias particulares. Mientras que por un lado la ciencia elabora un saber universal que tenderá a ocupar el lugar del amo al que todos deben subordinarse, por el otro la técnica produce objetos para consumo masivo e impone un modo único de satisfacción para todos. La razón como garantía de orden y estabilidad en el mundo tiene que lograr la construcción de un universo homogéneo: es preciso lograr la uniformidad, borrar las particularidades, las diferencias, todo aquello que pudiera limitar su poder. Aquí está el punto ciego de toda racionalidad que el descubrimiento freudiano pondrá de manifiesto: la subjetividad no es medible ni confiable porque la experiencia humana tiene como basamento lo imposible, lo que escapa a todo control, a todo intento de medición y dominio. Las ciencias son “un conjunto de conocimientos y estudios poseedores de valor universal, caracterizados por un objeto y un método determinado y fundado en relaciones objetivas verificables”. Freud aludió a la existencia de tres profesiones imposibles: gobernar, educar, psicoanalizar. Se trata de tres actividades en las que existe siempre, en la medida en que hay una relación entre sujetos, un punto ciego que escapa a toda mediación y a toda previsión. El científico busca Otro del Otro garante de la certeza que sus mismos hallazgos y elaboraciones ponen siempre en cuestión. “El sueño de la razón produce monstruos”. Estos monstruos del sueño, del acto fallido, el síntoma de lo que no obedece a la lógica y razonable, son el objeto que el psicoanálisis rescata para que el sujeto reconozca en ellos sus verdad que es la de satisfacción gozosa que encuentra en su sufrimiento y su pesar. Freud no dejó de alentar expectativas en hacer del psicoanálisis una ciencia y aunque su empresa constituye un cuestionamiento radical al dominio de la razón, no dejó de confiar en los poderes de esta última. El inconciente impulsa al sujeto a repetir, durante su vida, los mismos libretos con máscaras diferentes. Freud pudo advertir que revelar al paciente la presunta significación de sus síntomas sólo causa un alivio pasajero. El sujeto busca y repite ese sufrimiento del que dice querer liberarse; se empeña en conservarlo porque encuentra allí una satisfacción paradójica. Por esto el psicoanálisis no está destinado a adquirir un saber que asegure la plena armonía del sujeto con el mundo. Ningún saber podría eliminar el saber del inconciente, pero si este saber de la absoluta armonía que la ciencia pretende alcanzar es inexistente, lo que si puede existir es el acto de un sujeto que puede ganar recreándose, refundándose y transformándose por efecto de este mismo acto.
El otro no es el mismo – Nathan (37)
El hombre ya no sabe cómo crecer, Tobie Nathan da pautas de por qué fracasan en Occidente, la educación, la integración de los inmigrantes o la recuperación de los drogadictos. Nathan desarrolla su teoría y propone “abandonar la tradición humanista”. El problema vital que se plantea toda sociedad es el de la transmisión. Dos concepciones se oponen: Las sociedades de educación, con su cortejo de profesores, psicólogos y de pedagogos; Del otro lado las sociedades de iniciación con sus curanderos, hechiceros, morabitos (religiosos musulmanes). En nuestra sociedad, el progreso se sitúa del lado de la educación. El educador, el pedagogo se define como el portador de la palabra de una sociedad que piensa que ella fabrica sus chicos. Los chicos, son cajas que se llenan de conocimientos en función de un programa preciso y cuando se llenan y el programa se ha concluido, se supone que el niño ha cambiado de estado, se ha vuelto adulto. Nuestro sistema de transmisión se apoya sobre esos dos pilares, la transmisión inmediata, la idea de los conocimientos aprendidos son almacenables hasta el infinito. Queda solamente la cuestión de tener siempre más espacio para almacenar mas información. La revolución del lenguaje informático lleva al extremo esta búsqueda de almacenamiento de la información: no pasa un día sin que se nos hable de jóvenes mutantes descifrando los programas informáticos bajo los ojos sorprendidos de padres casi totalmente resignados. En una sociedad de iniciación, el modo de transmisión es, diferente. Los conocimientos son casi inmutables, mientras que los individuos se modifican a lo largo de toda su vida. Cada etapa de la vida – pubertad, matrimonio, nacimiento del primer hijo, muerte de los padres, etc. Son igualmente momentos en que el ser se metamorfosea, cambia de estado. Y las muertes también cambian, después de su entierro, una última metamorfosis transforma al muerto en ancestro. La existencia individual para este último tipo de sociedades es una sucesión de metamorfosis. Son estas metamorfosis vividas de manera activa por el individuo, las que constituyen las pruebas iniciáticas y la adquisición del saber. El individuo fue iniciado en el momento de la atribución de los nombres, pero él no lo sabe. Cuando un niño plantea una pregunta a los adultos éstos ya sea no le responded o bien le responden con frases incomprensibles. De esta manera como, obligan al niño a interpretar, a ponerse en marcha en las sociedades de educación el niño es esencialmente pasivo, jamás tiene la oportunidad de investigar, ya que se le da todo. Es hoy, uno de los problemas de los pedagogos: como incluir, a pesar de nuestro modo de educación, fenómenos de tipo iniciático y que el saber que se les da los cambie. Vemos chicos analfabetos, que saben leer letras pero que no han sido cambiados por este conocimiento. De golpe, las palabras que leen no develan nada en ellos. Para las sociedades de iniciación, nuestro ser es desconocido, están completamente obsesionadas por la pregunta de saber qué cosas entran dentro del orden de la naturaleza y qué cosas dentro del orden de la sociedad. Lo desconocido perturba el orden constituido. Para el grupo, la iniciación (la cultura) es una forma de negociación, de domesticación de esa parte desconocida –el niño- que hace su irrupción repentina. El corolario es que existen muchas categorías diferentes de niños, ciertos niños son “malas personas”, es necesario tomarlos de manera diferente. En las sociedades de iniciación, contrariamente en lo que ocurre en las sociedades de educación, existen seres diferentes, lo que diferencia radicalmente a estos dos tipos de sociedad es la relación con el Otro. En Occidente, el Otro no existe más dentro de nuestros esquemas culturales. Nosotros no encaramos la relación con el Otro más que desde el punto de vista moral , es decir, no solamente de manera ineficaz sino que además sin darse los medios para comprender. La condición de nuestro sistema de educación es que nosotros pensamos que todo el mundo es semejante. “Todos los niños son diferentes”. Si un piensa que él es como uno, que todo el mundo debe ser como todo el mundo, no hay mas distinción funcional y no se puede transmitir nada más. No tiene ningún interés intentar convencerse moralmente de respetar las diferencias. La función del Otro es precisamente la de ser Otro. Occidente elimino al Otro eliminando la magia. Los santos desaparecieron, Dios también fue abandonado. En la edad media, existía lo que se llamaba “los niños de las hadas”. Se decía que nacían de manera diabólica. Uno tiene en su casa una manera de transmitir en base a una lógica y en la escuela hay una manera de transmitir en base a otra lógica, hay que encontrar una solución. Lo que hace que no se tenga éxito en nada, que en algún momento el sistema se rompa, generalmente, en la adolescencia. Es decir, en el momento de la primera emoción sexual. Todo el mundo ha sido más o menos así, aparentando respetar las reglas ser como se quiere que uno sea. Los jóvenes se refugian en identidades fácticas: Religión –con el retorno del islam o del judaísmo integrista en los barrios periféricos- adicción, delincuencia, etc. La mayoría de los adictos son hoy jóvenes árabes y jóvenes negros. Cuando no hay posibilidades de destapar una identidad hay una simplificación de esta identidad. La adicción no es otra cosa que eso: “yo no soy ni francés ni cabila, soy adicto”. Es muy fácil pertenecer a un grupo de adictos. Alcanza con inyectarse, aprender un vocabulario más simple de dominar e inmediatamente uno adquiere una identidad, el fracaso de todas las psicoterapias sobre la toxicomanía. En una sociedad de educación como la nuestra que maltrata por naturaleza la salud mental de sus miembros. En las sociedades de iniciación, un individuo tiene muy pocas posibilidades de oscilar en la esquizofrenia. Un esquizofrénico es alguien que escapó totalmente al sentido y quien ya nadie puede atrapar. Es un producto típico de las sociedades de educación. Nuestra unidad mínima de constitución de sentido, es el individuo el individuo biológico, no puede solo fabricar el sentido. La iniciación crea sentido a partir de una confrontación paradójica con el absurdo. El saber iniciático está inscripto en el iniciado a fuerza de ocupación y violencia. Toda iniciación se apoya sobre dos pilares: la brutalidad psíquica y los enunciados paradójicos, a veces incluso incomprensibles. Se trata de provocar un traumatismo en el iniciado de desestructurarlo. El mecanismo de afiliación presenta una lógica en cuatro etapas: 1- Lo que sucede es impensable; 2- Existe necesariamente alguien “que sabe” habitando “el mundo”, donde lo que me sucede posee un sentido; 3- Existe necesariamente un grupo donde aquel “que sabe” comparte con otros las mismas referencias; 4- Entonces, yo soy uno de ellos. La neurosis traumática se produce cuando las cosas no tienen sentido. Cuando el padre se dice: “¿Yo hice todo eso para qué? Aquel a quien yo transmito es radicalmente diferente de mi, entonces yo no tengo nada para transmitir”. En ese momento hay una suerte de hundimiento interior que hace que en el primer accidente, el tipo se enferme y no se reponga. No se puede cambiar la naturaleza porque no es sólo uno el que cambia, es una familia. Y cuando esta neurosis traumática no se produce en los padres, son los niños los que caen. Los sistemas iniciáticos son cosas que son necesidades estructurales que obran sobre la persona sin saberlo ellas y que las llevan a hacer cosas que no se explican por sí misma. Esto muestra que las iniciaciones no son un lujo cultural, sino una necesidad de funcionamiento psíquico. Si no son vividas siguiendo la tradición los serán generalmente a través de la v violencia, la droga, o la delincuencia. Yo no estoy seguro de que este mal abandonar la tradición humanista. “Las sociedades tradicionales son xenófobas, porque en su mayoría el término para designar al humano designa también a la sociedad cuestión”. La alternativa: “todos somos similares” o “derecho a la diferencia”. La inmigración es el verdadero problema de fondo de nuestra sociedad que no sabe pensar la diferencia. Y si uno se cierra, se arriesga a la dislocación. Si se piensa que el hecho de ser francés es el de ser todos similares y que el mundo entero debe someterse a la idea de que todo el mundo es similar, nunca llegaremos a lograrlo. Entonces hace falta repensar todo desde el principio pero… ¿Quién va a pensarlo?
Racismo, colonialismo y violencia científica. Menendez. (38)
El racismo no es solo una cuestión de segregar “negros” u “odiar judíos”; el racismo debe ser referido a las formas de relaciones sociales y culturales que implican negación, discriminación, subordinación, compulsión y explotación de los otros en nombre de pretendidas posibilidades y disponibilidades, ya sean biológicas, sociales o culturales. Toda relación social que significa “cosificar” a los otros, es decir, negarles categoría de persona.
América está constituida sobre el etnocidio más profundo que conoce la historia, sobre el asesinato directo e indirecto de millones de indios y de negros. A la llegada de los europeos, según los cálculos actualmente mas aceptados, América contaba con una población que oscilaba entre los 90 y 110 millones de amerindios. De estos quedaron después de un siglo y medio de acción civilizadora europea unos 4 millones de nativos. Además deben agregarse los casi 10 millones de negros que habrían muerto en el tráfico de esclavos hacia nuestro continente.
La tendencia a describir a personas de otras sociedades, naciones y culturas, tienden a generar una visión prejuiciosa y negativa de los mismos. La llamada sociedad occidental y sus actores son, somos, “normalmente racistas” y este racismo es producto de un proceso histórico no demasiados largo, el cual está montado sobre el desarrollo del modo de producción capitalista. No se acepta nuestra identidad racista. Cuando esto ocurre corresponde formular una pregunta, que si bien puede resultar esquemática, nos sirve para plantear el problema en donde realmente está: es decir, en el simple hecho de que nuestra formación nos convierte inconscientemente en racistas. Este racismo se lo asocia con el comienzo de la segunda guerra mundial.
El racismo constituye para los países con modo de producción capitalista, la manera normal de conexión y relación con otras formas socioculturales. También constituye para estos países su forma de concepción del mundo.
La violencia no es solo uno de los más claros emergentes del proceso de expansión colonial, sino que constituye una de las constantes del proceso de acumulación primitiva que, permitió el desarrollo de los primeros países capitalistas.
El racismo hace su aparición como corriente ideológica en el siglo XIX, y se valdrá para su expansión y justificación de una apoyatura científica. El hombre no es un ser fijo sino que evoluciona, lo que hace que se profundicen la diferencias entre los hombres. (teoría darwinista social y evolucionismo mecanicista.)
El termino raza solo intenta proponer una clasificación a partir de caracteres biológicos mas o menos diferenciados. Es un concepto estrictamente biológico y debe ser definitivamente despejado de toda especulación referida a los conceptos de sociedad, cultura o nación. Estos son conjuntos sociales y culturales con autonomía de producción histórica. “las razas humanas son el resultado de la evolución de nuestra especie, y esta constituye un sistema cerrado.”
Etnocentrismo y historia- Roy Preiswerk, Dominique Perrot- 39
Cultura, etnia y raza
Cultura: Conjunto de valores, comportamientos e instituciones de un grupo humano que es aprendido, compartido y transmitido socialmente. Abarca todas las creaciones del hombre: las cosmogonías, los modos de pensamiento, la imagen del hombre, los sistemas de valores, la religión, las costumbres, los símbolos, los mitos, pero también sus obras materiales: la tecnología, los modos de producción, el sistema monetario, las instituciones sociales y reglas morales y jurídicas.
En los países occidentales, la “cultura” tiene un alcance limitado a la vida intelectual y artística de una sociedad.
La cultura no es el resultado de la libre imaginación del hombre, sino de la acción que el hombre ejerce sobre su ambiente natural y de la interacción de los miembros de un grupo.
El concepto totalizante de la cultura tiene un valor descriptivo. Permite, describir la forma en que diferentes sociedades humanas adhieren a valores, se dan instituciones y se comportan según principios diferentes. Facilita el análisis de las relaciones que se establecen entre estas sociedades y las dificultades que puede surgir en ese caso.
Es necesario distinguir la cultura ideológica de la cultura del comportamiento y de la cultura material.
El concepto totalizante seria probablemente un instrumento de trabajo demasiado imperfecto. Del estudio de las relaciones interculturales.
A través de la dicotomía cultura-naturaleza, el hombre, y aquí mas particularmente el hombre occidental, se sitúa en cierto modo fuera de su origen natural, se ubica en una posición de superioridad y se arroga derechos sobre la naturaleza.
En el estudio de las relaciones interculturales, debemos destacas el problema del antropocentrismo diferencial. Sabemos que otras culturas tienen concepciones a menudo muy distintas sobre la relación entre el hombre y la naturaleza.
Se tratara de evitar lo que mas adelante llamaremos una transferencia intercultural de concepto.
La cultura no debe confundirse con la sociedad, el grupo humano del que ella emana y que ella caracteriza. Cuando la sociedad esta ligada al espacio, la cultura puede “desplazarse”. Los encuentros de culturas son un fenómeno permanente de la historia.
En la noción de etnia la que establece la unción entre la cultura y la sociedad. Recurriendo a este término, se designa al grupo social que se diferencia de otros grupos por rasgos culturales específicos, y no solo en algunos detalles (alimentación, vestimenta), sino también en un conjunto de opciones fundamentales (cosmogonía, sistema de vales, organización política).
El termino etnia evoca la idea de un grupo de dimensión reducida, cada hombre participa de la cultura den diferentes niveles dimensionales: la cultura local (que se manifiesta a nivel de la ciudad, del barrio o de la tribu), la cultura regional (que es compartida por un conjunto de pueblos que exceden los marcos nacionales), la macrocultural (que puede extenderse a uno o varios continentes).
A estos niveles de la cultura corresponden entonces etnias de dimensiones diferentes, las micro etnias que forman parte de etnias regionales, que se integran a su vez en una macro etnia. El hombre tiene “lealtades culturales” múltiples: es a la vez escocés, anglosajón y occidental.
A cada nivel de cultural corresponden rasgos culturales diferentes: el elemento decisivo de identificación para un nivel pueden ser las instituciones jurídicas, políticas y sociales.
Entre la micro etnia y la etnia regional se sitúa la Nación (definida como la población que habita un territorio sobre el que se ejerce un poder estatal soberano). Existe una coincidencia entre Nación y cultura. Cultura se refiere esencialmente a la vida artística e intelectual, y no al sentido totalizante. Se comprueba también que estas “culturas nacionales”, son con frecuencia una proyección al exterior de una cultura dominante, representativa de ciertas capas o clases que del conjunto de la población.
La transmisión social de la cultura, especialmente por la educación, contrata con la transmisión biológica de la raza.
Parece relativamente simple, a primera vista, distinguir los rasgos físicos, transmitidos genéticamente por herencia de los rasgos culturales, productos de la herencia social, debido a la extraordinaria mezcla de razas y culturas a través de la historia, la distinción no es fácil.
La importancia del factor cultural en la determinación de la pertenencia racial de los mestizos de ciertos países de America Latina.
La ciencia contemporánea ha sido marcada por la dificultad de discernir aquellos que, de las características de los grupos humanos, procede respectivamente de la raza y de la cultura cuando estos grupos difieren a la vez por su apariencia y por su comportamiento.
Es dificultoso separar claramente los conocimientos científicos sobre la herencia en general, de los conocimientos sociales (creencias populares, estereotipos, interpretaciones de conjunto de datos científicos parciales, etc.) sobre la transmisión de las características raciales. Por un lado, los individuos en la sociedad frecuentemente seleccionan la información que corresponde a sus necesidades afectivas.
El estudioso participa igualmente del conocimiento social y sus valorizaciones conscientes o no, provenientes en parte del mismo fenómeno. Existe un peligro permanente de interpretaciones apresuradas y reduccionistas.
Si la raza no determina la cultura en tanto que factor hereditario, no es sin embargo totalmente ajena a la formación de culturas distintas. Pero la raza, como por otra parte la edad, son factores biológicos que condicionan una relativa proximidad y, una mayor frecuencia de interacción. Entre raza y cultura, el acento esta puesto sobre la transmisión exclusivamente social de esta última.
La extraordinaria continuidad cultural de etnias separadas físicamente de sus grupos de origen, durante periodos que pueden extenderse a varios siglos.
La cultura se transmite hereditariamente. La raza es una función de la cultura, es la cultura la que determina las relaciones de amista o hostilidad que un grupo mantiene con sus vecinos.
Las formas de sociocentrismo
El sociocentrismo se presenta bajo diversas formas, según la naturaleza del grupo que se tome como referencia, se consideran en particular tres casos: la etnia (en tanto grupo definido por su cultura), la Nación y la clase social, para hablar sucesivamente del etnocentrismos, del nacionalismo y del sociocentrismo de clase.
El adulto egocéntrico se distingue por una individualización extrema en relación con la colectividad, lo que es considerado a menudo como un defecto de carácter.
El egocentrismo es una “indiferenciacion entre el yo y el medio social”, que resulta de la incapacidad del niño de concebirse claramente como entidad distinta de su entorno.
“es una actitud espontanea del pensamiento individual que tiende directamente al objeto sin haber tomado conciencia de su propia perspectiva”. Una actitud, que no establece “ninguna frontera entre el mundo interior o vivido y el conjunto de las realidades exteriores”. Esta cerca del “narcisismo primario”.
La comprensión de la pertenencia a un grupo limitado y la formación de un primer sociocentrismo contribuyen a la reducción del egocentrismo. El desarrollo de actitudes sociocentricas compensa la regresión del egocentrismo.
Toda forma de sociocentrismo se compone de dos elementos: de toda valorización positiva, encontrándose el sujeto en un estado de admiración frente a las realizaciones del grupo con el cual el se identifica (en grupo), y de una referencia a los grupos exteriores (grupos de afuera) definida por la aplicación, por parte del observador, de conceptos, normas, criterios y medidas del en-grupo.
Semejanza entre el egocentrismo y el sociocentrismo: el sujeto ignora la posibilidad de que el otro sea diferente y proyecta su propia “realidad” sobre el. Sin embargo, el sociocentrismo implica también una cierta aprehensión de la alteridad de los grupos de afuera.
Lo que se busca en primer lugar es el mejoramiento de la imagen de si-mismo, mediante la proyección, sobre los grupos de afuera, de “culpabilidad y deseos inconcientes compartidos dentro del en-grupo”, el individuo etnocentrico establece artificialmente elementos que lo diferencien de los miembros de los grupos de afuera.
No hay, a nivel de colectividad, desaparición, sino sustitución de una forma de sociocentrismo por otra.
Al sociocentrismo “primitivo” corresponden sociocentrismos “modernos”, especialmente el marcoetnocentrismo, del que se tratara de mostrar la influencia fundamental que tiene sobre nuestro conocimiento, de las diferentes culturas. El macrocentrismo es, como el egocentrismo, una especie de “ilusión sistemática e inconciente”.
El etnocentrismo
El etnocentrismo es definido como al actitud de un grupo que consiste en atribuirse un lugar central en relación a los otros grupos, en valorizar positivamente sus realizaciones y particularismos, y que tiende hacia un comportamiento proyectivo con respecto a los grupos de afuera, que son interpretados a través del modo de pensamiento del en-grupo.
El etnocentrismo puede ser observado a niveles y en grados diversos. En cuanto a los niveles, corresponden a la distinción hecha previamente entre las microetnias, las etnias regionales y la macroetnias. Se clasificara entonces en el microetnocentrismo la actitud de las etnias (siempre en el sentido de sociedad identificada por su cultura) de dimisión limitada, como una tribu o una minoría dentro de una Nación. El etnocentrismo regional caracteriza a un conjunto de pueblos repartidos entre varias naciones, que se identifican con una cultura común.
El macroetnocentrismo, se apoya en una “etnia” aun mas amplia.
El etnocentrismo puede, igualmente situarse en diversos grados:
1º grado: es evidente y fácil de identificar. La etnia en cuestión se dedica elogios y recurre a un lenguaje despectivo en su descripción de otros grupos. Los pueblo mas diversos se han valido, en diferentes momentos de la historia, de dicotomías simples que se le conferían un lugar privilegiado en su visión del mundo.
2º grado: El etnocentrismo subyace en una declaracion de apariencia inocente, pero que encubre implícitamente un razonamiento elogioso para el en-grupo y desfavorable a los grupos de afuera. El pensamiento subyacente es el del evolucionismo lineal, según el cual todas las sociedades deben (de alli la palabra todavía) pasar por los mismos estadios de secuencias para alcanza la finalidad de las sociedades “modernas”.
3º grado: el etnocentrismo se concreta es una presentacion elogiosa del grupo de afuera. El elogio va dirigido al en-grupo.
Se plantean tres cuestiones previas a todo estudio del etnocentrismo. En primer lugar, esta noción debe ser distinguida de la de racismo. Luego, hay que determinar si se trata de un fenómeno generalizado a todas las culturas. Por ultimo, veremos las principales orientaciones de la investigación y las lagunas más importantes que aparecen en el estado actual de los conocimientos.
El racismo, en el sentido más estricto del término, consiste en atribuir a la herencia biológica las particularidades culturales de un grupo que tiene una apariencia física muy distinta.
El racista identifica a su victima en forma subjetiva y con relación a imágenes que la sociedad le ha transmitido. La identificación racial varía en el espacio y en el tiempo.
El racismo es la valorización, generalizada y definitiva de diferencias reales o imaginarias en beneficio del acusador y en detrimento de s victima, a fin de justificas sus privilegios y su agresión.
En sus manifestaciones concretas, el racismo hace intervenir siempre el aspecto físico: el racista confunde elementos culturales y morfológicos, o rechaza al otro en tanto que racialmente diferente, ignorando si es portador de rasgos culturales que el desaprueba.
En el estudio científico del racismo, la identificación de la victima se haría de manera diversa según las épocas y las sociedades.
Actualmente, la noción de racismo es objeto de innumerables abusos. Algunos tienen tendencia a tachar de racismo cada prejuicio, toda discriminación y los conflictos mas diversos. El movimiento de liberación de la mujer, antes de hablas de sexismo, se dice victima de racismo. El autor de un libro bastante difundido habla de racismo social, político, religioso…, cuando en realidad se trata de explotación social, de opresión política y de persecución religiosa.
El racista interpreta por la herencia e identifica (con mucha frecuencia) por el color. El etnocentrismos, en cambio, establece comparaciones entre diferentes culturas sobre la base de una escala de valores elaborada por sus propios esfuerzos (bajo la influencia determinante de su en-grupo) e identifica a su “victima” mediante criterios que el determina.
Ciertas funciones parecen comunes a los dos fenómenos, especialmente las de asegurar la coherencia del en-grupo y la dominación sobre los grupos de afuera. El racismos es, en ese sentido, un fenómeno mucho más complejo que el etnocentrismo. Desempeña una mayor variedad de funciones, tales como el mantenimiento de privilegios en el empleo y de salarios bajos, el acaparamiento de tierras y de recursos naturales, etc.
Hay, sin duda, un lazo de parentesco entre el etnocentrismo y el racismo. Se puede comprobar un isomorfismo de los comportamientos etnocéntricos y racista.
“el exterminio cultural”, o etnocidio, consiste en quitarle a un grupo todas sus características culturales sin aniquilar al grupo mismo, mientras que el exterminio racial, que es una forma de genocidio, es nada menos que la eliminación física del grupo.
La cuestión que se plantea entonces es saber si hay, entre etnocentrismo y racismo, una verdadera relación de filiación. El etnocentrismo precede del racismo, el racismo tomo impulso a partir del siglo XVII.
El racismo blanco esta estrechamente ligado al macroetnocentrismo occidental.
La segunda cuestión en la de la universalidad del etnocentrismo. Etnia, signos de autodenigración.
La superioridad del otro en un asunto dado no significa en absoluto que el sistema de valores del en-grupo este amenazado.
El etnocentrismo en un fenómeno universal a nivel colectivo.
El nacionalismo
La etnia, una sociedad que se forja una imagen de si misma, y adopta ciertos tipos de comportamientos en relación a otras sociedades.
El nacionalismo alude a principios de acción con miras a la organización política de una población.
El etnocentrismo, al no tener siempre un lazo territorial preciso y al no representar una ideología proclamada como fundamento de un poder político, aparece de manera mucho más fluida e inasequible.
Las semejanzas entre el nacionalismo y el etnocentrismo no son desdeñables. Ambos sirven para delimitar la pertenencia de los individuos al en-grupo.
El 40 no va.
Consumidores y ciudadanos. Canclini. (41)
Introducción. Consumidores del siglo XXI, ciudadanos de XVIII.
Siempre el ejercicio de la ciudadanía estuvo asociado a la capacidad de apropiarse de los bienes y a los modo de usarlos, pero se suponía que esas diferencias estaban niveladas por la igualdad en derechos abstractos que se concretaban al votar, al sentirse representado por un político o un sindicato. Toda pregunta que se hace un ciudadano se responde con el consumo de bienes, es decir que en la política, el marketing es un modo de consumo por lo que el ciudadano le da uso, “como nos parece”.
Lo propio y lo ajeno: una oposición que se desdibuja.
La transformación constante en las tecnologías de producción, en el diseño de los objetos, en la comunicación más extensiva e intensiva entre sociedades vuelve inestables las identidades fijadas en repertorios de bienes exclusivos de una comunicación étnica o nacional. En los siglos XIX y XX, la formación de naciones modernas permitió trascender las visiones aldeanas de campesinos e indígenas, y a su vez evitó que nos disolviéramos en la vasta dispersión del mundo. Las culturas nacionales parecían sistemas razonables para preservar ciertas diferencias, que más o menos coincidían con los espacios de producción y circulación de los bienes.
Los objetos pierden la relación de fidelidad con los territorios originarios. La cultura es un montaje de rasgos que cualquier ciudadano de cualquier país, religión o ideología puede leer y usar. Lo que diferencia a la internacionalización de la globalización es que en el tiempo de internalización de las culturas nacionales se podía no estar contento con lo que se tenía y buscarlo en otra parte. La internalización fue una apertura de las fronteras geográficas de cada sociedad para incorporar bienes materiales y simbolicos de los demás. La globalización supone una interacción funcional de actividades económicas y culturales dispersas, bienes y servicios generados por un sistema con muchos centros en el que importa más la velocidad para recorrer el mundo que las posiciones geográficas desde las cuales se actúa.
Las deciciones políticas y económicas se toman siguiendo las seducciones inmediatas del consumo, el libre comercio sin memoria de sus errores, la importancia atropellada de los últimos modelos que lleva a recaer, una y otra vez, como si cada una fuera la primera, en el endeudamiento y la crisis de la balanza de pagos.
Qué duda cabe.
Los hombres nos relacionamos y construimos significados en sociedad. La política es relación social: el ejercicio de ciudadanía. Ser ciudadano no tiene que ver sólo con los derechos reconocidos por los aparatos estatales q quienes nacieron en un territorio, sino también con las prácticas sociales y culturales que dan sentido de pertenencia y hacen sentir diferentes a quienes poseen la misma lengua, semejantes formas de organizarse y satisfacer sus necesidades.
Los derechos son reconceptualizados “como principios reguladores de las prácticas sociales, definiendo las reglas de las reciprocidades esperadas en la vida en sociedad a través de la atribución mutuamente acordada de las obligaciones y responsabilidades, garantías y prerrogativas de cada uno”. Se concibe los derechos como expresión de un orden estatal y como una “gramática civil”.
Reconcebir la ciudadanía como “estrategia política” sirve para abarcar las practicas emergentes no consagradas por el orden jurídico, el papel de las subjetividades en la renovación de la sociedad, y para entender el lugar relativo de estas prácticas dentro del orden democrático y buscan nuevas formas de legitimidad estructuradas en forma duradera en otro tipo de Estado.
El crecimiento vigoroso de las tecnologías audiovisuales de comunicación lo que volvió patente de qué manera venían cambiando desde el siglo pasado el desarrollo de lo público y el ejercicio de la ciudadanía. La aparición súbita de estos medios pone en evidencia una re-estructuración delas articulaciones entre lo público y lo privado que se aprecia también en el reordenamiento de la vida urbana, la declinación de las naciones como entidades contenedoras de lo social y la reorganización de las funciones de los actores políticos tradicionales.
Una nueva escena sociocultural.
Podemos sintetizar en cinco procesos las modificaciones socioculturales que están ocurriendo en todos estos campos:
a) Pérdida de peso de los organismos locales y nacionales en beneficio de los conglomerados empresariales de alcance transnacional.
b) Reformulación de los patrones de asentamiento y convivencia urbanos. (del barrio a los condominios).
c) Reelaboración de lo propio, debido al predominio de los bienes procedentes de una economía y cultura globalizadas sobre los generados en la ciudad.
d) Redefinición del sentido de pertenencia e identidad. (ejemplo: jóvenes en torno del rock, televidentes que siguen cadenas transmitida por satélites.)
e) Pasaje de un ciudadano representante de una opinión publica a un ciudadano consumidor, interesado en disfrutar de una cierta calidad de vida.
Del pueblo a la sociedad civil:
La formula “sociedad civil” tiene la ventaja, a veces, de diferenciar a sus “voceros” del Estado, pero la variedad de sus representantes, el carácter a menudo antagónico de sus reclamos y la adhesión casi siempre minoritaria que los sustenta reproduce los problemas que había dejado irresueltos la conceptualización de lo popular.
Sociedad civil: “como una señora que entiende muy bien las cosas, sabe lo que quiere y lo que tiene que hacer, es buena y, desde luego, la única adversaria posible de la perversidad estatal. Es tan virtuosa y tiene tanta seguridad en si misma, que da miedo”. La sociedad civil, parece otro concepto totalizador destinado a negar el heterogéneo y desintegrado conjunto de voces que circulan por las naciones.
Reinvención de las políticas.
El proceso que comenzamos a describir como globalización puede resumirse como el pasaje de las identidades modernas a otras que podríamos nombrar, aunque el término sea cada vez más incomodo, como posmodernas. Las identidades modernas eran territoriales y casi siempre monolingüisticas. Las identidades posmodernas son transterritoriales y multilingüisticas.
La clásica definición socio-espacial de identidad, referida a un territorio particular, necesita complementarse con una definición socio-comunicacional.
La cultura nacional no se exige, pero se convierte en una fórmula para designar la continuidad de una memoria histórica inestable, que se va construyendo en interacción con referentes culturales transnacionales.
Cuatro circuitos socioculturales, en los que la transnacionalización y las integraciones regionales operan de modos diferentes:
El histórico-territorial, o sea el conjunto de saberes, hábitos y experiencias organizado a lo largo de varias épocas en relación con territorios étnicos, regionales y nacionales, y que se manifiesta sobre todo en el patrimonio histórico y la cultura popular tradicional.
El de la cultura de elites, constituido por la producción simbólica escrita y visual.
El de la comunicación masiva, dedicado a los grandes espectáculos de entretenimiento. (radio, cine, televisión)
El de los sist. Restringidos de información y comunicación destinados a quienes toman decisiones. (fax, celulares, computadoras.)
Las identidades como espectáculo multimedia.
La identidad es una construcción que se relata. Se establecen acontecimientos fundadores, casi siempre referidos a un territorio, un pueblo.
La radio, y el cine contribuyeron en la primera mitad de este siglo a organizar los relatos de la identidad y el sentido ciudadano en las sociedades nacionales.
Al tener en cuenta los conflictos sociales que acompañan la globalización y los cambios multiculturales, es claro que lo que ocurre con las industrias es bastante más que lo que vemos en los espectáculos de los medios. Parece necesario precisar nuestra afirmación del comienzo: la identidad es una construcción, pero el relato artístico y comunicacional que la constituye se realizan y se transforma en relación con condiciones socio histórico no reducible a la puesta en escena. La identidad es teatro y es política, es actuación y acción.
La familia en desorden-(42)
El patriarca mutilado
La invención freudiana fue objeto de tres interpretaciones diferentes: los libertarios y las feministas que la vieron como un intento de salvamento de la familia patriarcal; los conservadores, como un proyecto de destrucción sexualista de la familia y el Estado; los psicoanalistas, como un modelo psicológico capaz de restaurar un orden familiar normalizador en el cual las figuras del padre y la madre serían determinadas por la primacía de la diferencia sexual. Según este último enfoque, cada varón estaba destinado a convertirse en el rival de su padre, cada mujer, en la competidora de su madre, y todos los hijos, en el producto de una escena primitiva, recuerdo fantasmeado de un coito irrepresentable.
La novela familiar freudiana suponía, en efecto, que el amor y el deseo, el sexo y la pasión, se inscribieran en el núcleo de la institución del matrimonio.
La revolución sentimental de Europa occidental hizo inaceptable la unión de un hombre joven y una mujer mayor porque el propio mecanismo del amor romántico que es de naturaleza edípica: el flechazo significa simplemente enamorarse de la propia madre. La concepción freudiana de la familia lleva a cada hombre a descubrirse poseedor de un inconsciente.
Freud inventa una estructura psíquica del parentesco que inscribe el deseo sexual, la libido o el eros. Diferencia el deseo sexual de las prácticas carnales de la sexualidad, de las cuales se ocupan los sexólogos.
Libido: que significa "deseo" en latín, una energía propia del instinto sexual, manifestación de la pulsión sexual y, por extensión, a la sexualidad humana en general, diferenciada de la genitalidad (orgánica). Eros designa el amor en el sentido griego y la pulsión de vida.
La familia: la tesis del asesinato del padre y la reconciliación de los hijos con la figura de éste, se la juzga necesaria para cualquier forma de rebelión subjetiva: la de los hijos contra los padres, los ciudadanos contra el Estado, los individuos contra la masificación.
Estructura "edípica”: Esta no sólo pretende dar cuenta de la naturaleza inconsciente de las relaciones de odio y amor entre los hombres y las mujeres, entre las madres y los padres, entre los hijos y los padres y entre los hijos y las hijas, sino que re centra el antiguo orden patriarcal, ya deshecho, alrededor de la cuestión del deseo. Sólo la aceptación de la realidad de su deseo por parte del sujeto permite a la vez incluir el Eros en la norma, en concepto de un deseo culpable, y excluirlo de ella cuando se convierte en la expresión de un goce criminal o mortífero.
La erotización de la sexualidad fue a la par con una interiorización, en el psiquismo, de las prohibiciones fundamentales características de las sociedades humanas. Y si el psicoanálisis se basa en la idea de que el deseo es a la vez culpable y necesario al hombre y la sublimación del instinto es la condición de la civilización, ello significa que no favorece ni la represión de la libido ni la creencia en su carácter benéfico. La civilización jamás lograría desatar sin perjuicio los lazos entre el deseo sexual y la procreación.
El verdadero peligro para la cultura no reside en esa disociación, sino en el poder infinito de las crueldades humanas sostenidas por la ciencia y la tecnología.
Represión y exhibición de la sexualidad jamás son excluyentes entre sí. El modelo edípico, que los toma en cuenta sin oponerlos, es en verdad la traducción de una nueva organización de la familia, originada en la propia sociedad civil y basada en tres fenómenos notables: la revolución de la afectividad, que exige cada vez más la asociación del matrimonio burgués al sentimiento amoroso y la expansión de la sexualidad femenina y masculina.
La valorización del matrimonio por amor se tradujo en la elaboración de una moral civilizada, mucho más acentuada en los países puritanos y protestantes que en los católicos.
Para ser útil a la familia industriosa, la libido debía canalizarse, desexualizarse, moderarse e incluso orientarse hacia actividades calificadas de "rentables" como la instrucción o la economía.
Las mujeres se transformarían en hombres, los hombres en mujeres y la madre patria, en un lupanar de invertidos y bisexuales.
Para evitar el Apocalipsis, era preciso entonces controlar la libido dentro de la propia conyugalidad burguesa. Así, a la prohibición del placer fuera del matrimonio, con su resultante abstinencia obligatoria, respondía de manera simétrica la voluntad de luchar, dentro del matrimonio, contra la frigidez de las mujeres y la impotencia de los hombres. Un buen matrimonio civilizado suponía la coacción de una sexualidad normalizada, centrada tanto en el coito como en el orgasmo y la procreación.
El niño era considerado, ante todo, como la cosa de los padres, un objeto totalmente sometido a su voluntad. Por eso había que condenarlo a muerte, como sucedió con Edipo al nacer, cuando amenazaba con poner en peligro a la familia.
El niño apareció para ser amado y educado, y la familia moderna se erigió en célula básica de nuestra sociedad con conciencia de esos deberes de amor y educación y en torno del niño. La pareja se sintió responsable del futuro de éste y "llegó" a planificar los nacimientos.
Freud teorizó ese paso del niño objeto al niño sujeto al mostrar que éste siempre es, para sus padres, una prolongación de sí mismos.
El padre se escindiera en dos polos: productor de semen por un lado, inspirador de una función nominativa por otro. El padre comparte con la madre el poder sobre el hijo. La familia se convierte entonces en "coparental" y comienza a hablarse de "coparentalidad". Cinco años después, con la legalización del aborto ya vigente en muchos países de Europa, las mujeres arrancan a la dominación masculina el control total de la procreación. Familia "nuclear", se apoya en la contracción de la vieja organización patriarcal.
(Durkheim- suicidio) La familia moderna se limita al padre, la madre, los hijos y sus descendientes, así como a los hijos menores y solteros. La familia se encarga de los conflictos privados, actuando así a la vez de respaldo a la individualización de los sujetos. Si ella no asumiera ese papel, el sujeto correría el riesgo de tomarse por su propio fin y suicidarse. Freud consideraba que el análisis de un niño no debía comenzar antes de los cuatro años ni realizarse "en directo”.
La familia se organiza de acuerdo con imagos, un conjunto de representaciones inconscientes marcadas por los polos de lo paterno y lo materno.
Lacan pensaba la familia como un todo orgánico. Estaba convencido de que la antigua soberanía del padre había desaparecido para siempre. La familia debía estar sometida a la mirada crítica de la razón.
La locura y la neurosis, la familia era la peor de las estructuras, con excepción de todas las demás. Las formas de neurosis dominantes a fines del siglo pasado revelaron su íntima dependencia de las condiciones de la familia.
La familia venidera
Cuando los gays y las lesbianas quisieron convertirse en padres, inventaron una cultura de la familia, era la perpetuación del modelo que habían impugnado. Esta cultura contenía en sí misma un gran deseo de normatividad, fue recibida como la peor de las heridas infligidas al orden simbólico.
Como no podían disimular ante los hijos las condiciones biológicas de su engendramiento, los padres homosexuales, a causa de su misma existencia, incitaban a abrir el debate sobre la cuestión de los orígenes.
La invención de la llamada familia “homoparental” corría el riesgo de reavivar el gran terror a una posible borradura de la diferencia sexual que, como se recordara, había surgido a fines del siglo XIX en el momento de la declinación de la antigua autoridad patriarcal. La homosexualidad como la manifestación de un deseo necesariamente “perverso”.
Que un hombre ya no quisiera un acto carnal con una mujer para engendrar y que una mujer ya solo deseara de un hombre su semen para procrear: en eso consistía la trasgresión. Pues los nuevos padres gays y lesbianas no pretendían cuestionar los dos grandes interdictos fundadores de las leyes de parentesco: prohibición del incesto y prohibición de la confusión de las generaciones.
Freud no clasificaba la homosexualidad como tal en la categoría de las prácticas sexuales perversas y distinguía la perversión (estructura psíquica común a ambos sexos) de los actos sexuales perversos llevado a cabo sobre todo por lo hombre y a veces por las mujeres, fueran o no homosexuales.
La homosexualidad: variación de la función sexual provocada por una interrupción del desarrollo sexual.
“uranismo”: la inversión sexual era una anomalía hereditaria cercada a la bisexualidad y que producía un “alma de mujer en un cuerpo de hombre”.
La homosexualidad fue siempre una inversión sexual, es decir, una anomalía psíquica, mental o de naturales constitutiva y, en todo caso, la expresión de un trastorno de la identidad o la personalidad que podía llegar a la psicosis y conducía a menudo al suicidio.
La APA elimino la palabra “perversión” de la terminología psiquiatrita mundial para reemplazarla por el ridículo termino de “parafilia”, que permite disolver la noción misma de homosexualidad.
La homosexualidad se explicaba tan pronto por una “identificación con un pene sádico” como por un “trastorno esquizoide de la personalidad, acompañado o no de una manifestación de defensa contra una paranoia excesiva”.
Los hombres homosexuales- sus padres- eran, a menudo, asimilados a pedófilos. Se publicaron decenas de investigaciones de este tipo. Estas aliviaron las angustias de los homosexuales al mostrarles que eran padres comunes y corrientes como los otros.
Lacan brindo a los homosexuales la posibilidad de ser psicoanalistas. A diferencia de Freud, consideraba la homosexualidad como una perversión en si misma: no una práctica sexual perversa sino la manifestación de un deseo perverso, comun a los dos sexos. En cuanto a la perversión, la transformaba en una estructura universal de la personalidad humana.
El homosexual es una especie de perverso sublime de la civilización forzado a cargar con la identidad infame que le atribuye el discurso normativo.
La perversión en el sentido lacaniano es analizable pero jamás curable, y el amor homosexual es la expresión de una disposición perversa presente en todas las formas de relación amorosa. En lo concerniente al deseo perverso, solo se sostiene en una “captación inagotable del deseo del otro”.
Legendre: el padre y la madre son las imágenes fundadoras de la sociedad, y por lo tanto, de la familia, instituidas por el derecho.
Freud había mostrado la omnipresencia del deseo homosexual como efecto de la bisexualidad psíquica. Instituir la homosexualidad con un status familiar es poner el principio democrático al servicio del fantasma.
Legendre parecía olvidar que los nazis exterminaron a los homosexuales como “representantes de una raza inferior y degenerada”.
Los hijos heredan en el inconciente la infancia de sus padres, el deseo y la historia de estos tanto como una diferencia sexual.
Por temor a decepcionar o no estar a la altura de las esperanzas proyectadas en ellos, fueron muchos los que se odiaron a si mismos y buscaron en el suicidio o el orgullo de existir para otra familia: la de la cultura gay.
La familia contemporánea, horizontal y en “redes”, se comporta bastante bien y asegura correctamente la reproducción de las generaciones. El matrimonio se ha convertido en un modo de conyugalidad afectiva mediante el cual los esposos, que a veces deciden no ser padres, se protegen de las eventuales pérdidas de sus familias respectivas o de los desordenes del mundo externo.
La familia parece en condiciones de convertirse en un lugar de resistencia a la trivialización organiza de la sociedad mundializada. Y sin duda lograra serlo, con la condición de que sepa mantener como un principio fundamental el equilibro entre lo uno y lo múltiple que todo sujeto necesita para constituir su identidad.
La familia venidera debe reinventarse una vez más.
De un horizonte incierto, psicoanálisis y salud mental en la sociedad actual- Emiliano Galende- 43
Subjetividad y cultura: el malestar de la individualización
Cuando los ideales vienen a faltar como objetos de creencia y modelos de legitimación, la demanda de investimento no se desarma, ella toma por objeto la manera de representarlos. Vivimos un mundo y una época en la que las representaciones, han invadido nuestra experiencia cotidiana de la realidad. La realidad se ha soldado a una cierta estética en la que las representaciones. “Las puestas de escena” son la capacidad de montar situaciones, cuya finalidad es mantener oculta otra. Vivimos en una nueva cultura y asistimos a cambios profundos en las formas de trato y vinculo social.
La individualidad actual
No podríamos imaginar a esta sin la existencia de aquel. El lenguaje no podría constituirse y funcionar sin la presencia efectiva y la acción del otro. Como lugar de la primera sublimación requiere de esta presencia del otro para constituir las creencias, las ideas, las significaciones, que organizaran la subjetividad individual en el mismo plano que hace previsible la subjetividad del otro.
El individuo es reconocido, nombrado, está en el habla del otro, antes de advenir a una conciencia de sí. No es sustancia autónoma sino “realidad social”, y esta dependencia del decir del otro es lo que genera la posibilidad de su clasificación en el ordenamiento social como de tal genero, de tal origen, de tal generación. Pero no debiera olvidarse que la primera forma de reconocimiento de la individualidad, de la separación y diferenciación del hombre respecto del grupo, está ligada a la institución social de la propiedad y, a partir de esta, la constitución de una esfera de lo privado.
La propiedad y la privacidad son para el individuo la esfera de su dominio y la condición de su libertad, mientras que lo propio de la comunidad de la esfera pública se constituye como necesidad y limitación de la autonomía de los individuos. Desde siempre se trata de dos esferas de competencia, mutuamente amenazadas: el crecimientos de los valores de la individualidad (propiedad, privacidad, autonomía, libertad), amenaza con la eliminación de la necesidad comunitaria, el desarrollo de lo público (regulaciones sobre los individuos, la propiedad, la solidaridad, las obligaciones con el conjunto, etc.) es vivenciado como ataque a las libertades individuales y al respeto mismo de la individualidad. Su confianza en el mercado es señal de su ideal de lo público reducido a una mera competencia regulada por el conjunto de individuos en igualdad de situación, y síntoma a la vez de la moral que instauro la sociedad moderna al estructurarse por la división del trabajo.
La individualidad no puede pensarse sin su referencia a lo público. Los cambios en una esfera son los cambios de la otra. El éxito del individuo consiste en la pura afirmación personal. La denominada caída de lo público es el individualismo.
El desarrollo del individualismo como valor social y la polarización de la vida entre ámbito público y privado, acompañado por el auge de la valorización del consumo de objetos, fueron llevando a que lo público perdiera fuertemente los rasgos de la solidaridad y la cooperación. Lo público se significa con frecuencia por la pobreza, la necesidad, la violencia, la incapacidad.
La privacidad ha sido un valor central en el sostenimiento de la individualidad burguesa, pero el individualismo moderno ha vuelto más bien sobre la valoración de la propiedad, invirtiendo en muchos casos el concepto de privacidad convertirlo en estandarte público.
Es la conformación de lo social y su funcionamiento lo que posibilita y fija las condiciones de la individualidad. Durkheim, pensaba que la vida psíquica constituía lo insuperable del individuo, valiéndose para esta afirmación del argumento de que la vida psíquica, por muy intensa que sea la vida social, seria siempre singular, propia de cada individuo. Formada por “representaciones, sentimientos y tendencias relacionados con el organismo y con los estados del organismo, es el mundo de las sensaciones internas y externas y de los movimientos que a ellas están directamente ligadas.”
Para Freud la oposición se establece entre dos modalidades del lazo social y el funcionamiento individual: aquella de una individuación lograda en la integración del lazo social y la apropiación de la cultura en la subjetividad singular (“actos psíquicos sociales”), versus la exacerbación narcisista de la diferencia, con fallas del lazo social y perdida de la autonomía individual por una pasión desmentida por el propio yo (“actos psíquicos narcisistas”).
La “cultura subjetiva” (aquella que enriquece a cada individuo, el hombre “culto”), se empobrece, se masifica, se hace puro espectáculo.
Dos figuras definen el funcionamiento de la individualidad (“el puente”, que permite unir dos orillas a la vez que mantenerlas separadas, y “la puerta”, aquello que establece una frontera entre el hombre y su entorno, que permite que sea franqueada en los dos sentidos) están hoy impedidas.
El individuo actual no tiene puentes, no puede mantener diferenciación con lo social, ya que su masificación lo confunde y aliena con el entorno, y su puerta está impedida, ya no articula su espacio interior y lo que está fuera de sí, ya no tiene libertad de abrirla o cerrarla, sufriendo una cerrazón, un aislamiento más fuerte que lo sitúa en relación con una pared divisoria: impedido o indiferente de actuar sobre lo social, se vuelca a una acción creciente sobre sí mismo.
Psicología y sociología definen su objeto para abordarlo con perspectivas propias. Y está claro desde el inicio que el problema de la represión y del inconsciente reprimido no consiste en un problema de la naturaleza sino del ordenamiento simbólico y de los procesos en que se desenvuelven las relaciones entre individuos de una cultura y de una época determinada. Dentro de esta perspectiva resulta útil la construcción de “indicadores clínicos sociales” (el amor).
En el camino de la búsqueda de la felicidad Freud señalaba el amor genital, sexual, en una doble vertiente: permite al individuo la satisfacción del instinto y del deseo a la vez que genera una dependencia penosa del objeto de amor. El amor “sano” situara a esta dependencia en niveles que no alterasen el dominio del placer y la posibilidad de la satisfacción. El amor “patológico”, tan ligado a las formas extremas de la pasión, hace de esta dependencia una expresión simbiótica y alienante por la idealización desmedida del objeto. La ternura, que solo es posible por la existencia de la castración y la conservación de una diferenciación con el otro (el objeto), se opone a la pasión, siempre paranoica o melancólica, que reniega de toda perdida (castración) y resiste la diferencia. La sexualidad se hace adictiva pero disociada del amor. El amor eterno, en otro, empobrece (o desmerece) la sexualidad. Se trata a la vez de un modelo de sensibilidad que constantemente se promueve desde el cine y la televisión. La existencia de determinadas técnicas de fertilización ha posibilitado la reproducción humana por fuera de los circuitos del amor y la sexualidad.
Gestión social perversa de lo genial y del amor, en nombre de las técnicas que invaden todos los registros de la vida, al mismo tiempo que también lo social gestiona la dependencia perversa de objetos adictivos en que los sujetos deteriorados se recluyen: consumo desesperado de objetos, dietas, drogas de todo tipo, viajes, etc.
Las formas clásicas, burguesas, del amor parecen empobrecerse en beneficio de otras formas de uso y consumo de objetos diversos, con “maravillosos” efectos hipnóticos y alucinatorios (algo propio del amor intenso), que aun cuando parecen irracionales tienden a rellenar todo lo que “hace falta” para vivir, creando los deseos que el mismo consumo satisface.
Son isomorfismo (misma estructura) los vínculos sociales con aquellos de la familia, la pareja, la amistad, posibilitando pensar una sociabilidad “en general”. Ese isomorfismo es el amor, al que encontraremos como casamiento de toda relación.
El amor pasional, que siempre y equivocadamente se atribuye al hombre, en un amor desgraciado. La desgracia parte de que se trata de un amor de si, ya que el enamorado ama a la imagen narcisista que la mujer representa como al propio yo. Se trata de una economía psíquica ruinosa, ya que el yo se “despoja” de libido que “entrega” al objeto amado (en esto consiste la entrega amorosa), esperando recuperarla como posesión de aquel. Este narcisismo “triunfa” cuando se hacen presentes sus consecuencias: los sufrimientos de la dependencia extrema, el dolor y la desdicha que el otro “causa”. El poder y la dominación se instalan en la experiencia amorosa. Se goza y se sufre por él. La diferencia se resuelve en beneficio de la identidad. Se trata de una lucha “a muerte” con el otro, al que se intenta suprimir para eliminar una diferencia insoportable. Si el individuo “triunfa” se quedara con su identidad intacta y sin fisuras, solo y aislado, expuesto como nunca a la necesidad imperiosa del otro que se ha hecho imposible.
El amor responde a una homosexualidad fundamental, la misma que está presente en la constitución del lazo social. Toda elección de objeto implica al narcisismo, como todo lazo social implica a la libido homosexual, en un proceso en el cual la diferencia (entre sexos, entre yo- no yo, entre los semejantes) se logra en conflicto con la imposición de la identidad que anhela el narcisismo.
La pareja narcisista es siempre inestable, tiende al desequilibro y la agresividad. Nuestro problema es ver como, sobre la base de este narcisismo fundante del amor y del lazo social, se construye la diferencia que permite la construcción de vínculos de pareja, de amistad, sociales. Para ellos es preciso interrogarse sobre el amor en la constitución del lazo social.
Los “lazos afectivos” forman “la esencia del alma de la masa”. El lazo amoroso y libidinal, el sentimiento, el afecto y la sexualidad. El lazo social esta incluido en la perspectiva Freudiana del pansexualismo (es la capacidad de amar a otra persona independientemente de su género).
Paradojas del narcisismo libidinal y sus fragilidades: estando dirigido a preservar al yo, para cumplir su función está necesitado de investir libidinalmente al otro, invistiéndolo en esta dimensión ideal se deja finalmente sugestionar por amor, sometiéndose a las consiguientes personificaciones de su ideal. No solo la relación de amor sino aun la ligazón en sentido amplio resultan estas atravesadas por relaciones de poder y dominación.
Los creyentes se llaman a si mismo “hermanos”. “No cabe dudar que el enlace que liga a cada individuo con Cristo es también la causa del lado que los une entre si”. En la doble perspectiva de ligar a los individuos entre si por que la puesta en juego de un mismo ideal del yo, y a la vez por que esta ligadura de amor permite neutralizar la agresividad, el amor al jefe parece necesario, no hay amor ni lazo social sin que este presente esta dimensión del poder y la dominación. Esta teoría de la alineación sobre el amor esta escrita desde cierta posición de esclavo es decir, aquella en la que el esclavo cree en el narcisismo del otro, no “desea” ver su propia dimensión narcisistica.
Debe quedar claro que no se trata de “las causas” del malestar en las relaciones cotidianas sino de su síntoma, y que este síntoma nos remite a los que en verdad está sucediendo en la escena social. Síntoma de una forma de lazo social que ha hecho estallar las intimidades constitutivas del amor tierno, la cooperación y la solidaridad, por la vía de las dificultades crecientes de los individuos en la gestión de las cuestiones relativas al poder en la vida social.
La realidad que promueven los medios de comunicación masivos, la realidad en “embellecida” al mismo tiempo que las imágenes la disocian y fragmentan. Embellecida o armada de moro tal que el espectador “acepta” que haya múltiples perceptivas. Es posible observar al mismo tiempo y en un mismo programa modelos de ropa interior que erotizan la fantasía del televidente, publicidad para la lujuria y el confort cotidiano, imágenes de muertes horribles en África o Medio Oriente, mezclados con videos o filmes que aseguran que se trata solo de imágenes.
Otro rasgo frecuente de la actual cultura del amor lo constituyen las parejas adictivas.
En la pareja adictiva el otro “llena” efectivamente la vida, lo cual lo conviene necesariamente en otro amenazante y persecutorio. Pero los estados emocionales de estas parejas no son siempre penosos: las intensidades del sexo, de la comida, de la agresión, se inscriben en un registro de goce extremo. El problema consiste en que el objeto de la pasión adictiva esta investido de un narcisismo extremo, instalado en la fantasía de una posesión absoluta, tiene que prestarse a “lo uso según mi necesidad, lo quiero según mi voluntad”.La tendencia a la conducta hetero y autoagresiva, que no se agota en la difusión del consumo de drogas, la facilidad con la que se destruyen vínculos e identidades, el aumento del suicidio entre los jóvenes, las depresiones severas reactivas, el incremento del consumo de cerveza entre adolescentes y de muchas otras sustancias destinadas al “bienestar”. La competencia desatada y el mandato de “ser uno mismo”, se condensan en la pareja amorosa actual generando nuevos impedimentos.
Ser empresario de si mismo
La política, la salud, la jubilación de los viejos, la escuela y la universidad, adquieren los rasgos de la empresa y se cree ahora que la eficacia de sus funciones y el éxito de sus objetivos dependen de que sean administrados con criterios empresariales.
En un mundo marcado por la incertidumbre y la complejidad, en el que cada individuo es victima de sus propios medios. Se construye un estilo de vida que necesariamente para por la asunción de los riesgos personales, facilitado por una cultura que invita a cada uno de sus ciudadanos a devenir único responsable de si mismo.
Los hombres confiaban en que la solidaridad haría efectiva la igualdad y la justicia. Por ellos se oponían a la figura del empresario que explotaba la desigualdad en su beneficio instaurando el conflicto y la injusticia entre los hombres. Se puede decir que los ideales de una sociedad sin clases y el llamado Estado benefactor, fueron las dos propuestas modernas mas claras para asumir esta contradicción. Pero ambas han caído, de manera parcial y por distintas razones.
Los valores de la autonomía personal y la libertad, han sido desplazados para muchos por la capacidad de competencia. Esto hace que la solidaridad pierda sentido, ya que no puede articularse a una competencia entre individuos para la cual solo vale la búsqueda el éxito personal. Esta claro que no se trata enteramente de una elección personal sino de la fuerza que adquiere lo social en la imposición de valores subjetivos y orientaciones practicas. En estas condiciones “ser uno mismo”, consigna carente de sentido hasta hace no mucho, ha adquirido una fuerza y un consuelo notable. Sobre todo cuando la imagen del individuo pierde toda referencia estable en los otros y debe apuntarla constantemente en los objetos que hacen de emblema de su identidad individuos. Y ser uno mismo no consiste en un acto de libertad que permita elegir una identidad como se eligen los objetos de consumo, ya que en verdad se trata de la imposición de una norma, de una exigencia social en el seno de una tensión constante por la amenaza de exclusión, de una existencia condenada a la nada. Cuando aun hoy se habla de solidaridad, para muchos, embarcados en esta cruzada, se trata de la idea del “espíritu de empresa”, que constituye en la actualidad la comprensión mas frecuente de la única solidaridad que creen posible.
La subjetividad de la competencia generalizada
Los modelos, los conductores televisivos y los deportistas, su profesión es la competencia misma y también muestra un rostro más aceptable para los individuos, dado que sus reglas son justas e igualitarias, la competencia resulta sana porque estimula el desarrollo y la estética misma del deporte. Niños y grandes pasaron a vestirse con ropas deportivas, los partidos de futbol acaparan el rafting de público televisivo.
La ilusión es la de que así todos participamos, ya que la práctica deportiva y este lenguaje del deporte han penetrado profundamente todos los intersticios sociales, ligando a sus valores muchos de los principios de la acción de los individuos. Se trata de una lógica compleja de lo social que se sostiene en la producción de determinada subjetividad que hace de soporte a los desarrollos prácticos. Los individuos no pueden prescindir de estos emblemas que les permiten encontrar un lugar imaginario en los procesos colectivos, ya que necesitan imperiosamente ser “alguien”, es decir, autónomos, participativos, libres.
Consumo y realización personal
La relación de consumo se ha convertido en un valor nuevo, absolutamente independiente de las características de la producción y de las subjetividades.
La uniformidad que muestran los Shopping en todo el mundo, su misma arquitectura, los mismos símbolos, los mismos productos, con una independencia casi absoluta del país y la cultura en que se instalan.
Hasta la familiaridad que impresiona a los viajeros al observar en cualquier lugar del planeta las mismas publicidades, los mismos objetos, las mismas marcas.
El conjunto universal de objetos de la producción técnico-industrial forma hoy parte de nuestra cultura, del mismo modo que identificamos algunas culturas locales por los objetos artesanales que producen.
La nueva nerviosidad moderna
La aventura de la competencia en que ha devenido la vida, junto a la desprotección institucional de los menos aptos ha generado nuevos modos de sufrimiento subjetivo, muchos de ellos englobados en la idea de depresión, crisis ansiosas, pánico o inseguridad. Sabemos que estamos asistiendo a un consumo masivo de psicotrópicos para aliviar estos malestares surgidos del peso de una presión psíquica inédita y de una crisis identitaria.
Los liberales, eufóricos con la implantación de las políticas de mercado, trataron durante años de mostrarnos el progreso humano que implicaría la imposición de los valores de la empresa privada, (todos seamos empresario de nosotros mismos).
En la prensa de todo el mundo ha comenzado a alertarse sobre la semejanza del consumo masivo de psicodrogas y las otras adicciones más tradicionales. Tranquilizantes, ansiolíticos, hipnóticos, psicoestimulantes, antidepresivos, son repetidamente menciónales en el cine, la literatura, la prensa o la televisión, mostrándonos que su consumo por los individuos, muchos de ellos modelos de identificación colectiva, es ya un dato aceptado de la realidad actual.
El hombre ha recurrido a ciertas drogas para evadirse de la realidad, sobre todo cuando esta resulta dolorosa.
Los modelos sociales dominantes de los empresarios, los modelos, los deportistas, los artistas, lo muestran a diario: recurren a las drogas (no solo a la cocaína, sino también a los psicofármacos) para sostener sus vidas “exitosas”, de verdaderos triunfadores sociales.
“Droga milagrosa”, se piensa que es capaz de atenuar ya no solo las depresiones manifiestas sino también los síntomas del decaimiento, la falta de energía, la desgana, la tristeza matinal o nocturna, el desinterés por la vida. Lo cierto es que “construye” un imaginario nuevo. El contexto social facilita la construcción de estos imaginarios nuevos. Esto se expresa en la angustia constante de ser sobrepasado por el “progreso” técnico-científico que deja caducos los conocimientos y las prácticas adquiridas, y amenaza con el desempleo.
El estrés se acrecienta en las empresas afectando especialmente al personal subalterno. Agotamiento corporal, fatiga, mal humor, trastornos corporales funcionales en su conjunto semejan a las depresiones ansiosas. Esta nerviosidad moderna y este consumo exorbitante de psicofármacos hablan de las formas del lazo social en una sociedad que es crecientemente una sociedad de individuos aislados, de una exigencia social que empuja a cada uno de los individuos a construir su propia libertad, a asumir por si mismo los riesgos de la vida. El triunfo de los psicofármacos y de algunas drogas como la cocaína es un indicador sociocultural de un nuevo imaginario y una nueva pasión social: ser “uno mismo” y la vez “no ser más que eso”.
El nuevo terror a la exclusión social
Las formas actuales de la participación social dependen crecientemente del éxito individual. Esto ha generado un cambio en el imaginario social que actual como facilitador del repliegue sobre si mismo. Ejemplos: el dirigente sindical, la primera mitad del siglo representaba los intereses corporativos, los intereses generales del país.
Las ideas de Nación, Pueblo, que aseguran la ciudadanía, el reconocimiento identitario y la cohesión social, han ido cediendo paso a una sociabilidad basada mas en determinados rasgos particulares (de origen, de raza, de genero, pero ahora también de otros rasgos novedosos, como es alcoholistas, punks, villeros, etc.). Estos colectivos nuevos permiten a los individuos sentirse reconocidos por el grupo. Sin duda son pacificadores de lo social, como lo son los psicofármacos de los que hablamos para el individuo.
Se organizan al modo de bandas para sumir y actuar desde cierta marginalidad social, estos nuevos colectivos sociales, son la expresión mas clara del abandono social de los valores de la igualdad y la solidaridad. Se trata en muchos casos de neocomunidades, o comunidades construidas artificialmente, reactivas o defensivas, dominadas por el terror de la exclusión social. La verdadera oposición que se está construyendo es la de un individualismo exacerbado y de nuevas formas neocomunitarias.
Situación que ignoran aquellos que, apresurados por “entrar en el primer mundo”, creen que se trata solo de los supuestos beneficios económicos sin considerar el conjunto de situaciones que esas sociedad están padeciendo.
El problema de la integración social y la nueva categoría de la expulsión social se producen a partir del abandono de los valores universales de la igualdad social. Abandonada la pretensión de igualdad de los ciudadanos, se plantean los problemas de la inserción social y la marginalidad, pero ahora no como los datos sociales que era necesario resolver con la igual sino como los problemas de gestionar la producción de estos nuevos excluidos sociales.
Jean- Pierre Vernant: “la ciudad define al grupo de quienes la componen situándolos en un mismo plano horizontal. Cualquiera que no tenga acceso a este plano queda fuera de la ciudad, fuera de la sociedad, en ultima instancia, fuera de la humanidad, como el esclavo”. El individuo solo es ciudadano si forma parte de la vida social de la ciudad, con sus derechos y obligaciones. De lo contrario, solo podrá ser considerado como un habitante o poblador.
Más allá de las significaciones sociales y los derechos que implica la ciudadanía, esta articula para el sujeto la experiencia de ser individuo, de poder enunciar en nombre propio (sujeto) y vivencia un yo en el reconocimiento con los otros. La perdida de ciudadanía, el individuo pierde junto a ella el sostén de su individualidad. Que no podríamos hablas de exclusión social, marginalidad y pérdida de ciudadanía, sin tenes en cuenta el correlato de sus efectos reales sobre la subjetividad.
La inserción social, debe diferenciarse de la integración social. Pone en juego problemas mas amplios: de orden psicológico, sociológico, del derecho, de la economía, de la política, ya que la integración supone la intención de restituir a quien esta marginado de los derechos globales una ciudadanía plena. Muchas de las políticas sociales de inserción social se limitan a modificar el rostro de la marginalidad, que suele ocultar la inexistencia de una verdadera política de integración social.
Estas políticas de la inserción social del enfermo mental son bastante semejantes a aquellas de los colonizadores: se trata de insertar en las normas de la sociedad a aquellos que no son aun ciudadanos.
“ingenieros sociales” se ocupan de reparar el tejido social dañado, reinsertando adicto, ex enfermos, discapacitados, desempleados, etc. El terror de la exclusión se ha instalado entre nosotros, algunos han mejorado sus negocios y sus performances por ellos, la mayoría esta expectante sobre su futuro cercano. El intelectual critico que reflexionaba sobre las realidades de la época fue cediendo lugar al “experto”, quien domina un saber especifico mas adaptado a los requerimientos del desarrollo técnico de la producción. El experto se fue rodeando de los valores de la cultura actual: pragmático, realista, capaz de poner en el centro de sus decisiones las cuestiones económicas, se mantiene al margen de las ideologías y de la política. En la actualidad su presencia resulta imprescindible. La administración de tratamientos corporales de todo tipo, en los conflictos de la soledad y diversas terapias individuales. La ideología del experto ha invadido de un modo muy particular las actuales demandas de psicoterapia.
Todos somos jóvenes: el borramiento de las diferencias
La cultura actual exige de los individuos competitivos, por lo tanto es preciso “estar en forma”.
Esta exigencia cultural de estar en forma ha provocado un cierto estallido de las identidades personales.
Respecto de las diferencias de género, los iconos de identidad, gestualidad, formas de vestimenta, arreglo personal y comportamiento social se hacen más comunes a ambos sexos, e indiferenciados. El modelo hegemónico es el de ser joven.
La infancia actual parece acortarse, los niños en periodo de latencia y los púberes toman los modos y costumbres de los jóvenes a los que tienen como modelos de identificación.
La adolescencia comienza así mas temprano respecto de la edad cronológica que se asignaba. A los doce o trece años los niños parecen ya ser adolescentes en sus costumbres, sus modos de relacionarse, sus consumos, sus vestimentas, sus hábitos sociales. Claro que también esta adolescencia resulta más prolongada, algunos hasta los treinta años conservan sus hábitos y vínculos al modo de los adolescentes, en gran parte favorecidos por continuar siendo mantenidos por sus padres.
Los que ya han pasado los treinta, y los cuarenta, realizan esfuerzos y sacrificio para mantenerse jóvenes: gimnasios, dietas especiales para mantener el cuerpo en las formas juveniles, vestimenta, y arreglos similares a los modelos publicitarios de juventud, la tentación constante de la pareja más joven.
El borramiento de las tres oposiciones: “De clase”, ya que los jóvenes se parecen entre si y atenúan el conflicto de sus desigualdades. “De generación”, las diferencias respecto del saber y la experiencia practica, se paso a una idealización del joven por sus cualidades de flexibilidad, eficacia, rapidez, movilidad, requerimientos todos que centran en él la oferta de empleo, el éxito y el valor social. “De genero” va imponiendo la edad al cuerpo sexuado tomando la figura del joven como modelo un tanto hibrido.
La amenaza de la exclusión social constituye un determinante muy fuerte de la ansiedad y la angustia con la que muchos individuos se aferran a estos modelos de juventud.
Los jóvenes resultan la expresión misma de una sociabilidad pacificada, cuyos gestos o actitudes entre bandas o grupos rivales, perdido el sentido de una transformación global de lo existente.
Se trata sin duda de una forma nueva de vinculo y encuentro, en el que hombre y mujeres buscan relacionarse con otros del mismo genero o del opuesto, pero, según creo, caracterizado por esta tensión entre el repliegue sobre si mismo y la necesidad del otro. De allí esta suerte de movimiento browniano de los cuerpos, en el cual es difícil diferenciar cuanto esta dirigido a una seducción erótica del otro y cuanto a un placer de la imagen corporal de si mismos. También en la sociabilidad de estos lugares se muestra un condensado de rasgos culturales dominantes.
La identidad social se construye así más en relación con los imaginarios que promueven la televisión, el cine y las revistas, que con las experiencias interpersonales de los conjuntos sociales.
Un nuevo espacio para una nueva sociabilidad
Algunos lo han denominado “populismo estético”, vinculando a cierta dominancia cultural en la que, perdida la cultura de elite, se da lugar a su degradación por el consumo masivo.
Este populismo estético es concordante con lo que en el plano de la cultura se ha denominado “sociedad de consumo”, “sociedad de los medios masivos”, “sociedad de informática”.
Todos son ahora verdaderos objetos estéticos, en ellos se vuelcan los esfuerzos de creación y de innovación constantes.
Sus objetos pierden los sentidos de profundidad histórica y permanencia que tenían en la modernidad clásica, para asumir lo propio de la velocidad de producción, del consumo y la renovación.
Bajo esta dominante cultural se insiste en que la vida social actual esta dominada por lo sincrónico, y los que insistimos en la referencia al sentido y a la historia sufrimos la ilusión de una diacronía que ha sido abandonada, como estilo estético y como actitud del pensamiento.
Como el abandono de las categorías del tiempo que dominaron toda la modernidad, suplantadas ahora por categorías de espacio, lleva en definitiva a un dominio del narcisismo en los individuos y de la pulsión de muerte en lo social.
Este giro hacia el dominio del espacio y la superficialidad acompañada a una subjetividad más volcada a la intensidad de la experiencia emocional y afectiva en desmedro de las cualidades históricas y el sentido. Los cual se hace presente en los modos concretos de relacionarse las personas entre si. Los modos de organización del espacio actual (los Shopping), forman parte de una modalidad de encuentro acotado y pasajero, no ritualizado sino funcionalizando para la experiencia parcial y anónima que allí se realiza.
“El hiperespacio moderno”, la masa que concurre en anónima y el espacio se organiza como transparencia, todo es interior y exterior a la vez, la singularidad histórica del lugar tradicional se reemplaza por una suerte de totalidad, son espacios que reúnen, y lo intentan siempre, al conjunto de lugares sociales.
Estos lugares se muestran ajenos e indiferentes a cualquier condicionamiento por el entorno, funcionando como verdaderas ciudades artificiales autónomas, dado que se trata de espacios anónimos que no sostienen ninguna identidad social, mas que la que provee el consumo, estos lugares tienden a borrar o ignorar las identidades sociales de clase, pobreza, origen, raza, etc.
Si bien son los rasgos característicos de los Shopping, son también las formas dominantes de contracción actual de los espacios públicos, como los hoteles, los hospitales.
El individuo transita estos lugares como parte de su sociabilidad actual, encuentros para el consumo ampliado, las sensaciones impactantes de lo nuevo, la ilusión de “estar” insertado en la cultura y la sociedad real.
Así como otros, bajo la nostalgia de lo perdido, tratan de volver a la “naturaleza”, de crearse otros modos de vida fuera de la velocidad de las ciudades actuales, de recrear idealmente viejas sociabilidades de aldea en contextos que ya no les pertenecen.
Los individuos acceden a la cultura o permanecen fuera de ella. La cultura actual ya no puede diferenciarse de la totalidad social, de la que ha perdido, toda autonomía. Todo se tornado cultural.
Ya no quedan espacios que puedan ser habitados sin presencia y este domino de la imagen.
¿No es la figura de una persona concentrada mirando una pantalla la imagen dominante de esta cultura?.
Las viscitudes de la identidad
Las identidades que se producen en esta nueva cultura reniegan de la perdida y del apego, se referencia en objetos del consumo, en su posesión y renovación constante, lo cual produce una ilusión de identidad, ya que estas posesiones solo pueden recubrir al Yo de una débil mascara, como las joyas, la ropa, los objetos para el confort, la presencia en los lugares del consumo.
Al perderse no dejan nada al individuo, solo lo devuelven a un vacío que debe llenar nuevamente, ya que este yo solo tiene la experiencia de estar “provisto” o “desprovisto”, sin duele ni identificación.
Lo cierto es que esto que se llama mercado nos obliga a todos a una redefinición de lo social mismo. La subjetividad que ha producido y lo sostiene es la de la competencia. Todos los individuos se preparan para mantenerse competitivos, como modo casi único de inserción social y bajo el terror de la caída y la exclusión. Esta individualidad busca definir su identidad por el consumo de objetos.
En este nuevo contexto se ha ido gestando lo que llamamos un neoindividualismo y un comunitarismo particular. Individualismo que estableció una nueva valoración del individuo liviano, superficial, móvil y flexible, autónomo e independiente, capaz de proveerse a si mismo las necesidades de la existencia y que puede realizarse por la sola acción personal.
Y un comunitarismo que genera nuevas formas de pertenencia y participación en la comunidad sobre la base de esta exclusión social: sectas, grupos de inmigrantes.
Sectores de excluidos de las relaciones simbólicas como las comunidades de autoayuda y autodefensa.
Tanto el individualismo como estas formas nuevas de comunidad facilitan una pacificación aparente de la sociedad. Permiten paliar la desintegración social o al menos renegar de sus efectos reales.
Y tanto el individualismo como estas comunidades son construcciones sociales para sobrevivir en un tiempo de desintegración social. No dejan por ellos de plantear nuevas tensiones y nuevos conflictos, y obligan sin duda a pensar como será su coexistencia con una sociedad que aun declara proponerse la construcción de la democracia.
Las “Ciencias Sociales” o “Ciencias de la Cultura”, tuvieron un tiempo histórico breve, y su aparición efectiva dentro de los últimos cien años.
Surgimiento de un nuevo campo de hechos, que comienza a ser estudiado científicamente, depende del desarrollo de la sociedad.
En el siglo XIX, cuando la Revolución Industrial está consolidada, se produce un doble movimiento: el proletariado en expansión se expresa en la ideología socialista (con el análisis científico de Marx, que tendrá una influencia decisiva sobre las demás ciencias sociales, durante el siglo XX). Culminación del desarrollo de los conocimientos humanos, así nacen nuevas ramas de las ciencias del hombre y de la sociedad.
Estas ciencias aparecen como el conocimiento de la vida social del Hombre. Por oposición a la ideología Marxista que afirmaba la necesidad transformadora de la sociedad. La ideología Marxista exigía sustituir la religión y la filosofía por un análisis científico, mientras que la ideología positivista de la burguesía buscaba reemplazarlas por la práctica de la ciencia a cargo de las elites académicas en formación.
La Revolución Industrial llevó al primer plano del interés al estudio científico de la naturaleza y la vida social.
Este movimiento tuvo su desarrollo empírico (positivo) y racional.
Un enemigo de la ciencia: El sentido común. Son creencias ideológicas, difundido por toda la sociedad, tienen la evidencia absoluta e indiscutible. Producido por grupos intelectuales.
“La lucha contra las ciertos prejuicios del sentido común y contra algunas concepciones de la metafísica irracionalista configuraría una segunda ruptura, necesaria para la constitución de una ciencia de los social”.
El nacimiento
Siglo XX: Nacen la antropología, la sociología y la lingüística moderna.
La antropología nace por la expansión del colonialismo.
El iluminismo del siglo XVIII había descripto, a través de Rousseau la imagen del salvaje dotado del ejercicio espontáneo de la razón natural y el buen sentido.
El primitivo es un hombre sumido en irracionalidad mágica e incapaz de razonamiento lógico: es distinto del hombre “blanco, occidental y adulto”.
El capitalismo industrial se encuentra en la cúspide del progreso humano, se apoyo en las ideas evolucionistas.
El origen de las especies en 1859 (Spencer): La sociología estudiara la adaptación del hombre en su medio ambiente.
“Comunidad”, totalidad orgánica, está basada en las relaciones de confraternidad y parentesco, y predomina en ella el derecho familia. La fuente básica de riqueza es la Tierra.
“Sociedad”, colectividad asentada en la razón y el contrato. Es la sociedad capitalista.
Freud muestra como mecanismos psicológicos e “irracionales” se alojan en el inconsciente de los miembros de la sociedad industrial.
Lo “personal” era importante para el funcionamiento de las facultades sensoriales del hombre. Se realizaron experimentos sobre el “tiempo de reacción”.
Conducta, inconsciente, racionalidad: la complejidad de la acción humana.
Freud: Los síntomas histéricos estaban vinculados con hecho de la vida pasada de los pacientes, hechos que seguían obrando en el presente sin que los sujetos los advirtieran. Comenzaba a sospechar el importante papel de la sexualidad en las experiencias pasadas. El método hipnótico que Freud y Breuer comenzaron a usar para facilitar el recuerdo en los pacientes, eliminaba los síntomas pero aparecían otros. Esto llego a Freud a desarrollar el método de asociación libre, que sus pacientes ejercitaban acostados en un diván. Freud comenzó a comprender la importancia de los sueños para interpretar los conflictos del sujeto y empezó a trabajar con ese material. Aun en las conductas corrientes de la vida diaria, es posible descubrir los efectos de los deseos reprimidos. En los años que siguen Freud elabora su teoría de la sexualidad y de las etapas de la evolución sexual del individuo. La energía básica de la vida psíquica sufre alteraciones y está sometida a represiones a medida que el sujeto se incorpora a la vida social, no es otra que el impulso sexual. Estos dos aspectos (el inconsciente y el papel de la sexualidad, en particular la teoría del complejo de Edipo), fueron los que mayor impacto produjeron en las dos primeras décadas del siglo, esquematizados en el modelo del ello (libido o energía sexual), el superyó (componente que conyuga las normas morales que la sociedad inculca al individuo y que ejerce la represión) y el yo, instancia intermedia de la personalidad, que busca la adaptación a la realidad tratando de equilibrar la dinámica entre impulsos y represión.
Las instituciones son elementos centrales de la sociedad ya que tienen por función satisfacer nuestras necesidades.
Las ciencias sociales han comenzado a advertir la complejidad de la conducta humana, conducta que expresa motivos inconscientes: acción lógica, acción no-lógica. Weber se ocupa de esta complejidad y elabora una tipología de clases de acción, distingue la acción racional, la acción tradicional y la acción efectiva. Estos distintos tipos de acción pueden combinarse de maneras particulares en la sociedad.
Surgimiento del capitalismo: Ciertos hombres comenzaron a actuar de manera racional y definirán con el tiempo las reglas del juego económico que generara el capitalismo.
Freud- Conferencias de introducción al psicoanálisis (2)
El psicoanálisis es una modalidad de tratamiento médico de pacientes neuróticos.
1) ¿Cuáles son las dificultades de instrucción que plantea el Psicoanálisis? ¿En que difiere su enseñanza de la enseñanza de la medicina?
Medicina
Psicoanálisis
Ver. (si un musculo esta contracturado, etc.)
Escuchar (Explorar los síntomas), Por medio de las palabras.
Puede observar un tercero
No puede haber un tercero, es entre en medico, quien escucha y el paciente , quien con palabras describe su estado.
2) ¿Qué criticas le realiza Freud a las Psicologías (experimental y descriptiva) y a la Psiquiatría?
Según Freud son capaces de decirles algo útil a cerca de la relación entre lo corporal y lo anímico o de ponerle al alcance de la mano las claves para la comprensión de una perturbación posible en las funciones anímicas.
3) ¿Cuáles son los postulados centrales del Psicoanálisis que chocan uno contra un psíquico intelectual y otro con un psíquico estético normal?
La primera de esas afirmaciones ingratas del psicoanálisis dice que los procesos anímicos son en sí y por si, inconscientes, y los procesos consientes son apenas actos singulares y partes de la vida anímica total.
Estamos habituados a identificar lo psíquico, lo consiente. A la conciencia la consideramos directamente el carácter definitorio de lo psíquico, y a la psicología, la doctrina de los contenidos de la conciencia.
(Lo anímico es lo consiente)
4) ¿A qué se refiere Freud cuando dice que la cultura se ha creado a expensas de la satisfacción personal?
La cultura fue creada a expensas de la satisfacción personal, y en buena parte es recreada siempre de nuevo en la medida en que los individuos que van ingresando en la comunidad de los hombres repiten, en favor del todo, ese sacrificio de satisfacción personal.
Levi-Strauss- Las tres fuentes de reflexión etnológica (4)
1) ¿Cuál es el objeto de estudio de la etnología?
La etnología tiene por objeto de estudio al hombre y en principio solo se distingue de las demás ciencias humanas por lo acusadamente alejado, en espacio y tiempo, de las normas de vida, pensamiento y actividad humana que trata de describir y analizar.
La etnología aparece como la forma reciente del humanismo.
Las sociedades que de las que se ocupa el etnólogo, difieren de las estudiadas por las humanidades clásicas u orientales, en que en su mayor parte no conocen la escritura.
Fiel a la tradición humanista.
El etnólogo, (observador del campo), se identifica con el grupo cuya manera de vivir comparte.
La originalidad de la etnología reside en el hecho de que siendo una ciencia humana no puede permitir que se le aísle de las ciencias naturales y sociales.
2) ¿Cuál es la influencia más importante que recibe la etnológica? ¿Por qué?
La influencia más importante es el descubrimiento del nuevo mundo. Porque el descubrimiento del mundo forzó el enfrentamiento de dos humanidades, sin duda hermanas, pero no por ello menos extrañas desde el punto de vista de sus normas de vida material y espiritual.
3) ¿Qué suceso provocan la segunda reflexión etnológica? Descríbanlos y justifiquen su importancia.
El segundo impulso que debías experimentar las preocupaciones etnológicas proceda a la reacción política e ideológica que sigue inmediatamente a la Revolución Francesas y a las ruinas dejadas por las conquistas napoleónicas.
En lo que va del siglo XVI al siglo XVIII, el ejemplo suministrado por los pueblos indígenas había alimentado la crítica social de dos modos diversos: la coexistencia de formas sociales profundamente heterogéneas, planteada la cuestión de su reciproca relatividad y permitía poner en duda a cada una de ellas. La mayor simplicidad de las sociedades salvajes y primitivas suministraba un punto de partida concreto para una teoría a cerca del progreso indefinido de la humanidad.
El inicio del siglo XIX sorprende a la sociedad europea tradicional en un estado de profunda desintegración: El orden social del antiguo régimen ha sido definitivamente sacudido y la reciente revolución industrial transforma los marcos de la vida económica. Se ve desorden en todas las partes, se pretende definir el destino del hombre en función de un pasado transfigurado por la nostalgia del orden antiguo.
4) Explique por qué la teoría evolucionista de Darwin es considerada “Unos de los acontecimientos más decisivos de la historia científica del siglo XIX
La teoría de Darwin es uno de los acontecimientos más importantes porque tuvo otra teoría en cuento a la evolución de los humanos, al origen de las especies. Esto provoco una revolución que significo la integración de todas las corrientes de pensamientos anteriores.
Los argonautas del pacifico occidental. Malinowski. (5)
El método en etnografía.
(Se utiliza para recoger material, el cual sus resultados deben presentarse de forma absolutamente limpia y sincera.)
Una fuente etnográfica tiene valor científico incuestionable siempre que podamos hacer una clara distinción entre lo que son los resultados de la observación y las exposiciones e interpretaciones del indígena y, por otra parte, las deducciones del autor basadas en su sentido común y capacidad de penetración psicológica.
El etnógrafo es su propio cronista e historiador; sus fuentes son de fácil accesibilidad pero también resultan sumamente evasivas y complejas, ya que no radican tanto en documentos de tipo estable, materiales, como el comportamiento y los recursos de seres vivientes. En etnografía hay una enorme distancia entre el material bruto de la información y la exposición final y teorizada de los resultados. El etnógrafo tiene que salvar esta distancia a lo largo de los laboriosos años que distan entre el día que puso por primera vez el pie en una playa indígena e hizo la primera tentativa por entrar en contacto con los nativos, y en el momento en que escribe la última versión de sus resultados.
El trabajo de campo.
Malinowsky es quien aporta el método específico de investigación a la antropología. El trabajo de campo es la salida al campo de investigación, el establecimiento en el lugar de los hechos a estudiar, el trabajo de campo implica entrar en contacto con el objeto de estudio y la meta es poder observar e interactuar bien de cerca con éste. Las guías de acceso para lograr esta meta tienen que ver con una serie de reglas de sentido común y principios científicos demostrados:
- el estudioso debe albergar propósitos estrictamente científicos y conocer las normas y criterios de la etnografía moderna.
- debe colocarse en buenas condiciones para su trabajo, los más importante de todo, vivir entre los indígenas, que su vida en el poblado tenga un curso más natural.
- tiene que utilizar cierto número de métodos precisos en orden a recoger, manejar y establecer sus pruebas.
El etnógrafo tiene que tender redes en el lugar adecuado, esperar a ver lo que cae y debe ser un cazador activo, conducir la pieza a la trampa y perseguirla a sus más inaccesibles guaridas. El etnógrafo debe dar un esquema claro y coherente de la estructura social y destacar las leyes y normas que todo fenómeno cultural conlleva. Debe determinarse el esqueleto de la vida tribal, exige la obligación de hacer un estudio completo de los fenómenos. Tiene que dominar la seriedad y el rigor, en toda su integridad y bajo todas sus facetas el foco de interés de la investigación debe ser la cultura tribal. La estructura, la ley y el orden se aúnan en un conjunto coherente.
Métodos activos de investigación.
El etnógrafo no sólo tiene que tender las redes en el lugar adecuado y esperar lo que cae. Debe ser un cazador activo, conducir la pieza a la trampa y perseguirla a sus más accesibles guaridas. Y esto nos conduce a los métodos más activos para la búsqueda de documentación etnográfica: el etnógrafo tiene que inspirarse en los últimos resultados de los estudios científicos, en sus principios y en sus objetivos.
El concepto de animismo ha remplazado al de fetichismo o culto demoniaco. El investigador de campo se orienta a partir de la teoría. Se puede ser pensador teórico e investigador al mismo tiempo, en cuyo caso uno puede buscar en si mismo los estímulos. Pero estas 2 funciones son diferentes y de hecho se ejercen por separado en las investigaciones reales, tanto en el tiempo como en la condiciones de trabajo.
El etnógrafo que se proponga estudiar solo religión, o bien tecnología, u organización social, por separado, delimita, el campo de su investigación de forma artificial, y eso le supondrá una serie de desventajas en el trabajo.
La estructura tribal y la anatomía de su cultura.
El etnógrafo debe construir la anatomía de su cultura y describir la estructura de la sociedad. Toda tradición tribal, toda la estructura de la sociedad esta incrustada en el más escurridizo de los materiales: el ser humano.
El tratamiento científico se diferencia del que solo es el de sentido común, primero, en que el estudioso completara mucho mas el trabajo y extremara la minuciosidad con procedimientos sistemáticos y metodológicos; y segundo, en que la mentalidad científicamente preparada dirigirá la investigación a través de líneas relevantes y hacia objetivos que tengan importancia real. El objeto de la preparación científica es proveer al investigador empírico de una especie de mapa mental que le permitirá orientarse y seguir su camino.
Un etnógrafo que pretende inspirar confianza debe exponer clara y concisamente, en forma tabularizada, cuáles han sido sus observaciones directas y cuales las informaciones indirectas que sostienen su descripción.
En resumen.
La meta del trabajo etnográfico de campo debe alcanzarse a través de 3 vías:
1. La organización de la tribu y la anatomía de su cultura debe recogerse en un esquema preciso y claro. El método de documentación concreta estadística es el medio que permite construir tal esquema.
2. Dentro de este entramado hay que insertar los imponderables de la vida real y el tipo de comportamiento. Estos datos se consiguen gracias a la observación minuciosa y detallada en forma de una especie de diario etnográfico posible a partir de un estrecho contacto con la vida indígena.
3. Una colección de informes, narraciones características, expresiones típicas, datos del folklore y formulas mágicas. Se agrupan en un corpus inscriptionum. Exponente de la mentalidad indígena.
La meta final es llegar a captar el punto de vista del indígena, su posición ante la vida, comprender su visión de su mundo. Tenemos que estudiar al hombre y debemos estudiarlo en lo que más íntimamente le concierne, es decir, en aquello que le une a la vida.
La interpretación de las culturas- Geertz (6)
El impacto del concepto de cultura en el concepto de hombre
El nacimiento de un concepto científico de cultura equivalía a la demolición de la concepción de la naturaleza humana que dominaba durante la ilustración y su reemplazo por una visión complicada. El intento de clasificarla, de reconstruir una explicación de lo que el hombre es, acompaño desde entonces todo pensamiento científico sobre la cultura.
La naturaleza humana es inmutable.
No existe un hombre, a quien la cultura y las costumbres no lo modifiquen.
Es difícil trazar una línea entre lo que es natural, universal y constante en el hombre, y lo que es convencional, local y variable, trazarla seria falsear la situación humana.
El hombre es un compuesto en varios “niveles”, cada uno de los cuales se superpone a los que están debajo y sustenta a los que están arriba.
Para analizar al hombre debe sacar capa por capa. Si se quitan las formas de la cultura encuentra las regularidades funcionales y estructurales de la organizaciones social, si se quitan estas, encuentra los factores psicológicos subyacentes (las necesidades básicas), si se quitan estas, encuentra los fundamentos biológicos (anatómicos, fisiológicos, neurológicos).
Lo que el hombre realmente era en el nivel cultural: se pondría naturalmente de manifiesto y nos diría con su propio derecho lo que realmente era el hombre. El hombre era puro razonador cuando se lo despojaba de sus costumbres culturales.
La vida cultural del hombre está dividida en dos:
Independientemente de los movimientos internos
Emanación de esos movimientos mismos.
Falsos universales: El matrimonio, el comercio, etc. Lo contrario al el hecho de que en todas partes la gente se acople y genere hijos, el hecho de que tenga cierto sentido de lo mío y de lo tuyo y se proteja de una u otra manera de la lluvia y del sol, que no son hechos falsos.
“La moral es un principio universal, como la belleza y algún criterio de verdad”
El nivel social para persistir necesita que sus miembros se reproduzcan y que produzcan bienes y servicios, como la familia y el comercio. En el plano psicológico se recurre a las instituciones educativas. En el plano biológico al metabolismo y la salud. En el plano cultural, hábitos alimenticios y procedimientos de cura.
El hombre en todas partes tiene alguna clase de religión. Cualquier cosa una persona este inclinado a hacer, es digno de respeto de otros.
Lo importante en la ciencia es que se puedan revelar los permanentes procesos naturales que están en la base de dichos fenómenos.
Lo que necesitamos es buscar relaciones sistemáticas entre dicho fenómenos. Y para hacerlo, debemos reemplazar la concepción “estratigráfica” de las relaciones que guardan entre si los varios aspectos de la existencia humana por una concepción sintética, una concepción en la cual factores biológicos, psicológicos, sociológicos y culturales puedan trataste como variables dentro de sistemas unitarios de análisis.
Se trata de integra diferentes tipos de teorías y concepciones de manera tal que uno pueda formular proposiciones significativas que abarque conclusiones ahora confinadas en campos de estudio separados.
Para llegar así a una imagen más exacta del hombre, dos ideas: 1. La cultura se comprende mejor no como complejos de esquemas concretos de conducta (costumbres, tradiciones, conjuntos de hábitos), como ha ocurrido en general hasta ahora, si no como una serie de mecanismos de control (planes, reglas), que gobiernan la conducta. 2. el hombre es precisamente el animal que mas depende de esos mecanismos de control estratégicos, que están fuera de su piel, de esos programas culturales para ordenar su conducta.
El pensar consiste en poner significación a la experiencia.
Lo que esta innato en el hombre son sus facultades de respuesta. Si el hombre no estaría dirigido por estructurales culturales, la conducta del hombre seria ingobernable, sería un caos de actos sin finalidad y estallidos de emociones.
El surgimiento del homo sapiens: 1. Superposición interactiva. 2. El mayor cambio biológico se produjo en el sistema nervioso, en especial el cerebro. 3. El hombre es un animal incompleto, pero tiene la capacidad de aprender.
El hombre llego a ser capaz de transmitir conocimientos, creencias, leyes, reglas morales, costumbres, etc., mediante el aprendizaje, luego de eso, todo lo demás quedo en manos de la cultura.
Homo: compleja y ordenada secuencia de cambios
Evolución del homo sapiens: Pre-sapiens (hace 4 millones de años) con la aparición de los australopitecos y culmino con el surgimiento del sapiens mismo (hace doscientos mil años).
“sin cultura no hay hombres”
Vivimos en una “brecha de información”. Entre lo que nuestro cuerpo nos dice y lo que tenemos que saber para funcionar hay un vacío que debemos llenar nosotros mismo, y lo llenamos con información (o desinformación) suministrada de la cultura.
Nuestra capacidad de hablar es innata, nuestra capacidad de hablar ingles por ejemplo, es cultural.
Antropología estructural. Levi- Strauss. (7)
¿Qué objeto tiene el canto que acompaña a la cura shamánica de los indios cuna? ¿Qué describe el relato?
El objeto del canto es ayudar en un parto difícil. Es de un empleo relativamente excepcional, porque las mujeres indígenas de la América Central y del Sur dan a luz más fácilmente que las de las sociedades occidentales. La intervención del shamán es, pues, rara y se produce en caso de dificultades, a requerimiento de la partera. El canto se inicia con una descripción de la confusión de esta última, describe su visita al shamán, la partida de éste hacia la choza de la parturienta, su llegada, sus preparativos, consistentes en fumigaciones de granos dé cacao quemados, invocaciones y la confección de imágenes sagradas o nuchu. Estás imágenes, esculpidas en materiales prescritos que les otorgan eficacia, representan los espíritus shamán convierte en sus asistentes y cuyo grupo encabeza conduciéndolos hasta la mansión de Muu, la potencia responsable de la formación del feto.
¿Qué es un shamán (nele)?
Los médicos indígenas se dividen en nele, inatuledi y absogedi (estas últimas funciones se refieren a un conocimiento de los cantos y remedios, adquirido por el estudio y verificado en los exámenes). El talento del nele es considerado innato y consiste en una clarividencia que descubre inmediatamente la causa de la enfermedad, es decir, el lugar cuyas fuerzas vitales, especiales o generales, han sido secuestradas por los malos espíritus. Porque el nele (Shamán) puede movilizar a estos malos espíritus y hacerlos sus protectores o sus asistentes. Se trata, entonces, de un shamán, aun cuando su intervención en el parto no ofrezca todos los caracteres que acompañan habitualmente a esta función. Y los nuchu, espíritus protectores que ante el llamado del shamán acuden a encarnarse en las estatuillas que éste ha esculpido, reciben de él, junto con la invisibilidad y la clarividencia, los niga, «vitalidad», «resistencia» que los convierte en nelegan (plural de nele), es decir, «para el servicio de los hombres», «seres a imagen de los hombres», pero dotados de poderes excepcionales.
¿En qué consiste el tipo de una shamánistica?
Las curas shamanísticas corresponde a tres tipos, que por otra parte no se excluyen mutuamente: o bien el órgano o el miembro enfermo es sometido a una manipulación física o a una succión, que tiene por objeto extraer la causa de la enfermedad, generalmente una espina, un cristal, una pluma, que se hace aparecer en el momento oportuno (América tropical, Australia, Alaska); o bien, como entre los araucanos, la cura se concentra en un combate simulado, librado primero en la choza y luego a cielo abierto, contra los espíritus perjudiciales; o bien —como por ejemplo entre los navajos—-, el oficiante pronuncia encantamientos y prescribe operaciones (colocación del enfermo sobre distintas partes de una pintura trazada sobre el suelo con arenas y pólenes coloreados), que no tienen relación directa perceptible con la perturbación especial que se trata de curar.
¿Qué busca la técnica del relato?
La técnica del relato busca, pues, restituir una experiencia real; el mito se limita a sustituir a los protagonistas. Estos penetran en el orificio natural, y puede imaginarse que, tras toda esta preparación psicológica, la enferma los siente efectivamente penetrar. No sólo ésta los siente; ellos «despejan» —para sí mismos, sin duda, y para encontrar el camino que buscan, pero también para ella, para hacerle «clara» y accesible al pensamiento consciente la sede de sensaciones inefables y dolorosas— el camino que se disponen a recorrer.
Los nelegan colocan una buena visión en la enferma, los nelegan abren ojos luminosos en la enferma...
Y esta «visión iluminante», para parafrasear una fórmula del texto, les permite detallar un itinerario complicado, verdadera anatomía mítica que corresponde menos a la estructura real de los órganos genitales que a una suerte de geografía afectiva, que identifica cada punto de resistencia y cada dolor.
¿Qué proporciona el Shamán a la enfermedad para producir la cura desbloqueo fisiológico?
La cura consistiría, pues, en volver pensable una situación dada al comienzo en términos afectivos, y hacer aceptables para el espíritu los dolores que el cuerpo se rehúsa a tolerar. Que la mitología del shamán no corresponde a una realidad objetiva carece de importancia: la enferma cree en esa realidad, y es miembro de una sociedad que también cree en ella. Los espíritus protectores y los espíritus malignos, los monstruos sobrenaturales y los animales mágicos forman parte de un sistema coherente que funda la concepción indígena del universo. La enferma los acepta o, mejor, ella jamás los ha puesto en duda. Lo que no acepta son dolores incoherentes y arbitrarios que, ellos sí, constituyen un elemento extraño a su sistema, pero que gracias al mito el shamán va a colocar de nuevo en un conjunto donde todo tiene sustentación.
Pero la enferma, al comprender, hace algo más que resignarse: se cura. Y sin embargo nada semejante se produce en nuestros enfermos, cuando se les ha explicado la causa de sus desórdenes invocando secreciones, microbios o virus. La relación entre microbio y enfermedad es exterior al espíritu del paciente, es de causa a efecto, mientras que la relación entre monstruo y enfermedad es interior a su espíritu, consciente o inconsciente: es una relación de símbolo a cosa simbolizada o, para emplear el vocabulario de los lingüistas, de significante ha significado. El shamán proporciona a la enferma un lenguaje en el cual se pueden expresar inmediatamente estados infortunados e informulables de otro modo. Y es el paso a esta expresión verbal (que permite, al mismo tiempo, vivir bajo una forma ordenada e inteligible una experiencia actual que, sin ello, sería anárquica e inefable) lo que provoca el desbloqueo del proceso fisiológico, es decir la reorganización, en un sentido favorable, de la secuencia cuyo desarrollo sufre la enferma.
¿Cuáles son las semejanzas y diferencias que establece el autor entre la cura shamánica y la cura psicoanalítica?
La cura shamanística parece ser un equivalente exacto de la cura psicoanalítica, pero con una inversión de todos los términos. Ambas buscan provocar una experiencia, y ambas lo consiguen reconstruyendo un mito que el enfermo debe vivir o revivir. Pero, en un caso, se trata de un mito individual que el enfermo elabora con ayuda de elementos extraídos de su pasado; en el otro, de un mito social, que en el enfermo recibe del exterior y que no corresponde a un estado personal antiguo. Para preparar la abreacción, que se convierte entonces en una «adreacción», el psicoanalista escucha, mientras que el shamán habla. Mejor aún: cuando las transferencias se organizan, el enfermo hace hablar al psicoanalista atribuyéndole supuestos sentimientos e intenciones; por el contrario, en el encantamiento, el shamán habla por su enferma. La interroga y pone en su boca réplicas correspondientes a la interpretación de su estado con la cual ella debe compenetrarse.
La cura shamanística y la cura psicoanalítica se tornarían rigurosamente semejantes; se trataría en cada caso de inducir una transformación orgánica, consistente, en esencia, en una reorganización estructural, haciendo que el enfermo viva intensamente un mito —ya recibido, ya producido— y cuya estructura sería, en el plano del psiquismo inconsciente, análoga a aquella cuya formación se quiere obtener en el nivel del cuerpo. La eficacia simbólica consistiría precisamente en esta «propiedad in- ductora» que poseerían, unas con respecto a otras, ciertas estructuras formalmente homologas capaces de constituirse, con materiales diferentes en diferentes niveles del ser vivo: procesos orgánicos, psiquismo inconsciente, pensamiento reflexivo.
Una dificultad del psicoanálisis. Freud. (8)
Una dificultad afectiva: algo por el cual el psicoanálisis se enajena los sentimientos del receptor disuadiéndolo de prestarle interés o creencia.
Teoría de la libido: El psicoanálisis se ocupa de esclarecer y eliminar las perturbaciones llamadas neuróticas. Para resolver este problema se debía hallar un punto de abordaje, y se resolvió buscarlo en la vida pulsional del alma. Por eso unos supuestos sobre la vida pulsional del ser humano se convirtieron en la base de nuestra concepción de las neurosis.
La concepción popular divide entre hambre y amor como subrogantes de las pulsiones: de las que pujan por conservar al individuo y de las que aspiran a su reproducción.
Adhiriendo a esa sugerente separación, distinguimos en el psicoanálisis entre las pulsiones de autoconservación o yoicas y las pulsiones sexuales, y llamamos libido a la fuerza con las que la pulsión sexual emerge en la vida anímica, por analogía con la que son el hambre, la voluntad de poder, etc. Respecto de las pulsiones yoicas.
Para entender la neurosis, las pulsiones sexuales son las de mayor valor; las neurosis constituyen por así decir las enfermedades específicas de la pulsión sexual. Llegamos a saber que la cantidad de la libido y de la posibilidad de satisfacerla y descargarla mediante esas satisfacción depende que un ser humano contraiga o no una neurosis; contrae la enfermedad es comandada por la manera en que el individuo a transitado la vía de desarrollo de la función sexual, por las fijaciones que su libido ha experimentado en el curso de su desarrollo.
1) ¿Que es la libido para el psicoanálisis?
Llamamos libido a la “apetencia sexual” a la fuerza con que la pulsión sexual emerge en la vida anímica, por analogía por lo que son el hambre, la voluntad de poder, etc. respecto de las pulsiones yoicas. Lo importante es que podamos ir y volver de ella.
Pulsión: La sexualidad humana no tiene un objeto dado de antemano, no hay nada instintivo.
Instinto (animales): Esquema de comportamiento heredado de un animal que no varía uno u otro.
Sexo: diferencia sexual anatómica, no es genético.
Pulsión yoica: voluntad del poder, El yo también es objeto de la libido
Narcisismo: El yo es el objeto de amor que recae en la libido. No nos permite relacionarnos con los otros.
2) ¿Qué es el narcisismo?
Se llama narcisismo al estado en que el yo retiene junto a si a la libido.
3) ¿Cuáles son, según Freud, las tres heridas narcisistas que ha recibido el amor propio de la humanidad de parte de la investigación científica?
Tres heridas:
A) La cosmológica: Decían que el sol giraba alrededor de la tierra y que la tierra era el centro del universo.
B) La biológica: El niño no siente diferencia alguna entre su propio ser y el del animal, no le asombra que los animales piensen y hablen en los cuentos. Solo de adulto de enajena del animal hasta el punto de insultar a los seres humanas con el nombre de un animal
C) La psicológica: El hombre se siento soberano en su propia alma. Examina sus propias mociones y acciones. La conciencia se desarrolla dentro de la fabrica anímica. Esa alma es una jerarquía de instancias superiores y subordinadas, una maraña de impulsos que esfuerzan su ejecución independientemente unos de otros, de acuerdo con la multiplicidad de pulsiones y de vínculos con el mundo exterior, entre los cuales muchos son opuestos e inconciliables entre sí.
Lecciones de introducción al psicoanálisis- Oscar Masotta (9)
El psicoanálisis tiene que ver con la manera en que vamos descubriendo el inconsciente.
Los pacientes tenían experiencias de las que no guardaban conciencia. La hipnosis mostraba la existencia de cosas que no estaban en la conciencia y que tenían efectos sobre el comportamiento y la vida despierta de los sujetos.
En la relación con el hipnotizador, le paciente podía productor y suprimir síntomas, la idea de la existencia de dos niveles del psiquismo, la idea de la histeria tenía que ver con cosas sexuales.
Histeria viene de “útero”, por eso pensaban que solo las mujeres eran histéricas, pero es también enfermedad de hombres. La histeria depende de acontecimientos encerrados por el pasado.
La sexualidad no tiene nada que ver con el Saber de todos los días. El psicoanálisis es no-Sexología.
Cuando se reprime es porque no se quiere sabes nada de algo que exige ser reconocido, y es que no hay saber unido al sexo.
Freud entiende por “objeto” a la persona de la tendencia, a la persona a la que se dirige la exigencia sexual. La sexualidad existe desde que nacemos.
La sexualidad en la vida adulta, el sujeto buscara un objeto y la realización de un acto, el acto sexual.
A los 5 años, el niño ya tiene determinada su estructura sexual.
La relación que une al sujeto a sus objetos sexuales no es tan fuerte, el objeto es lo que más puede variar, lo que el sujeto mas puede cambiar.
Pulsión: la labilidad de eso que la liga al objeto. No hay una relación de determinación de la pulsión a su objeto. La pulsión no tiene objeto dado, natural.
Lo que el sujeto reprime, es que tratándose de cosas sexuales, tiene que arreglárselas solo. Ni la pulsión le facilita la determinación del objeto, ni hay saber del objeto que la pulsión podría determinar.
La sexualidad del adulto tiene que ver con ciertas maneras que tiene el niño de referirte a sus primeros objetos. Etapas: una manera oral (cuyo modelos corporal es la relación del sujeto con el seno materno), una manera anal (la relación narcisista del sujeto infantil con sus propios excrementos), etapa genital (la que sigue el periodo de latencia y en la que la estructura del sujeto quedo acogida en los moldes de la masculinidad o la feminidad) etc.
La noción de “frustración” conduce a la idea de que el objeto de la privación es real y oscurece por lo mismo el postulado freudiano de que la exigencia pulsional no tiene objeto, que no lo tiene determinado, que al menos no los tiene de entrada. La teoría del desarrollo de la libido pudo conducir al desvío de un cierto empirismo, a una concepción deificada del objeto.
La necesidad (biológica) y la demanda (cuyo fundamento es la demanda de amor). Es necesario además introducir el deseo.
Lo patógeno residía en algo ocurrido en el pasado, que ese pasado tenía que ver con la sexualidad infantil (Complejo de Edipo), Freud insiste en la idea de trauma: una seducción del niño por un adulto ha sido el acontecimiento real que ha originado la neurosis. A partir de tal teoría intenta distinguir la neurosis obsesiva- de la histeria.
Freud ha descubierto que los pacientes mentían, que las escenas sexuales relatadas sobre la primera infancia no habían en verdad ocurrido. Eran fantasía, esas escenas sexuales no ocurrieron en realidad, pero sin embargo aparecen en el relato del paciente, no indico sino que las escenas han sido fantaseadas.
Protofantasia: Estructura fantasmatica refería a una escena de seducción del niño por un adulto.
Protofantasia de escena primaria: la visión (no interesa en principio real o no) del coito parental. Psicoanaliticamente hablando: algo perturba al sujeto infantil, un motivo profundo de disgusto y miedo. Freud otorga estatuto a la protofancia de castración.
El temor a la retaliación paterna si se cumpliera el deseo de acostarse con la madre (protofantasia de castración), la idea de separar a la pareja de los padres, unión insoportable que merma la importancia del sujeto para su madre (protofantasia de escena originaria), la idea de una relación con un adulto (protofantasia de seducción que apunta en verdad a los padres como objetos sexuales)
Complejo de Edipo: La ligación amorosa del niño con el padre del sexo opuesto y la hostilidad contra el padre del mismo sexo. Pero dejando de lado que Freud hablara también de un Edipo invertido, homosexual, y también la bisexualidad (la presión simultanea de la heterosexualidad)
El Falo no es el pene, es la “premisa universal del pene”. La creencia de que todo el mundo tiene pene. Pero solo es un órgano genital masculino.
La castración es la consecuencia inmediata del falo. El sujeto infantil ha partido de que sola hay pene, que únicamente existe el genital masculino, y cuando con el tiempo descubre que hay dos sexos, que anatómicamente hay seres que carecen de pene, surge entonces el complejo de castración. El varón se siente “amenazado” en su genial. El lo tiene, pero podría perderlo. La mujer anhela tener, lo “envida”. Envida de castración y amenaza de castración: nombran el caso de la mujer y el varón en el interior de esa estructura.
El complejo de castración es la envidia del pene, en la mujer.
Lins Ribeiro, G- Descotidianizar, extrañamiento y conciencia practica. Un ensayo sobre perspectiva antropológica. (10)
1) ¿Cómo ve el autor la ecuación individuo- sociedad?
Individuo-sociedad donde las partes se constituyen mutuamente.
Ninguna persona existe a no ser socialmente.
2) ¿Qué elementos configuran esa relación?
La relación individuo-sociedad esta mediatizada no solamente por trayectorias especificas de desarrollo de personalidades, que califican individuos como agentes competentes, sino también por coyunturas históricas concretas, que crean los limites y posibilidades de resolución de impases cotidianos o estructurales, tanto respecto de la manutención de un determinado orden cuando de su cambio gradual radical.
3) ¿Extrañamiento de la realidad, que es y donde se lo ubica?
El extrañamiento de la realidad es un de los puntos que fundamente la perspectiva del antropólogo. Tratase de un elemento cualitativo que diferenciaría en el trabajo etnográfico, y a partir de este en la construcción de objeto- la mirada del antropólogo. Al no participar como nativo en las prácticas sociales de las poblaciones que estudia, el antropólogo existencialmente experimenta el extrañamiento una unidad contradictoria por ser al mismo tiempo aproximación y distanciamiento.
4) ¿Cómo seria entonces el abordaje de la perspectiva antropológica?
La perspectiva antropológica se basaría en una tensión existente entre el antropólogo como miembro, aunque especial, de un sistema social y cognitivo, intentando transformar el exótico en familiar.
5) ¿Explique la formula nosotros-ellos?
Nosotros significa el antropólogo y todo lo que le es familia como miembro de una sociedad, y ellos son los actores sociales que estudia lo exótico. Al estudiar su propia sociedad el antropólogo busca realizar la operación inversa, convertir lo familia en exótico, por principio y por racionalización metodológica, una posición de extrañamiento.
6) ¿Conciencia practica- fetiche de la mercancía, a que refieren ambas?
Conciencia practica y fetiche de la mercancía apuntan a la existencia de dimensiones de la realidad social que escapan a la percepción discursiva de los individuos, pero que, no obstante, son fundamentales para la relación social.
Conciencia práctica implica que los agentes sociales se ubican en su cotidianidad, en contextos en donde distintas fuentes de información dejan de ser monitoreadas activamente por el cuerpo, ya que sus existencias entran en el desarrollo de las acciones de los actores como supuesto, como dados. Es fuente básica de la reproducción de la vida social.
Unidad 2.
Freud- Notas sobre el concepto inconsciente en Psicoanálisis 11
1) ¿Qué diferencias existen entre una representación consiente y otra inconsciente en sentido descriptivo?
Consiente: a la representación que está presente en nuestra conciencia y en la que nosotros nos percatamos.
Inconsciente: Es de la que nosotros no nos percatamos, a pesar de lo cual estamos dispuestos a admitir su existencia sobre la base de otros indicios y pruebas.
2) ¿Cómo pueden clasificarse las representaciones no consientes o latentes desde el punto de vista dinámico?
Preconscientes: Llegan a la conciencia de forma latente.
Inconscientes: No llegan a la conciencia por que son reprimidas.
3) ¿Por qué los pensamientos inconscientes (en sentido propio o restringido) son excluidos de la conciencia?
Por el estimulo para actuar es la orden del médico. No fue acogida en la conciencia la idea de la acción; permaneció inconsciente y por eso fue al mismo tiempo eficiente e inconsciente.
4) ¿Con que argumentos rebate Freud la crítica de que el Psicoanálisis traslada a la psicología normal conclusiones que provienen del estudio de fenómenos patológicos como por ejemplo, la afirmación de la existencia de procesos psíquicos inconscientes?
Oscila entre dos diversos complejos psíquicos que alternativamente devienen consientes e inconscientes. Ciertas perturbaciones de función que les suceden con muchísima frecuencia a los sanos, por ejemplo, lapsus linguae, errores de memoria y de lenguaje,, olvido de nombres.
5) ¿Cuál es el tercer sentido (Tópico o sistemático) que Freud de la al termino inconsciente?
Hemos hallado un preconsciente eficiente, que sin duda pasa a la conciencia, y un inconsciente eficiente, que permanece inconsciente y parece estar cortado de la conciencia.
Psicopatológica de la vida cotidiana- Freud (12)
El olvido de nombres propios
No solos se produce un olvido, sino un recuerdo falso. En el empeño por recuperar un nombre así, que a uno se le va de la memoria, acuden a la conciencia otros “nombres sustitutivos”, y esto, aunque discernidos enseguida como incorrectos, una y otra vez tornan a imponerse con gran tenacidad. El proceso destina a reproducir el nombre que se busca se ha desplazado, llevando de tal suerte hasta un sustituto incorrecto. Pues bien, mi premisa es que tal desplazamiento no es dejado al libre albedrío psíquico, sino que obedece a unas vías calculables y ajustadas a la ley.
Lo que olvido queda reprimido.
Las condiciones que los psicólogos suponen para la reproducción y el olvido, pesquisables, en ciertas relaciones y predisposiciones, no son contradichas por el esclarecimiento que antecede. Simplemente, para ciertos casos, agregamos un motivo a todos los factores admitidos de tiempo atrás, capaces de producir un olvido, y por otra parte aclaramos el mecanismo del recordar fallido. Ellas creen la posibilidad de que el elemento reprimido se apodere por vía asociativa del nombre buscado y lo arrastre consigo a la represión.
Olvido de palabras extranjeras
Para analizar la palabra sustituta, Freud le dijo que haga una asociación libre (no es tan libre), hay una sobre determinación en la producción de sentido en el lenguaje.
El texo 13 es el mismo q el 7.
Una introducción a Lacan (14)
El sujeto
La teoría de conocimiento parte de la presuposición del sujeto y el objeto, en tanto no construidos, sino dados.
El conocimiento aparece definido por una relación de hecho entre el objeto y el sujeto. El sujeto quiere conocer, el objeto quiere ser conocido. El sujeto solo es sujeto para el objeto y el objeto solo es objeto para el sujeto. Y esto es así por que la relación sujeto-objeto preexiste, no aparece construida sino descripta.
El plante desde el sujeto es salir de si e ir en busca del objeto, el objeto es arrastrado hacia el sujeto.
Lo que queda en el sujeto es lo que se llama la representación.
El problema fundamental en la teoría del conocimiento es la cuestión de verdad.
La representación es lo que hay del objeto en el sujeto, El lo que el sujeto puede representarse del objeto. La coincidencia entre la representación y el objeto es la verdad, luego la verdad aparece definida como adecuación representación- objeto, el objeto mismo no puede ser reputado como verdadero o falso.
La verdad es un buen encuentro entre el sujeto y el objeto mediado por una representación.
Una vez alcanzado el fin el objeto no se conserva hasta tanto no resurja la necesidad. El instinto produce en el organismo una representación imaginaria, queremos decir una imagen del objeto. Lo que se advierte es que para el animal no se plantea la cuestión de la verdad, es decir, no finge.
En las perversiones se pueden plantear desviaciones respecto del objeto y el fin considerándolas normales.
La representación mediaba entre el sujeto y el objeto: si el acento cae sobre el objeto se despliega una teoría realista, si cae sobre el sujeto la teoría es nominalista. La posición realista consiste en la identificación de la representación con el referente, de manera tal que el signo queda conceptualizado como el nombre de la cosa.
El nominalismo acentúa la representación con relación al sujeto. El acto de representar significa constituir un significado para el sujeto de manera tal que el signo se transforme en opaco respecto a la cosa. Ahora aparece una reflexión sobre la estructura de los signos, cosa que en el realismo no existía. El nominalismo considera a la representación como dependiente del sujeto e independiente de la cosa.
El signo
Saussure define lengua como una parte del lenguaje, la parte social exterior al individuo que solo existe gracias a una convención. Llama habla al acto individual, a lo que la gente dice, de hecho precede de la lengua.
Signo: concepción entre el concepto y la imagen acústica. Significado y significante. Un signo no coincide necesariamente con una palabra. El signo tiene una relación negativa y diferencial con los otros signos.
El significante y la letra, el algoritmo.
El lenguaje representaba, según los realistas, o no representaba, según los nominalistas, los objetos.
Saussure hablaba de significación en términos de relaciones positiva entre significado y significante y relación negativa entre signos. Lacan hablara de significancia en términos de articulación entre significantes que producirán efectos de significado.
Hablar es producir equívocos, cadenas significantes que implican necesariamente el malentendido.
El sujeto y el significante. Grafo 1
Estos grafos intentan ubicar en su nivelación la estructura mas ampliamente practica de los datos de nuestra experiencia.
Primer grafo: Introduce “la relación del sujeto con el significante reducida a lo observable del hecho lingüístico”.
El otro
El otro es alteridad radical. El otro es quien sanciona el mensaje. Es el lugar donde el decir es leído y sancionado como dicho. Es el tesoro del significante y las reglas de su empleo. Implica que el habla esta dirigida a otro, “el inconciente es el discurso del otro”, el verdadero sujeto de la palabra es el inconciente.
Lecciones de introducción al psicoanálisis- Masotta (15)
Los olvidos, los lapsus, los actos fallidos (son cortocircuitos del discurso por donde se filtra el deseo inconciente), no obedecen sino a la necesidad de ocultar un deseo, y será por este desvío del deseo que las fallas de la palabra se relacionan con la sexualidad.
Con las palabras que el sujeto puede decir lo que casualmente no quiere en absoluto decir.
El significante tiene no solo que ver con aquello que el inconsciente es capaz de producir, los síntomas, los actos fallidos, los sueños, etc., sino que aun con la delimitación misma del campo en que se lleva a cabo la practica psicoanalítica.
Significante: la medida en que la palabra puede remitir a mas de una significación.
Palabra: el sonido, lo que llega a la oreja.
El chiste esta hecho con palabras, Freud ve en este deslizamiento del significado el modelo de toda formación que llamamos síntoma.
“El sujeto no sabe lo que dice o no dice lo que quiere decir, o cuneado dice lo que quiere decir no sabe lo que esta diciendo. No sabe que esta diciendo algo que tiene que ver con la verdad en el momento mismo que se equivoca con las palabras, en el momento en que, y sin dejar de decir, no dice lo que quiere”.
Mediante esos fallidos el sujeto puede decir lo que no quiere decir. Se señalan entonces cuatro puntos fundamentales en torno a esos fallidos: 1. que tienen sentido, 2. que tienen que ver con el deseo, 3. que tienen que ver con un movimiento de ocultamiento, 4. que tiene que ver con la manera de aparición del deseo en la palabra. En cuento a los sueños, la formula freudiana es fundamental: los sueños son una realización de deseos.
Cuando el paciente busca la garantía demanda Saber sobre su deseo, intenta estabilizar ciertos lugares de si mismo que la gente llama intimidad y que tienen que ver con el goce y el sexo. En psicoanálisis la garantía es lo que el paciente no podrá no pedir, y en este sentido tal pedido pertenece al campo de la transferencia.
Para que el análisis funcione hay que entender que ocurre en la trasferencia, el criterio de verificación es que la relación analítica funcione, que marche hacia delante, que se abra una historia, que el sujeto en cuestión pueda andar en la dirección de su deseo.
El análisis no le pide al paciente que sea serio en su decir, Sino al revés, que sea errático, que asocie libremente en fin.
El descubrimiento fundamental de Freud consiste en haber denunciado que la enfermedad es goce, goce masoquistico (autocastigo del histérico en el síntoma somático de conversación). Pero en el discurso del poder, en la lógica del poder, este goce del otro queda ocultad. Prohibido y ocultado. Razón por la cual tanta gente ama a los amos. Pero además, el psicoanalista no prohíbe el goce. Pretende dejarle hablar devolverle a la palabra, dejar que se muestre, en la experiencia analítica misma, su origen, su estructura, las condiciones de su formación. Por lo demás el psicoanalista deja al goce sobre la tierra.
En la relación analítica quien emite el mensaje es el Receptor, al que Lacan llama Otro, y que no es Dios. Los mensajes que nosotros emitimos son para la teoría psicoanalítica Mensajes que se emiten en nosotros y que se originaron en Otro lado.
En el psicoanálisis lo que esta en juego es algo que tiene que ver con el deseo inconsciente, algo entonces que tiene que ver con la verdad del sujeto es lo que esta en juego. No lo que el sujeto cree de si, su opinión, sino lo que estructura su opinión.
Lenguaje, subjetividad y cultura (16)
Hegel: El hombre era un animal enfermo
Schopenauer: animal metafórico
Cassier el hombre era un ser simbólico.
Geertz: Todos los humanos somos animales incompletos que nos completamos a través de la cultura. Considera al hombre como un animal inserto en tramas de significaciones que el mismo ha tejido: la cultura.
Kluckhohn: los seres humanos son expresión de la cultura.
Los estudios de la evolución biológica humana se hicieron después de la cultura, el cuerpo y el cerebro se creo un sistema de retroalimentación positiva en la cual cada parte fue modelando el progreso de la otra (Concepción sintética).
Un sujeto se constituye como tal en relación a la historia que es elaborada solo por medio del lenguaje.
La oralidad y la escritura
La modalidad oral es natural, la escrita es un invento del hombre que se aprende.
El lenguaje y el sujeto para el psicoanálisis
La enfermedad mental comenzaba a ser despejada desde la palabra.
El tratamiento psicoanalítico no soporta terceros oyentes, estas comunicaciones tocan lo mas intimo de su vida anímica, todo lo que el como persona socialmente autónoma tiene que oculta a los otros y todo lo que como personalidad unitaria no quiere confesarse a si mismo.
El lenguaje recorta, nombre lo Real, no lo hace transparente, siempre lo dirá a medias. Lo Real como tal es inapreciable ya que constituye el dominio de lo que persiste fuera de la simbolización del sujeto. Al no existir ninguna medida común entre lo dicho y lo vivido siempre nos faltaran palabras para nombrar lo que nos pasa.
“El olvido esta lleno de memoria”, la verdad reprimida puede volverse a encontrar.
El lenguaje y a cultura global actuales
Propone pensar al lenguaje como una de las manifestaciones de Eros (pulsión de vida), ya que patentiza nuestra capacidad para invertir la libido en palabras, las que a su ver nos relacionan con los otros y con nosotros mismo. El fin de Eros es la ligazón, la unión.
Se contrapone a Tanatos (pulsión de muerte) que tiende a la disolución de los lazos y se manifiesta como una fuerza agresiva o destructiva que puede recaer sobre las relaciones con los demás o sobre el propio sujeto.
El lenguaje representa al Eros y el Eros el logro del encuentro en la comunicación verbal y el sustento racional mas profundo de la vida.
El chiste: la más social de las formaciones del inconsciente (17)
Principales características del chiste como formación del inconciente:
Se trata de una formación de compromiso donde el deseo se realiza transaccionalmente teniendo en cuenta el principio de placer y el de la realidad.
“Provoca alteraciones tales en el juego de las fuerza psíquicas que el retorno de lo reprimido, que de otro modo produciría displacer y puede una vez resultar placentero… en el chiste la represión es levantada”.
“El chiste es un juicio que juega”.
Libertad equivale a chiste.
El chiste es un juego de ideas.
“La brevedad es el cuerpo y el alma del chiste”.
“Obtiene sentido en el sinsentido” (disparate).
Es un producto discursivo.
Implica un juego de palabras (polisemia).
Si no hay risa no hay chiste.
El chiste se produce por desborde del código.
La condición necesaria para que haga chiste está en el montaje del mismo.
El sueño es el cumplimiento de un deseo reprimido. El síntoma es el cumplimiento del deseo del pensamiento represor. Un síntoma se genera allí donde el pensamiento reprimido y el represor puede conjugarse en el cumplimiento de un deseo.
El chiste es la más social de las operaciones anímicas que tienen por meta una ganancia de placer., constituye un proceso totalmente asocial.
Freud ubica al chiste del dalo de lo lúdico, como una actividad anima placentera, total mente distanciada del síntoma, en donde el deseo se satinase solo a costa de pagar por ello un algo precio: inhibiciones, constricciones, alienaciones y otras diferentes alteraciones del yo.
El efecto chistoso reside en la técnica basada en el montaje de su expresión verbal. Técnica del significante en la que Freud despeja una estructura análoga a los mecanismos inconcientes de condensación y desplazamiento. Su efecto se desdibuja al ser traducido.
Condensación: La formación sustitutiva consiste en producir una palabra mixta, que no estaba antes en el código, y que produce un efecto de sentido nuevo, o efecto de metáfora. Dos tipos:
* Condensación con formación de una palabra mixta (troncomovil)
* Condensación con modificación leve: El sustituto de lo sofocado es un pequeño cambio en la expresión (hago uso pero no abusai).
Desplazamiento: son el alto grado independiente de la expresión literal. No dependen de las palabras sino del desvío de una ilación de pensamiento, el acento psíquico se desliza a un tema diverso del comenzado.
“La chanza sirve al exclusivo propósito de producir placer. El chiste persigue además otro propósito, promover l pensado por medio de una magnificación y asegurarlo contra la critica.
Todo chiste es una forma de entredicho, un modo disfrazado o indirecto de decir lo que no se puede o no conviene decir con todas las letras”.
Chisten inocentes: La ganancia de placer esta dada por el aligeramiento de la critica intelectual que no libera del esfuerzo psíquico que implica seguir con un hijo de pensamiento, usar las palabras en serio.
Chistes tendenciosos: Además del aligeramiento de la crítica intelectual se produce un plus de placer por el levantamiento de la represión y la cancelación de inhibiciones.
* Obscenos: abarca toda la gama de “Chistes verdes”. Lo asexual deja de ser indecente cuando se reviste con la condición formal de chistes y emerge valiéndose de alusiones.
* Agresivos: denigrar a nuestros enemigos.
* Críticos o cínicos: recaen sobre instituciones, personas encumbradas o representaciones de las mismas, estatutos de la moral o del religión, visiones de la vida que gozan de prestigio tal que solo puede vetarse con el chiste.
* Escépticos: son aquellos que atacan la certeza misma del conocimiento.
CHISTE
CÓMICO
HUMOR
No pone en juego la mirada.
Pone en juego la mirada, se descubren personas, se personifican (imitación, disfraz, etcétera)
Implica tres personas: la que cuenta el chiste, el que lo escucha y de quien se habla.
Implica una estructura dual, tiene que haber una persona que descubre lo cómico y otra en quien sea descubierto.
El proceso humorístico se completa en una sola persona.
Las fuentes de placer residen en el inconciente.
Las fuentes de placer residen en el preconciente.
Es un gasto de inhibición ahorrado.
Es un gasto de representación ahorrado.
Surge de un gasto de sentimiento ahorrado (enojo, dolor, etcétera).
Se hace.
Se descubre.
El chiste y su relación con el inconsciente – Freud (18)
El disparate se convierte en chiste, en ese sinsentido chistoso se esconde un sentido, y que este sentido dentro de lo sin sentido convierte al sinsentido en chiste.
Los chistes disparatados consiste en algo tonto, disparatado, cuyo sentido en la ilustración, la figuración, de algunas cosas totas y disparatadas.
En contra sentido muy a menudo se usa en la técnica del chiste sin el fin de servir para la figuración de otro sinsentido. Esto nos provoca sorpresa, desconcierto.
Dentro de los chiste se encuentra la falacia, una lógica fachada. Por medio de un doble sentido se establece una doble conexión que de hecho no es sostenible.
La misma omisión de hechos u oraciones es el núcleo de otro sofisma que ha sido muy festejado pero de cuya legitimidad para llamarse chiste cabe dudar.
La realidad a favor de la posibilidad.
A este grupo de falacias sofistas le sigue otro, en que la falacia puede denominarse automática.
Las historias pueden ser relatadas de tal forma que siendo cómicas contienen el mismo derecho que las llamadas chistosas. El descubrimiento del automático psíquico pertenece a la técnica de lo cómico, lo mismo que todo desenmascaramiento, toda traición que uno se haga a sí mismo.
Se puede decir que son más finos que eficaces y trabajan con recursos menos llamativos, deberemos reforzar acumulativamente la impresión que producen.
Se singulariza por la aceptación múltiple del mismo material.
Vínculos recíprocos entre representaciones y definiciones mutuas o por referencia a un tercer término común. Unificación es análogo a la condensación por compresión en las mismas palabras.
La prontitud consiste, en efecto, en que la defensa responda a la agresión: en dar vuelta el filo, en pagar con la misma moneda; por tanto, en la producción de una unidad inesperada entre ataque y contraataque.
La unificación dispone además de otro medio, sobremanera interesante: la ilación con la conjunción “y”. ella significa un nexo; no la comprendemos de otro modo.
Figuración por lo contrario, sirve al trabajo del chiste en diversos desempeños.
No es muy grande la distancia a un pequeño grupo que podría denominarse “chiste de sobre puja”. En ellos, el “si”, que sería lo adecuado en la reducción, es sustituido por un “no”, que empero según su contenido tiene el mismo valor que un “si”, reforzado, además, y lo mismo para el caso inverso. La contradicción remplaza a una corroboración con sobrepuja.
La figuración por contrarios es un recurso muy frecuente, y de muy poderoso efecto, de la técnica del chiste. Pero hay algo que no podemos ignorar, y es que esa técnica es propia del chiste.
Oralidad y escritura- 19 (es muy complementario)
UNIDAD 3
Los orígenes del pensamiento griego- Vernant (20)
Existen tres rasgos característicos del origen del pensamiento racional en Occidente:
1: se constituye una esfera de pensamiento exterior y extraña a la religión. Ignoran las potencias divinas, los cultos, las prácticas rituales establecidas y las narraciones sagradas.
2: Surgió la idea de un orden cósmico que ya no descansaba sobre el poder de un dios soberano, sino sobre una ley inmanente al universo, que impone a todos los elementos que constituyes la naturaleza, un orden igualitarios de tal manera que ninguno puede ejercer sobre los otro s su domino. Este pensamiento tiene un carácter profundamente geométrico, proyecta el mundo físico en un marco espacial, ya no se define por sus cualidades religiosas, sino que está hecho de relaciones reciprocas, simétricas, reversibles.
3: carácter profano y positivo, noción de un orden de la naturaleza concebido de manera abstracta y fundada sobre relaciones de estricta igualdad, visión geométrica de un universo situado en un espacio homogéneo y simétrico, están estrechamente relacionados.
El destino del pensamiento griego se ha jugado entre dos términos: el mito y la razón.
Los griegos no habían inventado la Razón, como categoría única y universal, sino una razón, aquella de la que el lenguaje es el instrumento y que permite actuar sobre los hombres, no transformas la naturaleza, una razón política en el sentido en que Aristóteles define el hombre como animal político.
El mito es una suerte de realidad mental inscrita en la naturaleza humana y que se encontraría en todas partes y siempre.
Dos razones, en el caso griego, no incitan a la prudencia y nos recomiendan distinguir en el pensamiento mítico formas y niveles diversos.
Mythos es como el rumor.
Mythos, pensamiento como fabula, en oposición al logos, pensado como razonamiento valido y fundado.
Amor, democracia, filosofía, los griegos lo inventaron todo
Se comenzó a razonar sobre como es el mundo, con Tales y Mileto en el siglo VI A.c., por medio de cuentos.
Surge la polis, orden jerárquico que en la cima tiene un soberano. Lo dominan porque ellos están en relación con lo divino, sus decisiones son casi religiosas.
Todos los ciudadanos son iguales, por turnos, ocupan las magistraturas civiles o las funciones judiciales. El poder es público.
Todas las decisiones se tomaban por un debate, y razonando.
Decían que la Tierra no caía por que estaba en el centro del cosmos, y por estar en el centro tienen poder.
Los griegos no tenían una razón experimental, sino una de tipo retórica. La razón era la que tenía como fin dominar al mundo, pero pensaban que era imposible dominarlo.
Las únicas medidas exactas que tenían eran por medio de la Astronomía.
El métis: es el espíritu de astucia, de ingeniosidad. Los hombres deben arreglárselas para vivir, muestra la capacidad de salir al paso mediante trucos y picardías, permite a lo más débil vencer a los más fuertes.
Mito y significado – Levi. Strauss. (21)
Cuando el mito se convierte en historia.
Este tema presenta dos problemas para el mitólogo. El primero es un problema teórico porque se examina el material publicados en diferentes zonas del mundo y parece que ese material es de dos especies. A veces los antropólogos recogen mitos que se asemejan a fragmentos y remiendos. Se trata así de historia desconexas, que se siguen unas a otras sin ningún tipo de relación evidente entre ellas. Otras veces, se encuentran historias mitológicas muy coherentes, divididas en capítulos, que se siguen unas a otras en un orden lógico.
El segundo problema, aunque también teórico es de naturaleza más práctica. En el pasado (fines del siglo XIX y principios del XX), el material mitológico era principalmente recogido por los antropólogos, es decir, por personas llegadas desde el exterior. Claro que en muchos casos, estos contaron con la colaboración de nativos.
La oposición entre mitología e historia no se encuentra bien definida. La mitología es estática: encontramos los mismos elementos mitológicos combinados de infinitas maneras, pero en un sistema cerrado, por el contraposición a la historia, que evidentemente, es un sistema abierto.
El carácter abierto de la historia está asegurado por las innumerables maneras de componer y recomponer las células mitológicas o las células explicativas que originariamente eran mitológicas.
A pesar de todo el muro que existe en cierta medida en nuestra mente entre mitología e historia probablemente pueda comenzar a abrirse a través del estudio de historias concebidas ya no en forma separada de la mitología, sino de cómo una continuación de esta.
La mitología griega- Grimal 22
Mitología griega: conjunto de relatos maravillosos y de leyendas de toda índole cuyos textos y monumentos representados nos muestran que circularon en los países de lengua griega, entre los siglos IX u VIII.
Todos los pueblos, en un momento de su evolución, se han procurado leyendas, es decir, relatos fantásticos a los que han dado crédito por un tiempo. La mayoría de la veces las leyendas pertenecen al dominio de la religión porque hacen intervenir fuerzas o seres considerados superiores a los humanos. Las leyendas se presentan como un sistema, más o menos coherente, de explicación del mundo.
El mito se opone al logos como la fantasía a la razón, como la palabra que narra a la que demuestra. Logos y Mythos son las dos mitades del lenguaje, dos funciones igualmente fundamentales de la vida del espíritu. El logos, siendo un razonamiento, intenta convencer, produce en el oyente la necesidad de emitir un juicio. El logos es verdadero si es adecuando y conforme a la lógica, es falso si encubre cualquier astucia secreta (un sofisma). El mito no tiene otro fin que si mismo. El mito atrae la parte irracional del pensamiento humano. Para el griego el mito no conoce fronteras. Se insinúa en todas partes. Gracias al mito lo sagrado ha dejado de ser terrible; toda una región del alma se ha abierto a reflexión; gracias a la poesía ha podido convertirse en sabiduría.
Mitos y mitología
Los mitos crecen al azar.
El mito no es una realidad independiente sino que evoluciona con las condiciones históricas y étnicas y conserva nuestras imprevistas de situaciones que de otro modo quedaran en el olvido.
La leyenda es siempre una deformación de la historia. Los mitólogos modernos son mas sensibles a la variante poco frecuente y reveladora de sus predecesores más lejanos. Desconfían de los mitos que se han vuelto demasiado perfectos: su coherencia denuncia las modificaciones y el trabajo secundario de que han sido objeto.
Todos los mitos que nos ofrece no tienen el mismo alcance ni la misma forma. Unos son relatos concernientes a la formación del mundo y al nacimiento de los dioses. Para ellos, y convendría reservar el termino mito, es su sentido más estricto. Los designamos aquí con el nombre de mitos teogónicos. Estos pueden degradarse en ciclo o en novela, la leyenda etiológica se integra en uno o en otra con extrema facilidad. Una misma leyenda puede tomar el carácter de una novela o el de una revelación mística. Esta plasticidad del mito es inherente a su naturaleza.
El mito cosmogónico puede degradarse en ciclo o en novela; la leyenda etiológica se integra en uno o en otra con extrema facilidad. Una misma leyenda puede, según la fantasía o las exigencias espirituales de cada uno, tomar el carácter de una novela o el de una revelación mística.
Mito y Razón- Gadamer (23)
Ilustración: Fe en el progreso de la cultura bajo el dominio de la razón humana.
El mito está concebido en este contexto como el concepto opuesto a la explicación racional del mundo. La imagen científica del mundo se comprende a sí misma como la disolución de la imagen mítica del mundo.
El mito se convierte en portador de una verdad propia, inalcanzable para la explicación racional del mundo.
El mito tiene en relación con la verdad, el valor de ser la voz de un tiempo originario más sabio.
Mito designa acta notarial. El mito es lo dicho, la leyenda, pero de modo que lo dicho en esa leyenda no admite ninguna otra posibilidad de ser experimentado que justo la del recibir lo dicho. La palabra griega entra en una oposición conceptual con el logos, que piensa la esencia de las cosas y de ese pensar obtiene un saber de las cosas constatable en todo momento.
EL mito está expuesto a la crítica y a la transformación. La religión griega no es la religión de la doctrina correcta.
La crítica del mito hecha a través del cristianismo en el pensamiento moderno llevo a considerar la imagen mítica del mundo como concepto contrario a la imagen científica del mundo. Cualquier reconocimiento de poderes indisponibles que limitan y dominan nuestra conciencia es considerado como mitología.
Razón, un concepto moderno, refiera tanto a una facultad del hombre como a una disposición de las cosas.
Los griegos llamaron nous a la sabiduría suprema en que lo verdadero esta patente, se hace patente en el pensamiento humano la disposición del ser con arreglo al logos. Nous=razón, ella es la facultad de las ideas.
En la lógica tradicional la razón es la facultad de deducir, la capacidad de adquirir conocimientos a partir de conceptos puros sin el auxilio de experiencia nueva.
Racional: significa más bien el hallazgo de los medios adecuados a fines dados, sin que la racionalidad misma de estos fines este comprobada.
El paso del mito al logos, el desencantamiento de la realidad, seria la dirección única de la historia solo si la razón desencantada fuese dueña de sí misma y se realizara en una absoluta posesión de sí. Pero lo que vemos es la dependencia efectiva de la razón del poder económico, social, estatal. La idea de una razón absoluta es una ilusión.
Lo que la razón conoce como verdadero debe ser siempre verdadero.
La razón no está presente ni disponible cada vez que quiere ser consciente de sí misma.
Mito y logos
El problema del mito es la situación del pensamiento ilustrado
Mythos quieres decir discurso, en el uso lingüístico es poco fiable o que fuese mentira o pura invención, pero mucho menos que fuese algo que ver con lo divino.
Logos: reunir, contar, remite al ámbito racional de los números y de las relaciones entre números.
Ciencia es el saber que descansa en la fundamentación y la prueba.
Conferencia 26. La teoría de la libido y el narcisismo. Freud (24)
Hay que establecer una separación entre pulsiones yoicas y pulsiones sexuales ya que no recorren el mismo camino de desarrollo ni entran en idéntico vínculo con la realidad. Las pulsiones sexuales se enlazan con el estado afectivo de la angustia mucho más que las yoicas. Pulsiones sexuales y pulsiones yoicas: implícitas en la existencia de la vida sexual como práctica particular del individuo.
Lo importante a saber en en qué medida las pulsiones sexuales en sus exteriorizaciones se comportan diversamente de las yoicas y la importancia de los efectos resultantes de esas diferencias. AMBAS SON DESIGNACIONES DE FUENTES ENERGETICAS DEL INDIVIDUO. Lo correcto es reservar el nombre de líbido para las pulsiones de la vida sexual. La sexualidad es la única función del organismo vivo que rebasa al individuo y procura su enlace con la especie. Se requieren procesos metabólicos diferentes de todos los otros para conservar una parte dela vida individual como disposición para la descendencia. Las pulsiones sexuales entran en pugna con las de autoconservación. Dicho en términos biológicos: Una posición del yo, en cuánto al individuo autónomo, entra en conflicto con la otra, en cuánto miembro de una serie de generaciones. A esto se llega sólo en el ser humano, y por eso la neurosis es su privilegio frente a los animales. En el hombre su capacidad para la neurosis no es sino el reverso de sus otras dotes. A las investiduras energéticas que el yo dirigía a los objetos de sus aspiraciones sexuales las llamamos "LIBIDO"; a todas las otras que son enviadas por las pulsiones de autoconservación, las llamamos "INTERES". El carácter principal de la DEMTENTIA PRAECOX consiste en que en ella falta la investidura libidinal de los objetos. ¿Qué ocurre con la líbido de los dementes extrañada de los objetos? Es revertida al yo, y esta reversión reflexiva es la fuente del delirio de grandeza de esta dementia praecox. Esto es comparable con la sobrestimación sexual del objeto que se da en la vida amorosa normal, así establecemos una conexión entre una afección psicótica y la vida amorosa normal. La líbido que hayamos adherida a los objetos, y que es expresión del afán de ganar una satisfacción por su intermedio, puede abandonar al objeto y en su lugar ocuparla yo. A esta colocación de la líbido sobre el yo lo llamamos NARCICISMO: el individuo adulto ve sobre el cuerpo propio lo que los normales vemos sobre el cuerpo ajeno. Muchas de las pulsiones sexuales se satisfacen al comienzo en el cuerpo propio, de manera AUTOEROTICA y esta capacidad para el autoerotismo es la base que permite el retraso de la sexualidad en el principio de de educarse en el principio de realidad. EL AUTOEROTISMO ES LA PRACTICA SEXUAL DEL ESTADIO NARCICISTA DE COLOCACION DE LALIBIDO. En condiciones normales la líbido yoica se traspone sin impedimentos al líbido de objeto, y esta puede recogerse de nuevo en el interior del yo. Lo que se exterioriza en el sueño, en calidad de actividad anímica nocturna está al servicio de un deseo de dormir y es gobernado por motivos egoístas, el dormir es un estado en el cual todas las investiduras de objeto, las libidinosas así como las egoístas, son resignadas y retiradas al interior del yo. En el durmiente se ha establecido el estado originario de la distribución libidinal, el narcicismo pleno, en el cual líbido e interés yoico moran todavía unidos e inseparables en el interior del yo que se contenta a sí mismo.
¿Cómo distinguir el narcicismo del egoísmo? El narcicismo es el complemento libidinoso del egoísmo. Egoísmo es tener en cuenta la utilidad para el individuo, narcicismo es tomar en cuenta también su satisfacción libidinal. El egoísmo es lo obvio, lo constante, el narcicismo es el elemento variable.
No podemos explicarnos el génesis del sueño si no incluimos los siguiente: lo inconciente reprimido adquirió cierta independencia respecto del yo, de suerte que no se allana al deseo de dormir y retiene sus investiduras aunque todas las investiduras de objeto dependientes del yo se hayan recogido en beneficio del dormir.
El distingo entre la líbido de interés, o sea, entre pulsiones sexuales yde autoconservación, nos fué impuesto por la intelección del conflicto del cual nacen las neurosis de transferencia. El recogimiento de la líbido de objeto en el interior del yo no es directamente patógeno, se lo emprende cada vez que se va a dormir, para volver a deshacerlo aldespertar. La líbido convertida en narcicista no puede hallar el camino de regreso hacia los objetos, y es este obstáculo el que pasa a ser patógeno. Esto se aproxima a la represión y se concibe como si correspondiente.
Histerio, Dementia praecox, Neurosis de transferencia, Neurosis narcicistas... tienen numerosos rasgos comúnes ya que se trata del mismo campo de fenómenos, para esclarecer todas estas, será necesrio recurrir al aporte analítico de la neurosis de transferencia.
En la dementia praecox parece como si la líbido, en su empeño por regresar a los objetos, o representaciones de estos, atrapara algo de ellos.
La psicología del yo no ha de basarse en los datos que nos brinde la percepción de nosotros mismos, sino, como en el caso de la líbido, en el análisis de las perturbaciones y desorganizaciones del yo. En la neurosis narcicista la resistencia es insuperable.
Paranoia = insania crónica sistemática. Estrecho parentesco con la dementia praecox. Reunir paranoia y dementia praecox bajo la denominación común de PARAFRENIA. Lasformas de la paranoia son: delirio de grandeza, delirio de persecución, delirio de amor, delirio de celos, etc.
La elexión homosexual del objeto está más cerca del narcicismo que la heterosexual. La elección de objeto, el desarrollo libidinal que se efectúa tras el estadio narcicista, puede producirse según dos tipos: el tipo NARCICISTA, en el que el yo propio es reemplazado por otro que se le parece en todo lo posible, o el tipo deAPUNTALAMIENT, en el que las personas han adquirido valor por haber satisfecho las otras necesidades de la vida son escogidas como objetos también por la líbido. La primera se manifiesta en la homosexualidad.
Melancolía = autorreproches con que los melancólicos se martirizan, estos reproches están dirigidos a otra persona, el objeto sexual, a quién han perdido o se han desvalorizado por culpa de ella. El melancólico ha retirado su líbido de objeto por un proceso que llamamos IDENTIFICACION NARCICISTA, ha erigido el objeto en el interior de su propio yo; por así decir, lo ha proyectado sobre el yo. El yo propio es tratado entonces como lo sería el objeto resignado, y sufre todas las agresiones y manifestaciones de venganza que estaban reservadas a aquel. = INCLINACION AL SUICIDIO. En el caso de la melancolía sale a la luz de manera muy marcada un rasgo de la vida afectiva que solemos designar AMBIVALENCIA.
En el interior del yo existe una instancia que observa, critica y compara, y se contrapone a la otra parte del yo. En el interior de suyo, reinado de una instancia que mide su yo actual y cada una de sus actividades con un YO IDEAL, que él mismo se ha creado en el curso de su desarrollo. A la instancia de observación de sí la conocemos como el censor yoico, la conciencia moral; es la misma que por las noches ejerce la censura sobre los sueños, y de la que parten todas las represiones de las mociones de deseo no permitidas. Esto proviene de las influencias de los padres, los educadores y el medio social, de la identificación con alguna de estas personas modelo.
Considera muy probable que las pulsiones yoicas sean arrastradas secundariamente por las incitaciones patógenas de la líbido, y forzadas a una perturbación de su funcionamiento.
Tótem y tabú. Freud (25)
El totemismo es un sistema que entro ciertos pueblos primitivos de Australia, América y África hace las veces de una religión y proporciona la base de la organización social. Mclennan recabó para los fenómenos del totemismo, considerado hasta entonces como unas meras curiosidades, el interés más universal al formular la conjetura de que un gran número de costumbres y de usos en diferentes sociedades, así antiguas como modernas, deberían comprenderse como relictos de una época totemista
Un tótem es un objeto hacia el cual el salvaje da pruebas de un supersticioso respeto porque cree que entre su propia persona y todas las cosas de esa especie existe un particularísimo vínculo. La conexión entre hombre y su tótem es reciproca; el tótem protege al hombre y este da muestras de respeto al tótem de diversas maneras.
El tótem se diferencia del fetiche en que nunca es, como este, una cosa singular, sino siempre un genero, por lo común una especie animal o vegetal, rara una clase de cosas inanimadas y mas raramente todavía una de objetos artificiales.
Es posible distinguir tres variedades de tótem:
Los tótem del linaje, compartidos por un linaje entero y que se transmiten por herencia de una generación a la siguiente.
Los tótemes de los sexos, a los que pertenecen todos los varones o todas las mujeres de la tribu, con exclusión de otro sexo.
Los tótem individuales, propios de una sola persona y que ella no trasfiere a sus descendientes.
El tótem del linaje es objeto de la veneración de un grupo de hombres y mujeres que toman su nombre, se consideran descendientes de un antepasado común y de una misma sangre, y están conectados recíprocamente por deberes comunes y por la creencia en su tótem.
El totemismo es tanto un sistema religioso como uno social. En su aspecto religioso consiste en los vínculos recíproco respeto y protección entre un hombre y su tótem, en su aspecto social, en las obligaciones de los miembros del clan unos hacia otros, y respecto de otros linajes.
El animal totémico es considerado el antepasado del grupo respectivo. Tótem es el nombre de un grupo y de un linaje de descendencia, además este nombre posee un significado mitológico.
El más importante aspecto social consiste en que las articulaciones de la tribu se conectan determinadas normas establecidas por la costumbres para el comercio reciproco entre los grupos. Y entre esas normas las que rigen el intercambio matrimonial. Así, aquella articulación de la tribu se entrama con un importante fenómeno que emerge por primera vez en la época totemista: la exogamia.
El origen del totemismo se puede observar en tres teorías: nominalistas, sociológica y psicológica.
Nominalista: los totemes habrían surgido de emblemas heráldicos mediante los cuales los individuos, las familias y los linajes querían distinguirse unos de otros. Un tótem es: un emblema clásico, un nombre de clan, el nombre del antepasado del clan y en nombre del objeto venerado por el clan. El totemismo habría nacido del malentendido de la veneración de los antepasados. Para los primitivos los nombres no son algo indiferente ni convencional, como nos parece a nosotros, sino algo esencial y lleno de significado.
Sociológica: el tótem es en representante visible de la religión social de estos pueblos. Corporiza a la comunidad que es el genuino objeto de veneración. Los primitivos formaban una asociación mágica para la producción y el consumo. Cada clan totémico había asumido la tarea de velar por la abundancia de ciertos recursos alimenticios.
Psicológica: el tótem era considerado el lugar seguro para resguardar el alma, por lo que no solo protegía a la especie que portaba su alma sino q además le era prohibido alimentarse de ella.
El origen de la exogamia y su vínculo con el totemismo.
Hay dos visiones: una se aferra a la apariencia originaria de que la exogamia seria una pieza esencial del sistema totemista, y otra pone en entredicho ese nexo y cree en una conjunción casual de esos dos rasgos en unas culturas antiquísimas. La exogamia como una consecuencia necesaria de las instituciones básicas del totemismo. El tótem es de la misma sangre que el hombre, y por ello la interdicción de la sangre prohíbe el comercio sexual con una mujer perteneciente al mismo tótem.
Con respecto a las relaciones cronológicas la mayoría de los autores sostienen que el totemismo seria la institución más antigua y la exogamia se le sumó más tarde.
La exogamia como una institución destinada a prevenir el incesto. La prohibición del incesto es por fuerza más antigua que la cría de animales domésticos, donde el hombre pudo hacer experiencias en cuanto al efecto del apareamiento consanguíneo sobre las cualidades de la raza.
2 tabúes del totemismo: con los cuales comenzó la etnicidad de los hombres, no son psicológicamente del mismo valor. Solo uno, el respeto del animal totémico, descansa por entero en motivos de sentimientos; es que el padre había sido eliminado y en la realidad ello no tenía remedio. Pero el otro, la prohibición del incesto, tenía también un poderoso fundamento práctico. La necesidad sexual provoca desavenencias entre ellos. Si los hermanos se habían unido para avasallar al padre, ellos eran rivales entre sí respecto de las mujeres.
SIGMUND FREUD. VOLUMEN 16. CONFERENCIA 20: "LA VIDA SEXUAL DE LOS SERES HUMANOS" (26)
Si se convierte a la función de reproducción en el núcleo de la sexualidad, se corres el riesgo de excluir toda una serie de cosas que no apuntan a la reproducción y, no obstante, son sexuales.
Perversos: Han borrado la diferencia de sexos. Sólo los de su mismo sexo pueden excitar sus deseos sexuales; los otros, sobre todo sus partes sexuales, no constituyen para ellos objeto sexual alguno, y en casos extremos, les provocan repugnancia. A estas personas las llamamos HOMOSEXUALES o INVERTIDOS. Se presentan como un tercer sexo al igual que los otros dos. Estos perversos hacen con su objeto sexual más o menos lo mismo que los normales hacen con el suyo. Pero hay una larga seria de anormales cuyas prácticas sexuales se apartan cada vez más de lo que un hombre dotado de razón considera apetecible.
CASOS SEXUALES DIFERENTES A LO CONCEBIDO COMO NORMAL: Dos grupos: aquellos a quienes se les ha "mudado" el objeto sexual y aquellos a quienes principalmente se les alteró la meta sexual. Al primer grupo, que renunciaron a la unión de los dos genitales y en el acto sexual los sustituyen, con un compañero, por otra parte o región del cuerpo. Después siguen otros para los que cuentan los genitales, más no a causa de sus funciones sexuales, sino de otras de participación por razones anatómicas y motivos de proximidad. Vienen después los que no se interesan por ninguna parte del cuerpo, pues una pieza de indumentaria llena todos su deseos: un zapato, una ropa interior, son los FETICHISTAS. Segundo grupo: Han establecido como meta de los deseos sexuales lo que normalmente es sólo una acción preliminar y preparatoria. Son los que anhelan mirar y palpar a la otra persona. También están los SADICOS cuya meta en infringir dolores y martirizar a su objeto, y su complemento, los MASOQUISTAS, cuyo placer es soportar humillaciones y martirios. Cada uno de estos grupos existe de dos maneras: junto a unos que buscan su satisfacción sexual en la realidad, existen otros que se contentan con imaginarse esa satisfacción; a estos no les hace falta ningún objeto real, sino que pueden sustituirlo por la fantasía. EN LA PRACTICA SEXUAL LAS EXTRAVAGANCIAS CUMPLEN EN SU VIDA UN IDENTICO PAPEL QUE LA SATISFACCION SEXUAL NORMAL EN LA NUESTRA. Todas estas perversiones son SIGNOS DE DEGENERACION, tales aberraciones ocurrieron desde siempre y en ocasiones fueron tolerados y alcanzaron vigencia general.
Los síntomas neuróticos son satisfacciones sexuales sustitutivas, esto solo se certifica si bajo "satisfacción sexual" incluimos las necesidades sexuales de los llamados perversos. En ningún neurótico faltan mociones homosexuales y buen número de síntomas expresan esta inversión latente. Los que se autodenominan homosexuales no son si no los invertidos conscientes y manifiestos, cuyo número es menor al de los homosexuales latentes. La neurosis histérica puede hacer sus síntomas en todos los sistemas de órgano y así perturbar todas las funciones. Las mociones llamadas perversas quieren sustituirlos genitales por otros órganos, genitales sustitutivos: órganos del cuerpo que ha de reconocérseles una significación sexual (erógena). Son cumplimientos de mociones sexuales perversas, con relación a las cuales otros órganos han atraído sobre si el significado de las partes genitales. No se debe atribuir las mociones sexuales perversas en la conciencia de los individuos sino en el inconsciente del mismo. En la neurosis obsesiva los síntomas sirven para defenderse contra esos deseos o expresan la lucha entre la satisfacción y la defensa. La satisfacción sabe imponerse en la conducta de los enfermos, se vuelve sobre la persona propia. Una parte grande de las acciones obsesivas se remonta a la masturbación, acción única y monótona que, como se sabe acompaña a las más diversas formas del fantasear sexual. Una persona puede enfermar de neurosis por frustración de la satisfacción sexual normal. Son frustradas por circunstancias determinadas, por instituciones u otros motivos no relacionados a estos. Si el estorbo de una satisfacción sexual normal o su privación en la vida real hace salir a luz las inclinaciones perversas en personas que nunca las habían exhibido, es preciso suponer que era algo que contrarrestaba esas perversiones o tienen que haber preexistido en ellas en forma latente. La investigación psicoanalítica, en efecto, se vio precisada a tomar en consideración también la vida sexual del niño, y ello debido a que en el análisis de los síntomas (de adultos), los recuerdos y ocurrencias por regla general reconducían a los primeros años de la infancia. TODAS LAS INCLINACIONES PERVERSAS ARRAIGAN EN LA INFANCIA. La sexualidad perversa no es otra cosa que la sexualidad infantil aumentada y descompuesta en sus mociones singulares. Período de la pubertad: lo que despierta en este período es la función de reproducción, que se sirve para sus fines de un material corporal y anímico preexistente. Es un error confundir sexualidad con reproducción. Con el afloramiento pleno de la pulsión sexual toca a su fin también la docilidad a la educación. La sociedad humana como no posee los medios de vida suficientes para mantener a sus miembros sin que trabajen, tiene que restringir su número y desviar sus energías de la práctica sexual para volcarlos al trabajo. Se prohibieron y se desalentaron en el niño todas las prácticas sexuales; se estableció como meta ideal conformar asexuada la vida del niño, y en el curso de los tiempos, se consiguió por fin que se la tuviera por asexual; la ciencia proclamó después esto como su doctrina. El niño es juzgado puro e inocente, a las exteriorizaciones sexuales de los mismos se las pone bajo el título de "malas costumbres de los niños".
Lívido = Hambre: La lívido está destinada a nombrar la fuerza en la cual se exterioriza la pulsión, en este caso la pulsión sexual, en el caso del hambre, la pulsión de nutrición.
Las primeras mociones de sexualidad aparecen en el lactante apuntaladas en otras funciones importantes para la vida. Su principal interés está dirigido a la recepción de alimento; cuándo se adormece expresa una satisfacción lo cual se repetirá más tarde tras la vivencia del orgasmo sexual. El lactante quiere repetir la acción de recepción de alimento sin pedir que se le vuelva a dar éste; por tanto no está bajo la impulsión del hambre. "Chupetea" y con ésta nueva acción también se adormece esto muestra que ella le ha dado satisfacción. El lactante ejecuta acciones cuyo único propósito es la ganancia de placer. Primero vivencia ese placer a través de la obtención de alimento, pero pronto aprende a separarlo de esa condición. Solo a la excitación de la zona de la boca y los labios podemos referir esa ganancia de placer, llamamos ZONAS EROGENAS a estas partes del cuerpo y designamos como SEXUAL al placer alcanzado mediante el CHUPETEO. Este proceso conserva una enorme importancia psíquica durante toda la existencia. El mamar del pecho materno pasa a ser el punto de partida de toda la vida sexual. Incluye el pecho materno como primer objeto de la pulsión sexual. Primero el pecho es resignado por el lactante en la actividad del chupeteo, y sustituido por una parte del cuerpo propio. Por esa vía se independiza del mundo exterior en cuanto a la ganancia de placer, y además le suma la excitación de una segunda zona del cuerpo. La sexualidad infantil aparece apuntalándose en la satisfacción de las grandes necesidades orgánicas y se comporta de manera AUTOEROTICA: busca y encuentra sus objetos en el cuerpo propio. El lactante también tiene sensaciones de placer cuando vacía su vejiga y sus intestinos, en este punto el mundo exterior se le presenta por primera vez como un poder inhibidor, hostil a sus aspiraciones de placer, y así comienza las luchas internas y externas que librará después: no debe eliminar sus excrementos cuando él quiere si no cuándo otras personas lo determinan, es indecente y está destinado a mantenerse en secreto. En este momento, por primera vez, debe intercambiar placer por dignidad social. No siente asco frente a su caca, la aprecia como una parte de su cuerpo y la usa como un primer "regalo" para distinguir a personas a quién aprecia particularmente. AQUI SE PRESENTARON LOS HECHOS DE LA SEXUALIDAD INFANTIL EN CONEXION CON LOS HECHOS DE LAS PERVERSIONES SEXUALES. Si el niño tiene una vida sexual, no puede ser sino de índole perversa. EL CARACTER COMUN DE TODAS LAS PERVERSIONES ES QUE HAN ABANDONADO LA META DE LA REPRODUCCION. Llamamos perversa a una práctica sexual cuando se ha renunciado a dicha meta y se persigue la ganancia de placer como meta autónoma.
La investigación sexual de los niños es importante para la sintomatología de la neurosis. La investigación empieza antes del tercer año de vida. No arranca de la diferencia de sexos, que nada significa para el niño, atribuye a ambos idénticos genitales, los masculinos. Si después el varón descubre la vagina en otra niña sentirá temor ante la posibilidad que se le ha abierto, cae bajo el complejo de castración. De la niña sabemos que a causa de la falta de pene se considera perjudicada y envidia al varón, desarrolla el deseo de ser hombre. En la infancia el clítoris de la niña desempeña en papel del pene, es el portador de una particular estabilidad, el lugar donde se alcanza la satisfacción autoerótica.
El interés sexual del niño se dirige primero a saber de dónde viene los bebés, primero suponen que nacen cuando se ha comido algo en particular, y no saben que sólo las mujeres pueden tenerlos. Más tarde observa que el hombre tiene que desempeñar algún papel en la venida de los niños, pero no puede descifrar cuál. Si es testigo de un coito, creerá que es un acto de violencia. A una edad más avanzada sospecha que el órgano masculino tiene una participación en la generación de los niños. Desde el principio creen que el nacimiento de un niño es una función de los intestinos, después atribuirán este papel al ombligo o a la región del pecho entre las mamas. De a poco se va aproximando al conocimiento de los hechos sexuales o los pasa por alto hasta que en la pubertad recibe alguna información.
Las estructuras elementales del parentesco. Leví-Straus (27)
El problema del incesto.
La prohibición del incesto es de carácter sagrado. Esta regla que es social es al mismo tiempo pre-social en dos sentidos: en primer lugar por su universalidad, luego por el tipo de relaciones a las que impone su norma. El instinto sexual, por ser el mismo natural, no constituye el paso de la naturaleza a la cultura, ya que eso sería inconcebible, pero explica una de las razones por las cuales el terreno de la vida sexual, con preferencia a cualquier otro, es donde puede o debe operarse, forzosamente, el tránsito entre los dos órdenes. Contiene tres rasgos principales: el primer tipo de explicación intenta mantener el doble carácter de la prohibición, disociándola en dos fases distintas: el origen de la prohibición del incesto es natural y social sobre un fenómeno natural. La prohibición del incesto sería una medida de protección destinada a proteger a la especie de los resultados nefastos de los matrimonios consanguíneos.
Un segundo tipo de explicación tiende a eliminar uno de los términos de la antinomia entre los caracteres, natural y social, de la institución. Para muchos sociólogos y psicólogos la prohibición del incesto no es más que la proyección sobre el plano social de sentimientos o tendencias para cuya explicación solo es necesario considerar la naturaleza del hombre. Puede observarse un buen numero de variaciones importantes entre los defensores de esta posición; algunos hacen derivar el horror al incesto, postulado en el origen de la prohibición, de la naturaleza fisiológica del hombre; otros más bien de sus tendencias psíquicas. La repugnancia frente al incesto se explica por la influencia negativa de las costumbres cotidianas sobre la excitabilidad erótica. La explicación de tercer tipo: la prohibición del incesto, considerada como institución social. En muchas sociedades las reglas de exogamia prohíbe el matrimonio entre categorías sociales que incluyen parientes próximos pero, junto con ellos, incluyen un número considerable de individuos entre los que no es posible establecer relación alguna de consanguinidad o de colateralita en todo caso, solo relaciones muy lejanas. No pertenece al etnógrafo sino al biólogo y al psicólogo explicar porque el hombre experimenta tan profundamente el horror hacia el incesto. El observador de una sociedad se contenta con el hecho de que el temor del incesto limita el numero de las uniones bilógicamente posibles. Tal vez sea imposible explicar una costumbre universal y encontrar su origen; todo lo que podemos hacer es establecer un sistema de correlaciones con hechos de otro tipo. Es verdad que la prohibición del incesto tiene que ver con la naturaleza, pero no es menos cierto que, como regla, constituye un fenómeno social y que proviene del universo de las reglas, y a consecuencia atañe a la sociología cuyo objeto es el estudio de la cultura.
(28) A CIEN AÑOS DE TRES ENSAYOS DE TEORIAS SEXUALES
El sufrimiento humano que solemos ver como enfermedad sigue intacto incluso en aquellos aspectos en que la libertad sexual debería haber protegido mejor.
Los actos sexuales a menudo solo permiten descargar una mínima medida de las aspiraciones sexuales insatisfechas, cuyas satisfacciones sustitutivas nosotros combatimos bajo la forma de síntomas neuróticos.
La sexualidad se va construyendo desde la infancia, la sexualidad es una experiencia social e histórica, plasmada en la aleatoria subjetividad, por cierto inseparable de lo corporal de cada quien.
El cuerpo de la historia no es el cuerpo de la anatomía sino el de la cultura. El cuerpo siempre es en la especie humana un fenómeno de cultura.
La distancia entre lo normal y lo patológico en materia sexual se borra muy fácilmente.
La neurosis es el negativo de la perversión. La sexualidad humana es perversa en el sentido de que es parcial. Lo positivo y lo negativo remiten a una dimensión puramente descriptiva de actos positivos en el sentido de lo que se evidencia en las practicas manifiestas o negativo, lo que no se realiza en todo caso, se encuentra en una fantasmàtica inconsciente que si permite hacerlo a través del síntoma.
Las multitudes pierden el yo en el ideal del yo de su líder.
La fuente y el objeto son elementos teóricos que han permitido arrancar de cualquier concepción sexual.
Componentes perversos: distintos modos de obtención del placer localizados en objetos y fuentes de aparición muy temprana en la vida infantil, van a construir su centro inconsciente y encontraremos en ellos la clave de la neurosis y no en la mayor o menos satisfacción genital. La moral sexual es o pretende mostrarse libre, motivo por el cual la neurosis no se esconde tras la restricción de los placeres sino por lo contrario en su forma obscena y supuestamente desprejuiciada de hacerse notar. Nuestras histéricas de hoy cogen o dicen hacerlo en general más que las no histéricas. su sexualidad ostensiva , que el conductismo serológico orienta con rigor académico hacia un vademécum de practicas de toda índole, esconde todos los conflictos inconscientes que involucran la sexualidad parcial. Ese síntoma es el de la compulsión a tener sexo.
En nuestra época todo es una mercancía. Ni la homosexualidad ni la heterosexualidad son enfermedades, peor tampoco ninguna es garantía de salud. Muchas personas esconden tras la “libertad” y tras “el derecho a las diferencias” sus conflictos mas profundos. La diversidad de los placeres sexuales se transforma muchas veces en una coartada para no encarar los verdaderos conflictos con la sexualidad estructural parcial infantil que los seres humanos arrastramos y manifestamos en infinidades de situaciones no necesariamente sexuales de nuestra vida emocional seamos homo, hetero, bi o trisexual.
La sexualidad no es todo, peor en todo hay sexualidad.
La dimencion sexual del yo y luego la del superyó , obligan a pensar el conflicto psíquico no entre una fuerza sexual y una no sexual para plantearla entre sexualidades en lucha. La cuestión del narcisismo es un aspecto como mecanismos cuyas propias raíces pulsionales es necesario ir develando e interpretando en el curso del análisis para vencerlos.
Lo que hoy nosotros llamamos neosexualidades terminan siendo fuentes de identificación histérica que muchas veces orientan a los sujetos a practicas con las que no tienen una relación profunda.
La fantasía es una construcción inédita sostenida en experiencias acontecidas que pueden sufrir múltiples transformaciones.
Roland Barthes (29)
El mito, hoy
El mito es un habla
No se trata de cualquier habla: el lenguaje necesita condiciones particulares para convertirse en mito. El mito constituye un sistema de comunicación, un mensaje. Esto indica que el mito no podría ser un objeto, un concepto o una idea; se trata de un modo de significación, de una forma.
El mito no se define por el objeto de su mensaje sino por la forma en que se lo profiere: sus límites son formales, no sustanciales. Todo puede ser un mito, porque el universo es infinitamente sugestivo.
Se pueden concebir mitos muy antiguos, pero no hay mitos eternos. La mitología sólo puede tener fundamento histórico, pues el mito es un habla elegida por la historia: no surge de la “naturaleza” de las cosas.
Este habla es un mensaje y, por lo tanto, no necesariamente debe ser oral; todo puede servir de soporte para el habla mítica. El mito no puede definirse ni por su objeto ni por su materia, puesto que cualquier materia puede ser dotada arbitrariamente de significación. La palabra mítica está constituida por una materia ya trabajada pensando en una comunicación apropiada. Por eso, todos los materiales del mito presuponen una conciencia significante que puede razonar sobre ellos independientemente de su materia. Claro que esta materia no es indiferente: la imagen deviene escritura a partir del momento en que es significativa.
Por lo tanto entenderemos por lenguaje, discurso, habla, etc. toda unidad o toda síntesis significativa, sea verbal o visual. Hasta los objetos podrían transformarse en habla, siempre que signifiquen algo.
Esto no significa que debamos tratar al habla mítica como si fuera la lengua: en realidad, el mito pertenece a una ciencia general que incluye a la lingüística: la semiología.
El mito como sistema semiológico
La semiología no está todavía constituida, sin embargo, desde el propio Saussure y a veces independientemente de él, una buena parte de la investigación contemporánea vuelve reiteradamente al problema de la significación.
Y postular una significación, es recurrir a la semiología. Todas estas investigaciones, tienen contenidos diferentes, pero tienen, también, una característica común: todas son ciencias de valores.
La semiología estudia las significaciones independientemente de su contenido, es una ciencia de las formas. No se puede hablar de estructuras en términos de formas y a la inversa. El estudio específico de las formas con contradice en absoluto los principios necesarios de la totalidad y de la historia.
El peligro reside en considerar las formas como objetos ambiguos, semiformas y semisustancias, en dotar a la forma de una sustancia de forma.
La semiología, postula una relación entre dos términos, un significante y un significado. Esta relación se apoya en objetos de orden diferente; por eso decimos que no se trata de una igualdad sino de una equivalencia. En cualquier sistema semiológico no nos encontramos con dos, sino con tres términos diferentes. Lo que se capta no es un término por separado, uno y luego el otro, sino la correlación que los une: tenemos entonces el significante, el significado y el signo, que constituye el total asociativo de los primeros dos términos.
El significante es hueco, el signo es macizo, es un sentido. Entre el significante, el significado y el signo existen, implicaciones funcionales tan estrechas que el análisis puede parecer inútil; sin embargo en seguida veremos que esta distinción tiene una importancia capital para el estudio del mito como esquema semiológico.
Estos tres términos son puramente formales y se les puede adjudicar contenidos diferentes (Saussure: significado: concepto - significante: imagen acústica – signo: relación de concepto e imagen.)
La semiología sólo puede tener unidades a nivel de las formas y no de los contenidos; su campo es limitado, se asienta sobre un lenguaje, realiza una sola operación: la lectura o desciframiento.
En el mito reencontramos el significante, el significado y el signo. Pero el mito se edifica a partir de una cadena semiológica que existe previamente; es un sistema semiológico segundo.
Las materias del habla mítica, por diferentes que sean en un principio y desde el momento en que son captadas por el mito, se reducen a una pura función significante.
Existen en el mito dos sistemas semiológicos de los cuales uno está desencajado respecto al otro: un sistema lingüístico, la lengua (LENGUAJE OBJETO) y el mito mismo (METALENGUAJE) porque es una segunda lengua en la cual se habla de la primera. Al reflexionar sobre un metalenguaje, el semiólogo ya no tiene que preguntarse sobre la composición del lenguaje objeto, ya no necesita tener en cuenta el detalle del esquema lingüístico: tendrá que conocer sólo el término total o signo global y únicamente en la medida en que este término se preste al mito. Por esta razón, el semiólogo está autorizado a tratar de la misma manera la escritura y la imagen; lo que retiene de ellas es que ambas son signos, llegan al umbral del mito dotadas de la misma función significante, una y otra constituyen un lenguaje objeto.
El significante en el mito puede ser considerado desde dos puntos de vista: como término final del sistema lingüístico o como término inicial del sistema mítico.
Como término final del primer sistema, designamos al significante como SENTIDO. En el plano del mito lo llamaremos FORMA. Respecto del significado le dejaremos el nombre de CONCEPTO. El tercer término es la correlación de los dos primeros: en el sistema de la lengua es el signo. Pero no podemos retomar esta palabra sin que se produzca ambigüedad; llamaremos al tercer término el mito, significación.
La forma y el concepto
El significante del mito se presenta en forma ambigua, es a la vez, sentido y forma, lleno de un lado, vacío del otro. Como sentido, el significante postula de inmediato una lectura, se lo capta con los ojos, tiene realidad sensorial, tiene riqueza.
Como suma de signos lingüísticos, el sentido del mito tiene un valor propio, forma parte de una historia. En el sentido ya está construida una significación que podría muy bien bastarse a sí misma, si el mito no la capturara y no la constituyera súbitamente en una forma vacía. El sentido ya está completo, postula un saber, un pasado.
Al devenir forma, el sentido aleja su contingencia, se vacía, se empobrece, la historia se evapora, no queda más que la letra.
Lecciones de introducción al psicoanálisis. Masotta. (30)
Un saber medico, el que se amplia, es obvio, a los objetos de su campo, mientras que en psicoanálisis es el lugar mismo del saber de lo que se trata. Cuerpo erógeno: cuerpo que puede gozar ignorando que goza o que puede lograr el goce como certidumbre sin dejar de ignorar la génesis y la estructura de esa certidumbre y de ese goce. El cuerpo erógeno se origino en el contacto con el cuerpo de la madre.
Hablar de complejo de Edipo en la teoría psicoanalítica significa entonces referirse a las relaciones más tempranas del niño con el objeto primordial, la madre, al valor “sexophoro” de los primero ciudadanos maternales.
La teoría del desarrollo de la libido, la teoría de las etapas (oral, anal, etc.) es la historia de la sexualización del cuerpo en un mal lugar. Si el cuerpo se erogeniza es porque extrae en primer término su sexualidad de su contacto con el cuerpo de la madre: lo hace entonces en un mal lugar, ya que casualmente ahí en las primeras infancias aprende los duros y los claros esbozos de lo que esa sexualidad le estará prohibida.
La prohibición del incesto, constitutiva de toda sociedad humana es causa estructurante del cuerpo erógeno, de un conflicto de base que se construye sobre el filo de una trasgresión, la que define ese tipo especial de aprendizaje por donde el cuerpo se inviste de sexualidad. Freud dirá que la neurosis es la cosa mejor repartida del mundo. La castración simbólica es la función positiva del corte. La libido en el sujeto masculino debe atravesar una compuerta que repentinamente puede no abrirse. El hombre debe darse sus objetos sexuales sobre el modelo del objeto primordial, la madre, pero para eso debe poder transgredir lo que encuentre del modelo en la mujer. Hay hombres en que se ve claro hasta qué punto eligen a la mujer sobre el modelo de la madre, pero la clínica descubre que cuando han debido abordarla sexualmente se han visto físicamente paralizados. En esta perspectiva el complejo de Edipo no es más que esa encrucijada, una especie de nudo donde la prohibición de la erogenización y el sexo algo así como la repetición de la transgresión realizada ya en el punto de partida.
Desde el punto de vista del campo de la practica psicoanalítica, el chiste es el modelo mismo de la palabra en la función del análisis. Decir que en el sueño el deseo se realiza es decir que en el sueño el deseo se articula. Articulación significa elaboración. Que el deseo se elabora en el sueño significa que en el proceso onírico se ha introducido el tiempo. Pero no el tiempo tal vez muy breve del soñar, sino el tiempo supuesto por el trabajo del sueño.
Con respecto al saber, Masotta, el saber medico sustenta y detenta conocimiento sobre el cuerpo anatómico y orgánico. En el discurso psicoanalítico cambia el objeto, y al mismo tiempo se pone en tela de juicio la relación del saber a ese objeto. El objeto del psicoanálisis es un sujeto apresado en su cuerpo erógeno.
El postulado ético donde se funda la ética en psicoanálisis es una innovación al buen decir. Significa zafar las palabras del peso de la conciencia: es lo que llama libre asociación. El psicoanálisis se aplica sobre la estructura del sujeto, es decir, sobre el lugar que el saber ocupa en esa estructura y no opera en cambio sobre el contenido inconsciente de las representaciones.
VI.
Podríamos definir al Edipo como lugar donde se historializa, en la temprana infancia, una función precisa: la necesidad de un “corte” en la relación entre madre e hijo. Si el complejo de Edipo remite entonces al hecho de que la prohibición del incesto está inserta en la erogenización del cuerpo, es porque el sujeto se ve de entrada referido a los polos donde la relación se constituye: el padre, la madre. La función madre determina la historia del cuerpo erógeno. Mientras que la función padre tendrá que ver con el efecto del corte, con la pérdida obligatoria del objeto primordial y sus secuelas. Lo que asegura la prohibición del incesto es el padre muerto. Los distintos tótem dentro del grupo social cumplen la función de resguardar el incesto, en la medida que el tótem codifica los matrimonios prohibidos y los matrimonios permitidos. Las sociedades llamadas primitivas rigen mediante el totemismo el orden del parentesco, el sistema de parentesco. Si es cierto que la prohibición del incesto es una ley absolutamente universal, el totemismo es un fenómeno etnográfico que no lo es en absoluto, y cuya definición, por lo demás, tampoco es clara. El totemismo es dudoso.
El problema freudiano pertenece al orden del discurso, y no al orden de los datos.
Lacan, divide al Edipo en tres tiempos:
1º tiempo: es el del amorío del amor de la madre y el hijo, amor atravesado por la contradicción que carcome la erogenización del cuerpo hijo: amorío en el mal lugar donde lo inmediato de la relación de dos cuerpos esta transida por la prohibición.
2º tiempo: emerge aquí el padre como figura capaz de llevar a cabo la función del corte. Es el momento que Lacan llama del “padre terrible”; doble prohibición: a la madre, “no integraras tu producto”; al hijo: “no te acostaras con tu madre”.
3º tiempo: reaparece el padre pero bajo forma de padre permisivo, condición de acceso a la mujer bajo el modelo de la madre prohibida. El padre se ofrece como polo de las identificaciones sexuales del hijo, y simultáneamente, de sus ideales sociales.
Amor, democracia, filosofía, los griegos lo inventaron todo (31)
Se comenzó a razonar sobre como es el mundo, con Tales y Mileto en el siglo VI A.c., por medio de cuentos.
Surge la polis, orden jerárquico que en la cima tiene un soberano. Lo dominan por que ellos están en relación con lo divino, sus decisiones son casi religiosas.
Todos los ciudadanos son iguales, por turnos, ocupan las magistraturas civiles o las funciones judiciales. El poder es público.
Todas las decisiones se tomaban por un debate, y razonando.
Decían que la Tierra no caía por que estaba en el centro del cosmos, y por estar en el centro tienen poder.
Los griegos no tenían una razón experimental, sino una de tipo retórica. La razón era la que tenía como fin dominar al mundo, pero pensaban que era imposible dominarlo.
Las únicas medidas exactas que tenían eran por medio de la Astronomía.
El métis: es el espíritu de astucia, de ingeniosidad. Los hombres deben arreglárselas para vivir, muestra la capacidad de salir al paso mediante trucos y picardías, permite a lo más débil vencer a los más fuertes.
Antropología estructural.-Levi-Strauss. (32)
La estructura de los mitos.
Desde hace unos 20 años la antropología parece haberse alejado progresivamente del estudio de los hechos religiosos. Aficionados han aprovechado la oportunidad para invadir el dominio de la etnología religiosa. Los fundadores de la etnología religiosa, Tylor, Frazer y Durkheim, prestaron constante atención a los problemas psicológicos. De todos los capítulos de la etnología religiosa, la mitología es aquel que sufre todo con esta situación. Cualquiera sea el modo en que se consideran los mitos, parecen todos reducirse a un juego gratuito o a una forma grosera de especulación filosófica.
Algunos pretenden que cada sociedad expresa en sus mitos sentimientos fundamentales como el amor, el odio o la venganza, comunes a la humanidad entera. Para otros, los mitos constituyen tentativas de explicación de fenómenos difícilmente comprensibles: astronómicos, meteorológicos, etc. Pero las sociedades no se refractarían a las interpretaciones positivas, inclusive cuando adoptan interpretaciones falsas. La mitología será considerada un reflejo de la estructura social y de las relaciones sociales.
En un mito todo puede suceder; parecería que la sucesión de los acontecimientos no está subordinada a ninguna regla de lógica o de continuidad. Todo sujeto puede tener cualquier predicado; toda relación concebible es posible. Los primeros filósofos que se interesaron en el lenguaje. Comprobaban que, en cada lengua, ciertos grupos de sonidos correspondían a determinados sentidos y buscaban desesperadamente comprender que necesidad interna unía esos sentidos y esos sonidos. La empresa era vana, porque los mismos sonidos se encuentran en otras lenguas, pero ligados a sentidos diferentes. La contradicción no fue resuelta hasta el dia en que se percibió que la función significativa de la lengua está ligada a la manera en que los sonidos se encuentran combinados entre sí.
Aproximar el mito al lenguaje no resuelve nada, el mito integra la lengua; por el habla se conoce; pertenece al discurso. El mito esta en el lenguaje y al mismo tiempo mas allá del lenguaje. Al distinguir entre la lengua y el habla, Saussure ha mostrado que el lenguaje ofrecía 2 aspectos complementarios: uno estructural, y el otro estadístico; la lengua pertenece al dominio de un tiempo reversible y el habla al de un tiempo irreversible.
El mito se define, también, por un sistema temporal. Un mito se refiere siempre a acontecimientos pasados.
Una doble estructura, historia y ahistorica, explica que el mito pueda pertenecer simultáneamente al dominio del habla y al de la lengua. Se podría definir mito como ese modo de discurso en el que el valor de la formula traduttore, traditore tiende prácticamente a cero. En este sentido, el lugar que el mito ocupa en la escala de expresión lingüística es el opuesto al de la poesía. La sustancia del mito se encuentra en la historia relatada. El mito es lenguaje.
A la vez estas características traen 2 consecuencias. Una el mito está formado por unidades constitutivas y la otra es que las unidades constitutivas implican la presencia de aquellas que intervienen en la lengua (fonemas, morfemas, semantemas.) (Unidades constitutivas=mitemas) las unidades constitutivas en conjunto, forman para el mito, un haz de relaciones.
El mito es un sistema de dos dimensiones (sist. temporal), a la vez diacrónico y sincrónico con la cual reúne las características de la lengua y del habla.
El mito de Edipo, por ejemplo, se lo puede explicar de forma diacrónica como una partitura orquestal.
Un mito se compone del conjunto de sus variantes, el análisis estructural deberá considerarlas a todas por igual.
En este mito (el de edipo) se pueden diferenciar 4 columnas en esta estructura. La primera columna hace referencia a los parentescos consanguíneos (Cadmon busca a su hermana Europa secuestrada por Zeus; Edipo se casa con Yocasta, su madre; Antigona entierra a Polinices, su hermano) la segunda columna hace referencia a la misma relación pero afectada del signo inverso: relaciones de parentesco desvalorizadas (los espartanos se exterminan mutuamente; Edipo mata a su padre Layo; Etiocle mata a su hermano Polineces) la tercera columna se refiere a mostruos y su destrucciones, (Cadrino mata al dragón; Edipo inmola a la Esfinge) y la cuarta columna corresponde a los nombres propios que en contexto evoca a una dificultad para caminar (Labasco, padre de layo=cojo; Layo, padre de Edipo= torcido; Edipo= pie hinchado.) con este método el mito se organiza de tal manera que se constituye por si mismo como contexto.
En todos los mitos de los pueblos occidentales, el planteo lógico del problema es el mismo: el punto de partida y el punto de llegada del razonamiento son inequívocos, y la ambigüedad aparece en la etapa intermedia.
El uso frecuente de duplicación de los mitos o literatura oral, cumplen una función propia, que es la de poner en manifiesto la estructura del mito. El crecimiento de este es continuo.
La familia en desorden – Elisabeth Roudinesco (33)
Palabras preliminares
Jamás fue el sexo tan estudiado, codificado, medicalizado, expuesto, medido, peritado. Nuestra época presenta hoy a una forma inédita de pornografía que podemos calificar de puritana, visto que presenta una clasificación fría, minuciosa y casi botánica de las diferentes exhibiciones del sexo: en la literatura, la pintura, el arte cinematográfico.
Nuestra época genera un trastorno profundo, unos de cuyos reveladores sería, el deseo homosexual, convertido en deseo de normatividad, en el momento mismo en que los poderes del sexo parecen estar más extendidos que nunca en el corazón de una economía liberal que tiende cada vez más a reducir al hombre a una mercancía.
Historia:
Fundada durante siglos en la soberanía divina del padre, la familia occidental se vio, n el siglo XVIII, ante el desafío de la irrupción de lo femenino. Se transformó, entonces, con la aparición de la burguesía, en una célula biológica que otorgaba un lugar central a la maternidad. El nuevo orden familiar logró poner freno a la amenaza que representaba esa irrupción de lo femenino, a costa del cuestionamiento del antiguo poder patriarcal. A partir de la declinación de éste, cuyo testigo principal teórico fue Freud al revisitar la historia de Edipo y Hamlet, se puso en marcha un proceso de emancipación que permite a las mujeres afirmar su diferencia, a los niños ser consideradoscomo sujetos y a los “invertidos”, normalizarse. Ese movimiento generó una angustia y un desorden especifico, ligados al terror por la abolición de la diferencia de los sexos y al final del camino, la perspectiva de una disolución de la familia.
Dios padre
Lévi Strauss: la vida familiar está presente en prácticamente todas las sociedades humanas, incluso en aquellas cuyas costumbres sexuales y educativas están muy distantes de las nuestras. A la familia apoyada en la unión más o menos duradera y socialmente aprobada de un hombre, una mujer y sus hijos, es un fenómeno universal, presente en todos los tipos de sociedades. La familia supone una alianza (el matrimonio).
La irrupción de lo femenino
El padre deja de ser el vehículo exclusivo de la transmisión psíquica y carnal y comparte ese papel con la madre. Una frase de Auguste Comte: “Los hijos son en todos los aspectos, e incluso físicamente, mucho más hijos de la madre que del padre”.
Lewis Henry Morgan definía el patriarcado como un sistema jurídico político en el cual la autoridad y los derechos sobre los bienes y las personas obedecían a una regla de filiación patrilineal. A ese sistema se le oponía el matriarcado, la regla de filiación matrilineal decidía esa misma autoridad con referencia a lazos genealógicos que pasaban por las mujeres. Es preciso atribuirles una función de sexualización del lazo social, permitían pensar la historia de la familia dentro de la categoría, no solo de la diferencia sexual (masculino contra lo femenino y a la inversa) sino también de la contradicion entre dos formas de dominación económica y psíquica: paternocentrismo de un lado y maternocentrismo del otro.
El orden familiar económico burgués se apoya en tres fundamentos: la autoridad del marido, la subordinación de las mujeres y la dependencia de los niños. La mujer debe ser ante todo una madre, al fin de que el cuerpo social esté en condiciones de resistir la tiranía de un goce femenino no susceptible, se cree, de borrar la diferencia de los sexos.
Reivestido de su poder, el padre será entonces un padre igualitario, sometido a la ley y respetuoso de los nuevos derechos adquiridos en virtud de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. El matrimonio, se convierte en un contrato libremente consentido entre un hombre y una mujer. Basado en el amor, sólo dura lo que dura éste. Ese cambio supone el derecho al divorcio, instaurado en 1792.
Todo niño, tiene derecho a una familia, un padre, una madre. Se constatará los principios de la paternidad adoptiva.
Hegel propuso la nueva relación instaurada entre el individuo, la sociedad y el Estado. La familia se convierte, junto con las corporaciones, en una de las estructuras básicas de la sociedad. Descansa sobre la institución del matrimonio monógamo que une, por consentimiento mutuo, a un hombre y a una mujer, quienes dan preferencia a la inclinación espiritual sobre la pasión sexual. El marido se enfrenta al mundo externo, mientras que en el seno de su hogar su esposa, convertida en madre, goza de una auténtica libertad. Si el padre es designado como el jefe de una familia asimilada a una persona “moral” y solo su muerte permite a los herederos, a su turno, tener acceso a ese status. Los hijos repiten el destino de los padres y las hijas, el de las madres. Si el padre claudicaba, si cometía faltas o injusticias, debía recibir una sanción. De tal modo, la sustitución del poder de dios padre por el pater familias allanó el camino a una dialéctica de la emancipación, cuyas primeras beneficiarias serian las mujeres y los niños tras ellas. Su status le impone restricciones y si no lo respeta, es susceptible de caer en la indignidad y perder su derecho a ser padre.
Engels ve en el advenimiento del patriarcado la gran derrota del sexo femenino y la invención de la lucha de clases, en la familia burguesa, la mujer se convierte en el proletario del hombre.
Le Play divide a la familia en tres tipos: la familia patriarcal, en la cual los descendientes permanecen hasta su muerte bajo la dependencia del padre; la familia troncal, en la que sólo uno de los hijos hereda y permanece bajo el mismo techo que los padres y la familia restringida, reducida a la pareja y a los hijos. A cada estructura corresponde una etapa de la evolución hacia el mundo moderno, que conduce a la disolución de la familia. En los primero tiempos, las mujeres estaban expuestas a la violencia de los hombres y los hijos no conocían a sus padres. La segunda etapa, la de la ginecocracia, las mujeres fundan la familia, inventan la agricultura condenan al matricidio y alientan a la educación del cuerpo. El padre se encarga de separar al hijo de la madre, a fin de asegurarle su independencia.
Freud considera la civilización como “la totalidad de las obras y organizaciones cuya institución nos aleja del estado animal de nuestros ancestros y que sirven a dos fines: la protección del hombre contra la naturaleza y la regulación de los hombres entre si. Si bien la familia es para él una de las grandes colectividades humanas de la civilización, sólo puede distanciarse del estado animal si afirma la primacía de la razón sobre el efecto y la de la ley del padre sobre la naturaleza.
¿Quién mató al padre?
Freud pudo revalorizar de ese modo las antiguas dinastías heroicas a fin de proyectarlas en la psique de un sujeto culpable de sus deseos. El complejo de Edipo era “fundamento de la sociedad en la medida en que aseguraba una elección de amor normal”. Las estructuras de parentesco propias de la familia de los Labdácidas, condenaban a las mujeres a no encontrar jamás su lugar como no fuera bajo el signo de la locura, el asesinato y la mancha. De ese infortunio se derivaba un trastorno generacional que se repetía incesantemente hasta la extinción de la raza (genos).
Complejo de Edipo:
En psicoanálisis, el complejo de Edipo, a veces también denominado conflicto edípico, se refiere al agregado complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores.1 Se trata de un concepto central de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, expuesto por primera vez dentro de los marcos de su primera tópica. En términos generales, Freud define el complejo de Edipo2 como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio).
El complejo de Edipo es la «representación inconsciente a través de la que se expresa el deseo sexual o amoroso del niño».3 Freud describe dos constelaciones distintas en las que se puede presentar el conflicto edípico:
Complejo de Edipo positivo: odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y atracción sexual hacia el progenitor del sexo opuesto.
Complejo de Edipo negativo: amor hacia el progenitor del mismo sexo, así como rivalidad y rechazo hacia el progenitor del sexo opuesto.1
La teoría de Freud distingue en el desarrollo psicosexual de los niños tres etapas principales: la oral, la anal y la fálica. El período de manifestación del complejo de Edipo coincide con la llamada fase fálica (pregenital) del desarrollo de la libido, es decir aproximadamente entre los 3 y los 6 años de edad y se acaba con la entrada en el período de latencia. De acuerdo con la teoría freudiana, el complejo se revive en la pubertad y esta reaparición declinaría a su vez con la elección de objeto, que abre paso a la sexualidad adulta.
Tiresias se había atrevido a afirmar que la mujer sentía en el coito nueve veces más placer que el hombre.
En la interpretación de los sueños, Freud asociaba la historia de Edipo y de Hamlet.
Zeus instaura el reinado de los Olímpicos y separa el mundo divino del mundo moral. De allí surgirá la tragedia de los hombres, enfrentados no sólo a los dioses (inmortales) y el destino, sino a sí mismos: a sus pasiones, sus querellas, su muerte.
Zeus es un hijo que castra a su padre para tomar su lugar. De allí deriva, para el psicoanálisis, una concepción de la familia fundada sobre el asesinato del padre y del hijo, la rivalidad de éste con él, el cuestionamiento de la omnipotencia patriarcal y , por último, la necesidad de que las hijas se emancipen sexualmente de la opresión materna.
Freud cuenta la historia del hijo culpable de desear a su madre y querer asesinar a su padre. Edipo será culpable, entonces, no de haber cometido un asesinato sino de ser un sujeto culpable de desear a su madre. Culpable de tener un inconsciente, en la interpretación freudiana Edipo se convierte, por tanto, en un neurótico de fin de siglo, culpable de deseo y responsable de sus fantasmas.
Comienza a desear a la propia madre, en el sentido recién adquirido y a odiar de nuevo al padre como rival que pone un obstáculo a este deseo. Cae, como decimos, bajo la dominación del complejo de Edipo. No perdona a su madre y considera como una infidelidad el hecho de que ésta haya concedido el favor del comercio sexual a su padre y no a él.
Edipo no podía ser culpable de desear a una mujer a quien no conocía, aunque fuera su madre biológica y por lo tanto, el deseo por la madre no podía preceder al asesinato del padre.
“La ignorancia de Edipo no es más que una pintura exacta de la inconsciencia en la cual se hunde, en el adulto, la totalidad de acontecimiento. La sentencia apremiante del oráculo, que debe absolver al héroe, que condena a todos los hijos a sufrir del complejo de Edipo”.
Edipo es del mismo origen para toda la eternidad. Como el inconsciente es temporal, estructural e inmutable, Edipo puede encarnar la tragedia del inconsciente.
Es posible plantear la hipótesis de que Freud reinventó Edipo para responder de manera racionar al terror ante la irrupción de lo femenino y la obsesión por la borradura de la diferencia sexual que habían embargado a la sociedad europea de fines de siglo, cuando se extinguían en Viena el poder y la gloria de las ultimas monarquías imperiales. Con la ayuda del mito reconvertido en complejo, Freud, en efecto restablecía simbólicamente las diferencias necesarias para el mantenimiento de un modelo de familia cuya desaparición de un modelo de familia cuya desaparición en la realidad se temía. En síntesis, atribuía al inconsciente el lugar de soberanía perdida por Dios padre, para hace reinar en él la ley de la diferencia: diferencia entre las generaciones, entre los sexos, entre los padres y los hijos, etc. De tal modo, el tirano de la antigua tragedia del poder, de quien Nietzsche había pensado que había podido ser el héroe dionisíaco de un nuevo humanismo, se transformo, en la pluma de Freud, en un sujeto culpable, aferrado a su neurosis y condenado a no ser ya sino el hijo de su madre y el rival de su padre.
Ahora se sabía que había matado al padre y deseaba a la madre, pero aún se ignoraba que el hijo pudiera sentirse culpable, no el asesinato de aquel, sino del deseo de ese asesinato y del deseo de desear a la madre. Sería Freud, una vez más, quien descubriría ese asunto al asociar el destino de Hamlet al de Edipo.
El malestar en la cultura de Sigmund Freud (34)
En El malestar en la cultura, es una obra de Freud publicada a finales de 1929. El tema principal de la obra será “el irremediable antagonismo entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura”. En esta ocasión Freud evaluará más claramente el papel cumplido en estas restricciones por las influencias interiores y exteriores, sus efectos recíprocos, la hipótesis del superyó, y la indagación y elucidación de la naturaleza del sentimiento de culpa.
Freud muestra al sentimiento de culpa como el problema más importante del desarrollo cultural, y también que el precio del progreso cultural debe pagarse con el déficit de dicha provocado por la elevación del sentimiento de culpa.
El dice que la finalidad de la vida está fijada por el principio de placer. Los hombres en la vida “quieren alcanzar la dicha, conseguir la felicidad y mantenerla”, evitándose dolor y displacer, procurándose placeres intensos (he allí la dicha).
Esta aspiracion tiene dos lados: uno positivo, y uno negativo. Por una parte quiere la ausencia del dolor y de displacer y por otro vivenciar un sentimiento intenso de placer (dicha – sentido literal).
Sin embargo, no está en los planes de la “Creación” el que el hombre sea dichoso: el cuerpo se corrompe y muere, el mundo exterior (en principio, Freud quiere decir el natural) nos abate destructivamente con furia, y, más dolorosamente, el tener que sufrirnos a otros seres humanos
Ya nuestra contitucion limita nuestra posibilidades de dicha, mucho menos dificil es que lleguemos a experimentar desdicha.
Existen tres fuentes de sufrimiento que acechan al ser humano:
El cuerpo propio: que destinado a la ruina y disolución no puede presindir del dolor y la angustia como señales de alarma
El mundo exterior: que puede abatir sus furias sobre nosotros con fuerzas prepotentes, despiadadas, destructoras.
Los vinculos con otros seres humanos: al padecer que viene de esta fuente lo sentimos tal vez mas doloroso que cualquier otro, nos inclinamos a verlo como un suplemento en cierto modo super fluo aunque acaso no sea menos inevitable ni obra de un destino menos fatal que el padecer de otro origen.
“La vida, como nos es impuesta, resulta gravosa: nos trae hartos dolores, desengaños, tareas insolubles. Para soportarla, no podemos prescindir de calmantes”. Calmantes como el trabajo y la ciencia (distracciones que dan valor a la miseria), el arte y otras maneras de fantasear con ilusiones con respecto de la realidad (satisfacciones sustitutivas que reducen la miseria por media de desplazamientos libidinales —en su forma máxima, sublimación, que sólo está al alcance de unos pocos talentosos y dotados), y sustancias embriagadoras del cuerpo (alcohol y otras drogas, que nos insensibilizan ante la miseria de nuestra vida).
Tres tipos de calmantes:
1 Poderosas distracciones, que nos hagan evaluar un poco nuetra miseria
2 Satisfacciones sustitutivas, que las reduzcan
3 Sustancias embriagadoras: influyen sobre nuestro cuerpo, alteran su quimismo (no es sencillo indicar el puesto de la religion entre estas series)
Bien se sabe que con la ayuda de los quitapenas es posible sustraerce en cualquier momento de la presion de la realidad y refugiarse en un mundo propio que ofrece mejores condiciones de sensacion
“El programa que nos impone el principio de placer, el de ser felices, es imposible”, lo que no significa que no deba intentarse la búsqueda de la felicidad.
Freud dice que la sabiduría de la vida aconseja no esperar toda satisfacción de una aspiración única, es decir, no esperar que toda la satisfacción venga de una misma cosa.
Podríamos intoxicarnos con sustancias químicas o podríamos escondernos y aislarnos intentando encontrar sosiego, pero el mejor camino para evitar el displacer parece ser el de hacerse miembro de una comunidad, trabajando “con todos para la dicha de todos” ,para someter la naturaleza a la voluntad humana por medio de la ciencia y la técnica.
Esta solución en la conjunción con otros no implica, sino más bien tiene por posibles e incluso necesarias, las otras soluciones. Así, en lo social podemos encontrar a la religión, ese delirio de masas, con el cual se pretende recrear la realidad efectiva, desprendiéndola de sus rasgos más insoportables, a la par que siguiendo el sentido de los deseos propios. La religión implica una concepción de la vida evidentemente infantil, donde el niño se proclama desvalido y manifiesta una añoranza paternal.
Los sistemas religiosos se sitúan en la cúspide de las ideas que se corresponden a las actividades psíquicas del hombre, por lo tanto, es magistral el uso que hace Freud como ejemplo que guiará su discurso hacia su visión escéptica (en su sentido original de cautelosa) de aquello que tiene a lo religioso como máxima realización (superestructural, dirían los marxistas): la cultura.
“Gran parte de la culpa por nuestra miseria la tiene lo que se llama nuestra cultura. Ya se mencionó que la hiperpotencia de la naturaleza y la fragilidad de nuestro cuerpo no son las únicas fuentes del penar humano. Recordemos nuestras relaciones con los demás, lo social, aquello que Freud da por base de la tesis central de la obra: la insuficiencia de las normas que regulan los vínculos recíprocos entre los hombres en la familia, el Estado y la sociedad.
Sigamos el ejemplo con el que Freud abre. La religión hace daño cuando impone a todos por igual “su camino para conseguir dicha y protegerse del sufrimiento” sin considerar que la constitución pulsional de cada individuo es única para sí y le hace sentir su fallo o fracaso en seguir ese camino propuesto, mediante ese sentimiento de culpa denominado pecado.
Hay “desacuerdo entre el pensar y el obrar de los seres humanos, así como [hay] el acuerdo múltiple de sus mociones de deseo”, mociones sobre las cuales intentaríamos intervenir para liberarnos del sufrimiento que nos causa la imposibilidad de satisfacerlas todas. Su acuerdo (es decir, que se nos vengan todas juntas) es a la vez lo que atenta contra esa intervención y una de las causas de que tengamos tan pocas posibilidades. Es terrible (mas no difícil, pues todos lo sufrimos) imaginarse cómo se complican las cosas cuando se nos impone una manera de pensar y se nos prescribe una manera de obrar, que además de poder estar en desacuerdo entre sí, están en desacuerdo con nuestra natural manera de pensar y nuestro deseado obrar; el “querer ser” del individuo —que se admite que puede ser destructivo para los otros y hasta para uno mismo— vs. el “deber ser” con el que la sociedad nos encultura.
Freud define a la cultura como “la suma de operaciones y normas que distancian nuestra vida de la de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos fines: la protección del ser humano frente a la naturaleza y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres” .
La cuestión está en que la cultura se intentan regular los vínculos sociales, que a falta de ella se verían sometidos “a la arbitrariedad del individuo, vale decir, el de mayor fuerza física los resolvería en el sentido de sus intereses y mociones físicas”.
Se va haciendo claro que Freud parte del supuesto hobbesiano de que el hombre es el lobo del hombre. Hay una pulsión de muerte en el individuo, hetero- y auto-destructiva, manifestada como agresión, y es tarea de la cultura controlar esa agresión... precisamente a través de su contrario, el amor. El amor es una de las bases de la cultura.
Este amor es el amor genital heterosexual, que surge como necesaria consecuencia del "instinto" reproductor de la especie. Dependemos de otro, de un fragmento del mundo exterior, para obtener semejante satisfacción. Pero nos podemos dar cuenta que esa dependencia de algo que nos es externo, que no podemos dominar/conocer totalmente, es riesgoso. El amor genital sexual debe ser sublimado en esa ternura o amor “fraterno” a los prójimos que promulgan religiones como el cristianismo, permitiéndonos estar lo suficientemente desligados de los objetos amorosos como para no dañarnos con su posible pérdida, y además repartir esa energía libidinal entre más individuos, tal como nos conviene hacer para el control de la agresión.
Así, con la cultura se establece un convenio o contrato de muchos frente a las distinciones individuales que puedan resultar en choques. “La convivencia humana sólo se vuelve posible cuando se aglutina una mayoría más fuerte que los individuos aislados, y cohesionada frente a éstos”.
La “sustitución del poder del individuo por el de la comunidad es el paso cultural decisivo. Su esencia consiste en que los miembros de la comunidad se limitan en sus posibilidades de satisfacción, en tanto que el individuo no conocía tal satisfacción”.
Esta limitación, indudablemente, ha de traer malestar individual, tras ese allanamiento de un único camino para todos, que viene a ser esa “justicia” necesaria para el contrato o convenio. El individuo “por obra del desarrollo cultural experimenta limitaciones y la justicia exige que nadie escape a ellas”. Luego, a aquel que se desvíe, se le tendrá por descarriado, se le hará sentir culpable de haber faltado al contrato y... ya se imagina uno para dónde va la cosa cuando todas estar normas llegan a ser tantas, llegan a ser una notable y pesada carga, tan poco clara, tan confusa y tan ambigua, que no falta un momento en el que es imposible no desviarse o no temer constantemente hacerlo. ¿Será el conflicto insalvable o hay un punto de equilibrio entre las demandas individuales y las exigencias culturales? Responder esto es la tarea en torno a la cual gira “buena parte de la brega de la humanidad”.
“La cultura se edifica sobre la renuncia de lo pulsional... Se basa {en alto grado}... en la no satisfacción... de poderosas pulsiones”.
“La cultura amenaza al amor con sensibles limitaciones”. El amor genital hetero-sexual no puede satisfacerse con cualquier objeto. Aunque cambie en formas y límites, hasta ahora se tiene por universal al tabú del incesto, “la mutilación más tajante que ha experimentado la vida amorosa de los seres humanos en el curso de las épocas”. Hasta un desplazamiento a lo extragenital y lo homosexual suele ser tenido por contranatural. Nos queda la sublimación, esa gran creadora de cultura, tanto por el amor “fraterno” como por las realizaciones materiales y espirituales en donde halla su satisfacción para poner la bota sobre la agresión.
El desarrollo cultural es “la lucha por la vida de la especie humana.” “Tiene que enseñarnos la lucha entre Eros y Muerte... el contenido esencial de la vida en general”.
“La cultura yugula el peligroso gusto agresivo del individuo debilitándolo, desarmándolo y guiándolo mediante una instancia situada en su interior, como si fuera una guarnición militar en la ciudad conquistada”. La mayoría fuerte se impone violentamente sobre el individuo y lo limita... ¡utilizando la agresión! que como normas y valores el individuo interioriza, se introyecta en aquello que Freud llamá superyó, vigilando, juzgando y castigando al individuo desviado del camino único que han decidido los demás para su convivencia.
“La renuncia de lo pulsional (impuesta a nosotros desde afuera) crea la conciencia moral, que después reclama más y más renuncias”. Resultado: imposibilidad de satisfacción, déficit de dicha: “¡Qué poderosa debe ser la agresión como obstáculo de la cultura si la defensa contra ella puede volverlo a uno tan desdichado como la agresión misma!”.
“El sentimiento de culpa es la expresión del conflicto de ambivalencia, de la lucha eterna entre el Eros y la pulsión de destrucción o muerte. Y ese conflicto se entabla toda vez que se plantea al ser humano la convivencia”.
“Puesto que la cultura obedece a una impulsión erótica interior, que ordena a los seres humanos unirse en una masa estrechamente atada, sólo puede alcanzarse esta meta por la vía de un esfuerzo siempre creciente del sentimiento de culpa”. La cultura no resultará, pues, un mundillo rosa donde nos desarrollamos desde niño para alcanzar todo nuestro potencial. ¡Si más bien se quiere que no lo alcancemos! ¡Eso sería demasiado peligroso! La lógica es “¡que sufra uno... y cada uno... pero que no sufran todos!”, y hay que notar que esto es evidentemente contradictorio y autodestructivo.
La posición de Freud es ciertamente no la de un optimista que dice que vivimos en el mejor de los mundos posibles, pero tampoco es la de un nihilista ni un pesimista. Lo suyo es un escepticismo, una cautela que lo mantiene a la expectativa de lo que pueda pasar. Él es un médico que sólo puede dar un diagnóstico: señala qué está pasando, y no todo lo que está pasando bueno ni mucho menos bonito.
“Me he empeñado en apartar de mí el prejuicio entusiasta de que nuestra cultura sería lo más precioso que poseemos o pudiéramos adquirir, y que su camino nos conduciría necesariamente a alturas de insospechada perfección. Puedo al menos escuchar sin indignarme al crítico que opina que si uno tiene presentes las metas de la aspiración cultural y los medios que emplea, debería llegar a la conclusión de que no merecen la fatiga que cuestan y su resultado sólo puede ser un estado insoportable para el individuo”.
Freud está diagnosticando de acuerdo a los síntomas y trata de inferir sus causas, pero todavía es muy prematuro para establecer un pronóstico. “Si el desarrollo cultural presenta tan amplia semejanza con el del individuo y trabaja con los mismos medios, ¿no se está justificado en diagnosticar que muchas culturas —o épocas culturales—, y aun posiblemente la humanidad toda, han devenido «neuróticas» bajo el influjo de las aspiraciones culturales?”.
Esto no es profetizar el desastre; al contrario: “Cabe esperar que el otro de los dos «poderes celestiales», el Eros eterno, haga un esfuerzo para afianzarse en la lucha contra su enemigo igualmente inmortal”. ¿Pero quién puede proveerse el desenlace?
Culturas hibridas- Canclini (35)
Contradicciones latinoamericanas ¿Modernismo sin modernización?
Fuimos colonizados por las naciones europeas mas atrasadas, sometidos a la contrarreforma y otros movimientos antimodernos, solo con la independencia pudimos iniciar la actualización de nuestros países. Desde entonces hubo olas de modernización.
A fines del siglo XIX y principios del XX, impulsadas por la oligarquía progresista, la alfabetización y los intelectuales europeizados, entre los años veinte y treinta de este siglo por la expansión del capitalismo, el ascenso democratizador de sectores medios y liberales, el aporte de migrante y la difusión masiva de la escuela, la prensa y la radio, desde los cuarenta, por la industrialización, el crecimiento urbano, el mayor acceso a la educación media y superior, las nuevas industrias culturales.
Pero estos movimientos no pudieron cumplir las operaciones de la modernidad europea.
Como la modernización y democratización abarcan a una pequeña minoría, es imposible formas mercados simbólicos donde puedan crecer campos culturales autónomos. Ser culto en el sentido moderno es ser letrado, en nuestro continente eso era imposible para más de la mitad de la población en 1920.
Los desajustes entre modernismo y modernización son útiles a las clases dominantes para preservar su hegemonía, y a veces no tener que preocuparse por justificarla, para ser simplemente clases dominantes. En la cultura escrita, lo consiguieron limitando la escolarización y el consumo de libros y revistas. En la cultura visual, mediante tres operaciones que hicieron posible a las elites restablecer una y otra vez, ante cada cambio modernizador, su concepción aristocrática.
En Europa, el cubismo y el futurismo corresponden al entusiasmo admirativo de la primera vanguardia ante las transformaciones físicas y mentales provocadas por el primer auge maquinista, el surrealismo es una rebelión contra las alienaciones de la era tecnológica, el movimiento concreto surge junto con la arquitectura funcional y el diseño industrial con intenciones de crear programada e integralmente un nuevo hábitat humano.
Nosotros hemos practicado toas estas tendencias europeas sin haber entrado casi al “reino mecánico” de los futuristas, sin haber llegado a ningún apogeo industrial, sin haber ingresado plenamente en la sociedad de consumo.
Pero hay que revisar, primero, si existen tantas diferencias entre la modernización europea y la nuestra.
Como interpretas una historia hibrida
Perry Anderson, al hablar de America Latina, reitera la tendencia a ver nuestra modernidad como un eco diferido y deficiente de los países centrales. Sostiene que el modernismo literario y artístico europeo tuvo su momento alto en las tres primeras décadas del siglo XX.
Los movimientos modernistas surgen en la Europa continental, no donde ocurren cambios modernizadores estructurales, dice Anderson, sino donde existen coyunturas complejas, “la intersección de diferentes temporalidades históricas”, se presento en Europa “como un campo cultural de fuerza triangulado por tres coordenadas decisivas:
a- La codificación de un academicismo altamente formalizado en las artes visuales y en las otras, institucionalizado por Estados y sociedades en los que dominaban clases aristocráticas o terratenientes, superadas por el desarrollo económico pero que aun daban el tono político y cultural antes de la primera guerra mundial.
b- La emergencia en esas mismas sociedades de tecnologías generadas por la segunda revolución industrial (teléfono, radio, etc.).
c- La proximidad imaginativa de la revolución social, que comenzaba a manifestarse en la revolución rusa y en otros movimientos sociales de Europa occidental.
El modernismo no es la expresión de la modernización socioeconómica sino el modo en que las elites de hacen cargo de la intersección de diferentes temporalidades históricas y tratan de elaborar con ellas un proyecto global.
Los países latinoamericanos son actualmente resultado de la sedimentación, yuxtaposición y entrecruzamiento de tradiciones indígenas del hispanismo y de las acciones políticas, educativas y comunicacionales modernas.
Ser culto, e incluso ser culto moderno, implica no tanto vincularse con un repertorio de objetos y mensajes exclusivamente modernos, sino sabes incorporar el arte y la literatura de vanguardia, avances tecnológicos, a matrices tradicionales de privilegio social y distinción simbólica.
Importar, traducir, construir lo propio
La colonización produjo tres sectores sociales: el latifundista, el esclavo y el “hombre libre”. Entre los dos primero, la relación era clara. Pero la multitud de los terceros, ni propietarios ni proletariados, dependía materialmente del favor de un poderoso. Se produce un amplio sector de hombres libres, además, el favor se prolonga en otras áreas de la vida social e involucra a los otros dos grupos en la administración y la política, el comercio y la industria.
Para ser culto ya no es indispensable imitar, como en el siglo XIX, los comportamientos europeos y rechazar “acomplejadamente nuestras características propias”, lo moderno se conjuga con el interés por conocer. Los modernistas bebieron en fuentes dobles y enfrentadas, la información internacional, “un nativismo que se evidenciaría en la inspiración y búsqueda de nuestras raíces”.
El modernismo cultural, en vez de ser desnacionalizado, ha dado el impulso y el repertorio de símbolos para la construcción de la identidad nacional.
Un estado más rico y estable que el promedio del continente sigue teniendo recursos para construir museos culturales, dar becas y subsidios a intelectuales, escritores y artistas.
Mientras en Europa los renovadores elegían denominaciones que indicaban su ruptura con la historia del arte, en America Latina prefieren llamas con palabras que sugieren respuestas a factores externos al arte, modernismo, nuevomundismo, indigenismo.
Las frustraciones no se deben a un destino fatal del arte, ni al desajuste con la modernización socioeconómica.
Expansión del consumo y voluntarismo cultural
Desde los años treinta comienza a organizarse en los países latinoamericanos un sistema más autónomo de producción cultural. Argentina, Brasil y Chile, constituyen un mercado cultural con dinámica propia. En todos estos países, migrantes con experiencias en el área y productores nacionales emergentes van generando una industria de la cultura con redes de comercialización en los centros urbanos. Junto con la ampliación de los circuitos culturales que produce la alfabetización creciente, escritores, empresario y partidos políticos estimulan una importante producción nacional.
Entre los años cincuenta y setenta al menos cinco clases de hechos indican cambios estructurales:
a- El despegue de un desarrollo económico más sostenido y diversificado, que tiene su base en el crecimiento de industrias con tecnología avanzada, en el aumento de importaciones industriales y de empleo de asalariados.
b- La consolidación y expansión del crecimiento urbano iniciado en la década de los cuarenta.
c- La ampliación de mercados de bienes culturales, en parte por las mayores concentraciones urbanas, pero sobre todo por el rápido incremento de la matricula escolar en todos los niveles: el analfabetismo se reduce al 10 o 15 por ciento en la mayoría de los países, la población universitaria sube en la región de 250000 estudiantes en 1950 a 5380000 al finalizar la década de los setenta.
d- La introducción de nuevas tecnologías comunicaciones, especialmente la televisión, que contribuyen a las masificaciones e internacionalizaron de las relaciones culturales y apoyan la vertiginosa venta de los productos “modernos”, ahora fabricados en America Latina: autos, aparatos electrodomésticos, etc.
e- El avance de movimientos políticos radicales, que confían en que la modernización para incluir cambios profundos en las relaciones sociales y una distribución mas justa de los bienes básicos.
La articulación de estos cinco procesos no fue fácil, hoy resulta evidente que transformación las relaciones entre modernismo cultural y modernización social, la autonomía y dependencias de las prácticas simbólicas. Se crearon carreras de ciencias sociales.
Las empresas industriales, y a los nuevos movimientos sociales, convirtieron en núcleo del sentido común culto la versión estructural-funcionalista de la oposición entre tradiciones y modernidad.
Beneficio de las relaciones urbanas. La política desarrollista impulso este giro ideológico y científico.
Crecimiento de la educación superior y del mercado artístico y literario.
Se crean los primero museos de arte moderno y múltiples galerías.
Las causas culturales del fracaso de este nuevo intento de articular el modernismo con la modernización.
La sobreestimación de los movimientos transformadores sin considerar la lógica de desarrollo de los campos culturales.
La nueva mirada sobre la comunicación de la cultura que se construye dos tendencias básicas de la lógica social: la especialización y estratificación de las producciones culturales, la reorganización de las relaciones entre lo público y lo privado.
Se crea el Instituto Nacional de Bellas Artes, dedicado a la cultura “erudita”, y se fundan el Museo Nacional de Artes E industrias Populares y el Instituto Nacional Indigenista.
Lo culto paso a ser un área cultivada por fracciones de la burguesía y de los sectores medios, mientras la mayor parte de las clases altas y medias, y la casi totalidad de las clases populares.
El estado cuida el patrimonio, las empresas lo modernizan
Los procedimientos de distinción sibolica pasan a operar de otro modo. Mediante una doble separacion: entre lo tradicional administrado por el Estado y lo moderno auspiciado por empresas privadas, la división entre lo culto moderno o experimental para elites promovido por un tipo de empresas y lo masivo organizado por otro tipo de empresas. La tendencia general es que a la modernización de la cultura para elites y para masas va quedando en manos de la iniciativa privada.
El patrimonio tradicional sigue siendo toda responsabilidad de los Estados, la promoción de la cultura moderna es cada vez más tarea de empresas y organismos privados. De esta diferencia derivan dos estilos de acción cultural. En tanto los gobiernos entienden su política en términos de protección y preservación del patrimonio histórico, las iniciativas innovadoras quedan en manos de la sociedad civil, especialmente de quienes disponen de poder económico para financiar arriesgando. Unos y otros buscan en el arte dos tipos de rédito simbólico: los Estados, legitimidad y consenso al aparecer como representantes de la historia nacional: las empresas, obtener lucro y construir a través de la cultura de punta, renovadora, una imagen “no interesada” de su expansión económica.
La competencia cultural de la iniciativa privada con el Estado se concentra en un gran complejo empresarial: Televisiva. Esta empresa maneja cuatro canales de televisión nacional con multiples repetidoras en Mexico y los Estados Unidos, productora y distribuidoras de video, editoriales, radios, museos en los que se exhibe arte culto y popular.
En la década de los sesenta, la creciente importancia de los galeristas y marchands llevo a hablar en la Argentina de “un arte de difusores” para aludir a la intervención de estos agentes en el proceso social en que se constituyen los significados estéticos. Las fundaciones recientes abarcan mucho mas, no actuando solo en la circulación de las obras, sino que reformulan las relaciones entre artistas, intermediarios y publico. Para conseguirlo, subordinan a una o pocas figuras poderosas las interacciones y los conflictos entre los agentes que ocupan diversas posiciones en el campo cultural.
La innovación estetica se convierte en un juego dentro del marcado simbolico internacional, donde se diluyen, tanto como en las artes mas dependientes de las tecnologias avanzadas y “universales”, los perfiles nacionales que fueron preocupación de algunas vanguardias hasta mediados de este siglo.
Ser artista o escrito, producir obras significativas en medio de esta reorganización de la sociedad global y de los mercados simbólicos, comunicarse con públicos amplios, se ha vuelto mucho mas complicado.
Lo popular y lo culto, mediados por una reorganización industrial, mercantil y espectacular de los procesos simbólicos, requieren nuevas estrategias.
Como sociedad y como cultura: el modernismo simbólico y la modernización socioeconómica no están ya tan divorciados.
La “socialización” o democratización de la cultura ha sido lograda por las industrias culturales, más que por la buena voluntad cultural o política de los productores. Sigue habiendo desigualdad en la apropiación de los bienes simbólicos y en el acceso a la innovación cultural, pero esa desigualdad ya no tiene la forma simple y polar que creíamos encontrarle cuando dividimos cada país en dominantes y dominados.
El psicoanálisis en el malestar en la cultura – Daniel Gerber (36)
Modernidad, civilización tecno-científica y lazo social.
El grupo humano y la sociabilidad
Freud enumera las causas del sufrimiento de los seres humanos y señala que el padecer que proviene de “los vínculos con otros seres humanos es el más doloroso de todos”. El lazo social aparece como la razón principal de la ausencia de satisfacción plena y contiene también un elemento que atenta contra su propia existencia. Las relaciones entre semejantes son siempre agresivas e inestables. Para Freud, entre los seres humanos no hay ni puede haber armonía plena, rige “el narcisismo de la pequeña diferencia” a consecuencia del cual “ningún ser humano soporta una aproximación demasiado intima de los otros”. De ahí que lo único que puede permitir la constitución del grupo es la existencia de un conductor que se sitúa fuera de éste para ordenar y pacificar desde un punto exterior esas relaciones. El conductor es condición básica para que el grupo y la sociedad se constituyan, “el conductor puede ser sustituido por una idea, algo abstracto”. Eso es lo que Freud llama conductor, cuya influencia sugestiva se explica por el hecho de que ocupa el lugar ideal del yo de los miembros del grupo, es así equivalente de lo que Lacan va a denominar significante amo.
La psicología de masas muestra el poder ordenador y apaciguador del significante amo y de aquel o aquello que lo encarna. Poder ordenador y apaciguador en la medida en que el enamoramiento es un factor indispensable para la conformación del grupo humano: constituyen la esencia del alma de las masas. Recibimos la impresión de que lo hace porque siente la necesidad de estar de acuerdo con ellos y de no oponérseles; quizás, entonces, “por amor de ellos”.
El grupo se organiza a partir del enamoramiento, que depende a su vez de las llamadas “pulsiones de meta inhibida” : “pulsiones de amor que, sin actuar por eso de manera menos enérgica, están desviadas de sus metas originarias”. Amor de un conjunto de sujetos hacia un mismo objeto: el conductor, soporte del significante amo.
El significante amo que aglutina es entonces el significante amor, juego de palabras que es posible realizar porque no hay amor que no esté condicionado a la existencia del significante.
La tesis central de psicología de masas… es que el significante amo, bajo la forma del ideal del yo, es condición para el agrupamiento entre los hombres.
El significante-amo tiene un poder apaciguador indispensable para la cultura; opera como un rasgo de identificación, es el término que todos comparten. Mientras más significativa sea esta comunidad, tanto más exitosa podrá ser la identificación parcial y así corresponder al comienzo de una nueva ligazón.
La pulsión, el inconsciente y el significante amo
En Tómen y tabú Freud señala que el grupo social se funda en un saber rechazado, el saber del asesinato del padre. Un crimen del cual todos son culpables y están obligados a pagar por esa culpa, pesa con el sentimiento de culpa del precio que el pertenecer a la humanidad impone a cada uno. Saber del crimen, saber que no se quiere saber: se trata del saber inconciente, de aquello que el Otro no debe saber para que la ilusión de que nada le falta se sostenga. Rechazo constitutivo del inconciente al que Freud denomina represión primordial. El amor que sostiene el lazo grupal es también complicidad: complicidad de los miembros del grupo para realizar el crimen y para nada querer saber de haberlo cometido. No existe grupo social que no se apoyen el la servidumbre a una padre muerto que debe vivir eternamente. El inconciente es saber que no se debe saber, saber de la falla, la grieta, el hueco en el sitio del goce; saber del encuentro imposible de la pulsión con su objeto. La pulsión solo bordea un objeto destinado a perderse, no sabe ni puede saber acerca del objeto “adecuado”. No hay objeto “conveniente” porque el goce es inconveniencia, perturbación, trastorno; no hay relación sexual susceptible de ser objeto de una escritura formalizada. No existe relación sexual en la especie humana y por esto, a falta de ella, hay “condiciones de amor”. Surgen exigencias singulares, exigencias de detalles en el objeto sexual, detalles que pueden orientar un deseo que en sí mismo es deseo de nada, deseo de deseo. El sujeto del inconciente se constituye entonces sin saber, por el rechazo de un saber cuya afirmación lo aniquilaría ya que sería afirmación del goce donde debe preservarse la insatisfacción para que el deseo persista. La pulsión carece del saber que el instinto tiene, carece de él porque lo rechaza, nada quiere saber tal saber. Falta de un saber instintivo que lo guie, la ausencia de orientación que lo hace completamente dependiente de lo que ocurre en el Otro. El sujeto no sabe lo que quiere; no lo sabe porque para saberlo debería poseer la certeza de lo que el Otro quiere de él y esto es imposible por la falta en este último del significante que lo haría un universo completo. Todo sujeto es siempre sujeto a identificarse con algún significante del Otro. Identificación con el conductor o con el significante amo en los términos de Lacan, se trata siempre de un efecto de la ausencia de identidad que exige un significante del Otro con el cual cubrir este vacío. Toda sociedad procura cumplir su función ofreciéndole a los sujetos modelos de identificación más o menos atractivos, imponiéndoles modalidades de relación que puedan sustituir con mayor o menor dicha a la ausencia de relación sexual. Toda sociedad establece imperativos – trabajar, producir, procrear, educarse y educar – que tienen como finalidad evitar la angustia que se despierta con el surgimiento de las preguntas más agudas sobre el ser y el deseo. El camino que las conduce a la producción del significante amo como el elemento que puede asegurar la cohesión, la armonía, la paz de los sujetos consigo mismo y entre ellos..PSICOLOGIA DE MASAS.. Es el texto freudiano en donde el significante amo tiene, en el grupo humano, el papel de garante de la cohesión y la paz social.
El malestar, el goce y el superyó
El lazo entre pulsión de muerte y superyó hará surgir la compulsión de repetición, el masoquismo primordial y la reacción terapéutica negativa. Es el significante mismo quien no deja de producir ese excedente monstruoso, irracional, “inhumano” que habita en el corazón mismo de la existencia humana y al Freud denomina pulsión de muerte. La existencia de la pulsión de muerte muestra que hay una satisfacción allí donde hay ruptura del equilibrio y la estabilidad: en el rebasamiento de los límites impuestos por el principio de placer, principio de equilibrio u homeostasis. Satisfacción antagónica, el dolor.
Superyó es residuo de lo simbólico, nombre de una paradoja inherente al funcionamiento del orden y las órdenes. El superyó no es la causa de la renuncia a las satisfacciones pulsiones, tarea que corresponde más bien al ideal del yo, sino efecto de esa renuncia. En el comienzo de la vida no hay superyó sino dependencia externa, dependencia del amor del Otro. La renuncia a la satisfacción de las pulsiones se hace en este momento para no perder ese amor de Otro que está en el lugar del ideal. Después de consumada renuncia al goce “primario” que de hecho instituye al superyó, después rechazado el goce resulta mayor. En la formación del superyó interviene la dimensión real del goce, el superyó se constituye por identificación: introyección del Otro que determina la existencia de un lugar simbólico desde donde el sujeto será vigilado, evaluado, juzgado. El sentimiento de culpabilidad es inevitable porque nada se le puede ocultar al superyó, ni siquiera los pensamientos. La consecuencia de su instauración es la culpa universal, presente desde el momento en que existe otro introyectado que lo sabe y de este modo, hace al sujeto siempre culpable. Nada podría procurar un goce mayor que sostener la creencia de que Otro completo existe. El goce pulsional resignado se hace goce mayor que sostener la creencia de que Otro completo existe. El goce pulsional resignado se hace al goce del superyó en tanto es sacrificio del sujeto en nombre de un mandato supremo. El sujeto goza donde menos lo imagina: en el lugar del mandato el superyoico. El superyó se apropia del goce resignado, sacrificado y exige constantemente nuevas cuotas de sacrificio, ofrendas con las que el sujeto alimenta la gula insaciable de esa instancia; más se renuncia a la satisfacción pulsional y más se fortalece el superyó porque en mayor medida el sujeto se siente culpable y dispuesto a la expiación y el sacrificio. En una primera instancia y para asegurarse del amor del Otro, hay una renuncia a gozar, el goce no quedará enteramente subsumido al poder del significante; resurgirá convertido en goce de renunciar.
Meta cultural, violencia y sacrificio
La cultura tiene una meta: asociar a los sujetos en unidades cada vez más amplias fortaleciendo los lazos que los ligan. Eros agrupa, reúne a los sujetos por medio de lazos amorosos. Contrapuesta a Eros, la pulsión de muerte provoca la ruptura de los lazos que unifican. La oposición entre Eros y pulsión de muerte provoca la disgregación, la ruptura de los lazos que unifican. La imposible armonía que caracteriza al orden social es producto de la existencia del excedente de goce y se materializa en la violencia que enfrenta al sujeto consigo mismo y a unos con otros. El significante amo bajo cualquiera de sus formas también manda al sacrificio de goce.
Kant: gozar más allá de toda consideración por el bienestar, propio o del otro, revela la verdadera esencia de la conciencia moral que convoca a amar al prójimo como a uno mismo: no es el amor que la ausenta sino el goce de la pulsión lo que Freud llama la crueldad sádica del superyó. La cultura que se presenta como una promesa de felicidad, lleva en sí misma el germen de su destrucción. Lo que está en el horizonte de la cultura es su autodestrucción y las seis décadas transcurridas desde la aparición de El malestar en la cultura parecen confirmar día a día la tesis de Freud. La autodestrucción está en el horizonte de la cultura que se funda en ella, sus pilares básicos, no son sino la trasmutación.
Mundo contemporáneo, subjetividad y psicoanálisis
La ciencia moderna tiene como condición el rechazo de la existencia de goce: no quiere saber nada, hay una falla en todo saber en tanto no hay saber posible hacerca del goce. El discurso científico re-produce así el rechazo del goce que es propio de la estructura del orden simbólico. La particularidad de cada sujeto. Si lo que caracteriza al sujeto deseante en su singularidad es la división provocada por un sometimiento nunca completo al sistema significante, la ciencia elimina se su cuerpo esa verdad que es la del deseo para saturar la grieta subjetiva que éste abre. Eliminación radical del lo Otro para imponer el dominio de lo mismo como dimensión universal, la ciencia homogeiniza el mundo, disuelve las familias amplias, las colectividades, tiende a borrar las particularidades y las diferencias. El sujeto debe volverse enteramente culpable, previsible, situación que no puede conducir más que a la anulación de la subjetividad. La ciencia pretende elaborar un saber sin falla, como la no puede sr eliminada será preciso adjudicar a algún Otro, la responsabilidad de esa falta. El ideal del mundo moderno exige que lo simbólico forme un todo, la posibilidad de destrucción absoluta. La alteridad radical del goce, lo Otro pavoroso que es el ser mismo del sujeto, tenia cierto lugar en la estructura del poder. El amo era a la vez sostén del orden simbólico y soporte de lo Otro de lo simbólico. A este Otro marcado por la diferencia se le adjudica ser causante de todo el mal que se identifica con la alteridad inasimilable del sujeto; él es la encarnación de un goce que, inaccesible, es causa del deseo del que nada se quiere saber pues cuestiona la presunta unidad del sujeto y el mundo. Es posible afirmar que allí donde hay queja se obtiene goce y que de lo que se trata es de reconocer en ese goce la verdad del sujeto y del lazo social. La verdad no se deja apresar en ninguna estructura de saber, ni siquiera el de la ciencia y el síntoma es indisociable de la cultura de modo que la desaparición de uno implica el mismo destino para la otra. El psicoanálisis es un producto de la modernidad y que su existencia seria impensable sin la de la ciencia porque sus tesis fundamentales afirman que un sueño, un acto fallido o una producción de palabras no son fenómenos puramente azarosos sino que obedecen a una ley. El psicoanálisis sostiene que frente a la queja no hay respuesta que pueda hacerla desaparecer; sólo es posible que ella se reformule bajo la forma del grito, palabra, la creación. Por esto, la apuesta del psicoanalista confrontado a la queja no es la misma que la del científico. Este último se impone “curar” y entiende esto como extraer, eliminar, sustituir lo que “no marcha” o “no responde”. La ciencia ha generalizado de extraer y desechar todo aquello y todos aquellos que son considerados causa del malestar, es decir, de la falta de dominio sobre el goce. El psicoanalista, por el contrario, no pretende extraer nada porque sostiene que la extracción se dio en el comienzo. Algo fue extraído de entrada: el goce. Goce excluido del orden simbólico que constituye la causa de que este universo carezca de un funcionamiento “ideal”. Goce que a pesar de todo, estará siempre ahí. El psicoanálisis considera que la humanidad no tiene nada de qué curarse, tiene más bien que reconocer su ser incurable.
El psicoanálisis y la razón moderna
El psicoanálisis es heredero de la razón de la razón moderna, su práctica clínica y su teoría muestran los límites del ejercicio de la razón. La práctica del psicoanálisis se desarrolla a partir del síntoma que para Lacan es “lo que no anda”, que “el mundo sea in-mundo”, es decir, lo no adaptado al mundo del lenguaje y la cultura, el psicoanálisis mismo constituye un síntoma de la civilización, cuerpo extraño que revela su verdad reprimida. Descartes nunca dejó de reconocer en Dios la garantía última, dio lugar al pensamiento moderno al plantear el conocimiento como producto de la razón argumentativa. La modernidad se funda en el ideal iluminista que busca extender los límites de la razón por medio del desarrollo de la ciencia. La autoridad rigurosa fue sustituida por el razonamiento. El proyecto de la Ilustración pretenderá hacer a los sujetos iguales en cuanto a sus derechos y obligaciones. Igualdad ante la ley, somos igualmente poseedores de esa facultad llamada razón. Esta posición será reforzada más adelante por la ética kantina que sostiene desde la razón práctica hasta cada quien tiene que actuar según la ley moral cuyo alcance posee carácter universal. A ésta ley cada individuo tiene que sacrificar sus apetencias particulares. Mientras que por un lado la ciencia elabora un saber universal que tenderá a ocupar el lugar del amo al que todos deben subordinarse, por el otro la técnica produce objetos para consumo masivo e impone un modo único de satisfacción para todos. La razón como garantía de orden y estabilidad en el mundo tiene que lograr la construcción de un universo homogéneo: es preciso lograr la uniformidad, borrar las particularidades, las diferencias, todo aquello que pudiera limitar su poder. Aquí está el punto ciego de toda racionalidad que el descubrimiento freudiano pondrá de manifiesto: la subjetividad no es medible ni confiable porque la experiencia humana tiene como basamento lo imposible, lo que escapa a todo control, a todo intento de medición y dominio. Las ciencias son “un conjunto de conocimientos y estudios poseedores de valor universal, caracterizados por un objeto y un método determinado y fundado en relaciones objetivas verificables”. Freud aludió a la existencia de tres profesiones imposibles: gobernar, educar, psicoanalizar. Se trata de tres actividades en las que existe siempre, en la medida en que hay una relación entre sujetos, un punto ciego que escapa a toda mediación y a toda previsión. El científico busca Otro del Otro garante de la certeza que sus mismos hallazgos y elaboraciones ponen siempre en cuestión. “El sueño de la razón produce monstruos”. Estos monstruos del sueño, del acto fallido, el síntoma de lo que no obedece a la lógica y razonable, son el objeto que el psicoanálisis rescata para que el sujeto reconozca en ellos sus verdad que es la de satisfacción gozosa que encuentra en su sufrimiento y su pesar. Freud no dejó de alentar expectativas en hacer del psicoanálisis una ciencia y aunque su empresa constituye un cuestionamiento radical al dominio de la razón, no dejó de confiar en los poderes de esta última. El inconciente impulsa al sujeto a repetir, durante su vida, los mismos libretos con máscaras diferentes. Freud pudo advertir que revelar al paciente la presunta significación de sus síntomas sólo causa un alivio pasajero. El sujeto busca y repite ese sufrimiento del que dice querer liberarse; se empeña en conservarlo porque encuentra allí una satisfacción paradójica. Por esto el psicoanálisis no está destinado a adquirir un saber que asegure la plena armonía del sujeto con el mundo. Ningún saber podría eliminar el saber del inconciente, pero si este saber de la absoluta armonía que la ciencia pretende alcanzar es inexistente, lo que si puede existir es el acto de un sujeto que puede ganar recreándose, refundándose y transformándose por efecto de este mismo acto.
El otro no es el mismo – Nathan (37)
El hombre ya no sabe cómo crecer, Tobie Nathan da pautas de por qué fracasan en Occidente, la educación, la integración de los inmigrantes o la recuperación de los drogadictos. Nathan desarrolla su teoría y propone “abandonar la tradición humanista”. El problema vital que se plantea toda sociedad es el de la transmisión. Dos concepciones se oponen: Las sociedades de educación, con su cortejo de profesores, psicólogos y de pedagogos; Del otro lado las sociedades de iniciación con sus curanderos, hechiceros, morabitos (religiosos musulmanes). En nuestra sociedad, el progreso se sitúa del lado de la educación. El educador, el pedagogo se define como el portador de la palabra de una sociedad que piensa que ella fabrica sus chicos. Los chicos, son cajas que se llenan de conocimientos en función de un programa preciso y cuando se llenan y el programa se ha concluido, se supone que el niño ha cambiado de estado, se ha vuelto adulto. Nuestro sistema de transmisión se apoya sobre esos dos pilares, la transmisión inmediata, la idea de los conocimientos aprendidos son almacenables hasta el infinito. Queda solamente la cuestión de tener siempre más espacio para almacenar mas información. La revolución del lenguaje informático lleva al extremo esta búsqueda de almacenamiento de la información: no pasa un día sin que se nos hable de jóvenes mutantes descifrando los programas informáticos bajo los ojos sorprendidos de padres casi totalmente resignados. En una sociedad de iniciación, el modo de transmisión es, diferente. Los conocimientos son casi inmutables, mientras que los individuos se modifican a lo largo de toda su vida. Cada etapa de la vida – pubertad, matrimonio, nacimiento del primer hijo, muerte de los padres, etc. Son igualmente momentos en que el ser se metamorfosea, cambia de estado. Y las muertes también cambian, después de su entierro, una última metamorfosis transforma al muerto en ancestro. La existencia individual para este último tipo de sociedades es una sucesión de metamorfosis. Son estas metamorfosis vividas de manera activa por el individuo, las que constituyen las pruebas iniciáticas y la adquisición del saber. El individuo fue iniciado en el momento de la atribución de los nombres, pero él no lo sabe. Cuando un niño plantea una pregunta a los adultos éstos ya sea no le responded o bien le responden con frases incomprensibles. De esta manera como, obligan al niño a interpretar, a ponerse en marcha en las sociedades de educación el niño es esencialmente pasivo, jamás tiene la oportunidad de investigar, ya que se le da todo. Es hoy, uno de los problemas de los pedagogos: como incluir, a pesar de nuestro modo de educación, fenómenos de tipo iniciático y que el saber que se les da los cambie. Vemos chicos analfabetos, que saben leer letras pero que no han sido cambiados por este conocimiento. De golpe, las palabras que leen no develan nada en ellos. Para las sociedades de iniciación, nuestro ser es desconocido, están completamente obsesionadas por la pregunta de saber qué cosas entran dentro del orden de la naturaleza y qué cosas dentro del orden de la sociedad. Lo desconocido perturba el orden constituido. Para el grupo, la iniciación (la cultura) es una forma de negociación, de domesticación de esa parte desconocida –el niño- que hace su irrupción repentina. El corolario es que existen muchas categorías diferentes de niños, ciertos niños son “malas personas”, es necesario tomarlos de manera diferente. En las sociedades de iniciación, contrariamente en lo que ocurre en las sociedades de educación, existen seres diferentes, lo que diferencia radicalmente a estos dos tipos de sociedad es la relación con el Otro. En Occidente, el Otro no existe más dentro de nuestros esquemas culturales. Nosotros no encaramos la relación con el Otro más que desde el punto de vista moral , es decir, no solamente de manera ineficaz sino que además sin darse los medios para comprender. La condición de nuestro sistema de educación es que nosotros pensamos que todo el mundo es semejante. “Todos los niños son diferentes”. Si un piensa que él es como uno, que todo el mundo debe ser como todo el mundo, no hay mas distinción funcional y no se puede transmitir nada más. No tiene ningún interés intentar convencerse moralmente de respetar las diferencias. La función del Otro es precisamente la de ser Otro. Occidente elimino al Otro eliminando la magia. Los santos desaparecieron, Dios también fue abandonado. En la edad media, existía lo que se llamaba “los niños de las hadas”. Se decía que nacían de manera diabólica. Uno tiene en su casa una manera de transmitir en base a una lógica y en la escuela hay una manera de transmitir en base a otra lógica, hay que encontrar una solución. Lo que hace que no se tenga éxito en nada, que en algún momento el sistema se rompa, generalmente, en la adolescencia. Es decir, en el momento de la primera emoción sexual. Todo el mundo ha sido más o menos así, aparentando respetar las reglas ser como se quiere que uno sea. Los jóvenes se refugian en identidades fácticas: Religión –con el retorno del islam o del judaísmo integrista en los barrios periféricos- adicción, delincuencia, etc. La mayoría de los adictos son hoy jóvenes árabes y jóvenes negros. Cuando no hay posibilidades de destapar una identidad hay una simplificación de esta identidad. La adicción no es otra cosa que eso: “yo no soy ni francés ni cabila, soy adicto”. Es muy fácil pertenecer a un grupo de adictos. Alcanza con inyectarse, aprender un vocabulario más simple de dominar e inmediatamente uno adquiere una identidad, el fracaso de todas las psicoterapias sobre la toxicomanía. En una sociedad de educación como la nuestra que maltrata por naturaleza la salud mental de sus miembros. En las sociedades de iniciación, un individuo tiene muy pocas posibilidades de oscilar en la esquizofrenia. Un esquizofrénico es alguien que escapó totalmente al sentido y quien ya nadie puede atrapar. Es un producto típico de las sociedades de educación. Nuestra unidad mínima de constitución de sentido, es el individuo el individuo biológico, no puede solo fabricar el sentido. La iniciación crea sentido a partir de una confrontación paradójica con el absurdo. El saber iniciático está inscripto en el iniciado a fuerza de ocupación y violencia. Toda iniciación se apoya sobre dos pilares: la brutalidad psíquica y los enunciados paradójicos, a veces incluso incomprensibles. Se trata de provocar un traumatismo en el iniciado de desestructurarlo. El mecanismo de afiliación presenta una lógica en cuatro etapas: 1- Lo que sucede es impensable; 2- Existe necesariamente alguien “que sabe” habitando “el mundo”, donde lo que me sucede posee un sentido; 3- Existe necesariamente un grupo donde aquel “que sabe” comparte con otros las mismas referencias; 4- Entonces, yo soy uno de ellos. La neurosis traumática se produce cuando las cosas no tienen sentido. Cuando el padre se dice: “¿Yo hice todo eso para qué? Aquel a quien yo transmito es radicalmente diferente de mi, entonces yo no tengo nada para transmitir”. En ese momento hay una suerte de hundimiento interior que hace que en el primer accidente, el tipo se enferme y no se reponga. No se puede cambiar la naturaleza porque no es sólo uno el que cambia, es una familia. Y cuando esta neurosis traumática no se produce en los padres, son los niños los que caen. Los sistemas iniciáticos son cosas que son necesidades estructurales que obran sobre la persona sin saberlo ellas y que las llevan a hacer cosas que no se explican por sí misma. Esto muestra que las iniciaciones no son un lujo cultural, sino una necesidad de funcionamiento psíquico. Si no son vividas siguiendo la tradición los serán generalmente a través de la v violencia, la droga, o la delincuencia. Yo no estoy seguro de que este mal abandonar la tradición humanista. “Las sociedades tradicionales son xenófobas, porque en su mayoría el término para designar al humano designa también a la sociedad cuestión”. La alternativa: “todos somos similares” o “derecho a la diferencia”. La inmigración es el verdadero problema de fondo de nuestra sociedad que no sabe pensar la diferencia. Y si uno se cierra, se arriesga a la dislocación. Si se piensa que el hecho de ser francés es el de ser todos similares y que el mundo entero debe someterse a la idea de que todo el mundo es similar, nunca llegaremos a lograrlo. Entonces hace falta repensar todo desde el principio pero… ¿Quién va a pensarlo?
Racismo, colonialismo y violencia científica. Menendez. (38)
El racismo no es solo una cuestión de segregar “negros” u “odiar judíos”; el racismo debe ser referido a las formas de relaciones sociales y culturales que implican negación, discriminación, subordinación, compulsión y explotación de los otros en nombre de pretendidas posibilidades y disponibilidades, ya sean biológicas, sociales o culturales. Toda relación social que significa “cosificar” a los otros, es decir, negarles categoría de persona.
América está constituida sobre el etnocidio más profundo que conoce la historia, sobre el asesinato directo e indirecto de millones de indios y de negros. A la llegada de los europeos, según los cálculos actualmente mas aceptados, América contaba con una población que oscilaba entre los 90 y 110 millones de amerindios. De estos quedaron después de un siglo y medio de acción civilizadora europea unos 4 millones de nativos. Además deben agregarse los casi 10 millones de negros que habrían muerto en el tráfico de esclavos hacia nuestro continente.
La tendencia a describir a personas de otras sociedades, naciones y culturas, tienden a generar una visión prejuiciosa y negativa de los mismos. La llamada sociedad occidental y sus actores son, somos, “normalmente racistas” y este racismo es producto de un proceso histórico no demasiados largo, el cual está montado sobre el desarrollo del modo de producción capitalista. No se acepta nuestra identidad racista. Cuando esto ocurre corresponde formular una pregunta, que si bien puede resultar esquemática, nos sirve para plantear el problema en donde realmente está: es decir, en el simple hecho de que nuestra formación nos convierte inconscientemente en racistas. Este racismo se lo asocia con el comienzo de la segunda guerra mundial.
El racismo constituye para los países con modo de producción capitalista, la manera normal de conexión y relación con otras formas socioculturales. También constituye para estos países su forma de concepción del mundo.
La violencia no es solo uno de los más claros emergentes del proceso de expansión colonial, sino que constituye una de las constantes del proceso de acumulación primitiva que, permitió el desarrollo de los primeros países capitalistas.
El racismo hace su aparición como corriente ideológica en el siglo XIX, y se valdrá para su expansión y justificación de una apoyatura científica. El hombre no es un ser fijo sino que evoluciona, lo que hace que se profundicen la diferencias entre los hombres. (teoría darwinista social y evolucionismo mecanicista.)
El termino raza solo intenta proponer una clasificación a partir de caracteres biológicos mas o menos diferenciados. Es un concepto estrictamente biológico y debe ser definitivamente despejado de toda especulación referida a los conceptos de sociedad, cultura o nación. Estos son conjuntos sociales y culturales con autonomía de producción histórica. “las razas humanas son el resultado de la evolución de nuestra especie, y esta constituye un sistema cerrado.”
Etnocentrismo y historia- Roy Preiswerk, Dominique Perrot- 39
Cultura, etnia y raza
Cultura: Conjunto de valores, comportamientos e instituciones de un grupo humano que es aprendido, compartido y transmitido socialmente. Abarca todas las creaciones del hombre: las cosmogonías, los modos de pensamiento, la imagen del hombre, los sistemas de valores, la religión, las costumbres, los símbolos, los mitos, pero también sus obras materiales: la tecnología, los modos de producción, el sistema monetario, las instituciones sociales y reglas morales y jurídicas.
En los países occidentales, la “cultura” tiene un alcance limitado a la vida intelectual y artística de una sociedad.
La cultura no es el resultado de la libre imaginación del hombre, sino de la acción que el hombre ejerce sobre su ambiente natural y de la interacción de los miembros de un grupo.
El concepto totalizante de la cultura tiene un valor descriptivo. Permite, describir la forma en que diferentes sociedades humanas adhieren a valores, se dan instituciones y se comportan según principios diferentes. Facilita el análisis de las relaciones que se establecen entre estas sociedades y las dificultades que puede surgir en ese caso.
Es necesario distinguir la cultura ideológica de la cultura del comportamiento y de la cultura material.
El concepto totalizante seria probablemente un instrumento de trabajo demasiado imperfecto. Del estudio de las relaciones interculturales.
A través de la dicotomía cultura-naturaleza, el hombre, y aquí mas particularmente el hombre occidental, se sitúa en cierto modo fuera de su origen natural, se ubica en una posición de superioridad y se arroga derechos sobre la naturaleza.
En el estudio de las relaciones interculturales, debemos destacas el problema del antropocentrismo diferencial. Sabemos que otras culturas tienen concepciones a menudo muy distintas sobre la relación entre el hombre y la naturaleza.
Se tratara de evitar lo que mas adelante llamaremos una transferencia intercultural de concepto.
La cultura no debe confundirse con la sociedad, el grupo humano del que ella emana y que ella caracteriza. Cuando la sociedad esta ligada al espacio, la cultura puede “desplazarse”. Los encuentros de culturas son un fenómeno permanente de la historia.
En la noción de etnia la que establece la unción entre la cultura y la sociedad. Recurriendo a este término, se designa al grupo social que se diferencia de otros grupos por rasgos culturales específicos, y no solo en algunos detalles (alimentación, vestimenta), sino también en un conjunto de opciones fundamentales (cosmogonía, sistema de vales, organización política).
El termino etnia evoca la idea de un grupo de dimensión reducida, cada hombre participa de la cultura den diferentes niveles dimensionales: la cultura local (que se manifiesta a nivel de la ciudad, del barrio o de la tribu), la cultura regional (que es compartida por un conjunto de pueblos que exceden los marcos nacionales), la macrocultural (que puede extenderse a uno o varios continentes).
A estos niveles de la cultura corresponden entonces etnias de dimensiones diferentes, las micro etnias que forman parte de etnias regionales, que se integran a su vez en una macro etnia. El hombre tiene “lealtades culturales” múltiples: es a la vez escocés, anglosajón y occidental.
A cada nivel de cultural corresponden rasgos culturales diferentes: el elemento decisivo de identificación para un nivel pueden ser las instituciones jurídicas, políticas y sociales.
Entre la micro etnia y la etnia regional se sitúa la Nación (definida como la población que habita un territorio sobre el que se ejerce un poder estatal soberano). Existe una coincidencia entre Nación y cultura. Cultura se refiere esencialmente a la vida artística e intelectual, y no al sentido totalizante. Se comprueba también que estas “culturas nacionales”, son con frecuencia una proyección al exterior de una cultura dominante, representativa de ciertas capas o clases que del conjunto de la población.
La transmisión social de la cultura, especialmente por la educación, contrata con la transmisión biológica de la raza.
Parece relativamente simple, a primera vista, distinguir los rasgos físicos, transmitidos genéticamente por herencia de los rasgos culturales, productos de la herencia social, debido a la extraordinaria mezcla de razas y culturas a través de la historia, la distinción no es fácil.
La importancia del factor cultural en la determinación de la pertenencia racial de los mestizos de ciertos países de America Latina.
La ciencia contemporánea ha sido marcada por la dificultad de discernir aquellos que, de las características de los grupos humanos, procede respectivamente de la raza y de la cultura cuando estos grupos difieren a la vez por su apariencia y por su comportamiento.
Es dificultoso separar claramente los conocimientos científicos sobre la herencia en general, de los conocimientos sociales (creencias populares, estereotipos, interpretaciones de conjunto de datos científicos parciales, etc.) sobre la transmisión de las características raciales. Por un lado, los individuos en la sociedad frecuentemente seleccionan la información que corresponde a sus necesidades afectivas.
El estudioso participa igualmente del conocimiento social y sus valorizaciones conscientes o no, provenientes en parte del mismo fenómeno. Existe un peligro permanente de interpretaciones apresuradas y reduccionistas.
Si la raza no determina la cultura en tanto que factor hereditario, no es sin embargo totalmente ajena a la formación de culturas distintas. Pero la raza, como por otra parte la edad, son factores biológicos que condicionan una relativa proximidad y, una mayor frecuencia de interacción. Entre raza y cultura, el acento esta puesto sobre la transmisión exclusivamente social de esta última.
La extraordinaria continuidad cultural de etnias separadas físicamente de sus grupos de origen, durante periodos que pueden extenderse a varios siglos.
La cultura se transmite hereditariamente. La raza es una función de la cultura, es la cultura la que determina las relaciones de amista o hostilidad que un grupo mantiene con sus vecinos.
Las formas de sociocentrismo
El sociocentrismo se presenta bajo diversas formas, según la naturaleza del grupo que se tome como referencia, se consideran en particular tres casos: la etnia (en tanto grupo definido por su cultura), la Nación y la clase social, para hablar sucesivamente del etnocentrismos, del nacionalismo y del sociocentrismo de clase.
El adulto egocéntrico se distingue por una individualización extrema en relación con la colectividad, lo que es considerado a menudo como un defecto de carácter.
El egocentrismo es una “indiferenciacion entre el yo y el medio social”, que resulta de la incapacidad del niño de concebirse claramente como entidad distinta de su entorno.
“es una actitud espontanea del pensamiento individual que tiende directamente al objeto sin haber tomado conciencia de su propia perspectiva”. Una actitud, que no establece “ninguna frontera entre el mundo interior o vivido y el conjunto de las realidades exteriores”. Esta cerca del “narcisismo primario”.
La comprensión de la pertenencia a un grupo limitado y la formación de un primer sociocentrismo contribuyen a la reducción del egocentrismo. El desarrollo de actitudes sociocentricas compensa la regresión del egocentrismo.
Toda forma de sociocentrismo se compone de dos elementos: de toda valorización positiva, encontrándose el sujeto en un estado de admiración frente a las realizaciones del grupo con el cual el se identifica (en grupo), y de una referencia a los grupos exteriores (grupos de afuera) definida por la aplicación, por parte del observador, de conceptos, normas, criterios y medidas del en-grupo.
Semejanza entre el egocentrismo y el sociocentrismo: el sujeto ignora la posibilidad de que el otro sea diferente y proyecta su propia “realidad” sobre el. Sin embargo, el sociocentrismo implica también una cierta aprehensión de la alteridad de los grupos de afuera.
Lo que se busca en primer lugar es el mejoramiento de la imagen de si-mismo, mediante la proyección, sobre los grupos de afuera, de “culpabilidad y deseos inconcientes compartidos dentro del en-grupo”, el individuo etnocentrico establece artificialmente elementos que lo diferencien de los miembros de los grupos de afuera.
No hay, a nivel de colectividad, desaparición, sino sustitución de una forma de sociocentrismo por otra.
Al sociocentrismo “primitivo” corresponden sociocentrismos “modernos”, especialmente el marcoetnocentrismo, del que se tratara de mostrar la influencia fundamental que tiene sobre nuestro conocimiento, de las diferentes culturas. El macrocentrismo es, como el egocentrismo, una especie de “ilusión sistemática e inconciente”.
El etnocentrismo
El etnocentrismo es definido como al actitud de un grupo que consiste en atribuirse un lugar central en relación a los otros grupos, en valorizar positivamente sus realizaciones y particularismos, y que tiende hacia un comportamiento proyectivo con respecto a los grupos de afuera, que son interpretados a través del modo de pensamiento del en-grupo.
El etnocentrismo puede ser observado a niveles y en grados diversos. En cuanto a los niveles, corresponden a la distinción hecha previamente entre las microetnias, las etnias regionales y la macroetnias. Se clasificara entonces en el microetnocentrismo la actitud de las etnias (siempre en el sentido de sociedad identificada por su cultura) de dimisión limitada, como una tribu o una minoría dentro de una Nación. El etnocentrismo regional caracteriza a un conjunto de pueblos repartidos entre varias naciones, que se identifican con una cultura común.
El macroetnocentrismo, se apoya en una “etnia” aun mas amplia.
El etnocentrismo puede, igualmente situarse en diversos grados:
1º grado: es evidente y fácil de identificar. La etnia en cuestión se dedica elogios y recurre a un lenguaje despectivo en su descripción de otros grupos. Los pueblo mas diversos se han valido, en diferentes momentos de la historia, de dicotomías simples que se le conferían un lugar privilegiado en su visión del mundo.
2º grado: El etnocentrismo subyace en una declaracion de apariencia inocente, pero que encubre implícitamente un razonamiento elogioso para el en-grupo y desfavorable a los grupos de afuera. El pensamiento subyacente es el del evolucionismo lineal, según el cual todas las sociedades deben (de alli la palabra todavía) pasar por los mismos estadios de secuencias para alcanza la finalidad de las sociedades “modernas”.
3º grado: el etnocentrismo se concreta es una presentacion elogiosa del grupo de afuera. El elogio va dirigido al en-grupo.
Se plantean tres cuestiones previas a todo estudio del etnocentrismo. En primer lugar, esta noción debe ser distinguida de la de racismo. Luego, hay que determinar si se trata de un fenómeno generalizado a todas las culturas. Por ultimo, veremos las principales orientaciones de la investigación y las lagunas más importantes que aparecen en el estado actual de los conocimientos.
El racismo, en el sentido más estricto del término, consiste en atribuir a la herencia biológica las particularidades culturales de un grupo que tiene una apariencia física muy distinta.
El racista identifica a su victima en forma subjetiva y con relación a imágenes que la sociedad le ha transmitido. La identificación racial varía en el espacio y en el tiempo.
El racismo es la valorización, generalizada y definitiva de diferencias reales o imaginarias en beneficio del acusador y en detrimento de s victima, a fin de justificas sus privilegios y su agresión.
En sus manifestaciones concretas, el racismo hace intervenir siempre el aspecto físico: el racista confunde elementos culturales y morfológicos, o rechaza al otro en tanto que racialmente diferente, ignorando si es portador de rasgos culturales que el desaprueba.
En el estudio científico del racismo, la identificación de la victima se haría de manera diversa según las épocas y las sociedades.
Actualmente, la noción de racismo es objeto de innumerables abusos. Algunos tienen tendencia a tachar de racismo cada prejuicio, toda discriminación y los conflictos mas diversos. El movimiento de liberación de la mujer, antes de hablas de sexismo, se dice victima de racismo. El autor de un libro bastante difundido habla de racismo social, político, religioso…, cuando en realidad se trata de explotación social, de opresión política y de persecución religiosa.
El racista interpreta por la herencia e identifica (con mucha frecuencia) por el color. El etnocentrismos, en cambio, establece comparaciones entre diferentes culturas sobre la base de una escala de valores elaborada por sus propios esfuerzos (bajo la influencia determinante de su en-grupo) e identifica a su “victima” mediante criterios que el determina.
Ciertas funciones parecen comunes a los dos fenómenos, especialmente las de asegurar la coherencia del en-grupo y la dominación sobre los grupos de afuera. El racismos es, en ese sentido, un fenómeno mucho más complejo que el etnocentrismo. Desempeña una mayor variedad de funciones, tales como el mantenimiento de privilegios en el empleo y de salarios bajos, el acaparamiento de tierras y de recursos naturales, etc.
Hay, sin duda, un lazo de parentesco entre el etnocentrismo y el racismo. Se puede comprobar un isomorfismo de los comportamientos etnocéntricos y racista.
“el exterminio cultural”, o etnocidio, consiste en quitarle a un grupo todas sus características culturales sin aniquilar al grupo mismo, mientras que el exterminio racial, que es una forma de genocidio, es nada menos que la eliminación física del grupo.
La cuestión que se plantea entonces es saber si hay, entre etnocentrismo y racismo, una verdadera relación de filiación. El etnocentrismo precede del racismo, el racismo tomo impulso a partir del siglo XVII.
El racismo blanco esta estrechamente ligado al macroetnocentrismo occidental.
La segunda cuestión en la de la universalidad del etnocentrismo. Etnia, signos de autodenigración.
La superioridad del otro en un asunto dado no significa en absoluto que el sistema de valores del en-grupo este amenazado.
El etnocentrismo en un fenómeno universal a nivel colectivo.
El nacionalismo
La etnia, una sociedad que se forja una imagen de si misma, y adopta ciertos tipos de comportamientos en relación a otras sociedades.
El nacionalismo alude a principios de acción con miras a la organización política de una población.
El etnocentrismo, al no tener siempre un lazo territorial preciso y al no representar una ideología proclamada como fundamento de un poder político, aparece de manera mucho más fluida e inasequible.
Las semejanzas entre el nacionalismo y el etnocentrismo no son desdeñables. Ambos sirven para delimitar la pertenencia de los individuos al en-grupo.
El 40 no va.
Consumidores y ciudadanos. Canclini. (41)
Introducción. Consumidores del siglo XXI, ciudadanos de XVIII.
Siempre el ejercicio de la ciudadanía estuvo asociado a la capacidad de apropiarse de los bienes y a los modo de usarlos, pero se suponía que esas diferencias estaban niveladas por la igualdad en derechos abstractos que se concretaban al votar, al sentirse representado por un político o un sindicato. Toda pregunta que se hace un ciudadano se responde con el consumo de bienes, es decir que en la política, el marketing es un modo de consumo por lo que el ciudadano le da uso, “como nos parece”.
Lo propio y lo ajeno: una oposición que se desdibuja.
La transformación constante en las tecnologías de producción, en el diseño de los objetos, en la comunicación más extensiva e intensiva entre sociedades vuelve inestables las identidades fijadas en repertorios de bienes exclusivos de una comunicación étnica o nacional. En los siglos XIX y XX, la formación de naciones modernas permitió trascender las visiones aldeanas de campesinos e indígenas, y a su vez evitó que nos disolviéramos en la vasta dispersión del mundo. Las culturas nacionales parecían sistemas razonables para preservar ciertas diferencias, que más o menos coincidían con los espacios de producción y circulación de los bienes.
Los objetos pierden la relación de fidelidad con los territorios originarios. La cultura es un montaje de rasgos que cualquier ciudadano de cualquier país, religión o ideología puede leer y usar. Lo que diferencia a la internacionalización de la globalización es que en el tiempo de internalización de las culturas nacionales se podía no estar contento con lo que se tenía y buscarlo en otra parte. La internalización fue una apertura de las fronteras geográficas de cada sociedad para incorporar bienes materiales y simbolicos de los demás. La globalización supone una interacción funcional de actividades económicas y culturales dispersas, bienes y servicios generados por un sistema con muchos centros en el que importa más la velocidad para recorrer el mundo que las posiciones geográficas desde las cuales se actúa.
Las deciciones políticas y económicas se toman siguiendo las seducciones inmediatas del consumo, el libre comercio sin memoria de sus errores, la importancia atropellada de los últimos modelos que lleva a recaer, una y otra vez, como si cada una fuera la primera, en el endeudamiento y la crisis de la balanza de pagos.
Qué duda cabe.
Los hombres nos relacionamos y construimos significados en sociedad. La política es relación social: el ejercicio de ciudadanía. Ser ciudadano no tiene que ver sólo con los derechos reconocidos por los aparatos estatales q quienes nacieron en un territorio, sino también con las prácticas sociales y culturales que dan sentido de pertenencia y hacen sentir diferentes a quienes poseen la misma lengua, semejantes formas de organizarse y satisfacer sus necesidades.
Los derechos son reconceptualizados “como principios reguladores de las prácticas sociales, definiendo las reglas de las reciprocidades esperadas en la vida en sociedad a través de la atribución mutuamente acordada de las obligaciones y responsabilidades, garantías y prerrogativas de cada uno”. Se concibe los derechos como expresión de un orden estatal y como una “gramática civil”.
Reconcebir la ciudadanía como “estrategia política” sirve para abarcar las practicas emergentes no consagradas por el orden jurídico, el papel de las subjetividades en la renovación de la sociedad, y para entender el lugar relativo de estas prácticas dentro del orden democrático y buscan nuevas formas de legitimidad estructuradas en forma duradera en otro tipo de Estado.
El crecimiento vigoroso de las tecnologías audiovisuales de comunicación lo que volvió patente de qué manera venían cambiando desde el siglo pasado el desarrollo de lo público y el ejercicio de la ciudadanía. La aparición súbita de estos medios pone en evidencia una re-estructuración delas articulaciones entre lo público y lo privado que se aprecia también en el reordenamiento de la vida urbana, la declinación de las naciones como entidades contenedoras de lo social y la reorganización de las funciones de los actores políticos tradicionales.
Una nueva escena sociocultural.
Podemos sintetizar en cinco procesos las modificaciones socioculturales que están ocurriendo en todos estos campos:
a) Pérdida de peso de los organismos locales y nacionales en beneficio de los conglomerados empresariales de alcance transnacional.
b) Reformulación de los patrones de asentamiento y convivencia urbanos. (del barrio a los condominios).
c) Reelaboración de lo propio, debido al predominio de los bienes procedentes de una economía y cultura globalizadas sobre los generados en la ciudad.
d) Redefinición del sentido de pertenencia e identidad. (ejemplo: jóvenes en torno del rock, televidentes que siguen cadenas transmitida por satélites.)
e) Pasaje de un ciudadano representante de una opinión publica a un ciudadano consumidor, interesado en disfrutar de una cierta calidad de vida.
Del pueblo a la sociedad civil:
La formula “sociedad civil” tiene la ventaja, a veces, de diferenciar a sus “voceros” del Estado, pero la variedad de sus representantes, el carácter a menudo antagónico de sus reclamos y la adhesión casi siempre minoritaria que los sustenta reproduce los problemas que había dejado irresueltos la conceptualización de lo popular.
Sociedad civil: “como una señora que entiende muy bien las cosas, sabe lo que quiere y lo que tiene que hacer, es buena y, desde luego, la única adversaria posible de la perversidad estatal. Es tan virtuosa y tiene tanta seguridad en si misma, que da miedo”. La sociedad civil, parece otro concepto totalizador destinado a negar el heterogéneo y desintegrado conjunto de voces que circulan por las naciones.
Reinvención de las políticas.
El proceso que comenzamos a describir como globalización puede resumirse como el pasaje de las identidades modernas a otras que podríamos nombrar, aunque el término sea cada vez más incomodo, como posmodernas. Las identidades modernas eran territoriales y casi siempre monolingüisticas. Las identidades posmodernas son transterritoriales y multilingüisticas.
La clásica definición socio-espacial de identidad, referida a un territorio particular, necesita complementarse con una definición socio-comunicacional.
La cultura nacional no se exige, pero se convierte en una fórmula para designar la continuidad de una memoria histórica inestable, que se va construyendo en interacción con referentes culturales transnacionales.
Cuatro circuitos socioculturales, en los que la transnacionalización y las integraciones regionales operan de modos diferentes:
El histórico-territorial, o sea el conjunto de saberes, hábitos y experiencias organizado a lo largo de varias épocas en relación con territorios étnicos, regionales y nacionales, y que se manifiesta sobre todo en el patrimonio histórico y la cultura popular tradicional.
El de la cultura de elites, constituido por la producción simbólica escrita y visual.
El de la comunicación masiva, dedicado a los grandes espectáculos de entretenimiento. (radio, cine, televisión)
El de los sist. Restringidos de información y comunicación destinados a quienes toman decisiones. (fax, celulares, computadoras.)
Las identidades como espectáculo multimedia.
La identidad es una construcción que se relata. Se establecen acontecimientos fundadores, casi siempre referidos a un territorio, un pueblo.
La radio, y el cine contribuyeron en la primera mitad de este siglo a organizar los relatos de la identidad y el sentido ciudadano en las sociedades nacionales.
Al tener en cuenta los conflictos sociales que acompañan la globalización y los cambios multiculturales, es claro que lo que ocurre con las industrias es bastante más que lo que vemos en los espectáculos de los medios. Parece necesario precisar nuestra afirmación del comienzo: la identidad es una construcción, pero el relato artístico y comunicacional que la constituye se realizan y se transforma en relación con condiciones socio histórico no reducible a la puesta en escena. La identidad es teatro y es política, es actuación y acción.
La familia en desorden-(42)
El patriarca mutilado
La invención freudiana fue objeto de tres interpretaciones diferentes: los libertarios y las feministas que la vieron como un intento de salvamento de la familia patriarcal; los conservadores, como un proyecto de destrucción sexualista de la familia y el Estado; los psicoanalistas, como un modelo psicológico capaz de restaurar un orden familiar normalizador en el cual las figuras del padre y la madre serían determinadas por la primacía de la diferencia sexual. Según este último enfoque, cada varón estaba destinado a convertirse en el rival de su padre, cada mujer, en la competidora de su madre, y todos los hijos, en el producto de una escena primitiva, recuerdo fantasmeado de un coito irrepresentable.
La novela familiar freudiana suponía, en efecto, que el amor y el deseo, el sexo y la pasión, se inscribieran en el núcleo de la institución del matrimonio.
La revolución sentimental de Europa occidental hizo inaceptable la unión de un hombre joven y una mujer mayor porque el propio mecanismo del amor romántico que es de naturaleza edípica: el flechazo significa simplemente enamorarse de la propia madre. La concepción freudiana de la familia lleva a cada hombre a descubrirse poseedor de un inconsciente.
Freud inventa una estructura psíquica del parentesco que inscribe el deseo sexual, la libido o el eros. Diferencia el deseo sexual de las prácticas carnales de la sexualidad, de las cuales se ocupan los sexólogos.
Libido: que significa "deseo" en latín, una energía propia del instinto sexual, manifestación de la pulsión sexual y, por extensión, a la sexualidad humana en general, diferenciada de la genitalidad (orgánica). Eros designa el amor en el sentido griego y la pulsión de vida.
La familia: la tesis del asesinato del padre y la reconciliación de los hijos con la figura de éste, se la juzga necesaria para cualquier forma de rebelión subjetiva: la de los hijos contra los padres, los ciudadanos contra el Estado, los individuos contra la masificación.
Estructura "edípica”: Esta no sólo pretende dar cuenta de la naturaleza inconsciente de las relaciones de odio y amor entre los hombres y las mujeres, entre las madres y los padres, entre los hijos y los padres y entre los hijos y las hijas, sino que re centra el antiguo orden patriarcal, ya deshecho, alrededor de la cuestión del deseo. Sólo la aceptación de la realidad de su deseo por parte del sujeto permite a la vez incluir el Eros en la norma, en concepto de un deseo culpable, y excluirlo de ella cuando se convierte en la expresión de un goce criminal o mortífero.
La erotización de la sexualidad fue a la par con una interiorización, en el psiquismo, de las prohibiciones fundamentales características de las sociedades humanas. Y si el psicoanálisis se basa en la idea de que el deseo es a la vez culpable y necesario al hombre y la sublimación del instinto es la condición de la civilización, ello significa que no favorece ni la represión de la libido ni la creencia en su carácter benéfico. La civilización jamás lograría desatar sin perjuicio los lazos entre el deseo sexual y la procreación.
El verdadero peligro para la cultura no reside en esa disociación, sino en el poder infinito de las crueldades humanas sostenidas por la ciencia y la tecnología.
Represión y exhibición de la sexualidad jamás son excluyentes entre sí. El modelo edípico, que los toma en cuenta sin oponerlos, es en verdad la traducción de una nueva organización de la familia, originada en la propia sociedad civil y basada en tres fenómenos notables: la revolución de la afectividad, que exige cada vez más la asociación del matrimonio burgués al sentimiento amoroso y la expansión de la sexualidad femenina y masculina.
La valorización del matrimonio por amor se tradujo en la elaboración de una moral civilizada, mucho más acentuada en los países puritanos y protestantes que en los católicos.
Para ser útil a la familia industriosa, la libido debía canalizarse, desexualizarse, moderarse e incluso orientarse hacia actividades calificadas de "rentables" como la instrucción o la economía.
Las mujeres se transformarían en hombres, los hombres en mujeres y la madre patria, en un lupanar de invertidos y bisexuales.
Para evitar el Apocalipsis, era preciso entonces controlar la libido dentro de la propia conyugalidad burguesa. Así, a la prohibición del placer fuera del matrimonio, con su resultante abstinencia obligatoria, respondía de manera simétrica la voluntad de luchar, dentro del matrimonio, contra la frigidez de las mujeres y la impotencia de los hombres. Un buen matrimonio civilizado suponía la coacción de una sexualidad normalizada, centrada tanto en el coito como en el orgasmo y la procreación.
El niño era considerado, ante todo, como la cosa de los padres, un objeto totalmente sometido a su voluntad. Por eso había que condenarlo a muerte, como sucedió con Edipo al nacer, cuando amenazaba con poner en peligro a la familia.
El niño apareció para ser amado y educado, y la familia moderna se erigió en célula básica de nuestra sociedad con conciencia de esos deberes de amor y educación y en torno del niño. La pareja se sintió responsable del futuro de éste y "llegó" a planificar los nacimientos.
Freud teorizó ese paso del niño objeto al niño sujeto al mostrar que éste siempre es, para sus padres, una prolongación de sí mismos.
El padre se escindiera en dos polos: productor de semen por un lado, inspirador de una función nominativa por otro. El padre comparte con la madre el poder sobre el hijo. La familia se convierte entonces en "coparental" y comienza a hablarse de "coparentalidad". Cinco años después, con la legalización del aborto ya vigente en muchos países de Europa, las mujeres arrancan a la dominación masculina el control total de la procreación. Familia "nuclear", se apoya en la contracción de la vieja organización patriarcal.
(Durkheim- suicidio) La familia moderna se limita al padre, la madre, los hijos y sus descendientes, así como a los hijos menores y solteros. La familia se encarga de los conflictos privados, actuando así a la vez de respaldo a la individualización de los sujetos. Si ella no asumiera ese papel, el sujeto correría el riesgo de tomarse por su propio fin y suicidarse. Freud consideraba que el análisis de un niño no debía comenzar antes de los cuatro años ni realizarse "en directo”.
La familia se organiza de acuerdo con imagos, un conjunto de representaciones inconscientes marcadas por los polos de lo paterno y lo materno.
Lacan pensaba la familia como un todo orgánico. Estaba convencido de que la antigua soberanía del padre había desaparecido para siempre. La familia debía estar sometida a la mirada crítica de la razón.
La locura y la neurosis, la familia era la peor de las estructuras, con excepción de todas las demás. Las formas de neurosis dominantes a fines del siglo pasado revelaron su íntima dependencia de las condiciones de la familia.
La familia venidera
Cuando los gays y las lesbianas quisieron convertirse en padres, inventaron una cultura de la familia, era la perpetuación del modelo que habían impugnado. Esta cultura contenía en sí misma un gran deseo de normatividad, fue recibida como la peor de las heridas infligidas al orden simbólico.
Como no podían disimular ante los hijos las condiciones biológicas de su engendramiento, los padres homosexuales, a causa de su misma existencia, incitaban a abrir el debate sobre la cuestión de los orígenes.
La invención de la llamada familia “homoparental” corría el riesgo de reavivar el gran terror a una posible borradura de la diferencia sexual que, como se recordara, había surgido a fines del siglo XIX en el momento de la declinación de la antigua autoridad patriarcal. La homosexualidad como la manifestación de un deseo necesariamente “perverso”.
Que un hombre ya no quisiera un acto carnal con una mujer para engendrar y que una mujer ya solo deseara de un hombre su semen para procrear: en eso consistía la trasgresión. Pues los nuevos padres gays y lesbianas no pretendían cuestionar los dos grandes interdictos fundadores de las leyes de parentesco: prohibición del incesto y prohibición de la confusión de las generaciones.
Freud no clasificaba la homosexualidad como tal en la categoría de las prácticas sexuales perversas y distinguía la perversión (estructura psíquica común a ambos sexos) de los actos sexuales perversos llevado a cabo sobre todo por lo hombre y a veces por las mujeres, fueran o no homosexuales.
La homosexualidad: variación de la función sexual provocada por una interrupción del desarrollo sexual.
“uranismo”: la inversión sexual era una anomalía hereditaria cercada a la bisexualidad y que producía un “alma de mujer en un cuerpo de hombre”.
La homosexualidad fue siempre una inversión sexual, es decir, una anomalía psíquica, mental o de naturales constitutiva y, en todo caso, la expresión de un trastorno de la identidad o la personalidad que podía llegar a la psicosis y conducía a menudo al suicidio.
La APA elimino la palabra “perversión” de la terminología psiquiatrita mundial para reemplazarla por el ridículo termino de “parafilia”, que permite disolver la noción misma de homosexualidad.
La homosexualidad se explicaba tan pronto por una “identificación con un pene sádico” como por un “trastorno esquizoide de la personalidad, acompañado o no de una manifestación de defensa contra una paranoia excesiva”.
Los hombres homosexuales- sus padres- eran, a menudo, asimilados a pedófilos. Se publicaron decenas de investigaciones de este tipo. Estas aliviaron las angustias de los homosexuales al mostrarles que eran padres comunes y corrientes como los otros.
Lacan brindo a los homosexuales la posibilidad de ser psicoanalistas. A diferencia de Freud, consideraba la homosexualidad como una perversión en si misma: no una práctica sexual perversa sino la manifestación de un deseo perverso, comun a los dos sexos. En cuanto a la perversión, la transformaba en una estructura universal de la personalidad humana.
El homosexual es una especie de perverso sublime de la civilización forzado a cargar con la identidad infame que le atribuye el discurso normativo.
La perversión en el sentido lacaniano es analizable pero jamás curable, y el amor homosexual es la expresión de una disposición perversa presente en todas las formas de relación amorosa. En lo concerniente al deseo perverso, solo se sostiene en una “captación inagotable del deseo del otro”.
Legendre: el padre y la madre son las imágenes fundadoras de la sociedad, y por lo tanto, de la familia, instituidas por el derecho.
Freud había mostrado la omnipresencia del deseo homosexual como efecto de la bisexualidad psíquica. Instituir la homosexualidad con un status familiar es poner el principio democrático al servicio del fantasma.
Legendre parecía olvidar que los nazis exterminaron a los homosexuales como “representantes de una raza inferior y degenerada”.
Los hijos heredan en el inconciente la infancia de sus padres, el deseo y la historia de estos tanto como una diferencia sexual.
Por temor a decepcionar o no estar a la altura de las esperanzas proyectadas en ellos, fueron muchos los que se odiaron a si mismos y buscaron en el suicidio o el orgullo de existir para otra familia: la de la cultura gay.
La familia contemporánea, horizontal y en “redes”, se comporta bastante bien y asegura correctamente la reproducción de las generaciones. El matrimonio se ha convertido en un modo de conyugalidad afectiva mediante el cual los esposos, que a veces deciden no ser padres, se protegen de las eventuales pérdidas de sus familias respectivas o de los desordenes del mundo externo.
La familia parece en condiciones de convertirse en un lugar de resistencia a la trivialización organiza de la sociedad mundializada. Y sin duda lograra serlo, con la condición de que sepa mantener como un principio fundamental el equilibro entre lo uno y lo múltiple que todo sujeto necesita para constituir su identidad.
La familia venidera debe reinventarse una vez más.
De un horizonte incierto, psicoanálisis y salud mental en la sociedad actual- Emiliano Galende- 43
Subjetividad y cultura: el malestar de la individualización
Cuando los ideales vienen a faltar como objetos de creencia y modelos de legitimación, la demanda de investimento no se desarma, ella toma por objeto la manera de representarlos. Vivimos un mundo y una época en la que las representaciones, han invadido nuestra experiencia cotidiana de la realidad. La realidad se ha soldado a una cierta estética en la que las representaciones. “Las puestas de escena” son la capacidad de montar situaciones, cuya finalidad es mantener oculta otra. Vivimos en una nueva cultura y asistimos a cambios profundos en las formas de trato y vinculo social.
La individualidad actual
No podríamos imaginar a esta sin la existencia de aquel. El lenguaje no podría constituirse y funcionar sin la presencia efectiva y la acción del otro. Como lugar de la primera sublimación requiere de esta presencia del otro para constituir las creencias, las ideas, las significaciones, que organizaran la subjetividad individual en el mismo plano que hace previsible la subjetividad del otro.
El individuo es reconocido, nombrado, está en el habla del otro, antes de advenir a una conciencia de sí. No es sustancia autónoma sino “realidad social”, y esta dependencia del decir del otro es lo que genera la posibilidad de su clasificación en el ordenamiento social como de tal genero, de tal origen, de tal generación. Pero no debiera olvidarse que la primera forma de reconocimiento de la individualidad, de la separación y diferenciación del hombre respecto del grupo, está ligada a la institución social de la propiedad y, a partir de esta, la constitución de una esfera de lo privado.
La propiedad y la privacidad son para el individuo la esfera de su dominio y la condición de su libertad, mientras que lo propio de la comunidad de la esfera pública se constituye como necesidad y limitación de la autonomía de los individuos. Desde siempre se trata de dos esferas de competencia, mutuamente amenazadas: el crecimientos de los valores de la individualidad (propiedad, privacidad, autonomía, libertad), amenaza con la eliminación de la necesidad comunitaria, el desarrollo de lo público (regulaciones sobre los individuos, la propiedad, la solidaridad, las obligaciones con el conjunto, etc.) es vivenciado como ataque a las libertades individuales y al respeto mismo de la individualidad. Su confianza en el mercado es señal de su ideal de lo público reducido a una mera competencia regulada por el conjunto de individuos en igualdad de situación, y síntoma a la vez de la moral que instauro la sociedad moderna al estructurarse por la división del trabajo.
La individualidad no puede pensarse sin su referencia a lo público. Los cambios en una esfera son los cambios de la otra. El éxito del individuo consiste en la pura afirmación personal. La denominada caída de lo público es el individualismo.
El desarrollo del individualismo como valor social y la polarización de la vida entre ámbito público y privado, acompañado por el auge de la valorización del consumo de objetos, fueron llevando a que lo público perdiera fuertemente los rasgos de la solidaridad y la cooperación. Lo público se significa con frecuencia por la pobreza, la necesidad, la violencia, la incapacidad.
La privacidad ha sido un valor central en el sostenimiento de la individualidad burguesa, pero el individualismo moderno ha vuelto más bien sobre la valoración de la propiedad, invirtiendo en muchos casos el concepto de privacidad convertirlo en estandarte público.
Es la conformación de lo social y su funcionamiento lo que posibilita y fija las condiciones de la individualidad. Durkheim, pensaba que la vida psíquica constituía lo insuperable del individuo, valiéndose para esta afirmación del argumento de que la vida psíquica, por muy intensa que sea la vida social, seria siempre singular, propia de cada individuo. Formada por “representaciones, sentimientos y tendencias relacionados con el organismo y con los estados del organismo, es el mundo de las sensaciones internas y externas y de los movimientos que a ellas están directamente ligadas.”
Para Freud la oposición se establece entre dos modalidades del lazo social y el funcionamiento individual: aquella de una individuación lograda en la integración del lazo social y la apropiación de la cultura en la subjetividad singular (“actos psíquicos sociales”), versus la exacerbación narcisista de la diferencia, con fallas del lazo social y perdida de la autonomía individual por una pasión desmentida por el propio yo (“actos psíquicos narcisistas”).
La “cultura subjetiva” (aquella que enriquece a cada individuo, el hombre “culto”), se empobrece, se masifica, se hace puro espectáculo.
Dos figuras definen el funcionamiento de la individualidad (“el puente”, que permite unir dos orillas a la vez que mantenerlas separadas, y “la puerta”, aquello que establece una frontera entre el hombre y su entorno, que permite que sea franqueada en los dos sentidos) están hoy impedidas.
El individuo actual no tiene puentes, no puede mantener diferenciación con lo social, ya que su masificación lo confunde y aliena con el entorno, y su puerta está impedida, ya no articula su espacio interior y lo que está fuera de sí, ya no tiene libertad de abrirla o cerrarla, sufriendo una cerrazón, un aislamiento más fuerte que lo sitúa en relación con una pared divisoria: impedido o indiferente de actuar sobre lo social, se vuelca a una acción creciente sobre sí mismo.
Psicología y sociología definen su objeto para abordarlo con perspectivas propias. Y está claro desde el inicio que el problema de la represión y del inconsciente reprimido no consiste en un problema de la naturaleza sino del ordenamiento simbólico y de los procesos en que se desenvuelven las relaciones entre individuos de una cultura y de una época determinada. Dentro de esta perspectiva resulta útil la construcción de “indicadores clínicos sociales” (el amor).
En el camino de la búsqueda de la felicidad Freud señalaba el amor genital, sexual, en una doble vertiente: permite al individuo la satisfacción del instinto y del deseo a la vez que genera una dependencia penosa del objeto de amor. El amor “sano” situara a esta dependencia en niveles que no alterasen el dominio del placer y la posibilidad de la satisfacción. El amor “patológico”, tan ligado a las formas extremas de la pasión, hace de esta dependencia una expresión simbiótica y alienante por la idealización desmedida del objeto. La ternura, que solo es posible por la existencia de la castración y la conservación de una diferenciación con el otro (el objeto), se opone a la pasión, siempre paranoica o melancólica, que reniega de toda perdida (castración) y resiste la diferencia. La sexualidad se hace adictiva pero disociada del amor. El amor eterno, en otro, empobrece (o desmerece) la sexualidad. Se trata a la vez de un modelo de sensibilidad que constantemente se promueve desde el cine y la televisión. La existencia de determinadas técnicas de fertilización ha posibilitado la reproducción humana por fuera de los circuitos del amor y la sexualidad.
Gestión social perversa de lo genial y del amor, en nombre de las técnicas que invaden todos los registros de la vida, al mismo tiempo que también lo social gestiona la dependencia perversa de objetos adictivos en que los sujetos deteriorados se recluyen: consumo desesperado de objetos, dietas, drogas de todo tipo, viajes, etc.
Las formas clásicas, burguesas, del amor parecen empobrecerse en beneficio de otras formas de uso y consumo de objetos diversos, con “maravillosos” efectos hipnóticos y alucinatorios (algo propio del amor intenso), que aun cuando parecen irracionales tienden a rellenar todo lo que “hace falta” para vivir, creando los deseos que el mismo consumo satisface.
Son isomorfismo (misma estructura) los vínculos sociales con aquellos de la familia, la pareja, la amistad, posibilitando pensar una sociabilidad “en general”. Ese isomorfismo es el amor, al que encontraremos como casamiento de toda relación.
El amor pasional, que siempre y equivocadamente se atribuye al hombre, en un amor desgraciado. La desgracia parte de que se trata de un amor de si, ya que el enamorado ama a la imagen narcisista que la mujer representa como al propio yo. Se trata de una economía psíquica ruinosa, ya que el yo se “despoja” de libido que “entrega” al objeto amado (en esto consiste la entrega amorosa), esperando recuperarla como posesión de aquel. Este narcisismo “triunfa” cuando se hacen presentes sus consecuencias: los sufrimientos de la dependencia extrema, el dolor y la desdicha que el otro “causa”. El poder y la dominación se instalan en la experiencia amorosa. Se goza y se sufre por él. La diferencia se resuelve en beneficio de la identidad. Se trata de una lucha “a muerte” con el otro, al que se intenta suprimir para eliminar una diferencia insoportable. Si el individuo “triunfa” se quedara con su identidad intacta y sin fisuras, solo y aislado, expuesto como nunca a la necesidad imperiosa del otro que se ha hecho imposible.
El amor responde a una homosexualidad fundamental, la misma que está presente en la constitución del lazo social. Toda elección de objeto implica al narcisismo, como todo lazo social implica a la libido homosexual, en un proceso en el cual la diferencia (entre sexos, entre yo- no yo, entre los semejantes) se logra en conflicto con la imposición de la identidad que anhela el narcisismo.
La pareja narcisista es siempre inestable, tiende al desequilibro y la agresividad. Nuestro problema es ver como, sobre la base de este narcisismo fundante del amor y del lazo social, se construye la diferencia que permite la construcción de vínculos de pareja, de amistad, sociales. Para ellos es preciso interrogarse sobre el amor en la constitución del lazo social.
Los “lazos afectivos” forman “la esencia del alma de la masa”. El lazo amoroso y libidinal, el sentimiento, el afecto y la sexualidad. El lazo social esta incluido en la perspectiva Freudiana del pansexualismo (es la capacidad de amar a otra persona independientemente de su género).
Paradojas del narcisismo libidinal y sus fragilidades: estando dirigido a preservar al yo, para cumplir su función está necesitado de investir libidinalmente al otro, invistiéndolo en esta dimensión ideal se deja finalmente sugestionar por amor, sometiéndose a las consiguientes personificaciones de su ideal. No solo la relación de amor sino aun la ligazón en sentido amplio resultan estas atravesadas por relaciones de poder y dominación.
Los creyentes se llaman a si mismo “hermanos”. “No cabe dudar que el enlace que liga a cada individuo con Cristo es también la causa del lado que los une entre si”. En la doble perspectiva de ligar a los individuos entre si por que la puesta en juego de un mismo ideal del yo, y a la vez por que esta ligadura de amor permite neutralizar la agresividad, el amor al jefe parece necesario, no hay amor ni lazo social sin que este presente esta dimensión del poder y la dominación. Esta teoría de la alineación sobre el amor esta escrita desde cierta posición de esclavo es decir, aquella en la que el esclavo cree en el narcisismo del otro, no “desea” ver su propia dimensión narcisistica.
Debe quedar claro que no se trata de “las causas” del malestar en las relaciones cotidianas sino de su síntoma, y que este síntoma nos remite a los que en verdad está sucediendo en la escena social. Síntoma de una forma de lazo social que ha hecho estallar las intimidades constitutivas del amor tierno, la cooperación y la solidaridad, por la vía de las dificultades crecientes de los individuos en la gestión de las cuestiones relativas al poder en la vida social.
La realidad que promueven los medios de comunicación masivos, la realidad en “embellecida” al mismo tiempo que las imágenes la disocian y fragmentan. Embellecida o armada de moro tal que el espectador “acepta” que haya múltiples perceptivas. Es posible observar al mismo tiempo y en un mismo programa modelos de ropa interior que erotizan la fantasía del televidente, publicidad para la lujuria y el confort cotidiano, imágenes de muertes horribles en África o Medio Oriente, mezclados con videos o filmes que aseguran que se trata solo de imágenes.
Otro rasgo frecuente de la actual cultura del amor lo constituyen las parejas adictivas.
En la pareja adictiva el otro “llena” efectivamente la vida, lo cual lo conviene necesariamente en otro amenazante y persecutorio. Pero los estados emocionales de estas parejas no son siempre penosos: las intensidades del sexo, de la comida, de la agresión, se inscriben en un registro de goce extremo. El problema consiste en que el objeto de la pasión adictiva esta investido de un narcisismo extremo, instalado en la fantasía de una posesión absoluta, tiene que prestarse a “lo uso según mi necesidad, lo quiero según mi voluntad”.La tendencia a la conducta hetero y autoagresiva, que no se agota en la difusión del consumo de drogas, la facilidad con la que se destruyen vínculos e identidades, el aumento del suicidio entre los jóvenes, las depresiones severas reactivas, el incremento del consumo de cerveza entre adolescentes y de muchas otras sustancias destinadas al “bienestar”. La competencia desatada y el mandato de “ser uno mismo”, se condensan en la pareja amorosa actual generando nuevos impedimentos.
Ser empresario de si mismo
La política, la salud, la jubilación de los viejos, la escuela y la universidad, adquieren los rasgos de la empresa y se cree ahora que la eficacia de sus funciones y el éxito de sus objetivos dependen de que sean administrados con criterios empresariales.
En un mundo marcado por la incertidumbre y la complejidad, en el que cada individuo es victima de sus propios medios. Se construye un estilo de vida que necesariamente para por la asunción de los riesgos personales, facilitado por una cultura que invita a cada uno de sus ciudadanos a devenir único responsable de si mismo.
Los hombres confiaban en que la solidaridad haría efectiva la igualdad y la justicia. Por ellos se oponían a la figura del empresario que explotaba la desigualdad en su beneficio instaurando el conflicto y la injusticia entre los hombres. Se puede decir que los ideales de una sociedad sin clases y el llamado Estado benefactor, fueron las dos propuestas modernas mas claras para asumir esta contradicción. Pero ambas han caído, de manera parcial y por distintas razones.
Los valores de la autonomía personal y la libertad, han sido desplazados para muchos por la capacidad de competencia. Esto hace que la solidaridad pierda sentido, ya que no puede articularse a una competencia entre individuos para la cual solo vale la búsqueda el éxito personal. Esta claro que no se trata enteramente de una elección personal sino de la fuerza que adquiere lo social en la imposición de valores subjetivos y orientaciones practicas. En estas condiciones “ser uno mismo”, consigna carente de sentido hasta hace no mucho, ha adquirido una fuerza y un consuelo notable. Sobre todo cuando la imagen del individuo pierde toda referencia estable en los otros y debe apuntarla constantemente en los objetos que hacen de emblema de su identidad individuos. Y ser uno mismo no consiste en un acto de libertad que permita elegir una identidad como se eligen los objetos de consumo, ya que en verdad se trata de la imposición de una norma, de una exigencia social en el seno de una tensión constante por la amenaza de exclusión, de una existencia condenada a la nada. Cuando aun hoy se habla de solidaridad, para muchos, embarcados en esta cruzada, se trata de la idea del “espíritu de empresa”, que constituye en la actualidad la comprensión mas frecuente de la única solidaridad que creen posible.
La subjetividad de la competencia generalizada
Los modelos, los conductores televisivos y los deportistas, su profesión es la competencia misma y también muestra un rostro más aceptable para los individuos, dado que sus reglas son justas e igualitarias, la competencia resulta sana porque estimula el desarrollo y la estética misma del deporte. Niños y grandes pasaron a vestirse con ropas deportivas, los partidos de futbol acaparan el rafting de público televisivo.
La ilusión es la de que así todos participamos, ya que la práctica deportiva y este lenguaje del deporte han penetrado profundamente todos los intersticios sociales, ligando a sus valores muchos de los principios de la acción de los individuos. Se trata de una lógica compleja de lo social que se sostiene en la producción de determinada subjetividad que hace de soporte a los desarrollos prácticos. Los individuos no pueden prescindir de estos emblemas que les permiten encontrar un lugar imaginario en los procesos colectivos, ya que necesitan imperiosamente ser “alguien”, es decir, autónomos, participativos, libres.
Consumo y realización personal
La relación de consumo se ha convertido en un valor nuevo, absolutamente independiente de las características de la producción y de las subjetividades.
La uniformidad que muestran los Shopping en todo el mundo, su misma arquitectura, los mismos símbolos, los mismos productos, con una independencia casi absoluta del país y la cultura en que se instalan.
Hasta la familiaridad que impresiona a los viajeros al observar en cualquier lugar del planeta las mismas publicidades, los mismos objetos, las mismas marcas.
El conjunto universal de objetos de la producción técnico-industrial forma hoy parte de nuestra cultura, del mismo modo que identificamos algunas culturas locales por los objetos artesanales que producen.
La nueva nerviosidad moderna
La aventura de la competencia en que ha devenido la vida, junto a la desprotección institucional de los menos aptos ha generado nuevos modos de sufrimiento subjetivo, muchos de ellos englobados en la idea de depresión, crisis ansiosas, pánico o inseguridad. Sabemos que estamos asistiendo a un consumo masivo de psicotrópicos para aliviar estos malestares surgidos del peso de una presión psíquica inédita y de una crisis identitaria.
Los liberales, eufóricos con la implantación de las políticas de mercado, trataron durante años de mostrarnos el progreso humano que implicaría la imposición de los valores de la empresa privada, (todos seamos empresario de nosotros mismos).
En la prensa de todo el mundo ha comenzado a alertarse sobre la semejanza del consumo masivo de psicodrogas y las otras adicciones más tradicionales. Tranquilizantes, ansiolíticos, hipnóticos, psicoestimulantes, antidepresivos, son repetidamente menciónales en el cine, la literatura, la prensa o la televisión, mostrándonos que su consumo por los individuos, muchos de ellos modelos de identificación colectiva, es ya un dato aceptado de la realidad actual.
El hombre ha recurrido a ciertas drogas para evadirse de la realidad, sobre todo cuando esta resulta dolorosa.
Los modelos sociales dominantes de los empresarios, los modelos, los deportistas, los artistas, lo muestran a diario: recurren a las drogas (no solo a la cocaína, sino también a los psicofármacos) para sostener sus vidas “exitosas”, de verdaderos triunfadores sociales.
“Droga milagrosa”, se piensa que es capaz de atenuar ya no solo las depresiones manifiestas sino también los síntomas del decaimiento, la falta de energía, la desgana, la tristeza matinal o nocturna, el desinterés por la vida. Lo cierto es que “construye” un imaginario nuevo. El contexto social facilita la construcción de estos imaginarios nuevos. Esto se expresa en la angustia constante de ser sobrepasado por el “progreso” técnico-científico que deja caducos los conocimientos y las prácticas adquiridas, y amenaza con el desempleo.
El estrés se acrecienta en las empresas afectando especialmente al personal subalterno. Agotamiento corporal, fatiga, mal humor, trastornos corporales funcionales en su conjunto semejan a las depresiones ansiosas. Esta nerviosidad moderna y este consumo exorbitante de psicofármacos hablan de las formas del lazo social en una sociedad que es crecientemente una sociedad de individuos aislados, de una exigencia social que empuja a cada uno de los individuos a construir su propia libertad, a asumir por si mismo los riesgos de la vida. El triunfo de los psicofármacos y de algunas drogas como la cocaína es un indicador sociocultural de un nuevo imaginario y una nueva pasión social: ser “uno mismo” y la vez “no ser más que eso”.
El nuevo terror a la exclusión social
Las formas actuales de la participación social dependen crecientemente del éxito individual. Esto ha generado un cambio en el imaginario social que actual como facilitador del repliegue sobre si mismo. Ejemplos: el dirigente sindical, la primera mitad del siglo representaba los intereses corporativos, los intereses generales del país.
Las ideas de Nación, Pueblo, que aseguran la ciudadanía, el reconocimiento identitario y la cohesión social, han ido cediendo paso a una sociabilidad basada mas en determinados rasgos particulares (de origen, de raza, de genero, pero ahora también de otros rasgos novedosos, como es alcoholistas, punks, villeros, etc.). Estos colectivos nuevos permiten a los individuos sentirse reconocidos por el grupo. Sin duda son pacificadores de lo social, como lo son los psicofármacos de los que hablamos para el individuo.
Se organizan al modo de bandas para sumir y actuar desde cierta marginalidad social, estos nuevos colectivos sociales, son la expresión mas clara del abandono social de los valores de la igualdad y la solidaridad. Se trata en muchos casos de neocomunidades, o comunidades construidas artificialmente, reactivas o defensivas, dominadas por el terror de la exclusión social. La verdadera oposición que se está construyendo es la de un individualismo exacerbado y de nuevas formas neocomunitarias.
Situación que ignoran aquellos que, apresurados por “entrar en el primer mundo”, creen que se trata solo de los supuestos beneficios económicos sin considerar el conjunto de situaciones que esas sociedad están padeciendo.
El problema de la integración social y la nueva categoría de la expulsión social se producen a partir del abandono de los valores universales de la igualdad social. Abandonada la pretensión de igualdad de los ciudadanos, se plantean los problemas de la inserción social y la marginalidad, pero ahora no como los datos sociales que era necesario resolver con la igual sino como los problemas de gestionar la producción de estos nuevos excluidos sociales.
Jean- Pierre Vernant: “la ciudad define al grupo de quienes la componen situándolos en un mismo plano horizontal. Cualquiera que no tenga acceso a este plano queda fuera de la ciudad, fuera de la sociedad, en ultima instancia, fuera de la humanidad, como el esclavo”. El individuo solo es ciudadano si forma parte de la vida social de la ciudad, con sus derechos y obligaciones. De lo contrario, solo podrá ser considerado como un habitante o poblador.
Más allá de las significaciones sociales y los derechos que implica la ciudadanía, esta articula para el sujeto la experiencia de ser individuo, de poder enunciar en nombre propio (sujeto) y vivencia un yo en el reconocimiento con los otros. La perdida de ciudadanía, el individuo pierde junto a ella el sostén de su individualidad. Que no podríamos hablas de exclusión social, marginalidad y pérdida de ciudadanía, sin tenes en cuenta el correlato de sus efectos reales sobre la subjetividad.
La inserción social, debe diferenciarse de la integración social. Pone en juego problemas mas amplios: de orden psicológico, sociológico, del derecho, de la economía, de la política, ya que la integración supone la intención de restituir a quien esta marginado de los derechos globales una ciudadanía plena. Muchas de las políticas sociales de inserción social se limitan a modificar el rostro de la marginalidad, que suele ocultar la inexistencia de una verdadera política de integración social.
Estas políticas de la inserción social del enfermo mental son bastante semejantes a aquellas de los colonizadores: se trata de insertar en las normas de la sociedad a aquellos que no son aun ciudadanos.
“ingenieros sociales” se ocupan de reparar el tejido social dañado, reinsertando adicto, ex enfermos, discapacitados, desempleados, etc. El terror de la exclusión se ha instalado entre nosotros, algunos han mejorado sus negocios y sus performances por ellos, la mayoría esta expectante sobre su futuro cercano. El intelectual critico que reflexionaba sobre las realidades de la época fue cediendo lugar al “experto”, quien domina un saber especifico mas adaptado a los requerimientos del desarrollo técnico de la producción. El experto se fue rodeando de los valores de la cultura actual: pragmático, realista, capaz de poner en el centro de sus decisiones las cuestiones económicas, se mantiene al margen de las ideologías y de la política. En la actualidad su presencia resulta imprescindible. La administración de tratamientos corporales de todo tipo, en los conflictos de la soledad y diversas terapias individuales. La ideología del experto ha invadido de un modo muy particular las actuales demandas de psicoterapia.
Todos somos jóvenes: el borramiento de las diferencias
La cultura actual exige de los individuos competitivos, por lo tanto es preciso “estar en forma”.
Esta exigencia cultural de estar en forma ha provocado un cierto estallido de las identidades personales.
Respecto de las diferencias de género, los iconos de identidad, gestualidad, formas de vestimenta, arreglo personal y comportamiento social se hacen más comunes a ambos sexos, e indiferenciados. El modelo hegemónico es el de ser joven.
La infancia actual parece acortarse, los niños en periodo de latencia y los púberes toman los modos y costumbres de los jóvenes a los que tienen como modelos de identificación.
La adolescencia comienza así mas temprano respecto de la edad cronológica que se asignaba. A los doce o trece años los niños parecen ya ser adolescentes en sus costumbres, sus modos de relacionarse, sus consumos, sus vestimentas, sus hábitos sociales. Claro que también esta adolescencia resulta más prolongada, algunos hasta los treinta años conservan sus hábitos y vínculos al modo de los adolescentes, en gran parte favorecidos por continuar siendo mantenidos por sus padres.
Los que ya han pasado los treinta, y los cuarenta, realizan esfuerzos y sacrificio para mantenerse jóvenes: gimnasios, dietas especiales para mantener el cuerpo en las formas juveniles, vestimenta, y arreglos similares a los modelos publicitarios de juventud, la tentación constante de la pareja más joven.
El borramiento de las tres oposiciones: “De clase”, ya que los jóvenes se parecen entre si y atenúan el conflicto de sus desigualdades. “De generación”, las diferencias respecto del saber y la experiencia practica, se paso a una idealización del joven por sus cualidades de flexibilidad, eficacia, rapidez, movilidad, requerimientos todos que centran en él la oferta de empleo, el éxito y el valor social. “De genero” va imponiendo la edad al cuerpo sexuado tomando la figura del joven como modelo un tanto hibrido.
La amenaza de la exclusión social constituye un determinante muy fuerte de la ansiedad y la angustia con la que muchos individuos se aferran a estos modelos de juventud.
Los jóvenes resultan la expresión misma de una sociabilidad pacificada, cuyos gestos o actitudes entre bandas o grupos rivales, perdido el sentido de una transformación global de lo existente.
Se trata sin duda de una forma nueva de vinculo y encuentro, en el que hombre y mujeres buscan relacionarse con otros del mismo genero o del opuesto, pero, según creo, caracterizado por esta tensión entre el repliegue sobre si mismo y la necesidad del otro. De allí esta suerte de movimiento browniano de los cuerpos, en el cual es difícil diferenciar cuanto esta dirigido a una seducción erótica del otro y cuanto a un placer de la imagen corporal de si mismos. También en la sociabilidad de estos lugares se muestra un condensado de rasgos culturales dominantes.
La identidad social se construye así más en relación con los imaginarios que promueven la televisión, el cine y las revistas, que con las experiencias interpersonales de los conjuntos sociales.
Un nuevo espacio para una nueva sociabilidad
Algunos lo han denominado “populismo estético”, vinculando a cierta dominancia cultural en la que, perdida la cultura de elite, se da lugar a su degradación por el consumo masivo.
Este populismo estético es concordante con lo que en el plano de la cultura se ha denominado “sociedad de consumo”, “sociedad de los medios masivos”, “sociedad de informática”.
Todos son ahora verdaderos objetos estéticos, en ellos se vuelcan los esfuerzos de creación y de innovación constantes.
Sus objetos pierden los sentidos de profundidad histórica y permanencia que tenían en la modernidad clásica, para asumir lo propio de la velocidad de producción, del consumo y la renovación.
Bajo esta dominante cultural se insiste en que la vida social actual esta dominada por lo sincrónico, y los que insistimos en la referencia al sentido y a la historia sufrimos la ilusión de una diacronía que ha sido abandonada, como estilo estético y como actitud del pensamiento.
Como el abandono de las categorías del tiempo que dominaron toda la modernidad, suplantadas ahora por categorías de espacio, lleva en definitiva a un dominio del narcisismo en los individuos y de la pulsión de muerte en lo social.
Este giro hacia el dominio del espacio y la superficialidad acompañada a una subjetividad más volcada a la intensidad de la experiencia emocional y afectiva en desmedro de las cualidades históricas y el sentido. Los cual se hace presente en los modos concretos de relacionarse las personas entre si. Los modos de organización del espacio actual (los Shopping), forman parte de una modalidad de encuentro acotado y pasajero, no ritualizado sino funcionalizando para la experiencia parcial y anónima que allí se realiza.
“El hiperespacio moderno”, la masa que concurre en anónima y el espacio se organiza como transparencia, todo es interior y exterior a la vez, la singularidad histórica del lugar tradicional se reemplaza por una suerte de totalidad, son espacios que reúnen, y lo intentan siempre, al conjunto de lugares sociales.
Estos lugares se muestran ajenos e indiferentes a cualquier condicionamiento por el entorno, funcionando como verdaderas ciudades artificiales autónomas, dado que se trata de espacios anónimos que no sostienen ninguna identidad social, mas que la que provee el consumo, estos lugares tienden a borrar o ignorar las identidades sociales de clase, pobreza, origen, raza, etc.
Si bien son los rasgos característicos de los Shopping, son también las formas dominantes de contracción actual de los espacios públicos, como los hoteles, los hospitales.
El individuo transita estos lugares como parte de su sociabilidad actual, encuentros para el consumo ampliado, las sensaciones impactantes de lo nuevo, la ilusión de “estar” insertado en la cultura y la sociedad real.
Así como otros, bajo la nostalgia de lo perdido, tratan de volver a la “naturaleza”, de crearse otros modos de vida fuera de la velocidad de las ciudades actuales, de recrear idealmente viejas sociabilidades de aldea en contextos que ya no les pertenecen.
Los individuos acceden a la cultura o permanecen fuera de ella. La cultura actual ya no puede diferenciarse de la totalidad social, de la que ha perdido, toda autonomía. Todo se tornado cultural.
Ya no quedan espacios que puedan ser habitados sin presencia y este domino de la imagen.
¿No es la figura de una persona concentrada mirando una pantalla la imagen dominante de esta cultura?.
Las viscitudes de la identidad
Las identidades que se producen en esta nueva cultura reniegan de la perdida y del apego, se referencia en objetos del consumo, en su posesión y renovación constante, lo cual produce una ilusión de identidad, ya que estas posesiones solo pueden recubrir al Yo de una débil mascara, como las joyas, la ropa, los objetos para el confort, la presencia en los lugares del consumo.
Al perderse no dejan nada al individuo, solo lo devuelven a un vacío que debe llenar nuevamente, ya que este yo solo tiene la experiencia de estar “provisto” o “desprovisto”, sin duele ni identificación.
Lo cierto es que esto que se llama mercado nos obliga a todos a una redefinición de lo social mismo. La subjetividad que ha producido y lo sostiene es la de la competencia. Todos los individuos se preparan para mantenerse competitivos, como modo casi único de inserción social y bajo el terror de la caída y la exclusión. Esta individualidad busca definir su identidad por el consumo de objetos.
En este nuevo contexto se ha ido gestando lo que llamamos un neoindividualismo y un comunitarismo particular. Individualismo que estableció una nueva valoración del individuo liviano, superficial, móvil y flexible, autónomo e independiente, capaz de proveerse a si mismo las necesidades de la existencia y que puede realizarse por la sola acción personal.
Y un comunitarismo que genera nuevas formas de pertenencia y participación en la comunidad sobre la base de esta exclusión social: sectas, grupos de inmigrantes.
Sectores de excluidos de las relaciones simbólicas como las comunidades de autoayuda y autodefensa.
Tanto el individualismo como estas formas nuevas de comunidad facilitan una pacificación aparente de la sociedad. Permiten paliar la desintegración social o al menos renegar de sus efectos reales.
Y tanto el individualismo como estas comunidades son construcciones sociales para sobrevivir en un tiempo de desintegración social. No dejan por ellos de plantear nuevas tensiones y nuevos conflictos, y obligan sin duda a pensar como será su coexistencia con una sociedad que aun declara proponerse la construcción de la democracia.
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